Chewbacca: Aaaaaaaaaaaaaaaarrrgh!
C-3PO: El movimiento es correcto. Quejarte no te va a ayudar.
Han Solo: Déjale ganar. No es inteligente hacer enfadar a un wookie.
C-3PO: Pero señor, a nadie le preocupa hacer enfadar a un androide.
Han Solo: Eso es porque los androides no arrancan los brazos de la gente cuando pierden. Los wookies lo hacen.
Chewbacca: Grrf.
C-3PO: Ya veo, señor. Te sugiero una nueva estrategia, R2: deja ganar al wookie.
Vamos a adentrarnos una vez más en el mundillo de los juegos de tablero para comentar unos cuantos ejemplos de juegos que pertenecen a una categoría muy especial: la de los juegos que sacan de quicio, aquellos que, por algún tipo de oscuro y siniestro poder, quizá producto de un pacto del diseñador para tener éxito con ellos, causan divorcios, tragedias familiares, matanzas entre tribus y guerras entre naciones. Vamos a adentrarnos en el mundillo de juegos que, independientemente de su factor de diversión, alcanzan las más altas cotas del factor de puteo y causan traumas, odio, rencor y mucho, mucho trabajo para los dentistas. Valgan estos ejemplos.
Los Colonos de Catán. La Isla del Odio.
Me ha resultado difícil decidir por dónde empezar pero creo que era obligado hacerlo por aquel más incospicuo, el de pinta más inocente. Cualquiera mínimamente familiarizado con los eurojuegos conocerá los Colonos de Catán y su mecanismo, un simple juego de formar la colonia más exitosa en la isla de Catán explotando sus recursos de la forma más eficiente. Nada de orcos, naves espaciales, tanques… lo más agresivo del juego son los soldados y esos son bastante pasivos, porque sólo sirven para mover al ladrón y una vez lo haces ya no sirven para nada. Pero el mal anida en las mecánicas de este juego.
Uno de los elementos principales del juego es la gestión de los recursos en forma de cartas. La cosecha de cada turno es desigual (se obtiene tirando dos dados y recogiendo cartas de los recursos que ocupen las parcelas con los discos que tengan ese número: lana de los prados, piedra de las canteras, etc.) y hay que manejarse con lo que hay. Los recursos serán invertidos en una fase posterior para adquirir nuevos asentamientos para la colonia, mejorar éstos a ciudades, construir carreteras y demás. Pero entre medias viene la fase de comercio. El comercio, pilar de nuestra sociedad, el libre y justo intercambio de bienes y/o servicios para cubrir las necesidades mutuas… y una oportunidad de ser el mayor hijo de puta sobre la faz de este planeta.
Es cierto que, para evitar que otro jugador se adelante en la partida, hay que ser estricto a la hora de comerciar pero no hay ninguna duda de que en el momento en que te piden cuatro recursos de un tipo por uno de otro te identificas con Jack Nicholson en el Resplandor. Además, nada evita que los jugadores sean especialmente rastreros y marginen a un jugador o que siempre vayan a cuchillo en el comercio de los recursos. Catán no es una isla de inocencia. Curiosamente, el diseñador de los Colonos de Catán, Klaus Teuber, es protesista dental. ¿A que ahora lo del crujir de dientes os parece más deliberado?
Scrabble. Con la R, Rencor.
El juego de las palabras cruzadas y, probablemente, origen de las Cruzadas por una partida que le ganó Saladino a Ricardo Corazón de León con Egagrópila y que este último insistía en que era una palabra ficticia. El mecanismo del Scrabble, para aquellos Amish, náufragos de la SGM y visitantes de universos paralelos sin juegos de mesa, es simple: un saco con fichas correspondientes a letras con frecuencias diferentes y que se emplean para formar palabras sobre las casillas del tablero, puntuando más según la rareza de la letra y casillas de bonificaciones especiales.
El origen del mal en el caso del Scrabble surge de las disputas respecto a qué palabras unos jugadores consideran válidas y cuáles no. Los roces respecto a la existencia de algunas de ellas o cómo se deletrean hacen que este juego haya sido el origen de algún que otro divorcio y de rencores familiares que vayan ustedes a reirse de lo de la herencia de la finca del abuelo Antonio en Valdejarillas del Páramo.
Desde aquí, abogando por la paz universal (o algo), recomendamos que, si se atreven a abrir la caja de este engendro nefando cuyas fichas, en el orden correcto, sabemos que forman una invocación a Cthulhu, usen un diccionario elegido por consenso.
Junta. Fidel Castro es un aficionado.
A la mayoría no les va a sonar mucho pero este juego es una de las mejores producciones de West End Games, que tenía la licencia original de Star Wars para juego de Rol y publicaba también Paranoia (grandísimo juego). Tuvo incluso su edición en español por Borrás y es un juego sorprendente para su momento debido a que siendo temático sus reglas no resultaban complejas y reflejaban la política de una república bananera de una forma ciertamente cómica y bastante sutil.
