. Las recomendaciones de YouTube funcionan. Por lo menos a mí me conocen bien, y ahí aparecen videos desconocidos de cantantes de retrogaming, japoneses rayados y el ocasional cantante hortera. Y ayer, en presencia de mi amigo JL Lynott, se superaron y me descubrieron el cielo. Es el equivalente a que C3PO te descubra el sexo. Pero ha sucedido. Os presento a nuestro nuevo dios: ADRIAN.

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Corría el año 1984, y el panorama musical juvenil español demandaba nuevos ídolos. Pedro Marín había tirado la toalla, Miguel Bosé estaba “reinventándose” cual (si fuera rockero diríamos “vendiéndose”, menos mal que no lo es) y Los Pecos… ¡se habían separado! Era el momento para crear un nuevo ídolo que rellenase ese hueco. Era el momento de ADRIAN, el titán musical caído en el olvido.
Adrián es un frankenstein musical, un monstruo imperfecto creado para sembrar el terror en las ondas, el miedo en el corazón de los hombres y el odio memoria de sus creadores. Un engendro producto de querer aunar tendencias musicales… y hacerlas con 5 o 6 años de tardanza. La voz repugnante del rubio de Los pecos. Las letras del peor Iván. El pelo de Maradona. La cara de Ángel Cristo. El jersey diseñado por Jack Kirby. Los andares de Arévalo haciendo de mariquita. Y unas canciones que huelen a años 70 que tira para atrás. Su single de presentación “Me gustó” . Pero el resto de sus canciones no se andaban a la zaga.



De Adrián tenemos pocos datos, lo que convierte su vida en producto de contradictorias leyendas urbanas: que si en la mili jugó en la galleta, que si era un intraterrestre, que sino le gustaba el Bubble Bobble… Lo poco que sabemos de él es que estaba producido por Miguel Ángel Arenas, alias Capi. Les doy un dato: es el productor del legendario disco de Alejandro Magno. Les doy otro dato: el colibrí es el pájaro más pequeño del mundo.

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No fue lo bastante famoso como para tener que desmentir su homos…

Adrián, seguramente, destacaba cantando en la caseta de las peñas, o quizá se acercó a Madrid con una maleta llena de ilusiones. Espero que llevara también algo de ropa limpia y un buen champú, aunque a veces de tanta ilusión que metes no te cabe nada en la maleta y tienes que llevar también mochila y una bolsa del Mercadona (para recoger las decepciones). Imaginamos, lógicamente, que Capi vio en él el potencial de una superestrella y le grabó un par de singles y un disco que apareció en 1986. El disco contaba con los arreglos de Javier Iturralde, habitual, atención de Luis Cobos y Julio Iglesias, lo cual explica muchas cosas. Entre los singles, ese sensacional Rosa María, no igualado hasta la aparición del María José de Enrique Anaut.

Ahí arriba van teniendo el resto de canciones, que en pleno 1984 suenan desfasadísimas y hoy sumamente cómicas. y con frases como la de la “paloma del cielo” que solo pueden provenir de la pluma de un poeta o una niña de 13 años enamorada de David Bustamante. Y no se pierdan la frase “que por detrás tu me quieras”. Nosotros, a tope con el sexo anal, oigan; menos tabus. Y más Ubongos. Dado que los tubes tienen comentarios, podemos suponer que los temas sonaron un poco en la radio, dejando poca influencia en su afectado canto, a excepción de vocalistas como el de Manos de topo.
Sin embargo, no parece que tuviera mucho éxito y parece que no publicó otro disco, como debía haber pasado con El barrio o Extreme. Internet nos indica que, hoy por hoy, Adrián se dedica a la composición para otros artistas, haciendo dejado los escenarios. Lamentablemente, porque creo que las nuevas generaciones también tienen derecho a verle mariposear por los escenarios. De todas formas, ¿Quiénes somos nosotros para juzgar la calidad de su obra? ¿Acaso habéis salido vosotros en Tocata? ¿EH? Pues eso.
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