Panrico, además de ser un aforismo redundante, es una empresa de comestibles que quiere comerse el mundo. Es bien conocida su campaña de publicidad, con unos spots en los que sale un señor tipo mileurista de capital de comunidad, que mediante un discursito, nos intenta convencer de que no hay pan bimbo más tierno que el pan de molde fabricado por la empresa que le paga por fingir en la televisión. Convencerme no sé, pero su rollo sobre panes y culos tiernos como caras me acabó por alienar y ahora el clásico insulto “caraculo” me hace pensar en sándwiches. Así de grande es su influencia en nuestra sociedad.
Panrico ofrece una línea de bollería más artificial que I.A. de Steven Sielberg (más artificial que las interpretaciones de esa película*, quiero decir) bajo el nombre de “los Qé! De Panrico”, una serie de productos hipercarbohidratados, que entre tubos de hojaldre, gofres, napolitanas o unos triángulos tan grandes que tirados en una autovía harían descarrilar a un camión, deleitan el paladar del sector de la población más golosa: esa gente que no usa expresiones ridículas como “deleite para el paladaaaarrrrr”. Debería decir algo sobre lo de acortar las letras, el lenguaje sms, la juventud ni-ni y demás, pero como yo no soy tampoco perfecto, ni mucho menos un pedante relamido de institución, se lo dejo a otros. Dicen los rumores que si comes muchos bollos de esa línea serás tan guay como un americano. Los nutricionistas dicen lo mismo, pero cambiando guay, por gordo.
La entrada que nos ocupa** trata sobre los nuevos productos que acaban de sacar a la venta dentro de esa colección de Qé grasazas. Bueno, mentira. Los Qé Salaos llevan ya tanto tiempo en el mercado que hasta ni sale su anuncio en televisión, pero es que a provincias esos productos tan nuevos y especialitos, una de dos, o no llegan, o lo hacen 6 o 7 meses más tarde. Curiosamente, ese ratio de tardanza coincide con lo vago que puedo llegar a ser a la hora de redactar una entrada. Pero, lo dicho, una coincidencia.
Os presento, a buenas horas, los dos nuevos Qé Salaos, y los disecciono cual Doctor Herbert West, y ahora es cuando pilláis la referencia del título del artículo, eeeeeeeh, ¿a que sí? ¡Pero cuánto saben de cine los lectores!
Qé Salao Pizza & Go Yorkeso (y otras palabras colocadas al azar)
Con este, Panrico ha decidido tomar ejemplo e innovar a la Nintendo: coger conceptos inventados desde hace años y re-vendenderlos ahora como algo chachi, supermoderno y encarecido. Los que nos sabemos de memoria los podcasts viruetiles (y somos varios) descubrimos asombrados cómo las chorradas que salen de las bocas de nuestros colaboradores favoritos se convierten en palabras proféticas. Aquel grandioso himno de rock progresivo (ni Dream Zíater, ni hostias) “El Poder de la Pizza” que dedicaban aquellos músicos mercenarios panchitos que se hacían pasar por las tortugas ninja, hacía gala de unas letras que enaltecían tanto la pizza, que hasta fría estaba rica para ellos. Quién sabe si el podcast llegó a los oídos de algún Directivo de marketing o Chef Creativo o Dr. Fronkostin (comosellame el puesto que desempeña el encargado de decidir que nuevas guarrerías se sacan al mercado). En cualquier caso, este Qé Yorkeso se caracteriza por no ser ni más ni menos que una PUTA PIZZA FRIA. Al parecer no habrían hecho caso a la parte en la que se oye a Jon diciendo, con sabiduría, “Aaaaaagh, qué ascazo”.
En honor a la verdad (pero honor samurái japonés, el mejor de los honores), pues no está nada mal el invento. Cumple muy bien su cometido, que no es el de nutrir sino el de calmar la gusa mañanera mientras vas de camino al curro a la próxima entrevista de trabajo que no vas a superar (Virucom a la última con las realidades sociales). Siempre se critica la comida precocinada frente a la artesanal diciendo que “no sale igual, siempre peor”. Panrico emula perfectamente el sabor de la pizza artesanal, como hecha en casa… y abandonada en la balda de la nevera durante el fin de semana. Perfecta para desayunos de emergencia.