Los jugadores representan familias de poderosos de la República de las Bananas que se reparten los votos de los diferentes poderes fácticos y grupos de importancia (sindicalistas, conservadores, estudiantes, nazis refugiados…) con los que elegirán a «el Presidente» (sic), que será el encargado de repartir los cargos de importancia del gobierno (generales del ejército, almirante, general de la fuerza aérea y ministro del interior) y, lo que es más importante, el fondo de ayuda extranjera que llegará cada año. Es, naturalmente, este fondo lo que hará que los jugadores entren a bregar por el poder negociando en secreto entre ellos, pagando asesinos a sueldo para «jubilar» al presidente actual o a otros jugadores y fomentar excusas para dar un golpe de estado con el que cambiar el status quo. O no.
Para cualquiera con un mínimo de imaginación, la descripción que he dado aquí encima será suficiente para imaginarse el rato largo de puñaladas traperas, conjuras, venganzas y resentimientos que les espera. Es, sin duda, uno de los motores de odio más reconocidos que se han creado jamás y, desde luego, es un bombazo de juego (que, desafortunadamente, requiere cinco personas o más para funcionar).
Bridge. Un buen pretexto para asesinar a alguien.
Si bien el poker, por su fama de juego de apuestas en la dura frontera del Far West tiene una bien ganada fama de inducir a peleas, mesas volcadas, botellas de whisky volando, cuchilladas y tiroteos, buena parte de eso tiene que ver con las trampas y fullerías de los tahures. El Bridge, por otra parte, se juega por parejas y, como tal, ha sido considerado juego de matrimonios durante largo tiempo. Un pasatiempo para gente aburrida.
Quizás. Hasta que tu pareja es un/a lerdo/a y decides divorciarte o pegarle unos cuantos tiros. Para los no angloparlantes: los señores John y Myrtle Bennett, de Kansas City y buena familia, invitaron a sus amigos los Hofman a una partida de bridge amistosa. Los Bennett estaban machacando a los Hofman hasta que en determinado momento, el señor Bennett siguió una mano iniciada por su mujer de forma tan lamentable que se desencadenó una discusión bastante agitada que escaló hasta el punto en que el señor Bennett empezó a abofetear a su esposa para terminarla, lo que sólo sirvió para que ésta comenzase a poner en duda su valía por recurrir a la violencia. John Bennett decidió que se marcharía abandonando a su mujer, mientras los Hofman intentaban cambiar de aires discretamente.
La señora Bennett, ofendida, indignada y furiosa a más no poder, decidió que el curso de acción era claro y tomó el revolver cargado de su madre, en cuyo amplio apartamento vivían. El señor Hofman, que decidió volver a ver a Bennett para decirle un par de cosas, llegó a tiempo de ver a la señora Bennett armada. John Bennett, viendo la que se le venía encima, decidió encerrarse en el cuarto de baño, lo que no disuadió a su mujer de disparar un par de veces a través de la puerta. El marido usó otra para salir del cuarto de baño a un pasillo e intentó salir por la puerta principal, momento en el que su señora le pegó unos cuantos tiros con mejor suerte, y puntería, que en la ocasión anterior.
Myrtle Bennett fue llevada a juicio acusada de asesinato en primer grado. Y salió absuelta, dando lugar a una forma de divorcio exprés por cláusula de violencia doméstica que quizás pronto se ponga de moda en España, amigos.
Efectivamente, hay pocas cosas más desesperantes en un juego de apuestas de este tipo que tener un compañero muñón que juegue sin ningún tipo de control. Naturalmente, lo aplicable al caso del Bridge es también válido para el caso de otros juegos, como el Tichu, por eso es importante saber cómo es tu pareja de juego (o llevar chaleco antibalas, si el muñón eres tú).
La Caída de Pompeya. Hay que calmar al volcán y te ha tocado a tí.
Éste sencillo juego es uno de los mejores euros que hay. Tiene dos fases principales: en la primera, por turnos, los jugadores colocan sus habitantes de Pompeya jugando unas cartas y tratando de escoger las mejores localizaciones (las próximas a las puertas de la ciudad), sacrificando, cuando aparece una carta de Presagio, alguno de los habitantes de la ciudad al volcán; en la segunda fase, el volcán entra en erupción y la lava va cubriendo los espacios de la ciudad progresivamente, de modo que los jugadores, después de sacar y colocar un par de losetas de lava, mueven a sus habitantes para salir de najas lo más rápido que puedan. Naturalmente, ganará aquel con más bichos supervivientes y menos tostados al final de la partida.
La elección de los habitantes que serán sacrificados al volcán o dónde colocar las losetas hacen que este juego sea un favorito para hacer amigos e infundir sentimientos positivos en los demás. Una elección clara para los seguidores de los osos amorosos que asegurará horas de ternura, besos y abrazos. Como celebrar un Bar Mitzvah en la franja de Gaza.
Intrigue. Qué duro es colocar a la familia.
