La mayoría de la gente, cuando se le habla acerca de juegos de mesa, piensa inmediatamente en el Monopoly, el Risk, el Cluedo y otros juegos que han sobrevivido durante décadas como matatiempos, sobre todo para crios (véase el aburrido Imperio Cobra). Como es lógico, la idea que le queda a la mayoría de la gente es que son juegos simples, sin demasiada complicación y poco espacio para usar el cerebro y eso sin contar con el aburrimiento mortal en que puede desembocar alguno de estos (sobre todo el Monopoly), que es, en el fondo, lo verdaderamente imperdobable. Sin embargo, hay mucho más en este hobby de lo que cualquier persona de la calle pudiera imaginar. Y si nos acompañáis, os mostraremos algo más de este fascinante universo.
Para no volvernos locos ante la enormidad del asunto y organizarnos de alguna manera, vamos a enfocar el repaso en un resumen de lo que en el mundillo se consideran sus cinco categorías básicas. Estas serían..
a) Wargames.
b) Euros.
c) Ameritrash.
d) De habilidad.
e) De ingenio y abstractos.
Wargames: a tomar por culo el mundo.
Los Wargames son juegos de simulación de conflictos, sobre todo de guerra, aunque la definición está bastante abierta, ya que la Guerra Fría también se ha considerado sujeto de estos juegos pero se trataba más bien de un conflicto político a escala global. Lo habitual, sin embargo, es que el tema central sea una escaramuza, batalla, campaña o guerra concreta, en algunos casos hipotética. Cada jugador toma el mando de una serie de unidades militares y debe alcanzar unos objetivos particulares, dependientes de la escala del juego y, en muchos casos, basados en los objetivos originales de las fuerzas históricas representadas. Por ejemplo, el desembarco de Normandía o los incidentes del Festimad de hace unos años.
Los wargames tienen su origen en el siglo XIX, en el Kriegsspiel del ejército prusiano y en el reglamento Little Wars de H.G. Wells (sí, el de La máquina del tiempo y otros títulos seminales de la Sci-Fi).De ellos partieron dos modelos o concepciones de los wargames diferentes en cuanto a los elementos que representaban las unidades y el terreno: mientras que los prusianos se decantaron por bloques (de madera) con símbolos para denotar el tamaño y cuerpo (infantería, caballería, artillería…) de las unidades y mapas o planos para representar el campo de batalla, los británicos optaron por los soldaditos de plomo, miniaturas que se habían convertido en afición habitual de los niños de familias privilegiadas durante el siglo XVIII. Como los niños de hoy con los Bakugan o Gormiti. Esto ha repercutido en que hoy día existan dos tradiciones de wargames contrapuestas: la de un reglamento genérico empleado con miniaturas que emplean estadísticas diferentes y escenografía de dioramas y maquetas; y la de los wargames basados en contadores (lo que vienen a ser fichas de cartón cuadradas con una representación de la unidad y valores de juego) o bloques de madera (tacos) y mapas.
La preferencia por unos u otros es cuestión de gustos: las miniaturas suelen ser vistosas pero requieren buena mano para pintarlas y que queden bien y eso repercute en tener una cantidad obscena de tiempo libre para poder pintarlas, lógicamente. Por otra parte, creo que la gente que lleva ejércitos de miniaturas sin pintar son unos mataos y unos cutres. ¡Nada de medias tintas! Además, para poder nivelar y equilibrar las unidades entre los jugadores, se suele requerir invertir bastante dinero para tener variedad y poder elegir entre los diferentes tipos de unidades. Aún así, existen buenos reglamentos para miniaturas que hacen que un jugador dedicado pueda estar bastante satisfecho con su hobby.
Los juegos de contadores, por otro lado, suelen ser algo más serios, haciendo más hincapié en los aspectos históricos, el desarrollo del combate e incluyendo en muchas ocasiones, dependiendo de la escala, aspectos relativos a la gestión de las unidades militares fuera del combate, como la logística, los suministros, etc. (lo que dio lugar a la verdadera Bestia Negra del wargaming: la Campaña del Norte de África, un juego de Richard Berg cuyas estadísticas os invito a que consultéis y así entendáis esta imagen). Peor que darse de alta de autónomo.
El desarrollo de una partida en un wargame conlleva conocer las unidades de las que se dispone y aprovechar sus características y el terreno del campo de batalla para decantar las oportunidades a favor propio. La resolución de la mayoría de los enfrentamientos en los wargames se suele hacer empleando tiradas de dados o uso de cartas, en muchas ocasiones correlando las tiradas con tablas y/o valores de las unidades (aquellos que aparecen en los contadores, precisamente), si bien recientemente se han desarrollado algunos juegos en los que el mecanismo no incluye mucho azar y se premia más la habilidad de los jugadores, como en el Bonaparte at Marengo.
En todo caso, la base de los wargames reside en que se trata de juegos que consisten en una competencia abierta entre los jugadores para alcanzar un/os objetivo/s en la que se premia el pensamiento creativo, la superioridad táctica y/o estrategica y la capacidad para ofuscar al rival sobre las maniobras que uno va a realizar. Esto, por otra parte, no significa que estos juegos estén necesariamente equilibrados, por lo menos de forma explícita; algunos de ellos pueden forzar al enfrentamiento de una fuerza pequeña y especializada contra una masa de enemigos más corrientita. En resumen, los wargames suelen ser un buen desafío.
Eurojuegos: mejores que el curso de contabilidad CCC.
Los Euros, eurogames o eurojuegos son la familia de juegos de mesa que se originó en la segunda mitad de la década de los 90 siguiendo el éxito de los Colonos de Catán, un juego económico ideado por un protesista dental alemán llamado Klaus Teuber. Y nadie le acusó de intrusismo, por cierto. Originalmente se les denominó juegos de estilo alemán, por el origen de la mayoría de diseñadores de este tipo de juegos, como Reiner Knizia (dr. en Matemáticas), pero muy pronto se sumaron a la corriente de estos diseños autores de origen italiano, francés y británico, justificando la denominación. Una vez más, Africa empieza en los Pirineos.
Esencialmente, los Euros son juegos con un buen motor basado en reglas sencillas que dan lugar a una gran profundidad de desarrollo. Estos sistemas de juego es, de hecho, tienen puntos óptimos, variables según el grado de interacción entre los jugadores que alcancen, de forma que su dependencia de la suerte está reducida y el juego funciona a favor de los jugadores con más experiencia y habilidad. Eso genera, a la vez, la queja más común sobre estos juegos: que normalmente el equilibrio de partida no suele ser tal y que se asemejan más a un ejercicio de contabilidad que a un auténtico juego. Lo último es, de todas formas, una generalización bastante burda, ya que hay azar suficiente como para que no se trate de una experiencia lineal y tediosa (por lo menos si no hay un jugador que sufra de parálisis de análisis y se tire cuatro horas pensando su jugada. ).
Ahora bien, los Euros suelen fallar en un punto que suele ser fundamental para algunos jugadores: la temática. La mayoría de los juegos de este tipo buscan implementar un sistema de gestión de recursos en el que el jugador halle la mejor manera de poder ganar la partida. Eso suelen conseguirlo, el problema es que la temática suele ser superficial y, en algunos casos, pegada casi con cola. En más de un juego la temática podría ser cambiada sin que sufriese por ello. Da igual que te digan que vendes cuadros de un museo que que estás ordeñando vacas, que lo que vas a hacer es mover fichitas de madera.