No podemos acusarles de engañar al consumidor. En el spot sale el producto personificado en forma de monigote cgi, encima de una mesa de restaurante italiano. Esta representación es una constante en los anuncios de los Qé, los productos tienen una personalidad que inspira urbanidad, modernismo y vanguardia capitalista (como Pull& Bear sus camisetas de Sonic). Esta vez optaron por un enfoque más macarrilla, apelando a ese público target que se identifica con la defensora de Justin Biever (vuestra hermana pequeña, no lo olvideis) . El monigote lo explica todo con su frase y sus acciones. Está cansado de esperar en la mesa el restaurante. A saber cuántas horas se ha tirado ahí encima, esperando a que el camarero termine de fumarse el cigarrito y de holgazanear, oculto en el pasillo que conecta el comedor con las cocinas. Panrico prepara bandejas de pizza enormes, las deja en el aparcamiento de los camiones de transporte una tarde entera, y luego las envasa. Directas a nuestros establecimientos favoritos (entendiendo por “favorito”, el que nos caiga más a cerca en determinado momento).
He estado apunto de no poner link a youtube, porque luego nunca me envían nada en agradecimiento por la publicidad. No me salió bien la jugada en aquella entrada del infame anuncio de huevos kínder. Yo creí que me enviarían tantos miles de huevos de chocolate gratis como para llenar un estadio de fútbol. No me los iba a comer, pero me hacía ilusión eso, llenar un estadio de huevos como en la versión americana aborto americano de Godzilla.
Qé Napolitana más marrana (con Alvaro Vitali y Lino Banfi)
Las fotos pueden describir la repugnante sensación que asoló mi boca cuando hinqué el diente en el único mordisco que recibió de mí la Qé Napolitana. Espero que las fotos puedan transmitir con la misma intensidad que esas tan famosas de la National Chocapic Geographic en las que sacan miserias humanas.
A mí no me gusta que me echen alpiste en las comidas, porque es precisamente lo que parece esa capa con la que han sazonado la parte superior de la napolitana. Estaré cabreado, pero no soy un angry bird (por cierto, coñazo de juego tras cinco fases).
Bastante duro es el mal trago que tienes que soportar al no encontrar chocolate dentro de una napolitana, elementos que son inseparables. No contentos con cambiar el ingrediente principal que va asociado al dulce, encima nos racanean con el jamón y el queso. En vez de incluir aunque sea un par de lonchas de cada uno, deciden reciclar los restos de “taquitos” que sobran de las Qé Pizza y escupirlos dentro del “bujero” que veis arriba. ¿Y cuál es el resultado? Con mi colección de herramientas de cirujano patrocinadas por el Doctor Black Jack (o eso decía el anuncio de eBay), diseccioné la napolitana, ignorante de los horrores que pudiera encontrar dentro de sus tripas.
Si esto fuera un relato de Lovecraft ahora soltaría un par de párrafos gordos de paja argumental contando el quebranto psicológico que es mi psique tras tan traumática experiencia. Como no es el caso… ¿PERO QUÉ MIERDA INTERECONÓMICA ES ESTA? ¿Dónde están esos cuadraditos tan chulos que salen en el envoltorio? ¿Qué es ese pus blanco en el que naufragan esos pedazos deformes de carne rosada? El Chef Ramsay se haría el harakiri gastrointestinal con un cuchillo para untar si tuviera semejante engendro frente a los ojos.
Qé Napolitana. ¿Veredicto? Mierda pinchada en un palo, pero encima sin el palo. ¿Sentencia? Muerte por kiki. Pero kikis con Leticia Sabater.
En cuanto a probar el experimento de calentar las guarreridas en horno o en microondas, opción que nos aconsejan en el envoltorio, los resultados no son muy jugosos precisamente. La Qé Pizza calentada te deja con la misma impresión de cuando te arriesgas a pillar una pizza o una hamburguesa envasada de una vending machine o máquinas expendedoras de comida precocinada y descubres que saben a cartón mojado. Y la napolitana no me he atrevido a intentarlo siquiera. Si compro una vez ha sido por su culpa. Si comprase una segunda, ya sería mío el error.