El Intrigue es un pequeño juego en el que cada jugador representa a un noble con una propiedad en la que hay cuatro plazas disponibles con sueldos crecientes. Igualmente, cada jugador dispone de una serie de familiares, dos miembros en cada una de las cuatro profesiones disponibles (médico, escribano, alquimista y sacerdote; vamos, lo normal como para tener que buscarles el trabajo…). El objetivo del juego es ser el que acaba con más dinero, lo que sólo se logra colocando a los familiares en los puestos mejor pagados. La gracia viene de que sólo un miembro de una profesión puede ocupar plaza en una propiedad, con lo que en los esfuerzos para colocar a todos los posibles se negocia con los demás jugadores de forma acorde a cómo están colocados o cómo se colocarán en el futuro a los familiares de los demás en la propiedad de uno.
No es tan complicado como parece, sólo es que los cuñados siempre son cuñados.
Los juegos de puteo al escoger a un pariente de un jugador sobre el de otro para poder colocar al propio en el futuro, echar a un familiar de un jugador para admitir al de otro y demás me han convencido de que Stephan Dorra, el creador de este juego, tiene que ser una mala persona. No hay otra explicación posible. Sólo alguien profundamente convencido de una maldad intrínseca en la humanidad puede llegar a diseñar un juego con unas mecánicas que inciten de tal modo a traicionar, engañar y ofuscar a los demás.
Wars of the Roses: York vs. Lancaster. Puteo shakesperiano.
Un recién llegado (se editó este año), este juego ambientado en las Guerras de las Rosas (la guerra civil discontínua de los ingleses a lo largo del siglo XV que a la larga nos daría a Enrique VIII, ese tio tan majo que ha servido como excusa para hacer la serie esa en que el Rhys-Meyers se folla cualquier cosa con tetas (que bueno es lo de las series históricas: legitimidad para enseñar tetas en prime time), refleja el conflicto de una forma más abstracta que hasta ahora convirtiendo lo que normalmente había sido un wargame en un juego de mayorías (un juego en el que se puntua más siendo el que tiene una mayoría de puntos de control o votos en las regiones) con un proceso de decisión oculta.
Independientemente de que sea un juego con unos valores de producción y un acabado auténticamente impresionante (tan discreto como los oracos de Mr. T, no nos engañemos), el mecanismo de planificación oculta da lugar a un buen montón de paranoia y planes sorpresa que dan donde más duelen. La cosa mejora, porque jugado a cuatro, su número ideal, se juega en equipo dos a dos pero no exactamente por parejas: cada equipo es una de las casas reales (los York o los Lancaster) y reciben puntos extra al ganar suficientes votos para coronar un rey de su casa pero siguen puntuando independientemente, lo que puede resultar en jugadas… interesantes.
Diplomacy. La Fuente del Mal.
La Primera Guerra Mundial empezó por dos cosas, el asesinato del Archiduque Francisco Fernando por un nacionalista serbio (que no descartamos que escuchase al grupo de música) y una maraña de alianzas secretas entre prácticamente todos los países que eran algo en Europa en aquella época. Aquella red de promesas, compromisos y lealtades entre los diferentes gobiernos se había gestado a lo largo del siglo anterior por intereses políticos que hoy nos llegan a parecer ridículos y, de hecho, la PGM probó que había muy poco que ganar y mucho que perder como resultado de enfrentamientos tan totales que no implicaban objetivos de adquisición de recursos ni materias primas (o lo que en historiografía seria se denomina «We did it for the lulz»*).
Los imperios, de resultas del sarao de la «Guerra para acabar con todas las guerras», se fueron a tomar por culo. La gracia del Diplomacia o Diplomacy es que refleja esa época de planes infalibles de una forma elegante y sencilla (con 20 reglas, más o menos) mediante la negociación directa, durante un tiempo prefijado, entre jugadores de las acciones que tomarán con sus ejércitos y sus flotas. Las acciones que se llevarán a cabo, sin embargo, se escriben sobre papel y se leen y llevan a cabo posteriormente, lo que muchas veces causa expresiones desencajadas, palidez súbita, blasfemias, amenazas de muerte… lo normal. La interdependencia entre los jugadores para poder salir adelante durante la partida y mejorar su posición se mezcla con la paranoia y la inseguridad respecto a los tratos y negociaciones que se han hecho. La sensación más clara no es «¿Me traicionarán?» sino «¿Cuándo me traicionarán?».
El Diplomacy es el origen de los juegos con mala intención. Es la fuente del Mal. No obstante, tiene una característica que lo redime ampliamente: es divertido. Es divertido meterse en el papel. Es divertida la tensión para intentar adivinar quién te la quiere jugar y cuándo lo hará. Es divertido planear cuándo será el mejor momento para dejar vendido a tu aliado del alma. Y es un juego que con unas reglas mínimas sólo pide motivación a sus siete jugadores (la mayoría de variantes para menos jugadores, debido a la distribución sobre el tablero, no funcionan tan bien).