Otra de las quejas, la baja interacción entre jugadores, es en ocasiones excesiva, aunque algunos juegos, como el Puerto Rico, parecen más bien «solitarios multijugador», o sexo telefónico, si lo prefieren. De todas formas, suelen ser juegos bastante divertidos y que no tienen una gran cantidad de reglas que asusten al jugador novato. La experiencia sobre el motor del juego suele ser una ventaja pero la curva de aprendizaje tiene mucha pendiente respecto al tiempo, así que las estrategias más eficaces se suelen aprender en poco tiempo.
Como hemos dicho, la mayoría de los componentes de los juegos suelen ser de madera, lo que hace que, aunque de buena calidad, resulten poco animados y no contribuyan demasiado a introducirse en la ambientación. Por una vez más, son quejas algo infundadas, ya que hay juegos de cartas, como Ciudadelas o Bohanza, que comparten esa misma filosofía del motor de juego depurado y añaden algo de color a su desarrollo. Euros, euros, dubidú, si no los quieres, allá tú…
Ameritrash: se venden al peso.
El término Ameritrash cubre juegos que, mayoritariamente, tienen autores americanos y la temática está fuertemente presente en las reglas y el diseño del mismo. Esto condiciona totalmente el reglamento. Es decir: si el juego es de zombies, lo importante es que haya muchos zombies en el tablero, muchas cartas con zombies y que todo el rato tengamos la palabra «Zombi» en la boca, como cualquier friki español de hoy día. ¿Las reglas?, pues a tirar dados sin parar y punto: no hay estrategia que valga. Como la vida misma, amigos.
Pero no todos son así. Muchos de ellos tienen una temática de conquista y lucha, parecidos a wargames de escala estratégica (o global) en los que se lucha por el dominio del mundo o de continentes, al estilo Risk, pero en realidad el único requerimiento estricto está en que la temática sea la que dirija el reglamento. Muchas veces eso obliga a que los reglamentos sean un tanto complejos y que el tiempo de juego se alargue bastante pero normalmente se busca hacer que la experiencia del juego transmita la temática. Ejemplos de estos juegos son el Arkham Horror, la Furia de Drácula, el Barbanegra o el Twilight Imperium.
Como ya he indicado, estos juegos suelen tener problemas en cuanto a que el tiempo de juego se suele extender a las tres horas o más, lo que hace que no todo el mundo disponga de ese tiempo o le apetezca mantener la atención durante todo ese tiempo. Además, a la mayoría de juegos se les achaca un exceso de cromo, de reglas que no son estrictamente necesarias para el desarrollo pero que están dentro del reglamento para acercar más la experiencia temática (algo que ocurre también en algunos wargames, no obstante). Por otra parte, los componentes de la mayoría de estos juegos suelen estar bastante cuidados, con figuras y cartas de bastante calidad, llegando, en ciertos casos, a intentar cubrir defectos de desarrollo del juego.
El Ameritrash, como género, suele tener también el favor de licencias temáticas, como series de televisión (Battlestar Galactica, por ejemplo), películas, libros (como el de la Era de Conan) y videojuegos (dando un juego de mesa bastante decente por derecho propio). Las licencias facilitan bastante colocar un juego y atraen posibles nuevos jugadores, por lo que, a pesar de sus inconvenientes en cuanto a tiempo y dimensiones de reglamento sirven de juegos portal por los que aquellos jugadores con intereses más diversos pueden incorporarse al hobby. El punto más fuerte, sin embargo, es que suelen fomentar un grado mayor de interacción entre los jugadores, favoreciendo la negociación de tratos entre ellos (que suelen durar bastante poco, por otra parte).
Habilidad: no tienes manos, tienes muñones.
Los juegos de Habilidad son aquellos como la Jenga o el Crokinole, basados en ejercer la habilidad y coordinación neuromotriz pero sin el aliciente pauloviano de un temporizador y un paquete de alto explosivo. Los goterones de sudor están garantizados en cualquier caso. Más o menos como los piques.
No se crean: existen cantidad de maneras de hacernso apilar bloques de madera. O de retirarlos. La mejor versión de estos juegos está en las versiones gigantes que organizan en las jornadas, en las que uno se puede dejar los nudillos en carne viva a base de golpear una pieza de madera de roble pintada de amarillo chillón. Ni en el humor amarilo, hoygan.
Ingenio: tranquilo, lo que te sale por las orejas sólo es tu cerebro.
Los juegos de ingenio y abstractos cubren juegos como el Scrabble, el Mastermind, el Blokus, el Ingenio y muchos otros en los que no hay temática concreta, simplemente una mecánica de juego similar a resolución de puzzles o algo similarmente abstracto. El Ajedrez, el Go y otros juegos tradicionales entrarían en esta categoría por ser abiertamente carentes de tema (juegos muy secos) y limitarse a reglas elementales. Estos juegos, normalmente, permiten tabulaciones de las jugadas de tal forma que los jugadores más experimentados muchas veces reaccionan de forma predeterminada porque la mejor jugada de respuesta a cierta jugada ya ha sido encontrada hace tiempo (en las partidas de ajedrez profesionales, los mejores jugadores del mundo parten de una serie predeterminada de jugadas: una abertura, una contra, etc.; y llevan/desarrollan un plan predeterminado en base a su salida o su contra buscando el momento en que el otro falle o fingiendo un error para forzar el error del otro). Normalmente, estos juegos se suelen denominar brain-burners por el efecto sobre la masa encefálica de los jugadores (pero aún así más saludable que leer a César Vidal o escuchar a Federico Jiménez Losantos). Nosotros proponemos desde aquí el término Quemasesos, que suena bastante bien.
Híbridos: de su padre y de su madre.
Además de estas categorías, existen los híbridos, juegos que presentan características mezcladas y tienen hacia un punto intermedio en cuanto a su desarrollo de juego. Los mejores ejemplos son los juegos de Martin Wallace, un diseñador británico cuyas creaciones, además de partir de un concepto temático bastante fuerte, sus mecánicas suelen ser bastante sutiles y con una buena curva de aprendizaje. El Struggle of Empires, por ejemplo, está a medio camino entre un wargame y un eurojuego y refleja bastante bien la política de las grandes potencias europeas durante el siglo XVIII. El Diplomacia, por otra parte, es un juego clásico (1959) que con 20 reglas, aproximadamente, desarrolla una buena simulación de la política europea del finales del siglo XIX y principios del XX pero cuyo punto fuerte está en que todas las maniobras sobre el tablero son producto de la negociación entre los jugadores. Negociación secreta y no vinculante (o sea, amistades rotas a mogollón, rabia contenia y rencores que pueden durar años y años).