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Qé Caña Lemon Obsession (Con ese nombre, ¿tiene sabor a colonia Calvin Klein?)
En el tiempo que no me ha vagado a sacar este artículo, a Panrico le ha dado tiempo a sacar otro PoQémon para la colección. Un nuevo sabor para la gama de cañas.
Descubrí el nuevo producto gracias a que vi de lejos su envoltorio. Un envase entre amarillo pixelado y verde fosforescente como de liquido re-animador (ahí os cuelo otra referencia). La verdad sea dicha: La presentación de los diferentes Qé es bastante agradable para la vista e invitan a agarrarlos de los estantes del supermercado. Ahora sí, la sensación de agrado puede ser diametralmente opuesta en cuanto nuestros ojos se posen en la etiqueta con el precio. La relación cantidad/precio suele desequilibrar en según que qé’s. No me refiero al infame humorista con voz de travelo, sino a la Qé Magdalena aquella que anunciaban a lo Qé-pús-culo. ¡Una mierdina por dos euros y pico! Que se las metan en la boqui-abierta de la actriz que encarna a Bella (el nombre del personaje es pura ironía fina).
Para el sabor han optado por recurrir a las cubiertas coloristas de sabores cítricos, muy propias de los Dunkin Donuts o los Rosco Kings (esos donuts y berlinas sabor manzana o naranja, disimulando la bollería industrial con el chorrete de pseudo-fruta derretida por encima). Un sabor de limón muy suave, nada de caramelo ácido, que está bastante rico combinado con la típica crema de las cañas. Es como tomarte un magnum de limón que se ha derretido. Espero que la empresa siga por este camino ofreciendo sabores nuevos y exóticos. Ya han gastado todas las balas de la recámara «Combinaciones de chocolate normal y blanco». Aunque yo estoy esperando unos canutos o napolitanas rellenas de crema, pero de leche, como aquella de los bollicaos de… eso, de leche. Pero relleno, nada de cubierta, que luego casi no sabe.
Sí. Esas cosas. Yo las he visto. Vosotros las estáis viendo. ¿Que demonios son esos granos amarillos? ¿Maíz? Sea lo que sea, os di ya que no se trata de qe el sabor de limón este concentrado en esos grumos. No crujen. Y procurando comerlos aparte, descubro son blandurrios y no saben a nada. Así que su función parece ser meramente decorativa, para diferenciar la caña de la otras bañadas en chocolte blanco, digo yo. Supongo que es como las hamburguesas, que sin esas semillas esparcidas por encima del pan, sólo es un bocadillo. No sé. Le preguntaría a Ferrán Adrián, pero me borró de facebook, cuando le dí a «Me guzta» a la página de Burger King, y se ofendió.
Que disfruten ustedes con estos comestibles si pueden. Pero cuidado, cuiden la dieta. No les vaya a dar un ata-qé al corazón!
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*Lector, responde al Trivial Oficial de Virucom: ¿Cómo se llama el actor protagonista que hace de niño robot en Inteligencia Artificial? Exacto, la única respuesta correcta es “El niño del Sexto Sentido”.
**En cualquier caso el que está ocupado con escribir tonterías soy yo. Tó el merito pá mí, ale.
¡Genial entrada! XDDD
Nunca he entendido el anuncio de Panrico protagonizado por un imitador de José Corbacho (!) ¿Tan alto es el caché del humorista-director? ¿Por qué tiene un imitador? ¿Era tan imprescindible que el protagonista fuera Corbacho? ¿Qué nos quieren decir? :p
Y para discutir sobre Inteligencia artificial os podeis pasar por aquí http://crisei.blogalia.com/historias/70155 XDD
¡¡Por fin un sitio donde podemos hablar del caraculo de panrico!!
