De entre todos los fetiches que hemos ido creando alrededor de viruete, el mullet ocupa sin lugar a dudas uno de los puestos más destacados. No es que hayamos creado una lista, pero cuando nos percatamos del elevado número de ocasiones en las que hemos hablado de este tema en el foro, o la de veces en la que he hecho algún comentario jocoso al avistar alguno por la calle, tuvimos que aceptar que, sencillamente, nos encanta. Y creo que después del artículo de hoy, serán muchos los compartan este punto de vista. ¿Qué no sabéis lo que es? Bien, mirad las fotos y creo que no os quedará ninguna duda: el pelo corto por delante y largo por detrás.

Ante todo hay que dejar algo muy claro: el mullet es algo más que un corte de pelo, es un estilo de vida. Por supuesto no todo monte es orégano, ni todo viruete es Transformers, con lo cual sabemos que hay muletos que se salen totalmente de estas características. Pero hoy investigamos al elemento mullet auténtico y sin contaminar. Adoptar esta imagen nos identifica como un individuo comprometido, fiel a Dios y a su patria, que cree en la familia, la amistad , las armas de fuego y su derecho a a rockear. Suele acompañarse en muchos casos de bigotes, barrigas cerveceras, gorras de beisbol y gafas de sol.

Son gente seria y amigos de sus amigos, aunque saben divertirse y tienen un lado rebelde. A los “muletos” (no confundir con el amigo de Fran de GH2) les gusta estar con su gente, deportes como las carreras NASCAR, el wrestling o el fútbol americano.
Un atractivo lector de la web
Sus lecturas pasan por el Playboy, el Sport Illustrated o cualquier tabloide tipo Noticias del mundo. En cuanto a música, resulta que gustan especialmente del rock, especialmente del country o el hard ochentero de grupos como Van Halen o Great White, lo que demuestra que en los USA hasta los más paletos han tenido acceso a música decente, si bien el sector más joven prefiere a grupos como Linkin´ Park o Kid Rock.

Se desconocen los orígenes del mullet, aunque hemos podido encontrar pruebas arqueólogicas que demuestran que ya por el siglo 5 A.C. se estilaba tan fastuoso peinado. Y son muchos los que piensan que nuestro señor Jesucristo, lejos de esa milina jipiosa con la que siempre se le caracteriza, lucía un gran y largo mullet. En la edad media (y si me apuran hasta en la Tierra media) fueron muchos los señores feudales, caballeros y guerreros que portaban este distinguido corte. Desgraciadamente tras esta época cayó durante siglos en el más absoluto olvido, hasta que fue rescatado por nuestros amigos norteamericanos. Sólo el pueblo gitano, entre cuya población había calado hondo, perpetuó el legado del mullet.

Arqueología en mi jardín
El mullet resurgió a finales de los 70 como manera de que la juventud pudiera expresar su rebeldía, pero sin pasarse. Como Leif Garret. Efectivamente, el mensaje que nos lanza este estilo capilar es “Negocios por delante, fiesta por detrás”, como bien han destacado algunos de los estudiosos del tema. Si bien en principio fueron los metaleros los que abrazaron el corte, ya en los 80 se extendió entre todas las tribus y clases sociales. Mucha gente situados en importantes puestos de responsabilidad deseaban añadir un toque informal a su imagen, con lo cual pronto tuvimos un importante contingente de yuppies-mullets.
Yo creo que el futuro está en los niños

La gente del espectáculo, conscientes de la importancia de la identificación del público con el artista, no dudó en adoptar el corte, siendo omnipresente en dos campos, la lucha y la música: Rod Stewart, Jim “Estaca” Dugan, Kenny G, Duran Duran, El último guerrero, Limalh, Def Leppard, Los rockeros… En la televisión encontramos a dos de sus mayores defensores en el mismísmo McGyver y en Joey de Padres Forzosos (este sale últimamente mucho por la web), y al Capitán Planeta en los dibujos animados.

Todos hemos admirado a alguien que alguna vez ha llevado mullet

En los 90, el gran Billy Ray Cyrus consiguió que el mullet triunfase entre el público country, y en Europa, Roberto Baggio trató de convencernos de sus excelencias. Hoy en día vivimos un resurgimiento del mullet que viene produciéndose desde principios del milenio. Sin ir más lejos ahí tienen a Doc , la serie de las autonómicas cuyo protagonista (¡el propio Billy Ray!) goza de este atractivo estilismo.

¡Grande, Roberto!

En España el estilo siempre ha tenido su identidad propia, alejado de la contaminación de modas foráneas. Hoy por por hoy podemos diferenciar a sus usuarios en tres grupos principales:

Integrados en la sociedad
Gitanos: entre los calés, el mullet siempre ha sido especialmente popular. Ya desde los 70 artistas como Los ángeles gitanos se anticipaban a una moda que arrasaría en el futuro. El cantante de Camela también la ha lucido durante algunas etapas de esta gloriosa agrupación. Y cientos de anónimos Richals que podemos ver con la fragoneta de los malocotones o el tecladito.
Radicales vascos: desconocemos el por qué de la aceptación de este corte de pelo entre diputados de ciertos partidos, pero lo cierto es que hay mucha gente que identifica este corte de pelo con estos entornos. Supongo que será otra manera de dar la nota. También abunda entre ellas. A nosotros pues nos parece muy bien: cuantos más mullets veamos mejor nos lo pasaremos: Gora mullet.
¿Ex-concejala?
¡Sonríe, Vladimir!
Inmigrantes centroeuropeos: el departamento de de antropología de la universidad de Arkham, Madrid, está realizando un conciencudo estúdio del por qué de la tremebunda penetración del mullet en países como Polonia o Rumania, como bien podemos comprobar en las calles de numerosas ciudades dormitorios con una importante población centroeuropea. Sin ir más lejos, en la madrileña ciudad de Alcalá de Henares se han realizado cientos de avistamientos de mullets, algunos de dimensiones gargantuescas.

Yo la verdad es que estoy pensando en dejármelo y unirme a esa legión de inviduos que disfrutan de sus ventajas. Los cuidados que requiere son mínimos y luce estupendamente. Con él demuestras ser un tipo enrrollado, pero evitas que te identifiquen completamente con melenudos y guarros varios. Y por otro lado… ¡las mujeres aman el mullet! Si alguna chiquilla te tiene sorbido el seso, prueba a dejarte un poco el pelo largo por detrás y ya verás como te comienza a mirar con otros ojos. Y, hey, si hasta los super-héroes llevan mullet… ¿por qué ibas a ser tú menos? ¿Qué pasa, te crees mejor que Superman?

Aunque nos riamos, a nosotros los muletos nos caen muy bien. Yo creo que incluso algunos de los cortos no están tan mal. En los USA los ridiculizan los más listillos, pero yo no paso de echarme unas risas sanas y contar los que me encuentro por la calle. Y es que aquí lo tenemos peor: cada vez vemos más gente con el pelo a lo David Bisbal.