Los juegos son actividades humanas que se han practicado como forma de pasatiempo, diversión y aprendizaje desde que el ser humano tuvo uso de razón. Hoy, su pujanza radica, sobre todo, en las posibilidades de socialización con los demás jugadores frente a otras formas de entretenimiento más solitarias. A la vez, esto ha estimulado la creación de nuevos diseños en los que no sólo resultan estimulantes los temas del juego sino que han incorporado mecánicas nuevas que han proporcionado elegancia (en un sentido pseudo-matemático) y madurez al hobby. No obstante, lo más importante ha sido que los juegos de mesa de todo tipo han pasado de ser cuatro o cinco matatiempos conocidos por todos de críos y con un diseño que invitaba poco a la rejugabilidad para hacerse auténticamente divertidos y aceptados por los adultos. Que sí, que sí. Que ustedes ya son adultos, leñe. Acéptenlo, que aún así, pueden seguir jugando a la consola… y a estos juegos.
Los chinos comentaban que uno podía comprender cómo es de verdad una persona por su modo de jugar al Go. Los juegos de mesa, además de un hobby y una diversión, son también una forma de expresión de la gente y se puede entender el funcionamiento interno de la gente a través de los juegos que juega y su modo de jugar. Con la enorme cantidad de juegos que hay hoy disponibles, sólo puedo decir que si no has encontrado uno que te guste es que no has buscado lo suficiente. Además, creo que hay pocas formas mejores de pasar el tiempo porque, en el fondo, por divertido que sea el juego, se trata siempre de un medio para pasar tiempo con los amigos.
Bonus: the Campaign for North Africa. Mapa escalado con niña de 7 años.
Imágenes tomadas de la Board Game Geek.
Un señor artículo y una gran guía de iniciación al mundo de los juegos.
Lo del Diplomacia es cierto, la de parejas que habrán roto por culpa de ese «maldito» juego. Lo que es cierto es que poco a poco la concepción de juego como algo para críos se está abandonando, no sé si es por culpa del auge de la generación del rol, que al hacerse mayor ha encontrado en estos juegos un sustituto, o simplemente por culpa de determinados cambios sociales, pero jugar cada vez está mejor visto.
El Diplomacia tiene una historia suficientemente larga para todo eso y más y sólo sé que es superado en conflictos familiares por el Scrable. Es MUY importante acordar que sea va a utilizar un diccionario o enciclopedia concreta antes de jugar.
Ufff, a mí estos juegos de batallitas siempre me han parecido un reverendo coñazo, que soy una mujer, no me da el coco para tanto [modo irónico off]
Por cierto, soy la 1ª seguidora oficial del blog (sin contar a Viru), ¡yuju!
Claro, es que si tienes tetas no te puedes divertir. ;P
Pedazo de artículo, sí señor! Yo siempre acabo leyéndome y explicando las reglas de los juegos a mis amigos, así que prefiero los juegos sencillos. Tuve una racha de enganche total al Ciudadelas, al que jugaba también online pero ya casi llevo una vida normal e integrada en la sociedad 🙂
Entonces no recomendaré BrettSpielWelt, que es una meca de juegos de estos por internet, vaya.
Lo de los reglamentos es típico y lo peor es que si se te pasa algo o lo que sea, te quedas con el sambenito pero los demás no hacen nada al respecto.
Nosotros nos solemos reunir para jugar a juegos varios de estos y hemos probado de todo:
Carcassone, catan, risk 2210, bang!, zombies!!!, fairy tail, ciudadelas, etc…
Y dos de ellos el Arkham Asylum y Axies&Allies se me hicieron infumables por la cantidad de horas destinadas, tamaño de la mesa y complicación de las reglas.
Un amigo quiere que le regalemos el de Starcraft entre unos cuantos para su cumple, ya veremos como se acaba eso.
¿Esto era un artículo o una tesis doctoral?
Hombre… no llega ni a 3000 palabras: los tenemos más largos 😉
Yo tenía una granja en Africa… Este, no, perdón, quiero decir, yo tenía un club de rol en el que, inicialmente éramos unos pocos amigos que nos divertíamos mucho jugando a D&D; poco a poco fueron entrando nuevos miembros más «puristas», y se fueron introduciendo nuevos juegos, RuneQuest, Starwars, Piratas, la Llamada de Ctulhu; los había que eran un montón de fotocopias en inglés que dejaba el temario de notarías de mi hermano en una versión ridícula del cuento de Caperucita comparado con el Quijote. Al final, las partidas eran meras discusiones entre los miembros más puristas sobre qué regla era la aplicable a cada situación, que se extraían inicialmente de la memoria (enorme) de cada uno, y, como nadie se fiaba de nadie, al final se desplegaba un montón de tablas encima de la mesa y alguien exclamaba un triunfante ¡¿lo ves?!, ganándose la admiración incondicional de los demás. Lógicamente, las partidas se volvieron injugables, y, los que no terminamos con el cerebro quemado -que los hubo- o bien nos desvinculamos, o bien terminaron jugando al Imperio Cobra, que, aunque era un coñazo, se despachaba en una media hora. Y esa es mi experiencia con el mundo de los juegos
Por eso el ajedrez permanece imbatible durante milenios.
Nada, esa es una mala experiencia de Pelayo. También el pan como alimento lleva milenios , pero ¿a qué usted come más cosas que pan? Pues eso.
No, si en realidad no fue una mala experiencia, al principio lo pasábamos muy bien.
A mí estos juegos de mesa a las dos partidas ya me cansaban porque la gente con la que los probé se los tomaba en serio de verdad y hasta se enfadaban como creyeran que tú estavieras jugando «de cachondeo». El día en que ves que dos tíos dejan de hablarse durante semanas por una partida del «Colonos de Catán» ¡en la que uno de ellos no participaba! es cuando te das cuenta de que la humanidad no tiene salvación.
El tema de la simpleza de reglas era lo que hacía que a mí solo me gustara de juego de rol el «Stormbringer», que era prácticamente todo con porcentajes de éxito/fallo. Así que no había casi ni una tabla que memorizar y además facilitaba mucho que la gente no se liara con lo que podía o no hacer. Eso sí, luego sacaron unos libros con unos módulos capaces de conseguir que el jugador más entusiasta se echara a llorar de desesperación. La posibilidad de acabar devorado, quemado, mutado o esclavizado en «El octógono del caos» solo por equivocarte de calle era comparable a la del King Quest V.
Motivaos los hay en todas partes pero también el graciosete acaba cansando. Se trata de saber moderarse y disfrutar, aunque a uno le estén petando el cacas en la partida. Háganme caso, que el que no encuentra un juego que le guste es porque no ha buscado lo suficiente.
Artículo muy completo sobre un tema en el que me declaro profano. Buen trabajo, amigo Illu.
A quien le interesen los wargames de miniaturas…
en concreto, un producto español, empresa española, que ha creado un juego de escaramuzas con miniaturas de muy buena calidad, con estética y trasfondo ciencia ficción futurista y algo manga:
Infinity (en la web infinitythegame punto com)
El reglamento está disponible para descargar de la web, por lo que permite probarlo para ver si convence, o no.
Esto estaría en la parte que no se ha comentado en este excelente artículo (el Campaign for North Africa me ha flipado) pero por si hay un futuro artículo, lo dejo caer.
Hombre, el artículo tiene un propósito muy claro de introducción a éste mundillo y no he entrado en detalle, a pesar de los comentarios sobre que si es una tesis doctoral. 😛
Hay muchos reglamentos para miniaturas y, no me cabe duda, muchos de ellos mucho mejores que los de Games Workshop (los notas del Warhammer 40000, últimamente metidos en una cruzada a lo SGAE). Éste que refieres no está mal y, personalmente, me gusta el estilo anime de las minis pero el problema está en tener tiempo para poder pintarlas.
