Arrancamos hoy Achuwoki, el blog musical de esta web que con un poco de suerte sacaremos adelante mi compañero Mágico viaje, yo mismo y seguramente algún otro colaborador. Absurda es una declaración de intenciones a estas alturas del viaje. Por mi parte solo puedo decir que en muchas ocasiones me apetece, sencillamente hacer entradas cortas hablando de un grupo, un video o, sencillamente, una canción.

Como por ejemplo, ¿Que quieres ser? de Terapia Nacionall. Para mí siempre fueron un one-hit wonder, aunque en internet se afirma que tuvieron más éxitos. Nunca oí otra canción más que su mítico Que quieres ser, cuyo videoclip, por cierto, llevo cerca de 15 años sin ver. Adso habló de ellos en su día, pero quería comentar un poco su máximo éxito, porque llevo un par de semanas que no me saco la canción de la cabeza.

Terapia nacional suenan al típico grupo de El pesado de la guitarra, ese individuo que un día decide traerse el instrumento al recreo e improvisar unas alegres versiones de Manolo García, Police u Hombres G, y, viendo el éxito, se dedica a torturarnos en excursiones y pellas. Pero precisamente ahí radica el quid de la canción. Porque, en principio es una canción honesta a más no poder. Una progresión de acordes muy natural, con varios repetidos a lo largo de la canción…. la cosa fluye muy naturalmente. Suena no a primera canción, pero si a de las primeras, y una letra que habla de lo que se conoce en los términos propios de esa edad, con mayor o menos acierto. Dejémoslo en menor.

Y ahí termina lo bueno. Porque la producción es espantosa, repleta de teclados y arreglos de batería totalmente artificiales que le quitan la inocencia al tema. Esos tambores me dan una grima tremenda. Pero que provocan un feliz efecto secundario: ¡hace que se parezca un mogollón a cualquier tema de Un pinguino en mi ascensor! De hecho, el Pingu interpreta un fragmento de la canción en directo.
Fíjense ustedes en ese arreglo de teclado del principio. Si es que incita a la risa. A eso le sumamos esa esterotipada voz de pop pijo del cantante, y esa letra, que al principio, efectivamente, parece de cachondeo: “tu eres una chica joven en sus primera salidas / y entras en las discotecas con tu grupito de amigas”. Que ENORME es lo de el “grupito de amigas”. Lástima que, a diferencia del Pingüino, la rima no sea perfecta y en lugar de por la sana broma opte por reflexionar sobre el clásico “de niña a mujer”, el querer ser mayor y el descubrimiento de los ídolos que obsesionaba también a Mama en su Chicas de colegio. Destaquemos también ese “AUN HE VISTO EN TI”, que ni se entiende, como momento más memorable del tema.

En fin, que al final la canción funciona por su contexto juvenil, su tono intrascendente, sus buenas melodías y falta total de ambición de hacer nada salvo hacer un tema de tres minutos para impresionar a esa chica que te mira tocar en el césped del patio, cuando teníais que estar los dos en clase de latín. Y si encima eran de Salamanca, como estos, mejor.