La música pop es caprichosa. Y así es como debe de ser. Sobre el papel la cosa es sencilla. Una buena canción, un intérprete guapo, y una buena campaña de marketing. Pero en la práctica. ¡Ay, la práctica! Más para regocijo de la industria, a veces, sucede justo, justo lo contrario. Porque explíquenme ustedes el éxito monumental de Modern Talking. No me refiero a un grupo de los 80 famoso, no. Me refiero a un dúo que en 2003 ya había vendido 120 millones de discos. Que es el grupo alemán más popular de la historia y que ha tocado una fibra sensible en mercados tan dispares como el rumano, el afgano, el israelita, el japonés, el vietnamita o el chileno. Y no me refiero precisamente al éxito per se, que más o menos es explicable… me refiero a su perdurabilidad, y a la creación de un grupo de fans que adoran estas canciones ultracomerciales y que aún hoy los consideran el mejor grupo del mundo. Para ellos, el grupo es una religión.

Y yo, señor, también creo.
Que la cosa funcionaba en su momento ya era más que evidente. Fíjense como alrededor de su sonido se artículo todo un estilo y una escena fructífera y popular, que abarcaba desde proyectos del propio Dieter Bohlen (el sonriente rubio autor de todos los temas), como CC Catch o Blue System, sino elementos como Bad Boys Blue, tres mataos que se inflaron a vender discos a base de depurar la propia fórmula de los Modern, y, en ocasiones, superar los resultados originales. En España tenemos a declaradísimos fans en las figuras de Tamara / Yurena / Ambar o, fíjate tú que cosas, Richie Bastante. Incluso podíamos meter en el saco a OBK, que si bien en su universo propio de fantasía están convencidos de recordar a Depeche Mode, en realidad sus temas nos recuerdan más a de nuestro querido dúo germano. ¿O no les recuerda eso de “quién le dio sentido a nuestro amor” a “You’re my Heart, you’re my soul, your love keep shining everywhere I go”?


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Así terminó Primos Lejanos

Ahí tienen la prueba palpable. Un señor egipcio, interpretando en persa la inmortal Brother Louie y emocionándose ante unos versos que, estén en el idioma que estén, llegan a tocar el alma de aquellos que los cantan y los escuchan. La cosa es, gafas de Geordi LaForge aparte, casi, casi igual en Afganistan. La banda, como pueden comprobar, se encuentra concentradísima para una correcta interpretación. Seguro que a Borat le encantan. Me lo imagino bailando y lamentando, por un pequeño momento, la ausencia de mujeres en el recinto. Por un momento, eh. No ya por la situación cultural del país, sino porque a la madre de tus hijos no las vas a conocer en una discoteca. Ahí sólo hay golfas.
No cabe duda: los fans de MT son gente con valores. Gente sencilla y trabajadora, amante de la familia y las tradiciones, como endrogarse hasta las trancas después de salir del curro y ser ingresados por coma etílico todos los viernes y sábados. ¿Les suena? Debería. Gente que, por tanto, aprecia esa melodías hiperreverberadas, las canciones de tres acordes (son Los Ramones del technopop) y las letras sin sentido en un inglés inventado que todos pueden entender y cantar.

En todo caso, el espectacular regreso del grupo en los 90 consiguió entusiasmar a los viejos fans y aumentar sus filas con decenas de miles de ukranianos y rumanos a los que imaginamos tristísimos cuando la banda se separó en el 2003. Multitudinarias giras del grupo en esas tierras y centenares de videos en youtube así lo confirman. Dieter y Thomas han dejado un vacío en la vida de mucha, mucha, muchísima gente. Pero tranquilos, que han surgido una legión de apóstoles dispuestos a difundir el evangelio de Modern Talking por todo el mundo. Porque Dios escuchó la obra de sus hijos, y la llamóCheri Cheri Lady y vio que era buena, y después se marchó en un Jet Airliner.
Conozcamos a aquellos que se han propuesto continuar con El legado de Modern Talking.


Evangelio según San Marcos –: Moving Heroes

Una morena y una rubia. Como dice el chotis. Y más importante aún; como eran ELLOS, un moreno y un rubio. En la religión de Modern Talking, las mujeres también son aceptadas como sacerdotisas. Desde luego, están lejos de ser monjas: recuerden a la ya mencionada C.C. Catch, o incluso a la ex-mujer de Stallone, Brigette Nielsen. Es, como ven, una doctrina mucho más relajada y moderna que la católica, y Dieter Bohlen, mucho más guapo que Ratzinger. Donde va a parar. Ellas vienen, atención de Rusia, tierra donde los fieles del grupo se cuentan por millones y donde el mercado pedía un grupo que continuara su sensacional estilo.