Valgan estos juegos como ejemplos de que hay una corriente maligna, despiadada y cruel en este hobby. Ejemplos de juegos con puteo hay muchos más pero he escogido los que me han parecido, por experiencia directa o relatos de testigos, más convincentes o efectivos a la hora de generar malos sentimientos, aquellos que me han hecho torcer el gesto y echar bilis pero, sobre todo, aquellos con los que creo que la experiencia ha merecido la pena. Así que ya sabéis, si tenéis un pariente que os caiga gordo o alguien a quien no queráis volver a ver, invitadle a una partidita de alguno de éstos. Con un poco de habilidad y colaboración de algún que otro jugador, no les volveréis a ver en la vida.
Fotos tomadas de la BGG y de por ahí allá. Ni son mías ni las reclamo.
* «Lo hicimos por las risas.»
Un juego con el que yo perdí a un amigo fue con el BLOOD BOWL. Que haciendo ligas destruía grupos de amigos. Pero muy guay. 😀
Nadie ha mencionado el Jungle Speed? Yo acabé con un dedo escayolado por ese juego…
Ambos juegos deberian estar en la lista, junto con imagenes de brazos arrancados, dedos retorcidos y entrañas desparramadas por el suelo. El «procedimiento ilegal» del blood bowl cuando el jugador contrario es el arma del rencor absoluto, la estrella de la muerte que destroza cualquier atisbo de amistad que pudiese existir entre la partida. Y del jungle speed, todavia no he conocido a nadie que haya jugado al jungle speed sin lesionarse al saltar al suelo cual alimanya a forcejear por… un puto trozo de madera! Habrase visto lo que estos juegos nos hacen hacer…
Falta el más puto de todos: COSMIC ENCOUNTER
No me puedo creer que no hayas metido el Munchkin, y sus reglas ambiguas que hacen que cada partida dure horas! Anda que no he visto yo grupos de amigos romperse por ese juego, o discusiones sobre las reglas que han acabado sacando algunas cartas del mazo para no crear mal rollo…
– Aventureros al Tren tambien es un clasico de «como ya no completo mis tickets, pues voy a putear reclamando rutas que los demas necesitan».
Y en una partida del Bang! a 6 jugadores, uno murio en la primera ronda, no ha querido volver a jugar pese a ser uno de los favoritos y secillos.
En el Ciudadelas, aparte de que el mercader y el arquitecto son los «patos» que todo el mundo asesina y roba, es llegar un jugador al septimo distrito y todos los demas se ponen de acuerdo para ir a por el.
Jo, que ganas me estan entrando de volver a jugar a todos!
Eh Vuarnet al Bang! me apunto, espero que no me toque el sheriff en la primera ronda, jajaja
Hubiera estado bien incluir el juego de «Los hombres lobo de Castronegro» o como yo lo llamo «El juego de las acusaciones sin fundamento». Un vecino de un pueblo y supuesto hombre-lobo ha matado a un vecino sin que haya testigos. Todos los vecinos son culpables en potencia. Es hora de lanzar una caza de brujas despiadada atacando a los que se suponen son tus amigos con pura demagogia y sin ningún razonamiento lógico.
Ojo, también tiene su gracia, excepto para el que muere nada más empezar la partida y se tiene que chupar 20 minutos de brazos cruzados sin poder hacer nada. Al final acaba siendo el que dice «voy a la cocina a por otra bolsa de Doritos»
Pues vaya, ya podian matar a un personaje imaginario o un NPC o decir que lo han matado y no dejar a un jugador de cada partida mirando o de camarero…
Estoy contigo en este juego. En mi grupo de amigos triunfa mucho, pero a mí no me gusta nada porque veo a mis amigos, tan modositos en la vida real, mentir como bellacos y hacer papeles dignos del Oscar haciendo de aldeano, cuando son unas lobazas, con argumentos tan buenos como: «¿Yo, un lobo? Pero si Pepito me acusó en la ronda anterior y claramente él sí que es un lobo porque en la partida anterior él me mató sin tener ninguna prueba. Además, está comprobado que a él siempre le sale ser un lobo y bla, bla».
Para mi, falta el juego más puteante de la historia de los juegos de mesa (yo he llegado a ver atisbos de jostias!). Macchiavelli, de la Avalon Hill! Si os quereis matar, buscar antes de que actúe laSindeloscojones, que si soys hábiles recorta-pegadores os podéis montar el juego, ya que cuesta encontrarlo…
Yo tambien jugue a machiavelli.. pero puestos a hacerlo mas fraternal, lo jagamos en una variante, en la que cada turno se efectuava semanalmente, dando tiempo suficiente para la negociacion mas «fraternal»
El representante del Papa fue eliminado en el primer turno, antes de efectuar su primer movimiento, previo pacto de 4 de los 8 jugadores..
no se enfado, nooooo
Jamás llegué a terminar una partida de Diplomacia. Los traidores de mis amigos se liaban a pelear entre ellos (y no sobre el tablero precisamente) todo el rato y cuando veían que yo me había aprovechado de ello para hacerme con el control de la partida, siempre salían con alguna excusa para darla por finalizada sin vencedor.