Efectivamente, yo también aprecio que buscan premeditadamente a un Corbacho. Que parezca el de verdad. Como esos anuncios cutres entre la publicidad de House en que sale un tío desenfocado y lejano, con barba de tres días, cojeando con un bastón, y doblado por el actor que le pone la voz al médico de la tele. Un Corbacho de pega, para hacer pensar al espectador que es el auténtico. Tampoco entiendo porqué era no contrataron al auténtico, pero sí entiendo porqué era tan imprescindible. Porque querían a alguien con cara de culo, para que cuando te soltara el discursito del culo tierno como la cara, pensaras «tú si que tienes cara de culo». Eso es todo, buscar una fuerte impresión en el espectador que no pase desapercibida. El producto es secundario, lo importante es que recuerdes al caraculo.
Joder yo creía que era José Corbacho :O ,de verdad. Entonces el anuncio es aún si cabe más mierda por poner un tío tan gañán ahí.
Creo que el meter gente «normal» tiene un efecto contraproducente en la publicidad.
Queremos ver gente guapa y decir:»Yo compro esto, soy como ellos», no gañanes que nos devuelven a la gris realidad, jaja.
Lo de Lemon Obsession más bien suena a Radical
Esos anuncios molones
Ayyy con la penica que me daban las pobres frutas siendo trituradas, especiálmente el limón paranoico en la consulta X)
Vale, «ña compresa de una mujer zombi».
Ya no voy a poder volver a comer Pizza en mi vida, muchas gracias XD.
Yo soy adicto a estas pizzas. Ahora han sacaso la de sabor barbacoa, pero es asquerosa porque lleva maíz. De hecho en la tienda donde las compra habitualmente, las de barbacoa han dejado de traerlas. Pero las de jamón y queso, muy ricas. Las napolitanas, son un poco asquerosas.
Nadie mas ve la influencia de los niños de San Ildefonso fumados que salen en Calico;en los cgi de las pizzas?Que modernos estos publicistas….
Ya que sacas el tema, yo tengo muchas ganas de leer algún artículo sobre Cálico, el Nikodemo: Su auge y su estrepitosa caida. Un artículo pesimista, de alguien de dentro del equipo de aquella gente. Me imagino al Niko en plan tiburón empresarial super-ambicioso. Y que se mencione la gran clave de por qué se vino abajo todo el tinglado: Ya en la segunda temporada que hicieron demostraron no poca quemazón de ideas, y ya empezaban a autoreferenciarse. De Huerfanos mejor ni hablar.
¿Segunda temporada? Dirás segundo episodio.
Me sumo a la petición de un artículo-destroyer sobre Cálico: «auge y caída del Imperio Nikodemo». Y con muchos trapos sucios.
ERES GRANDE!!!
Yo perdí mucha pasta y las ganas de comer más cuernos de chocolate, cuando después de haberme comido un buen cacho me dio por ser buena samaritana y partirlo por la mitad para compartirlo…
…y allí en el hueco vivía la Wincy Wincy Araña esa de los Cantajuegos (eso si que come el tarro cosa mala) y tenía una preciosa tela por todo el hueco del corazón del bollo. Lo tiré y vomité hasta los higadillos en lugar de denunciar, finolis que es una oiga, ahora sé que tenía que haber denunciado y que la pota se la podía haber untado en una de sus pizzas frías que no se iba a notar.
Me mataste con lo de la compresa de la zombie. 🙂
PLAS, PLAS, PLAS, lo dicho: eres GRANDEEE
Ya no saben que inventar. La rivalidad Bimbo- Panrico en hacer el ridículo no conoce límites. Solo falta un duelo de espadas láser entre los repartidores.
Que cabritos los de Panrico. Nos quieren engañar con la nostalgia: & Go, Yorkeso, y Lemon Obsession (Radical Fruit Company) Viru ¿tendrás un seguro para colaboradores e indigestiones?
Joder que ascazo me ha dado la autopsia de la napolitana :S
Como aporte personal decir que las pizzas que mas me han viciado últimamente son la de IKEA. ¡Riquísimas! Y encima meriendas por dos duros.
Yo ayer cene en el Taco Bell de la Vaguada por 6,95 euros la Super Caja Mágica, 100% mierda y colesterol pero de vez en cuando no pasa nada.