Nuestra opinión, siempre sesgada, es que estas dos elementas bien, en lugar de dedicarse a la música, bien podían haber acabado triunfando en el séptimo arte. ¿O no les imaginan protagonizando alguna entrega de Rocco ravages Moscow? Sin embargo no fue Rocco Siffredi, ni Rocky Carambola, el que se fijó en ellas, sino el mismísimo Dieter Bohlen, que a pichabrava tampoco tiene nada que envidiar al italiano. Dieter quedó encantado con la idea, les produjo un disco y como todos ustedes habrán pensado, se habrá tirado a las dos. Y en el catre deben ser dos leonas, como se usa el león para representar a San Marcos. Fornicios aparte y como ven, el mimetismo es total; música, imagen, producción… ahora queda esperar que la gente las acepte como aceptó a nuestros ídolos.


Evangelion según san Juan: : MARK ASHLEY

Para muchos Mark Ashley es, prácticamente, la segunda venida de Cristo Anders. Este joven alemán ha sido bendito con una voz prodigiosa, maravilloso y, ante todo, única: el chaval canta exactamente igual que el moreno efebo Thomas Anders. La similitud es tan asombrosa que conocemos sordos que han recuperado la audición al escuchar sus canciones, como se dice que en su día ocurría cuando un desafortunado discapacitado escuchaba Jeronimo’s Cadillac. Luego escuchaba Revólver y deseaba volver a quedar sordo. Que pena que esto no lo supiera Gene Wilder en No me chilles que no te veo. Mark tiene varios discos editados y lleva años triunfando en las congregaciones alemanas de fanáticos del dúo. La fé de Ashley en esta religión es equivalente a la de la madre teresa o a la de Radio Intereconomía en el liberalismo, y le ha llevado a componer el tema We are the fans of Modern Talking, dedicado a todos los fans, cuyo deje poético le emparenta con las escrituras de San Juan. Es nuestro alto Señor papal, y esta vez, no habrá Dreadstar alguno que se le oponga.


Evangelio según San Mateo: Systems in blue

Ellos son los díscolos, los rebeldes, pero los que, a su manera, más han contribuido a engrandecer esta cruzada. Los chicos de Systems in blue fueron una pieza clave en la construcción de la doctrina modertalkingniana. Ellos eran los encargados de grabar los falsetes de las canciones. Como lo oís. Ni Dieter ni Thomas grababan esas partes, sino que confiaban en estos colaboradores suyos. Ellos estuvieron ahí y lo vieron todo de primera mano, como San Mateo. Cansados ya de permanecer siempre en el anonimato, decidieron hacer pública su condición de coristas fantasmas y montar su propio grupo. Los pobres no comprendieron que la gloria no está destinada sino a Dios (Dieter) y nunca a sus siervos, quienes debemos de obrar con la humildad y el orgullo de trabajar para el señor. Pero aún habiendo pecado de orgullo, podemos confirmar que están engrandeciendo la obra de nuestros dioses con sus discos repletos de canciones al más puro estilo MODERN. Aún viejos y gordos, entienden que todos tenemos que arrimar el hombro para compensar la ausencia, se han unido a Mark Ashley para formar el grupo Talking System en el cual interpretan casi exclusivamente temas de la época dorada del dúo. Ríanse de los éxtasis místicos que causaba Whoopy Goldberg en Sister Act. Dato importante: Whoopy Goldberg no escucha Modern Talking. Por eso lleva tantísimo tiempo sin éxito. Y por eso es tan fea. Y negra.

San Lucas: Modern Talking Show

Al igual que San Lucas fue cronista de las andanzas y enseñanzas de Cristo, los MT Show son cronistas de la importancia de Dieter y Thomas en la sociedad y cultura actuales. ¿Qué se creen? ¿Qué solo existen los tributos a Elvis y la Bon Scott Band ésa? Nanai: el mundo de las bandas tributos es aún vasto e inexplorado. Entre otras cosas, porque uno puede salir muy mal parado mentalmente: hay ocasiones en las que, al descubrir que hay gente que piensa que gente como Creed merecen un tributo, ya le dan ganas a uno de escribir la notita de “Señor juez” y atarse un bloque de cemento al cuello. Menos mal que luego están ellos trayendo algo de luz a esa decadente ciudad que es Las Vegas, con su espectáculo. Gracias a ellos, los que no hemos podido vivir una de las epifanías/conciertos de los Modern podemos imaginarnos como debía ser aquel gozoso acontecimiento. Todo está cuidado al más mínimo detalle: los pavisosos gestos de Thomas, los exageradísimos aspavientos de Dieter (sería para compensar a su compañero), los horrorosos peinados, la inaudible guitarra… ¿Se imaginan a Thomas ligando? Tiene pinta que el pobre era un auténtico espantacoños.

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Para mañana me tenéis que traer un collage sobre la paz mundial

La aportación hispana
Obviamente España no podía permanecer impasible ante este resurgir de la fe y de la virtud; el propio Thomas Anders dedicó al pueblo hispanoparlante un par de álbumes en los que cantaba en algo parecido al español. Pero la idea dejó huella y así, espontáneamente, están surgiendo nuevos devotos que predican, a su manera, el evangelio. La más exitosa ha sido Soraya, la pelucona ex azafata bisexual que ha sacado no uno, sino DOS discos con versiones de los 80, contribuyendo a quemas aún más si cabe todo lo relacionado con esa década (para desgracia de Antena 3, Corbacho y el equipo de aquel lamentabilísimo programa Peta Zetas). Las versiones, correctitas, palidecen al lado de las ejecutadas por al ya mentado Richie Bastante, quien en su primera maqueta cantaba cobres, de You’re my Heart, you’re my soul (Así estoy, aquí estoy) (LA LECHE) y Brother Louie (Diva), con unas letras bastante acertadas hablando de petardeo y mariconerías varias.