Son juegos extraños estos, a pesar de su enorme factor de diversión, la única forma de ganar es no jugar…
Qué coñazo es el Diplomacia. Bien sabe usted, señor TheSlayer, que es el único juego de mesa al que me niego radicalmente a jugar.
Voy a ser el primero en hablar de la rubia de la primera foto?
¿Strip-Catán? Ya no saben lo que hacer para vender en navidad.
Supongo que en línea con el Scrabble está el Scattergories, porque al final los problemas eran casi los mismos: aceptamos esta palabra? esto se escribe así? valen formas verbales, plurales, etc?…además del consabido «valen artículos para las canciones/películas?»
Hasta el anuncio ya te dejaba claro que hay desacuerdos y chantajes («Es mi Scattergories y me lo llevo»)
Cómo me suena éso de jugar al Scrabble con un diccionario elegido por consenso.Es una delicia ver enfadados a pequeños y mayores (ya se sabe,el famoso «de 9 a 99 años») por un quítame allá ésas tildes.Claro,que yo he visto recelos hasta días después de haber jugado al Misterios de Pekín…
Yo sumo Republic of Rome y Empire in Arms 🙂
Ahora jugamos a Battlestar Galactica (con la extensión Pegasus), pero con la amenaza cylon pululando todo el tiempo no da tiempo para «pelear» con los demás jugadores. Muy recomendable y muy logrado.
El Republic of Rome posiblemente sea el mejor juego de tablero del mundo (aunque algunos lo equiparan al Twilight Imperium). Eso no quita que se use más la lengua afilada (o directamente el puñal) que el dado para ganar.
El juego es política pura, es decir: repartirse las rentas y prevendas del estado entre los más avispados y pasar a cuchillo a todo aquel cuya popularidad o influencia haya crecido demasiado.
El resultado también suele ser predecible (al menos con la gente que he jugado), si no son los que acaban la partida tomando a sangre y fuego la ciudad de Roma, serán los propios romanos los que tiren abajo las puertas del senado para ajusticiar a los infames jugadores (y con infames me refiero a TODOS).
Definitivamente, una de las cosas más divertidas que se puedan comprar legalmente.
El Republica es «el juego».
Además está pensado por el demonio y le he visto hacer (no creo en el azar) combinaciones de cartas para destruir roma en un sólo turno cuando todo iba a pedir de boca. Increíble.
El «Age of Rennaisance» también tiene los suyo, pero el grado de odio que puede generar el república no tiene parangón…
Ciertamente se merece un artículo en exclusiva. Si aveces en lugar de abrir la ronda de votaciones parecía que se abría el «turno de los cuchillos».
En cuanto a los combos que te hace el propio juego para ganar la partida (parece que le hayan implementado una IA con muy mala leche), yo siempre he estado a favor de hacer como que Anibal se ha dejado la nuca en un resbalón en la ducha (ya sé que es poco épico, pero lo que sea para mantener Roma en pie unos años más).
Mucho juego raro, y falta el clásico parchís.
Y obviamente el Monopoly. Aunque en la época actual dejamos de jugarlo para verlo en la vida real.
Yo tambien añadiria el Munchkin, juego por excelencia del puteo. Cuando se lo compramos a una amiga que si ja, ja, que si mira que puedes colaborar con el monstruo, que si hay puñaladas en la espalda, que risa… Ahora bien, jugando ya no hacia tanta gracia cuando estabas a punto de ganar y empezaba el puteo, sobre todo si habia otros tambien en esa misma posicion y todas las cartas iban hacia ti, dejandoles camino abierto. Y ya no te digo cuando el puteo no era por razones de juego si no por joder en si, lo que ocasionaba vendettas y comenzaba piques internos en plan «me da igual quien gane pero tu no vas a ser».
A destacar la ultima partida que jugue en la que me tire «a punto de ganar» un nivel mas y ya… y era jodido continuamente, hasta que gano otro. Los cabreos eran frecuentes y los que me tocaron a mi no los recuerdo tan grandes por un juego. No entiendo como aquella fue la ultima partida…
Para bien o para mal, en porcentaje de tiempo, la mayor parte del Munchkin se desarrolla con, primero uno, y luego más (a veces todos) los jugadores a nivel 9, puteando desesperadamente al de cada turno para evitar que suba a 10. De hecho la mayor parte de la mecánica consiste en «no me queda nada para putearle, si no le matáis gana la partida», cuando estás sobradamente armado de putadas, a fin de que los demás se queden sin recursos para putearte a TI cuando te toque. Pero claro, si realmente nadie pone al final, gana el del turno…
Yo creo que depende con que tipo de persona, hasta el super mario de la wii es altamente nocivo…
No he tenido ocasion de probarlo pero los comentarios apuntan a que es nocivo al 100% per se. En palabras de los de penny arcade «New Super Mario Brothers Wii is marriage poison.»