Eso sí, muy rica.
Faltan las Qe! palmeras. Para mí las palmeras siempre han sido de hojaldre.
El artículo es genial
Sí, sí, mucho Reanimator, pero la mejor referencia del artículo es la del pedante relamido de institución.
La lectura me ha dado ganas de comer las tres cosas. Era la idea, ¿no?
Aprovecho este artículo para CAGARME EN LAS PALMERAS QE! Son repugnantes, blandorra, con testura a corcho y sabor a calcentín sudao.
Felicidades a Akatsuko por el artículo! Yo de momento no me he atrevido a probar ninguno de estos. Lo del seguro para colaboradores no es mala idea.
Terribles, sí señor, las Qe.
Por cierto la mejor palmera no industrial consumida por mi, fue una de la estación de autobuses de Talavera de la Reina. Y no me tiro el pisto que cada ciudad que visito conlleva una palmera.
Talavera de la Reina lugar de peregrinación, después de Mataró (y su Pegaso)
Pues al lado de la estación de autobuses de Burgos, venden unas palmeras de chocolate con nata, que las prefiero a follar con culaquier vulgar ramera…
En Sevilla este mismo verano de vacaciones he comido unas palmeras recubiertas de yema de huevo y azucar que eran crema pura, lastima que mis arterias jamás volverán a ser las mismas.
He de admitir que a mi me gustan las palmeras Qé si las he metido previamente en el frigorifico.
macho as echo un esfuerzo sobre humano comiendo esas cosas…………puff que mal momento abras pasado . te compadezco.el proximo alimento de riesgo un plato de acelgas
¡Ostras que arte tienes escribiendo, jodio!
Despues de esto me pongo el popurri de anuncios de Louloquio y palmo de risa aqui mismo.
¡Un saludo y a seguir usando las teclas como puñales!
Los dulces de Q! aquí en Sevilla por lo menos antes eran marca Bollylandia, y estaban muy buenos. Desde que los cogió Panrico y sacó la mierda esa de Q! son una puta basura. De hecho tengo un amigo que trabaja en la fábrica de Panrico (que antes era Bollylandia) y me ha contado que desde que cambió de dueño también cambiaron los ingredientes y las masas para abaratar costes y ahora es una puta porquería, además de que han disminuido los tamaños y han subido el precio. Viva Bollylandia y muerte a Panrico!!
Aquí en Málaga se dice que desde que se llevaron la fábrica de Málaga a Sevilla, los donuts son una mierda.
que obsesion con la capital…..
La verdad es que suena más a eso que otra cosa. Yo no noté el cambio, pero ahí lo dejo
Pero si la fábrica lleva aquí en Sevilla décadas, lo único que cambió fue de nombre y de dueños.
Es verdad, antes estaban mucho mas buenos, desde que en la bollería industrial usan plástico marrón en lugar de chocolate no hay quien se la coma.
Genial artículo. A mi el anuncio de Panrico del mileurista me da asco. «El culo tierno como la cara», joder, no se me ocurre nada menos inspirado y más burdo. Eso si que es cagar una frase. Y además el actor que tiene una pinta de, no se, votante medio del PCE.
Respecto a los productos en sí, veo como todas las napolitanas envasadas tienen el mísmo puñetero problema. Escatíman en el relleno y cuando lo abres no es más que una plasta de aspecto desagradable.
A mí desde luego con ese eslogan lo único que consiguen es que me den arcadas y le pille asco al pan de molde. Eso de comerme culos como caras o caras como culos y encima con un tío invitándome a ello como que me da un poco de cosa XD
Si por lo menos el anuncio lo hiciera, yo qué sé…Mónica Bellucci (O Brad Pitt, para que todo el mundo esté contento), pero han tenido que poner a un tipo con una pinta de garbancero que tira para atrás
«Cara de votante medio del PCE»… Me fascina esta frase. ¿Como hemos pasado de Iván Drago en los 80 a este caraculo como icono viviente de los malvados comunistas?
wally week te exo de menos en los podcast y armandbot..pero sobretodo a ti!!!! joder q ascazo de «comida» que daño esta haciendo la crisis va ser verdad…un saludo Akatsuko, el articulo es genial como siempre. 🙂
All the boys love Marta Medina
y la puta mierda de bollycao bombon nuevo que en vez de chocolate cubriendolo el chocolate es esponjoso y no sabe a nada. que vuelva el que venia envuelto en papel dorado!!!!!!!!
