La canción del verano pasó a mayor vida como artefacto cultural. Con la atomización de los medios musicales (y de todos, la verdad) y el despeñamiento del CD, se acabó la trascendencia de los Ibiza Mix, Caribe Mix y demás recopilatios de pachanga. ¡Si hasta Los 40 principales se ha convertido en emisora revival! Aquellos dobles, triples y hasta cuádruples CDs acumulaban no ya una, sino decenas de temas y remixes pensados para ser provocarnos una sensación de euforia a base de ritmos machacones, ayudados, claro, por los efectos del alcohol y la farla: el LSD británico tenía a Sid Barret, y la coca hispana, a David Bisbal o Marcos Llunas (o David Guetta, si andan por Ibiza).

 

 

Y es que aunque siempre se hable de una supuesta canción ganadora, es evidente que cada verano eran varias las tonadillas que conseguían sonar machaconamente en radios, terracitas y discotecas.  Era el momento ideal para que un Dinio o un concursante de Gran Hermano aprovecharan para lanzar su single. O unas de las pioneras del movimiento musical-telecinquero que tantas alegrías ha dado a la Musique de Merde: las  hermanas Valverde.

 

 

En el verano del 92, y  Telecinco viviendo sus días más gloriosos, los cuales eran por tanto, los más gloriosos de la historia de la tele española. La joven Loreto Valverde era uno de los rostros más populares del país. Sus intervenciones en VIP Noche, al lado de Emilio Aragón, le llevaron a millones de hogares, y su risa estridente aseguró que su presencia fuera notada en cualquier circunstancia. Loreto llegó a ser tremendamente popular, como atestigua la imitación de Martes y 13 en su genial sketch sobre VIP Noche: si ellos te imitaban es que estabas en lo más alto. Fue en época veraniega, con el concurso en un merecido impass estival, cuando la potente y célebre discográfica Salpica Discos (?) aprovechó para lanzar este maravilloso CD: Caramelos.

 

Pincha para descargar el disco (cortesía de Marko Di Roma)

 

Como ven, Loreto se acompañó de su hermana Marta Valverde en la aventura musical. Marta, bailarina y actriz y modelo y cantante, ya había hecho multitud un par de papeles en el cine, en títulos de culto como Jenny, Mi pequeña Salvaje, una exploitation de El lago azul a la española  con un estupendo tráiler. Vamos: que las dos chavales dominaban el escenario y tenían esa soltura natural de las familias de aristas.

El tema No te dispares fue el elegido como primer single. Esto es una manera de hablar: no se extrajo ningún single del este engendro, pero es la que cantaban en la tele. Aquí están todas las claves de la intensa propuesta musical de estas visionarias: soniquete de teclado Casio, utilizando el ritmo pregrabado “48 – Samba”, arreglos creados por un niño brasileño adicto al pegamento y la niñas, pues ahí, desgañitándose.  Y atención, que este es EL MEJOR TEMA DEL DISCO. Espero que comprendan ahora con quién se juegan los cuartos.

 

Al principio uno piensa que la canción podría ir sobre una supuesta reputación de golfa, aunque bien podría ser de bloguero o friki del WoW: “dicen que vivo de noche, pero así no es”. Por supuesto, la clave entender el mensaje está ahí para todo aquel que lo quiera entender: “dicen que vivo súper, y que no saben de qué”: ¡es la vida de un cool hunter! Y eso que no existía Twitter. Las valverde cantaban al moderno analista de tendencias y moda. Claro que la letra tiene un giro en la última de las estrofas que ni el Shiamalán ese. “Dicen que los enamoro, que me los como después, dicen que después los mato”. Promiscuidad, canibalismo, homicidio…  Digno de un telefilme de viudas negras de protagonizado por una ex vigilante de la playa. ¡Me río yo de Marilyn Manson y W.A.S.P, oigan!

 

 

El single pegó gracias a Telecinco, que no dejó de promocionar el disco de las hermanas. Entre sus apariciones, destaca la que hicieron en el legendario programa Las noches de tal y tal, presentado desde Marbella por él, la luz de nuestros días, el modelo para todo buen español: Jesús Gil y Gil. Las hermanas demostraron sus dotes para el artisteo ante la atenta mirada de paseantes y transeúntes, acompañados de dos maromos, un señor fan de Pink Floyd y Phil Collins y un joven vestido a lo Sensación de Vivir. Eso sí: las chicas eran voluntariosas y se curraron la coreografia, arruinada por el realizador. Todo en el inolvidable entorno de la Marbella de Gil, con ese puerto repleto de yates nuevos ricos y gente guapa.