Mierda, mal ejemplo pues… A ver…. el wow (y por ende cualquier MMORPG) no sirve porque hay matanzas por el botín (y sin contar el pvp infernal…
Bueno, supongo que cualquier Beat’em Up con personajes (porque nadie queria ser Ax Battler en Golden Axe), armas y comida pactados de antemano podría ser un buen ejemplo a lo que quería llegar.
Pero en fin, lo dicho. Hay gente que se mosquea porque le han dejado Kamchatka sin soldaditos en el Risk (KAMCHATKA!) o porque no quieres darle (no vender ni intercambiar, no… DARLE, de gratis) la puta cartita de librarse de ir a la cárcel en el Monopoly (auténtico destrozahogares) o…. vaya usted a saber. Los caminos del picado son inexcrutables.
Ah, pero es que hay algunos juegos que parecen estar ideados para el pique e infligir dolor colectivo.
Si es cooperativo, pique con el manco del compañero, si es competitivo, matanza con los demás…
Esto es lo puto apocalipsis, sálvese quien pueda (sin bloquear las salidas de emergencia a los demás, por favor)
El Monopoly y como juego parecido al que jugué más el HOTEL.
Eso de poner entradas en President e incluso comprar el hotel de enfrente me parece monopolio de hijos de p.. Podía correr la sangre en ese juego jeje.
El «Risk» también es una buena fuente de broncas cuando los jugadores empiezan a traicionar sus pactos o a juntarse para masacrar al jugador que más suerte tiene ese día.
O, como han dicho, el Monopoly, también genera bastante cabreo cuando alguien compra la cuarta estación mientras otro, que ha gastado todo su dinero en las otras tres, le mira con odio.
Nosotros desarrollamos la regla «Pacto irrompible»: negociabas tratados de no agresión con otros jugadores que debían respetarse. Si querías romper el pacto, debías avisar un turno antes. Si hay cierta dosis de honor, el pique sale por otros lados.
Lo del Hotel es como el monopoly pero mas bestia yo creo porque esos mini edificios de cartón imponían xD
recuerdo que yo nada mas tenía mi Waikiki *** y cuando me tocaba pasar 5 noches en el prestigioso hotel PRESIDENT ***** entregabas el dinero no con muy buena gana xD
Por ende en todos los MMORPG hay algunos que tienen un aire de superioridad de pequeños dictadores infantiles que para que ….
y son peores tu aliados que tus enemigos ya sea porque no llegan las curas, no has tankeado bien, etc etc
El secreto en todo es pasar
Los juegos de puteo y traición son muy peligrosos, al igual que los de dominación tipo Risk o Age of Empires, porque los primeros terminan siendo un «gana el segundo, porque al primero lo acribillan entre todos» y los otros un «el pez grande se come al chico».
En mi caso he sufrido Gran Pogromo por parte de los demás jugadores en el Illuminati y en el Zombies!!!
Por eso hay que jugar haciéndose el tonto y no ir a por el primer puesto de cabeza.
Por eso yo he ganado siempre al Risk, la gente se ríe porque al principio solo tienes Australia y empiezan a pelearse por América y Europa, pero mientras ellos se revientan y reparten los pocos soldados supervivientes por todo el mapa, tú te concentras en un único punto y empiezas a avanzar paso a paso.
Eso está muy bien si eres el único que sigue esa estrategia, pero yo he visto auténticas carnicerías desde el primer turno entre tres ejércitos para controlar Oceanía.
Si, y medio mapa vacio. Normalmente gana el que tiene Oceania bien controlado, aunque con el risk nuevo (el de las flechas) ya cambia la cosa
Claro, pero es que si 3 personas se están peleando allí, yo me dedico a otra cosa.
Yo jugando una partida al Zombies!!! que tiene algunas cartas para putear, recuerdo un cabreo bastante grande de una jugadora que al final ¡ganó la partida!
Y otro juego de cartas algo más desconocido: House of Horrors, donde las negociaciones entre jugadores y el puteo son lo más gracioso.
http://frikisinside.blogspot.com/2008/01/manualidades-frikis.html
Yo una vez tuve un mal rollo enorme por culpa del Risk, y el motivo no era el que dice Wally, sino por los dados. El caso es que a veces a uno se le va la bola y si le toca defender, con los nervios y eso lanza los dados antes de que el que ataca los lance, con lo cual, si ve que los dados de defensa no pintan bien, dice «pues yo ahora solo atacaré con uno» xD. Otra movida relacionada con eso, es el hecho de lanzar dados y que alguno caiga de la mesa o se salga del tablero, y siempre hay alguien que dirá «ese dado no cuenta», por lo que la lección que todos aprendimos y aplicamos es que siempre hay q lanzar los dados dentro de la tapa de la caja del juego, si no, la tirada o el dado no cuenta y el que los lanza se jode.