No las he probado, pero estoy totalmente de acuerdo con tu articulo excepto por una cosa. ANGRY BIRDS ES DIOS y no aburre!
qué cara de cerdo tiene el hijo de puta.
Yo al tipo del pan tierno «culo como la cara» le veo como una suerte de seguidor del doctor loco de Human Centipede, «The Panrico Centipede»
Genial artículo como acostumbra señor Akatsuko, es usted un fenómeno
Bueno, digamos que no es sino uno mas de los intentos fallidos de Panrico por actualizar su ya anticuado catalogo donde aun se mantienen vivos los donuts y los bollicaos con cierta (y rancia) fama.
Trabajé tres años como repartidor en esta empresa, y por suerte o por desgracia conozco bien las artes de esta multinacional.
Por regla general acostumbraba a llegar sobre las cuatro y media de la madrugada y me desayunaba un donut fresco de los que acababan de descargar hacía una hora antes, casi casi recien salido de «fabrica».
Confieso que lo hacía aun cuando me confesaron los empleados mas veteranos que todo lo que se recogía como producto caducado, entiéndase el «fresco» y envasado de caducidad reducida entraba de nuevo en fábrica para formar parte de la masa de la que salía la siguiente «hornada» de productos «frescos», algo que por volumen de devolución me intuía. Por suerte, y para quitarle hierro al asunto me comentaban tambien que el pan de molde caducado (duro) se usaba para la alimentación de animales de granja, como si eso fuera un alivio para mis remordimientos.
Con todo, durante mi período en esta empresa no dejaron de pifiarla quitando y poniendo productos al «buen» criterio de vaya usted a saber que responsables de marketing.
En aquellos tiempos pasaron por mis manos los bollicaos bombon, que estaban bien buenos, y los dejaron de hacer. Los aberrantes bollicaos crunchi, que dejaban en el paladar la sensación de mordisquear arena de playa, que duraron un suspiro. No contentos sacaron al poco los donetes crunchi, con el mismo resultado lamentable. Eso sí, tuvieron un acierto, el bollicao de leche, que por lo que sé aun se fabrica, corrijanme…
Y por último, si notan que el sabor de los donuts frescos a cambiado, es simplemente porque antes llegaban tal cual, frescos, y actualmente llegan congelados a las naves, imagino que para alargar su ya corta y tierna vida. Palabras de excompañeros de trabajo oigan.
Y aun así de vez en cuando me como un par de donuts, eso sí, de marca Carrefour…
Saludos!
¿Soy la unica que encuentra un inquietante parecido entre el tio de Panrico y un osazo de Chueca?¿y ademas diciendo que te va a poner la cara igual que el culo de tierna o algo asi?. En el nuevo anuncio sale con un gorro de panadero ….¿que os apostais a que en el siguiente anuncio de Panrico sale vestido de obrero de la construccion, policia o similar?
Village People Rules The World…
Una vez más se confirma aquello de «la ignorancia es la felicidad». Porque menudas historias para no dormir (para no comer) que salen a relucir cuando se da la oportunidad. Cuanto menos sepamos de las pesadillas en las cocinas, mejor. Que nuestro estómago lo sufra en silencio. Hay que joerse con Panrico, glups!
no habia una serie de televisión que en uno de los capitulos decia «el culo en la cara» en la primera cita, no se si seria friends.
Yo sí he notado que los últimos triángulos de chocolate que he comido, no recuerdo si eran los Q o qué otra marca, sabían a zapatilla. Chocolate como de plástico, correoso y sin sabor.