Por curiosidad, ¿Por qué dices que los de Gamesworkshop están como la SGAE ahora? Si no han denunciado a Blizzard por plagio en el Starcraft y Warctraft3 no sé a quién estarán persiguiendo.
Ha habido una movida bastante gorda porque han restringido los derechos de sus productos, de forma que variantes de juego, tablas de referencia, historias hechas por la gente ambientada en sus universos y otras cosas por el estilo, han sido objeto de avisos de Cease & Desist (cese y desistimiento). De hecho, hasta han obligado a tiendas online a retirar las imágenes de los propios productos de GW.
Parece que hay detrás una historia de cambio de asesoría legal o alguna cosa por el estilo pero ha molestado a mucha gente, que había hecho esas ayudas de juego gratis y porque les gustaban los juegos. De todas formas, el modelo de negocio de GW se basa en ediciones nuevas cada x años, eliminando personajes y miniaturas de juego «para equilibrar». Eso y los niños de 13 años.
En realidad hace bastantes años que Gamesworkshop al renovar reglas no quita nada de lo ya existente, sino que añade muchas cosas nuevas cada vez para que la gente las compre o cambia las figuras, pero muchas veces no hace ninguna falta comprar lo nuevo, y cambiar las figuras viejas tampoco.
Y hablando de Gamesworkshop, mi juego de mesa preferido siempre fue el Heroquest, que luego tuvo muchas imitaciones, una de ellas española (creo) que copiaba prácticamente la caja y el nombre.
Hablas de Herocults. Pero hombre, eran los de Falomir Juegos y esos copiaban TODO. Andó por mi casa, y aunque fusilaron efectivamente el nombre y la caja, puedo asegurar que el contenido y el reglamento eran muy diferentes: mientras el Heroquest era entretenido como juego y daba gloria ver el tablero con las miniaturas Citadel que traía, el Herocults era una puta mierda de cartulina recortada y aburrido de pelotas. Como curiosidad, algunos monstruos estaban fusilados de una colección de cromos que yo seguía a mediados de los 80.
FAlomir era lo mas grande que ha habido en la historia.
Recuerdo el año que salió el Scatergories que se AGOTÓ en todas las tiendas y los cutres de Falomir me sacan el SCATERGORÍAS (en vez de tener un dado de 20 caras tenía un saquito con letras de mierda).
O en vez del Bancarrota tenían el Arruinado (puta mierda).
Mi primo era FAN de Falomir y PREFERÍA que le trajeran juegos de Falomir a los originales, así pude degustar tales exquisiteces jajajaja.
Yo he jugado Ameritrash bastante potables. El mismo Battletech, por ejemplo, me parece un juego bastante sólido. Sin embargo juegos como el Zombies! los detesto: partidas largas y demasiada suerte. Pandemic también está muy bien.
En Euros me gusta mucho el Power Grid y algunos de cartas tipo Bonhanza.
En cuanto a Wargames, el más complicado que he jugado sería Star Fleet Battles, a escala táctica. Tuve el NATO: The Next War in Europe, y me gustaba, pero no recuerdo nada de como se jugaba y seguro que no tengo ni la mitad de fichas.
Desde que Edge publica los juegos en España, mis amigos y yo no paramos, que si el Galactica, Señor Oscuro, Bang!, Chez Geek, Señor Oscuro, la saga Munchkin, el Descent (maravilloso este último), Zombies!!! (increíble)…
Poco a poco nos vamos haciendo con todos, y nos lo pasamos bomba. Qué buena generación de juegos de mesa.
Pues mire, los Munchkin son matatiempos que pueden caer en el mismo problema que el Zombies! de partidas interminables. De todas formas, veo que oss gusta el Ameritrash a tí y tu grupo, así que os recomiendo que echéis mano al Twilight Imperium, que se os va a hacer el culo pepsicola.
Estoy con Viru con el Zombies! Hace poco le pillamos bastante manía después de estar un finde dale que te pego. Realmente el juego se hace muuuuuuuuuuuy repetitivo y se limita a ser un parchís con Zombies.
Me declaro seguidor del «ameritrash». Los eurojuegos o «maderitas y comercio» se me hacen todos idénticos y como muy fríos, no sé, no hay aquello que digas una emoción palpitante, además de lo dicho muy acertadamente en el artículo: ser granjero no es que motive mucho al jugón.
Enhorabuena, Illuminatus!!!
Puedo mandar a una muerte segura a miles de hombres para completar una maniobra de distracción sin que me tiemble el pulso pero ver a mi familia pasar hambre me pone de los nervios. Por eso prefiero Triumph of Chaos al Agricola.
En realidad soy más un wargamer que no llega a Grognard (los fanáticos de los wargames hiperdetallados) de milagro que cualquiera de las otras dos variantes mayoritarias de euros o americanos. Sin embargo, disfruto de un buen juego sea cual sea el tipo, lo que hace falta es que esté de humor para meterme las nosecuantas horas de juego de uno largo o prefiera algo más breve.
Desde luego el Triumph of Chaos, a pesar de su precio y de ciertos detalles, es un juego enorme.
La contradición está en que necesite de tantas reglas para poder sentir el caos.
Yo lo planteo así: que prefieren, un Ameritrash de ambientación chula, pero reglas abominables (Zombies!) o un Euro de ambientación sosa pero reglas estimables (Bohanza). Yo lo tengo claro. Que conste que insisto en que hay puntos medios entre los dos.
De eurogames estoy enganchado al Carcassonne. No tiene un exceso de maderitas, y eso de ir montándote el tablero mola. También tengo el zombies, al que he jugado 1 vez, pero dicen que con unas reglas caseras que hay por ahí mejora bastante.
Un par de preguntas para el respetable:
¿El Space Hulk es ameritrash o estrategia?
¿Los chorrajuegos tipo bananagrams o Jungle Speed en que categoría entrarían?
A ver, estrategia hay en toda clase de juegos, otra cosa es que sean wargames o no. Técnicamente, el Space Hulk no es exactamente un wargame, es más ameritrash, ya que no se trata de ejércitos sino de un comando o escuadra de exterminadores contra un enjambre de aliens. Eso no quita para que sea bueno, aunque no he jugado la última edición con sus superfiguras.
Los juegos que indicas los pasé por alto pero son juegos de fiesta para bastantes jugadores y que suelen llevar una mezcla de componentes de habilidad y de ingenio, por lo que son híbridos del todo. Otro ejemplo de éstos sería el Time’s up, que mezcla memoria, rapidez mental y mímica, por lo que no es exactamente ingenio ni habilidad. Por cierto, es un juego verdaderamente cabrón.
A mi y a mis colegas nos gusta un poco todo pero con ciertas consideraciones; del ameritrash! nos va el Descent, un poco el Doom! (si no fuera jodidamente imposible) y algún otro. Hace poco que me pillé el Arkham Horror! pero aún no le he metido mano a las reglas.
Lo bueno del eurogame! es que son asequibles y divertidos, y el rollo de ambientaciones banales hace que no den tanto miedo, por ejemplo el Carcassone! se lo regalé a mi hermana y juega con sus amigas (nada frikis todas ellas).