Dentro de una vena más nerda, los mismísimos Calipo A (lol) siguen interpretando en sus canciones el tema Brother Luigi, adaptando Dejamos para el final al grupo catalán llamado Modern Tolkien, que fusionan las canciones de nuestro grupo con letras fantástico-heteras, unos viriles desafines y una eficaz puesta en escena a base de disfrazes del señor de los anillos de los que se pondría tu amigo Paco “el loco” por carnaval. La banda, desde luego, triunfa a lo grande en sus presentaciones en vivo, y, según nos comentan, son consumados jugadores de RoleMaster y Warhammer 40.000. Eso sí; a pesar de su insistencia en la heterosexualidad de sus miembros, mucho nos tememos que más de uno tiene que ser gay, segurísimo. Por pura estadística; es que son muchos. Más no teman, que ya lo dijo Dieter: benditos sean los gays, pues ellos siempre nos aceptaron en sus radiocassettes..

Nuestros primos americanos, siempre tan devotos ellos, han continuado, a su manera, con la tradición de versionar y adaptar los textos sagrados y añadirles, además, una cuidadísima coreografía (por el amor de Dios, pinchen en el video), convirtiendo la liturgia en una celebración Por ello nos complace presentarles al grupo Los Clasiqueros, que sustituyen los arreglos electrónicos por sabrosas cumbias y bachatas; miles y miles de jovencitas se dedican a mover el culo y las tetas a ritmo de sus canciones mientras ustedes se hacinan en esos campos de nabos a los que suelen acudir para escuchar lo último de Exodus a toda hostia. Y es que la música de los MT incita al amor más carnal. ¿No se han dado cuenta de que sus canciones imponen un ritmo ideal para la masturbación? Prueben, prueben y ya me contarán, ya.

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ZAS, to el puño pa dentro

El presente es apabullante, con semejante pléyade de grupos revindicando este legado. Y el futuro, esperanzados. En Argentina, se prepara el “Modern Generation Reliving Hits”, un proyecto que arregla y prepara los éxitos para la década que viene, y en España, el grupo Romantic Warriors, promete retomar el estilo en nuestro país. Demostrada, pues, la vigencia del grupo, queremos, por último presentarles una pequeña galería que demuestras que un legado así, que ha penetrado en las psiques de dispares culturas a lo largo de todo el mundo no puede, ni debe, quedar en el olvido. Forma parte de una memoria histórica que debería investigar no ya el Juez Garzón, sino todo hombre hecho, derecho y de derechas que se precie.
En Vietnam llevan mucho tiempo luchando para que occidente olvide tópicos relacionados con charlies y prostitutas.El joven y popular cantante Lien Khuc nos pide que olvidemos todo eso y que les consideremos, a partir de ahora, la tierra del eurobeat.

En Taiwan, por su parte, son unos peligrosos integristas que homenajean por igual a CC Catch, Bad Boys Blue y los MT. Eso sí; los chinos tienen las canciones en el karaoke, lo cual dice mucho, muchísimo de ese gran país. Yo ya me imagino a Yao Ming desfasando con el micro en la mano.

En Japón, este trío liderado por Aso Makiko, devolvía el sonido de nuestros dos dioses a sus raíces de disco 70s, incluyendo arreglos de viento por un tubo (el de la tuba, por ejemplo). No se pierdan, tampoco, el baile a lo aserejé que encaja con la canción tanto como Dani Guiza en una biblioteca; dejad que los amarillos se acerquen a mí, que dijo Thomas.

En Ukrania, por su parte, se lo montan DE PUTA MADRE. Unas tías de esas que usteds afirman son “pibones” meneando el hachazo a ritmo del inmortal Chery Chery Lady y a tirar millas. Juro que en la canción dice “y a follar” en un momento dado. El grupo, por cierto se llama POMADA. Repito: POMADA. Pal ojete. Mierda, ¿por qué no se me habrá ocurrido a mí llamar así a mi grupo?

Y no olviden a los Modern Talking Indios, que ya comentamos en su momento. Son muchos, muchos los que pretenden continuar con la labor que Dieter y Thomas comenzaron en 1984, y que, sin duda, contribuyó a mejorar la vidas de millones de personas, sobre todo, de centroeuropeos. ¿Cuántos amores habrán surgido entre amigos residentes en Coslada, provenientes de pueblos cercanos a Bucarest, a ritmo de China in her eyes? Yo qué sé. solo sé que, casi 25 años después, el ModernTalkienismo, como ven, sigue vivo, coleando, y se extiende por todo el mundo. Ustedes hagan lo que quieran: yo he oído la llamada, conozco la historia de Dieter Bohlen y es algo maravilloso que llena mi corazón de dicha.