Yo no me fio de Panrico, su dueño (el Sr. Panrico) es poseedor de una extensa (extensisima) finca en mi pueblo, y en el medio, edifico hace años una piramide con una cima de cristal a la que todo el mundo en el pueblo llama, de un modo no muy original «La piramide del Panrico». Cualquiera con dos dedos de frente es capaz de darse cuenta que un millonario que construye piramides de cristal no planea nada bueno, y solo se me ocurre que por cada quilo de bolleria que vende, la piramide se va llenado de energia mistica para:
A) Invocar a Hastur el inombrable.
B) Recargar el cubo cosmico.
C) Transformarse en Dragon Athasiano.
Mucho ojo con la bolleria, que el Panrico puede acabar dejandonos el culo tan blando como la cara…
Me postro ante sus pies señor Snake!
Pueees… Muchas gracias caballero, pero, ¿por que exactamente?.
Hace años que no pruebo bollería industrial, la dejé.. y me quedé en la época de la palmera de chocolate…
Joder, qué grima dan todos estos productos.
Le felicito por su constancia y entereza, pero luego no venga aquí a restregarnos por la cara su estilo de vida saludable a los demás, hombreyapordios.
Perplejo estoy ante la oportunidad desaprovechada: un producto que se llama Qé Salao! y no hacen un anuncio con una napolitana andaluza contando chistes con más grasia y arte que nadie en España y olé.
Lo extraño es que las pizzas no canten en una góndola veneciana con el Coliseo y la Torre de Pisa de fondo, todo a la vez…
¿Paz Padilla por ejemplo…? Si el otro se parecía al Corbacho.
Diooooosssss… Por un momento he pensado en Paz Padilla hablando de comer culos. O en algo peor: El culo de Paz Padilla en la cara de Corbacho. Un abismo de oscuridad se ha abierto ante mi
Si de culos en la cara (o viceversa) hablamos no puede faltar una referencia a «Society». Estoy enganchado a comerme una o dos hamburguesas cuando vuelvo de fiesta con la gumia a casa en una de esas máquinas de comida caliente. Horripilantes, pero no puedo dejar de comerlas. Y como purgante mano de santo.
SInceramente, el post este es genial.
Lo de la compresa me ha matado, tanto de risa y me ha quitado las ganas de comer Qe de pizza hasta que llegue el apocalipsis nuclear.
Es increíble que los de Panrico tengan esa imagen del español medio. Los de marketin podrían salir algo a la calle, últmamente los anuncios se petan de niños bailando rock en monopatines y madres «reales» adictas a comprobar la eficacia de los detergentes.
Y una cosa… ¿NADIE dice nada sobre el capullo que pilla la pizza al final del restaurante, la cara de «gusto» que pone?
Muy bueno el artículo. Desde luego, si alguna vez tuve dudas de probar dichas abominaciones, las he despejado todas, gracias.
Concho, el veteranazo Adsodmelk! Qué honorazo! Un saludo! 🙂
Qué ascazo, madre mía! los primeros planos me han recordado el libro de postillas o depósitos de pus que ví el otro día, la caña Lemon es como el de la amigdalitis bacteriana ¡Qué inspiración! ¡Qué buen guano! Un saludo, viru.
César
Gran artículo, akatsuko, grande. Un saludo
Gracias por el artículo Akatsuko, me has evitado cualquier tentación que pudiera tener de probar estas mierdas.
Buenísimo artículo!
No sé si ya os lo habrán propuesto, pero tenéis que hacer un análisis del anuncio de las Natillas con Oreo, que no tiene desperdicio. Sí, hombre, el del gilipollas ese vestido a lo pressing catch (o como se diga) diciendo ‘cruje tu rutinaaaaa’ y se empieza a cargar el cuarto de un púber ante su mirada extasiada.
Viruete dijo hace poco, muy acertadamente, que las máscaras de lucha libre mexicanas estaban pasadísimas de moda. Eso lo dice todo de la dichosa campaña publicitaria.
Por cierto, timorrata total lo de las natillas con trozos de oreo/chipsahoi. De precio, cantidad y sensación de sabor en la boca.
Además ese anuncio, es un plagio de unos anuncios de matutano que realizó Dani Moreno para un concurso.