Y para terminar, decir que me sentía inocente hasta que probamos una noche el Blitzkrieg General y nos apasionó y destruyó a la vez. Estaba de puta madre, pero joder, que yo estuve 1 hora y media esperando para entrar a jugar con la URSS.
Saludos!
¡Blitzkrieg General! Está usted en camino de convertirse en un Grognard de pro, amigo.
Yo soy de mal perder. Si pierdo me pillo unos rebotes de esos de darle una pata al tablero y si se tercia, un par de hostias al rival más cercano. El caso es que la gente, sabiéndolo, sigue insistiendo en que juegue, no sé si son masocas o simplemente idiotas, para el caso es lo mismo. Mi última «Hulkización» fue con el Carcassone, juego absurdo y arbitrario como pocos, sobre el que sigo insistiendo en que le faltan unas buenas batallas.
Me encanta el descen y el zombies, a ver si alguien se anima a organizar unas partidas, jajaja
Muy buen artículo. Informativo y divertido.
En mi opinión, una de las ventajas de los eurogames es precisamente su temática soseras, lo que permite que las féminas se dejen convencer para echar una partida. Si el juego está ambientado en una invasión zombi, una infiltración militar, una batalla de superheroes o cualquier cosa que mole minimamente, tiene muchas más papeletas para que al recomendárselo a una amiga te mire en plan «ya está éste con sus frikadas». En cambio, si es cuidar una granjita, poner trenes por Europa o alguna chuminada de esas las tetas alrededor de la mesa se multiplican, lo que a nivel de socializar es más productivo y añade un punto de tensión sexual que hace el juego más emocionante.
Mis juegos de mesa favoritos, sin haber jugado a demasiados, son el Catán a 4 jugadores, el Aventureros al tren ed. Europa (pudiendo jugar a ambos con mi novia y sus amigas) y el Risk. La edición Amenaza Fantasma del Risk está bastante bien, por cierto.
Tengo una cantidad absurda de miniaturas de Warhammer 4oK, que pinto muuuuuy lentamente. Mi problema con esto es que me encanta la ambientación y las minis pero las reglas me dan bastante grima, así que estoy currándome un reglamento alternativo. Con un poco de suerte, para cuando le de los últimos retoques y tenga pintados los ejércitos con los que jugar, ya tendré hijos a los que obligar a ser mis oponentes.
Pero hombre, ¿para qué complicarse la vida? Rebusque y pregunte por la red o en tiendas, que hay reglamentos ya preparados que le pueden convencer.
Ya, he visto algunos. Pero lo que comenzaron como reglas caseras para jugar al Cruzada Estelar con un poco más de «realismo» se ha ido extendiendo para poder meter todo tipo de unidades. Lo he probado con gente de mi antiguo club de rol y, la verdad, nos ha gustado bastante. Un buen equilibrio velocidad-realismo-azar, aunque sea yo quien lo diga. Lo peñazo es tabular costes y estadísticas para todas las unidades, pero ya llegará.
Ainsss benditos juegos de mesa, el querido hermano de Viru ,Javi, y yo tenemos unas encarnizadas batallas tanto en el Ticket to ride, como en el Grande ( juego que distingue a los hombres de los niños, y a los pelanas de los caballeros españoles como dios manda) aun no he tenido el placer de jugar contra usted querido Jose, pero seguro que eres igual de estigio que tu hermano, sino mas; un gran articulo si señor 🙂
Joer, a mí estos juegos me chiflan muchísimo más que el rol. Será que me estoy haciendo mayor. El que me regalaron por mi cumpleaños y me está gustando mucho es el de Galactica. Es un sufrimiento constante.
Pues a mi me empiezan a joder estos jüeguicos. Cuando alguno de mis amigos, un viernes o una sabado por la noche, dicen que se quedan a a cambiar cabras por palos en lugar de salir de birras y chavalear, me cago en Satan y en su puñetera madre.
Yo antes hasta los 16-17 años si solía jugar al HERO QUEST, me parece que tiene todos los ingredientes (vistoso, sencillo y de ostias y destrucción).
El Monopoly me parece un juegazo, pero no acaba nunca (a no ser que juegues MUUUCHO). De este palo me parece muchísimo mejor el HOTEL(reconozco que me pierden los juegos con buenas figuritas y edificios jajaja), una noche en President podía dejarte en bolas.
El Catán jugué una vez, me parece un buen juego pero como me habían hablado tan bien de él me decepcionó un poco.
El Risk jugué alguna vez pero a uno que era versión Europea siglo XIX, tenías que elegir Imperio Inglés, Francia, Alemania, Rusia y no se cual más.A España no te la podías pedir hijos de puta. Interesante, no estaba mal.
No soy mucho de juegos de estos, al que más suelo jugar de vez en cuando es al Tabú, pero es lo que hay, dime con quien andas..
Por cierto, ahora recuerdo que ví en una tienda de juguetes del Plenilunio (Madrid) un juego de mesa de ¡¡LOS PILARES DE LATIERRA , el libro!! Con cartitas que salían los personajes. ¿¿Que narices es esto??
Los Pilares de la Tierra es un juego mas que recomendable si queires empezar en el mundillo de los juegos de mesa «sería como un Caylus, pero capado» El mayor contra que le veo es que se quema muy facilmente, pero muy buen juego para jugar muy de cuando en cuando.
Eso no es nada. La sección de juegos de mesa de el Corte Inglés, de un tiempo a esta parte tiene ejemplos de juegos buenos de verdad del que los Pilares de la Tierra no es más que un ejemplo. Es un sector en crecimiento.
¿Alguien recuerda el Stratego?Con 12 o 13 estaba viciado. El Risk, el Hotel y el Bancarrota también molaban.
Increíble, al fin leo aquí un articulo de juegos de mesa. Por cierto la foto de la lagarta tirando el Jenga con sus garras no tiene precio.
que tal illuminatus… una pregunta mas bien sobre videojuegos… considerarias juegos para pc de estrategia en tiempo real como wargames…? me refiero a titlos como las sagas del Age of empires o Imperium…
No soy un experto pero hay algunos RTSs que si y otros que no. Los considero cosas diferentes porque no se afrontan de la misma manera. La mayoría de wargames estrictos tienen unidades limitadas para cada escenario y los refuerzos están previstos mientras que en la mayoría de RTSs tienes que montar una infraestructura y las unidades para combatir, que eliges tú. Además, en la mayoría de wargames los recursos se manejan como cuestiones de logística, definiendo que unidades tienen suministro y cuales no y cómo les afecta eso. Además, las sensaciones son diferentes.
Juegos como el HeroQuest o el Space Hulk yo diría que sí son Ameritrash… El Heroquest estaría bien en sus día, pero a mí lo de tirar los dados para mover lo tolero en el Talisman y punto. El SpaceHulk me parece mucho más sólido, y un buen ejemplo, como el Battletech, de Ameritrash de calidad: buenos componentes, mucho tema pero relativamente sólidas y sin que la cosa se convierta en una pachanga de tirar miles de dados.
El de Los pilares de la Tierra no lo he jugado, como tampoco leí el libro, pero seguro que está bien. A mí me gusta bastante el de El señor de los anillos cooperativo ese.
