El pop pijo es uno de esos géneros detestados casi universalmente, pero que vendía toneladas de discos (cuando había) y llena grandes recintos. Primero fueron “Los babosos” de la movida, y luego ya pasamos a Hombres G, Modestia Aparte, Terapia Nacional, El canto del loco y Gerardo Prager. Los ingredientes ya los conocéis: pop de guitarrita de cantar haciendo pellas de latín, con voz nasal y letras que amoríos, bares, noches y, de vez en cuanto, una gracieta tipo «flipar con Leroy viendo fama».

En el futuro, usaremos los ordenadores para todo

En los 90 este subgénero, de público eminentemente femenino, lo petaba por todos los lados. Por ahí tenían a los Terapia y a cosas como Platón petándolo en las listas. Y fruto de la moda aparecieron los protagonistas de nuestra sesión de hoy de Musique de Merde: Juanjo y Tomás, un grupo cuyas melodías destilan lo peorcito de este abominable subgénero.

El pasado oculto de Haplo

De este dúo hay poca, muy poca información en internet o en cualquier medio. Está claro que el gobierno oculta pruebas. No tengo ni puta idea de dónde salió el dúo. Podría ser que alguno fuera hijo de alguno de los productores. O conocidos del barrio de Somosaguas, donde seguro residían. Sus lamentables melenita de enrrollado de colegio de pago y espantosas camisas para salir un viernes noche a la Joy delatan su procedencia y su destino, tras pasar por la facultas de económicas: directivos de Bankia o herederos de la fábrica de cartones de su padre.

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Mi primera toma de contacto con ellos fue cuando les vi una gala de Telemadrid en la que se presentaba los programas nuevos del año. Entre aquel ‘El Friki’ que presentaban Las Virtudes y algún show de variedades con Tony Antonio a la cabeza, se habló también una serie francesa llamada ‘Primeros Besos”, rodada con cuatro pesetas y que lo petó entre los gabachos. Yo reconozco que me encantaba y no me la perdía jamás. Pero la sintonía original era una puta mierda, y la discográfica consiguió que Juanjo y Tomás colocaran su tema “El Amor” (toma titulón) como sintonía. Y allí que aparecieron a cantar el temita de marras, con sus guitarristas y sus fostiables estampas en prime time.

 

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Escucha «El Amor» de Juanjo y Tomás

El disco de Juanjo y Tomás apenas lo escuché una vez. Mi amigo David lo encontró una vez en La Metralleta, por unas 300 peseta… ¡y firmado! Hay que ser miserable para vender un disco firmado, en este caso, dedicado a un tal… Borja, como no podía ser de otra manera. Pero en el caso de estos dos, culpo al amigo Borja. Que uno luego se hace mayor, tiene hijos, y llega un momento en que tener ciertas cosas en casa es incómodo, como las pelis porno en VHS… o los disco de Juanjo y Tomás.

El single, sin embargo, no fue este tema, sino uno llamado “No te quiero”. Un verdadero desastre de tema que nunca debió de pasar de la convivencia para la confirmación en la que se compuso, una de las canciones más pobres artísticamente que he oído en mi puta vida. Pobre en interpretación, en arreglos, en producción, en letra…  Y, claro está, tenía que tener un vídeo a la altura. Un vídeo que deja a los de Delfín hasta el fin a la altura del Take on me en comparación… ¡y peor, porque ellos tenían compañía!

 

PINCHA AQUÍ PARA VER EL VIDEO DE JUANJO Y TOMÁS

 

Algo se muere dentro de ti cuando ves el clip. Una parte de tu inocencia se esfuma con él, como cuando descubres que Papá Noel no existe,  se te muere un gatito o alguien a quien detestas gana tu reality favorito. Esas cromas, esas letras de 3D Studio primigenio… Uno lo llega a pasar hasta mal por el propio Tomás , que no sabe donde meterse, que hacer con las manos, como bailar… Vamos, que ni ha dado un concierto en su vida ni ha visto demasiados, aunque fuera por la tele., Uno siempre puede copiar la actitud de algún artista que admira para poder salir del paso. Pero el pobre Tomás, ni eso. Con decir que hace hasta tres veces el gestito de disparar a la cámara, sin que pegue con lo que dice en ningún momento. Juanjo, escondido tras la guitarra, mantiene más la dignidad.  Poca, pero un poquito más.

 

Nunca vi el vídeo en ningún canal de TV, y no me extraña: hasta la tele local más rastrera tenía un estándar de calidad superior. “Aquí no se emite cualquier cosa”, imagino diciendo al responsable de  Canal 7. La cancioncilla entró en la lista de 40 principales, en la zona baja, previo pago, por supuesto, pero todo este “despliegue” promocional no se tradujo en ventas.

Aún así se extrajeron algunos singles más, para probar fortuna con una radio que no hacía ascos a propuestas similares. Lo cierto es que con títulos como ‘La princesa de los cuentos de hadas’ uno se teme lo peor. Letras escritas en la carpeta durante la clase de historia, dedicadas al rollete de turno. O peor aún: ¡escritas por ese mismo rollete de turno!

Pero las vocecillas de Luixi Toledo de J&T no convencieron ni a medios ni a público. Ni siquiera a sus colegas, y seguramente, ni a ellos mismos. Así que tras algún concierto, que imagino en lugares como el bar del  guitarra de Hombres G o Kapital a las 6 de la tarde, la carrera de este genial dúo llegó a su fin.

Posiblemente, Primeros Besos duró más en antena que estos dos tocando por ahí, con una gira que, de seguro, se redujo a Madrid, Salamanca y Valladolid. Nada sabemos de posteriores grupos o trabajos, hasta que alguno de ellos aparezca por aquí todo cabreado y poniendo los puntos sobre las íes, claro, aludiendo a «locuras de juventud» y a épocas en las que se lo pasaron muy bien, como hacéis vosotros para justificar que sois unos borrachos de 40 años que aún vivís con los padres.

No siguieron su carrera por culpa de la piratería.

De momento, podemos presumir de ser los únicos de internet que han dedicado más de una línea a hablar de su obra, y que seguramente he tardado más en escribir este artículo que ellos en hacer lo propio con las letras de su disco. Un auténtico ejemplo de la más genuina Musique de Merde.