 

Detrás de la mayoría del disco están  los compositores E.R. de Cartagena y J.M. Escamilla, los cuales fueron enviados al infierno por el caballero de Cáncer poco después de la grabación del disco, y ahí se quedaron. De momento, existe un pacto tácito entre partidos para no remover este episodio nacional tan vergonzante, que esperamos se respete con el cambio de gobierno. Hay que cerrar heridas y dejar atrás ya lo de “las dos españas” (la que se mete y la que no, claro). Por cierto, que en el CD se nos indica que es “Distribución Indie“. ¿Se encargó Subterfuge de poner en circulación el disco? ¿Tendrían que haber actuado las Valverde en Benicassim, y aparecido en el Mondo Sonoro? La mafia gafapastil se encargó de marginar a las pobres Valverde, más indies que la perilla de Jota.

 

El segundo corte del LP es… una balada. Para que se nos corte el rollo: una insufrible tema lento digno de cualquier disco de Luis Miguel, y con eso digo mucho y muy malo. Caramelo también fue presentado en algún programa: en este caso nos queda el testimonio del programa Humor Cinco Estrellas, donde Juanito Navarro y Quique Camoiras regentaban un “Cheers” español con las Chicas Chin-Chin de Hay que calor “alegrando la vista con sus andares”, que dirían Andy y Lucas.

 

El resto del disco, pues ya se lo imaginan: algún chachachá megachorra como He dormido mal, de vergüenza ajena para todo aquel que se vista. Lo tremendamente ratonero de la producción y la instrumentación. Olvídame es especialmente lamentable: no solo rima “llamar” con “soportar” (a la altura de lo peor de El canto del loco), sino que tiene unos solos de guitarra que no pegan ni con cola, integrados de una manera lamentable con el resto de instrumentos. Pero, hey, mete guitarra, y en la mente del oyente medio se da la ecuación solo de guitarra = música güena. Si así fuera, Nacho Espejo sería el rey del Metalway.

 

 

Enamórame, pues eso: “que me enamores, decídete ya, ya no aguanto más”…  Alguno dirá que son “las rimas de siempre”. Y lleva razón: acordaos de las canciones que escribía el pesado de la guitarra de su clase, , pero ya hecha por adultos. La de Mientes, pues de uno que miente. Olvídame tiene frases tan memorables frases como “palante, parriba y luego patrás”. No: no es un combo del God of War… son las simpáticas cosas de las hermanas Valverde. He dormido mal describe lo normal en esas nochas de juerga en la costa en la Marbella del cachondeo y de Gunilla Von Bismark: un resacón del quince que solo tiene una solución: más farla para espabilarse.

 

Tras un tema simpatiquillo como Más Brisa que Huracán, llega el tema para cerrar el disco, y con un buen sabor: Mueve el Pandero va de eso mismo: “mueve el pandero con las manos en la nunca”. La típica canción que te dice los pasos de la canción: “la gallina ha puesto un  huevo, está en cunclillas”… El momento WTF llega cuando, al final de la canción aparece un grupo de niños cantando a mogollón lo de “Mueve el pandero” y otra serie de tonterías que no vamos a transcribir para no ofender la sensibilidad de nuestros lectores.

 

 

A pesar de la terrible calidad sonora del LP, la popularidad de las hermanas garantizó un gran número de galas aquel verano y la continuidad de su carrera discográfica con el disco Ángelo, el cual no he tenido la suerte de oír, con singles de títulos tan impactantes como Me quede con ganas (¡glups!) que hacían gala la calidad acostumbrada que nos ofrecían siempre estas dos grandes aristas. Sin embargo, Ángelo no tuvo la repercusión que el genial dúo merecía. Aquí tenéis una de sus últimas actuaciones como dúo musical, con la voz en directo, por desgracia para ellas. Por suerte, las dos consiguieron superar este escollo  y seguir trabajando en el mundo del espectáculo con bastante éxito. Durante un tiempo corrió el rumor de que protagonizarían la versión española de Sobrenatural, pero parece que la cosa se quedó ahí.

 

Nuestros amigos de Sufridores en casa tuvieron el buen tino de entrevistar a Marta, por si quieren saber más sobre sus colaboraciones con Paul Naschy y sus musicales. Por el momento y por suerte, han dejado el tema de las grabaciones discográficas. Lo único que nos resta por sugerir es a algún grupo de otakus que realice un remix del No te dispares y lo bailen a ritmo de Para Para. Y que lo incluyan en un videojuego. Para Parappa The Rapper no te dispares. De momento, ahí tienen el disco, y no desdeñen su influencia: Las Piercing venían a hacer básicamente lo mismo, y hasta Dover, con sus dos hermanitas bailonas, me recuerdan hoy día a las Valverde. Yo, de todo esto, sólo saco una conclusión: hecho de menos a Jesús Gil y sus cosas.