Ah, pues precisamente, cuando yo jugaba al HeroQuest nos olvidábamos del tema de tirar dados para mover. Básicamente, cada uno movía lo quería dentro de la habitación mientras no se saltara a los enemigos o los muebles como el caballo del ajedrez.
Hombre lo de tirar los dados en el HERO QUEST era un trámite, tiras rápido y ya está. Tampoco me resultaba muy coñazo.
Pero para las persecuciones si tenía su utilidad.Además lo que molaba cuando te perseguían 16 esqueletos, 16 orcos y 12 goblins. Ahí si tenían su función los dados jajaja.
Por cierto ¿¿que cojones era un FIMIR?? Ese bicho no lo he vuelto a ver jamás en ningún juego. ¡Y como molaba!
Los fimires eran una especie de lagartos con un sólo ojo. Games Workshop los retiró debido a cierto detalle de su trasfondo (que raptaban y violaban a mujeres para reproducirse, vamos) que era demasiado escabroso como para resultar agradable a los padres de los niños de trece años hacia los que por aquel entonces comenzaban a orientar sus estrategias de mercado.
Joder, pues si piensas en los demonios de Slaanesh, lo de violar mujeres se queda en un chiste. De todos modos, creo que el fimir sí aparece en el juego de rol.
Esa es la razón por la que en los videojuegos sólo se menciona a Slaanesh de pasada y no hay diablillas correteando por ahí alegrando la vista al personal.
Ya me has sacado una duda , gracias. Bueno realmente en el Hero Quest no podían violar a nadie, a no ser que enculasen al elfo jajaja. Estos fimires.
Ya, pero sí que salen eldars y elfos oscuros, especialistas en detrozar a la gente durante décadas solo para echarse unas risas, es curioso cómo la tortura es aceptable en un juego pero la menor mención al sexo no.
Hombre, es mejor que los dos que escribí yo, de eso no cabe duda. Siguiendo esta política de autopromoción aquí dejo mi video-homenaje a cierto alemán grandioso que saca unos veinte jueguitos al año:
http://www.youtube.com/watch?v=RpRWz2du-80
Algunas de mis últimas adquisiciones han sido el «CYCLADES» y «BATTLELORE». Buenísimos ambos.
Por cierto, a mi el término «Ameritrash» me parece un tanto ofensivo. Básicamente, por que los juegos de AVENTURA con componentes chulos merecen bastante más mi tiempo que algunos jueguitos europeísticos que podríamos llamar tranquilamente «rollo patatero con cubitos de madera».
En el mundillo güor-game siempre he sido más de las minis. En parte por que WARHAMMER fué un elemento socializador esencial en mi infancia (por contradictorio que suene esto) y por que las fichas de cartón, sencillamente, no me las creo. No me impresionan. Necesito ver en tres dimensiones a la gente a la que voy a asesinar vilmente.
Y hablando de Little wars: lo mejor de ese sistema es que carecía completamente de azar. Los combates cuerpo a cuerpo los gana automáticamente la fuerza con más hombres y los disparon se efectuaban… ¡¡Lanzando garbanzoas!! Sólo un dios como Herbert George Welles podía crear algo tan cojonudo.
De los mencionados en el artículo, mi favorito es, con mucho, el Arkham Horror. Y sobre el clásico Heroquest: es muy básico pero siempre tendrá un huequito en mi corazón. Y de los «artilugios de tablero semi-rol» me sigue pareciendo el mejor ejemplo.
El término académico que buscas es «muevecubos sin alma». XD
Lo de los counters es cuestión de gustos pero cuando eres capaz de suspender la incredulidad e imaginarte a Dieter, héroe del Reich asaltando por detrás una posición fortificada de paracaidistas de la 101 con una ametralladora calibre .50 es que se te hace el culo pepsicola.
Por cierto, jueguen a Twilight Struggle, que es muy bueno, joder. Van a perder todos los empastes de la tensión.
En la vida hay gustos para todo, a mi personalmente el Arkam Horror me parece, pues eso, un Horror. Tendrían que haber echo el D’artacán Horror al menos me hubiera reido mas viendo los dibujos.
El ciclades me gustó mucho, solamente he jugado una partida, aunque es «made in europa» xD bueno pensado en europa y fabricado en china.
Kike, tus artículos sobre juegos son buenísimos, y desde luego creo que a base de hacer tantos y enmarcarlos en el contexto que se merecen (porque a veces parece que lo único que es cultura Pop son las pelis de Godzilla y el Santo) creo que haces mucho por revindicarlos y difundirlos.
Evidentemente, hay mucho Ameritrash estupendos y mucho Euro aburrido, faltaría más. Yo mismo me compré el Primordial Soup, que es 100% y no me gustó demasiado.
A Montse le encanta el Pico Pico el Gusanito, que es un juego de apuestas y tirar dados más cercano a lo que podría jugar mi padre en el bar que un fan de Star Trek, y ya ven.
¿Resiste Stalingrado?
FIN
Yo he bebido de la mayoría de los mencionados y también tengo mis preferencias:
-Wargames de cartón: me desvirgué con los juegos NAC con los que muchos descubrimos lo que era un hexágono, dónde estaba Gibraltar o qué pasó en la batalla del Ebro. Del palo eran «La fuga de Colditz» y el «Asalto al Banco de Inglaterra», reeditados hace poco. Un amigo mío está trabajando en una versión hereje de este último llamada «Asalto a la basílica del Pilar» en la que el mapa es el casco viejo de Zaragoza y los jugadores controlan bandas de inmigrantes que deben desvalijar las iglesias zaragozanas.
-Wargames con figuritas: el Hero Quest molaba aunque resulta un poco básico (¡por DIOS! ¿A alguien se le ocurrió un uso razonable para los puntos de mente?). El Cruzada Estelar (la versión 40.000) era más movida y salvaje aunque le faltaba el encanto de los muebles de cartón.
-Escoria Workshopiana: o sea, Warhammer 40.000 y similares. Lo de «escoria» es por lo gilipollas que se han vuelto sus amos y señores con los años (sucesores de los entrañables Andy Chambers, Adrian Wood, Jake Thornton… joder, eran casi como amiguetes míos en esas fotos monstruosas en las que posaban). Con lo bonito que era y se empeñaron en reeditar una y otra vez (tengo varios años de su revista, la White Dwarf y los artículos se repiten como las estaciones del año) lo mismo. Acabé de «los secretos de los Ángeles Oscuros» hasta la mismísima. Lo peor de estos juegos era la cantidad de espacio y tiempo que ocupaban.
-Euros: de estos, mi favorito es el Catán por su sencillez y que no es difícil juntar a cuatro personas un par de horas (en comparación con otros juegos). Con ampliaciones gana bastante (Caballeros & Castillos lo convierte en otro juego bastante divertido, Navegantes amplía el mapa y Mercaderes & Bárbaros añade reglas opcionales muy interesantes). Hacer el fenicio nunca fue tan divertido (aquí la interacción entre jugadores es una fiesta). Hay una ampliación muy curiosa con ¡esclavistas! en http://lagranjadegandalf.wordpress.com/ (a barreeeeer, a barreeeeeer para casaaaaaa).