Pero si, me cago en todo aquél que reivindique una mascara de esas.
Esta página nunca decepciona: enhorabuena por el artículo y por los comentarios, que tb son de traca.
=)
Pero… ¿soy la única a la que le gusta el tono del anuncio, el pseudoCorbacho (a lo mejor es su hermano bastardo) y que digan «culo» en la tele?
XD
Genial artículo, sobre todo por la referencia a «Chowder»: pensaba que yo era la única persona adulta que gustaba de esa serie de dibujos. Ya veo que no.
Un saludo.
Sí, a mí me encanta 😀 . Más que Bob Esponja, por ejemplo: me rio con Patricio nada más, pero con Chowder, me parto hasta con la colección de secundarios absurdos y aleatorios que van apareciendo. La patrulla de policía es delirante, y eso es sólo un ejemplo entre muchos.
Creo que este artículo va a provocar un fuerte descenso en los beneficios de Panrico de este año.
«La compresa de una mujer zombi». ¡¡JUA, JUA!!, ¡ay, Dios, qué bueno!
Lo de Panrico viene poel padre de la criatura : Panificio Rivera Costafreda
y no es coña.
señor, me ha echo soltar una sonada carcajada a estas alturas de la noche.
A mi la que me gusta es esa Qe nueva toda ella de chocolate. Coresterol por un tubo pero no veas como está.
Joder deberían colgar al que escribió/autorizó ese anuncio. Cuando lo vi no me lo podía creer. ¿La palabra «culo» en un anuncio de comida? ¿Estamos de coña o que? Ya puestos, que digan «muerte» en los anuncios de coches, «asfixia» en los de colonia y «sodomía» en los de laxantes, no te jode.
A mi la frase de con Panrico tendras siempre la cara tan tierna como el culo, o algo asi, ciertamente me mata.
De los qe salaos, solo de verlos me da asco, no lo toco ni con un palo, la caña de limon tiene mejor pinta pese a sus granos purulentos.
Yo este verano eh pillado Donus de lima limon,la verdad es que por poco vomito,nada que ver con aquellos de frutas del bosque en plan Panterita rosa.
De entre todas estas guarrerias me quedo con el Sunny de piña colada y el de fresa y mora,sencillamente fantastico.
Con la foto en la que abres y muestras el contenido de la napolitana, me he hecho una paja. Lo confieso.
la verdad es que ya solo los seres del anuncio me dan asco.
Maldita sea, en estos artículos hay que poner un NSFW al principio, porque casi me ahogo conteniendo las carcajadas en la oficina.
Los comentarios son tan brillantes como el articulo, y el articulo ya es muy bueno.
De los productos estos, desde que descubrí que los hacen con los restos de los restos de los restos, no me acerco a ellos ni por recomendación del médico. Y mas teniendo unas panaderías artesanas (tierra de campos en valladolid, donde la harina sobra) que hacen unas napolitanas y demás cosas ricas, que por 1 euro infartas de lo buenas que están, y de la cantidad que comes.
Pero si además quieren ustedes sufrir una muerte lenta y dolorosa, prueben las nuevas lays finalistas de sabor: ¡¡¡GAMBAS AL AJILLO!!! ¿Como puede ESO llegar a ser sabor finalista? Solo se me ocurre que los miembros del jurado sean zombies, o que directamente no tengan sistema nervioso con el que procesar las convulsiones de sus papilas gustativas.
En serio, ascazo supremo. El problema es que SI saben a gambas al ajillo. Lo cual no pega con unas patatas fritas ni queriendo. Solo se me ocurre un sabor peor: Mejillones al vapor.
En el caso de Walkers, la versión inglesa de las Lays ganó el sabor «English Breakfast» o algo así; judías, huevos, tostadas…
Me ha gustado mucho. Lo esaba releyendo, y he caído en que, sin querer pecar de puntilloso, pero probablemente haciéndolo, pecar, digo, las napolitanas de jamón y queso llevan mucho tiempo entre nosotros. Tanto que ya no asocio a este bollo el chocolate como sabor exclusivo. Gracias.