El Monopoly entraría en otra categoría pero por las posibilidades que ofrece de «alianza» con otros jugadores para putear a uno en concreto, por ejemplo negándole las negociaciones, etc. Un buen amigo una vez me dijo una frase que no olvidaré, y que decía algo así como que «el estilo que uno adopta jugando al Monopoly, refleja su forma de ser en la realidad». (por aquello de que unos optan por gastar pasta a lo loco comprando todo lo que se pone a tiro, otros van en plan más conservador, otros no se toman en serio el manejar dinero, etc).
Y por no mencionar el hecho de que hay un grupo en Facebook q se llama «pues en mi pueblo se juega así», que atestigua la cantidad de discusiones que hay entorno a los juegos. Con el parchís, sin ir más lejos, todavía no he conocido a nadie que juegue con mis mismas reglas.
Buen artículo, me encantan este tipo de juegos 🙂 Aunque como han dicho por arriba, el parchís y sus «variaciones» de reglas es uno de los más desctructivos.
A mí me sorprende que la gente se pique por cosas como el Risk, Munchkin, el Zombies o el Monopoly. En primer lugar, porque en juegos que dependen mucho de la suerte a veces no te queda otra, y por otro, normalmente se va a joder al que va ganando, y se entiende que tú harías lo mismo en su lugar.
En el Diplomacia es famosa en mi círculo una anécdota de un amigo que estuvo a punto de soltarle una hostia a otro. El tío echaba humo por la cabeza y hasta tuvo que salir de la habitación para evitar partirle la cara a los que le traicionaron. El junta también se da al tema.
Jesús, pues por estos lares el Munchkin es un hito de los piques, va más allá del «te puteo porque ganas», es más bien un «te puteo desde el nivel 1 porque no me da la gana de que ganes y quiero que estés hundido en la miseria con veinte maldiciones y locuras».
¡Quién tuviera tiempo -y dinero- para jugar a más juegos de mesa, cojona!
Asi sin ser un experto, yo diría que en ese círculo que describes el pique no lo inició el juego precisamente…
Hombreee, como dicen por ahi arriba hasta el Parchis se puede prestar al mal rollo (y eso si que es me ha tocado 7 y te tengo que comer) y casi hasta la Oca, pero en la mayoria de los casos son por el individuo al que le toca recibir. La mayoria de las veces se entienden los puteos (del Munchkin) en plan «claro, soy nivel 9 y el resto 6» lo que toca los huevos es «pero si soy nivel 5 y el resto de 6 para arriba». Si al ladron le cambiaran el nombre por Caballero vengador o puteador no andarian descaminados…
Por cierto, Viru; Feliz Navidad Puñetero.
A ti ya toda esta panda chalaos que haceis esta pagina.
Desde mi experiencia, y los he probado casi todos los comentados ( Al republic le echaré el ojo 🙂 ) el JUNTA ( o el Golpe, en la edicion española de Borras) es sin duda y con diferencia, el juego más pierde-amigos que he jugado XD, y uno de mis favoritos xD Sin duda si el grupo se mete de lleno y esta formado por autenticos hijos de p***, la partida promete una experiencia única…. y una llamada a urgencias XD
Por Diox!!!
Ahí falta el Carcassonne con todas sus expansiones… gran juego… y grandes mosqueos, aunque he de decir que con el Munchkin hemos tenido que separar a dos… que si no se hostiaban… y luego tenemos el que aparece con el dado o la camiseta y exige su nivel extra para moskeo del resto
Entre mis amigos tenemos prohibido jugar al RISK bajo pena de muerte. No se puede ni nombrar sin que salten chispas. El caso es que tras mucho jugar decidimos crear unas «cartas sorpresa» adicionales, repartiéndose una a cada jugador al comenzar la partida y que podía usar cuando quisiese. Eran del tipo: mastas a todos, atacas con un dado más, recibes refuerzos, etc. pero bien currado (ejemplo; carta de «envenenamiento de aguas»: tras perder un territorio y utilizar esa carta, el ejército conquistador reduce sus tropas a la mitad). En resumen, una carta bien entendida por todos no se quiso entender bien por uno porque no convenía; resultado: nunca más se jugó.
El Catán con expansiones es incluso más bestia: dispones de cartas de desarrollo más potentes, hay ataques de bárbaros (y puedes decidir no aportar tropas para que puteen a otro) y varias triquiñuelas que elevan el nivel de puteo.
El Bang! me resulta odioso por mi tendencia a morir en la primera ronda sin haber jugado ni una carta. Pero me encanta.
En el Warhammer 40.000 también he tenido algunas discusiones muy amargas. Es lo malo de juntarnos cuatro jugadores con 2000 puntos cada uno, que hay demasiado en juego.
El Hombres Lobo es bestial por las bizarradas que genera: ahorcan a un cazador que se lleva por delante a una niña de la que estaba enamorado un hombre lobo que muere de pena. Eso sí, las acusaciones gratuitas llegaban a molestar.
El Galactica también es increiblemente malrrollista. Desde el que te hace la pelota «Sé que eres muy capaz: eres un cylon» hasta el espabilao «Lo has razonado tanto y tan bien que eres un cylon» nadie se aclara quién es quién. En una partida lamentable acabamos los dos humanos encarcelados y los tres cylon en su flota haciéndonos llover mierda.