-Ameritrash: me gusta el nombre. Y los juegos. El Doom es una fiesta de tiros. Sí que es verdad que te mueres pero la verdad es que quemas adrenalina a saco y que la sensación es similar a la del juego de ordenador. El Arkham se me hace un poco repetitivo (gana con las ampliaciones). El Galactica, a pesar de que la serie no es santo de mi devoción, es tremendo por las discusiones y acusaciones (incluso antes de repartir las cartas de lealtad ya hay quien me señala como cylon) que genera, politiqueo y puñaladas sin piedad. Impagable que tires un dado, saques un uno y que dos pirados te llamen androide de mierda.
-Raros: recomiendo el Coloretto. Simple como el mecanismo de un globo. Venenoso como la cocacola zero.
-De habilidad: soy un manazas. No me gustan.
LA fuga de Colditz era la caña (por lo menos con 10 años me parecia la caña). A ese juego jugabamos en el cumpleaños de una amigo mio. Lo que molaba planear la fuga. Yo siempre elegía la más suicida (creo que se podía coger el coche del Coronel y huir en plan loco de la cárcel). Y las cartas VIDA O MUERTE o algo así. Aunque creo que no llegué a terminar ninguna partida.
Por cierto, lo ví en una tienda hace poco y han quitado la esvástica de la bandera nazi de la portada. ¿Como se puede ser tan papanatas?Coño que es un juego de nazis, ¿que ponemos el símbolo de los jipis de la paz o qué? Tamos tontos..
Ese de «Asalto a la basílica del Pilar» cuando lo termine tu amigo deberá ser un must-have para todo maño que se precie xD
Por otro lado, coincido contigo en lo del Coloretto, juego simple pero virulento que hace que las miradas se crucen y el ansia por los camaleones coloreados se dispare. Lo único malo el límite de 5 persona, pero se hacen equipos y también da buen resultado 😀
Dani: Estaligrado no sólo resiste sino que puede que sea la batalla con más wargames dedicados, no sólo el de NAC. Han salido un par en lo que viene a ser el último año (de marzo a marzo), alguno con mecánicas interesantes y asequibles para jugarlo en una tarde.
Warbriel: Heroquest es un Dungeon Crawler (reptamazmorras) sin más y el Cruzada Estelar es como el Space Hulk pero descafeinado, Ameritrash puritita (y diría que Dungeon Crawler espacial). Pero oiga, clasifíquelo como le salga de los bowlings, que lo importante es que se divierta jugando, coño.
Por cierto, que el género recibe ese nombre pero los fans no se lo toman a mal y hasta hay un sitio (Fortress Ameritrash) dedicado al género.
Pero el de NAC está ahí en un pedestal. Es un pasote. Y sí, es una batalla que se presta a Wargames. Yo en concreto mataría por uno escaramucero con miniaturas chulas, pero los de GW deben estar más ocupados haciendo Eldars con facebook oscuro.
¿Alguien llegó a jugar uno histórico que las miniaturas eran superpequeñas y te podías hacer con los puntos necesarios en plan por 3 mil pelas? ¿Belas Antiquitaes? Lo siento, no tengo ni papa de latín. Reíd de mí, muchachos.
También me chanaba el de naves góticas de GW aquel (¿Battlefleet gothic?), pero era tan pequeño , pobre y desvalido que con el Heroquest tenía que bastarnos. Merde.
Al respecto dire que coincido contigo en que hay para todos los gustos y colores.
Sin embargo discrepo en la seleccion inicial ya que el furia de dracula me aburrio enormemente y me recordo a un juego de mesa antiguo y aburrido también llamado scotland yard. Por otro lado el agricola es bueno y español asi que buena elección. Me gusta mucho la interacción a la que da pie el ciudadelas y también me gusta el dominion.
Ya más en serio me gusta el Struggle of empires (versión moderna del conquest of empires) y el Doom y el Descent aplicando reglas opcionales que se encuentran por boardgamegeek estan muy bien. De miniaturas si bien GW es la que manda sus juegos son de los peores en cuestión d ereglamento jugabilidad y desarrollo de estrategias, sin embargo pintar, coleccionar y demás es agradable y divertido siendo más un Hobby que un juego simplemente.
Los wargames de fichas y demás me agotan a menos que sean rapidos, me agobia tener que pasarme 6 horas (por decir uno no muy largo) jugando a algo que a las 2 horas y media tiene claro vencedor.
Genial el articulo muy completo en deficion de tipos de juegos y demás, mi recomendación desde aqui es Ciudadelas, Agricola, el BANG o el Misterio en la Abadia que además todos ellos son regalables a gente novata.
Efectivamente, el Furia de Drácula comparte mecánicas con el Scotland Yard (vilmente fusilado por CEFA para su Alerta Roja o algo así). Es cierto que puede ser frustrante si el equipo de cazadores no se pone de acuerdo y no emplean algunos recursos para hallar la pista de Drácula pero es un juego muy bueno y de los más accesibles del Ameritrash (por lo menos más que un Arkham Horror o alguno de peso similar).
Dos puntualizaciones aparte: el Agricola es alemán pero editado en español, no se confunda. El autor tiene, además, otros dos o tres juegos (el Gates of Loyang seguro y el Le Havre, creo). El tío es un machaca que no llega al nivel de Knizia pero es muy bueno. El Struggle of Empires es un juego de Martin Wallace que luego licenció para que se readaptara en la reedición de Eagle Games del Conquest of the Empire, que lleva dos reglamentos precisamente por eso el original y el nuevo, que es una versión descafeinada del SoE.
Lo de los wargames es que no es hobby, es una forma de vida.
Joe pues gracias por la info, la verdad es que pense que el Agricola era español. Por cierto me recomiendas alguno que no sea El dracula o el Arkham Horror, no se si es que no me llama ese tipo de juegos pero en ambos casos no me gustaron las partidas que jugue.
Ameritrash te podría decir que depende de la cantidad de tiempo y compromiso de los demás jugadores: el CotE está bastante bien y el Age of Conan me parece bastante bueno. También está el Caballeros Guerreros. pero el que se lleva la palma es el Twilight Imperium. La cosa es que en este género pesa más la temática que el tiempo y la cantidad de reglas (que no son tantísimas pero hacen que pensarse un turno y llevarlo a cabo sea largo).
El Battlestar Galactica dicen que es bueno pero no lo he probado.
De Uwe Rosenberg, el autor del Agricola, también son, efectivamente, Le Havre, At the Gates of Loyang y, oh sorpresa, el Bohnanza.
… Y todos tratan de comida, el pobre Uwe debió pasar mucha hambre en la infancia.
En nuestro grupo de amigos apostamos también por la sencillez y tenemos en lo alto del podio a los Colonos de Catán (todavía recuerdo cierta hilarante partida jugada a contrarreloj porque llegábamos tarde al cine) y el Carcassone, aunque con este último aún tenemos algún que otro problema para calcular cuántos puntos nos dan los granjeros al final, pero hemos jugado también al de Los pilares de la tierra, Puerto Rico y Khronos (éste último me lo compré porque me gustaba la estética steampunk de la caja y los viajes en el tiempo, pero comparado con los dos primeros le falta algo).
También hemos probado el juego de cartas The Witcher, que supongo que inaugura la sección eurotrash, ya que está basado en el videjuego del mismo nombre (basado a su vez en la saga de Geralt de Rivia), y tenemos pendiente el de Caballeros Guerreros, pero nuncaencontramos tiempo para que me lea el reglamento (sí, amigos, yo soy el encargado en mi grupo de hacerlo; cada vez que hay juego nuevo tengo que leerme las reglas y luego explicarlas a los otros, y quedo con la garganta en carne viva)
Y por cierto, lo de los wargames me recuerda cierta historieta de KODT en la que Brian y Pete llevan años jugando a uno, y tardan una noche completa en solucionar un único turno.
Jaja. Aqui el Master oficial de Hackmaster número 2241 (ya de nivel 2, esperando la subida a nivel 3) confirma que efectivamente, es la historieta esa del wargame que venia en una taquilla auténtica de la segunda guerra mundial.
Uno que molaba mucho aunque entra más dentro de los juegos de mesa chuscos, es uno llamado TOP SECRET. Era sobre espías, tenías figuritas con forma de espía con su gabardina y todo. Tenías que ir recogiendo maletas que habías colocado por todo el tablero(que representaba ciudades del mundo), si recogías todas tus maletas aún te quedaba coger por lo menos una del rival para ganar. Pero ¡amigo! una de las suyas era una bomba. Como no tu sabías cuál era (tu rival si), era simple cuestión de azar. Si la llevabas a tu base, EXPLOTABA y creo que morían todos los que allí estuvieran.
Era MUY SIMPLE pero era la caña. Lo mejor era coger tu propia bomba para despistar y que te atacaran para robartela. Que juegazo, dios mío.
Ese reapareció hace poco en el piso de un colega mío unos diez años después de que lo llevara allí de mudanza. A estasa alturas de la vida, un juego de DISET es demasiado simple pero sí que es verdad que en su día me gustaba más que a un tonto una tiza.
Un poco como el Imperio Cabra (versión libre de mi abuelo).
Lain: lo de los granjeros del Carcassone le pasa a todo el mundo o casi.
Wyvern: el Top Secret sigue circulando por ahí, creo, pero con un tema distinto.
Pues a mi el zombies! no me parece tan largo. Vaya, bastantes partidas de una hora y poco e incluso menos he hecho yo. Me parece curioso que nadie haya mencionado el Blood Bowl. Yo solo juegué una vez, pero mas que jugadores ese juego tenía autéticos fans.
un saludo
Yo he pasado muchas horas muertas con el Blood Bowl, me parece un juego increible en el que soy terriblmenete malo jugando, mis equipos no destacaban siendo los mejores sino todo lo contrario. Me compré el juego de ordena peros oi tan vago que llevo meses sin jugarlo
Es el mejor juego de GW y seguramente sacarán reedición después de haberlo tenido mueeeeeerto de asco durante años. Menudos hijoputas.
Por si a alguien le interesa tener las reglas, están en la web de Gamesworkshop en PDF, pero solo en inglés que yo sepa.
Buenas, cuando he entrado a leer este artículo, el antivirus me ha avisado de enlaces que apuntan a troyanos, concretamente:
JS/Exploit.Pdfka.NUI
Win32/Kryptik.DBC
Win32/Cimag.BZ
He probado desde dos ordenadores diferentes con antivirus diferentes y en ambos salta la alerta. Quizá os han hecho una inyección de código en las páginas para insertaros las referencias a los sitios infectados.
El dominio al que apuntan es:
http : / / wdejpdhwthr . com (he metido espacios en medio para evitar que nadie pueda pulsar por error)
Por lo demás, interesante artículo y comentarios.
Saludos
¿Y dónde entraría el español FórmulaD? He jugado a su última versión y es gloria lúdica. Muy muy recomendable.
Creo que parte del éxito es «gracias» a que estos juegos son baratos (en comparación con otras actividades/salir de copas), y permiten pasar fines de semana realmente divertidos a escaso coste. La crisis, que se dice…
Unos amigos han comprado el Agrícola, y empezaremos a jugarlo inminentemente…
Fórmula D, que yo sepa, no es español. El diseño original me parece es francés y ahora la última edición está publicada, en origen, por Asmodee, que es una editorial francesa, aunque esté traducido. Lo probé hace un año y medio o así en una demostración en una tienda y me gustó, me pareció entretenido y bastante interesante reproducción del ambiente pero, como la fórmula 1, no es algo para todos los días, que cansa.
Madre de Dios, boardgames… Una putada que nadie quiera jugar conmigo, porque si no me hincharía…
Por cierto, me gustaría pedir una recomendación a los expertos. Hace años que quiero jugar a un wargame, y me gustaría saber cual cogerme (viéndolos en la tienda no sé cuál es el mas apropiado) La cosa es que querría un wargame que fuera:
– De media-gran escala. Nada de gestión de escuadras: quiero un frente entero de la guerra en cuestión, como mínimo.
-De hexágonos.
-Algo complicado. No es cuestión que sea la Campaña del Norte de África (aunque tengo que decir que leer su descripción en Boardgamesgeek.com me ha hecho salivar), pero si que quiero que haya un elemento de logística y táctica incorporado. Vamos, que quiero que sea realista.
-A ser posible, algún frente o guerra más «rarito». Por ejemplo, vi un wargame detallando el frente árabe en la Primera Guerra Mundial (Lawrence de Arabia y toda la pesca) y tenía buena pinta. El Twilight Struggle me resultó curioso, pero aunque tenga pintaza tengo miedo de que no me guste.
Teniendo esto en cuenta, ¿qué juego me recomendarían, caballeros?
A ver, mírese por ahí el A Victory Lost y el A Victory Denied que por lo menos cubren sus primeras dos necesidades. El del frente árabe sería, seguramente, Pursuit of Glory, que es bueno, con mucho cromo para representar las rarezas del frente (aunque no tanto como el Triumph of Chaos) pero es punto a punto, no de hexágonos, ojo.
De frentes raros tiene el Angola (que algún día saldrá el pre-order de la edición de MMP) y el Ici, c’est la France (sobre la Guerra de Independencia de Argelia). El primero es punto a punto y el segundo es de regiones pero, por lo que cuentan, bastante buenos ambos (el Angola es, además escalable a 3 y 4 jugadores bastante bien).
jajaja yo tp tengo gente con la que jugar regularmente y menos mal!!
A mi me van los Eurogames.
En mi casa hemos estado viciados con el «Catán» aunque ahora lo tenemos en stand-by porque despues de 200 partidas ya cansa. Ahora estamos más con el «Ciudadelas» que mola más a partir de cuatro personas, eso sí la versión on-line está de vicio os la recomiendo.
He jugado un par de veces al «Pilares de la Tierra» y el «Amun-Re» los dos muy muy recomendables. Ahora estoy estudiando el doctorado necesario para jugar al «Railes», y «La Furia de Drácula» lo tengo por imposible.
Un saludoo y muy buen post!!
Un día de estos Viru tendría que dedicarle un post a la secta del Warhammer, por que eso es un mundo aparte. Dicen que cuando trabajas de empleado en sus tiendas firmas un contrato de confidencialidad por x años por el cual no puedes revelar sus «técnicas», que básicamente es la de comer la olla a los niños para engancharlos.
Niños !decid no a las drogas ni al efecto del olor de la pintura Citadel!