El Diplomacy no lo he jugado pero sé de un club de rol donde lo tienen prohibido.
¿Dos humanos y tres Cylon? Asi no me extraña que sea malrollista xDDDD
Malrollista es poco.
De todos modos, está muy bien ser humano porque la sensación de «todo se va a la mierda» está muy conseguida.
Si eres cylon sale a cuenta ayudar un poco a la humanidad para que confíen en ti e incluso te confíen algún cargo (presidente o almirante, la cosa tiene su miga). Cuando empieza el desparrame de stripteases de tuercas es cuando descubres que tu mejor aliado era un cylon y que ha ayudado bastante más que un humano malrollero del que todos desconfiaban.
Los disgustos y los juramentos están asegurados.
¿Y aquí nadie habla de los divorcios que causó el HeroQuest?
Que poca memoria tiene la gente por Dios
Jaja que juegazo. La verdad que precisamente al Hero Quest no solía haber mal rollo. Nuestra manera de jugar no era jugar a las misiones que te venían hechas sino crear propias pero demenciales. Del tipo «habitación del centro llena de todos los bichos que caben, mátalos sí o sí» «o el pasillo se va hundiendo corre y ves matando bichos». Eso sí en cada misión 4 ó 5 pócimas curativas. Lo suyo es que duren un poco ¿no ? Ya morirán al final de la partida (pelea contra el Brujo con ataque 8 defensa 8 20 puntos de golpe) jeje.
Todo lo dicho anteriormente es valido (Risk, etc). También he tenido cabreos al Trivial por preguntas que evidentemente estaban bien pero no las decías exactamente como venía en la respuesta y algún cabron no te la daba por válida. No obstante tengo que darle la razón a Pepe, el puto parchis es la semilla del mal.
Galactica, es cierto, es muy destrozahogares. En plan «te crees que soy un cylon porque he usado tal carta y no tal otra?».
Un juego muy peligroso es el Jungle Speed. El que yo tengo ya lleva un dedo dislocado, dos labios partidos y un chichón. Uno de los labios es de alguien que sólo miraba.
¿Pero como no has incluido el Risk y el Monopoly???
Aún se está investigando, pero parece ser que la segunda guerra mundial fué a raiz de una partida que Hitler perdió al Risk con un amiguete judío en el 1907. Y cuando se suicidó en el bunker dijo «vale, lo mío fué gordo, pero ¡lo que me hizo Aaron en Kamchatka, no se lo perdono en la vida!»
Estoy absolutamente de acuerdo con Krillin!! Tanto el Risk como el Monopoly son auténticos DESTROZAFAMILIAS!! En mi casa, tanto el uno como el otro, tenían el tablero partido por la mitad y pegado con celo después de un ataque de furia familiar!!
Pues hay uno, mucho mucho más simple que todos estos, que me parece que genera más mal y tensión. Donde el más mentiroso y manipulador es el que tiene todas las de ganar. La única arma: la mentira y el engaño.
Hablo de copas y espadas, aunque creo que en algunas partes se juega como «cuadrados y redondas (?)»; en el cual los jugadores con cartas copas, tienen que adivinar quienes son los jugadores que tienen una carta espada.
Es difícil explicar por aquí la mecánica del juego: las espadas si saben quienes son entre ellos; pero los jugadores copas no se conocen entre ellos. De manera que las «espadas» ( que son menos jugadores); tienen que engañar y manipular a los jugadores copas para que se eliminen entre ellos por un sistema de votación.
A los que habéis jugado sabéis lo que es: acusaciones infundadas, manipulación, desconfianzas, venganzas, gritos, clamos al cielo por parte del jugador acusado de ser espada que es una copa, tensión, incredulidad de que nuestros amigos no nos crean, incredulidad de ver como nuestros amigos nos traicionan, rabia… creo que es el juego que conozco que saca lo peor de cada persona, con tan poca cosa: una única e inofensiva carta de la baraja por jugador.
Eso es el «Hombres lobo» pero sin gastarse los dineros
Puntualización: a mí me suena más al Resistencia, de reciente publicación, pero es que no distingo ambos.
Master, no se si conoces un juego llamado «La Bolsa» es un juego que obviamente trata sobre la bolsa, comprar y vender acciones de solo 4 marcas. El juego lo edito EDUCA mas o menos por los 80. Bueno pues yo creo que ese juego es el mayor friecerebros y rompeamigos que existe. Es dificil conseguirlo pero facil de fabricar uno mismo (DIY) y sinceramente aunque os parezca una tematica aburridisima, os garantizo horas y horas de diversion/peleas, es un juego, que la tipica persona que no juega nunca acaba pillandole el gustillo, aunque sea por las augustias jejejejejje.
Recomendado 100%
Dichoso del día que decidimos mis amigos y yo jugar al continental poniendo como regla de robar el que antes lo pida, si es que parecemos masocas.
Se ha citado por aquí en los comentarios al Monopoly, al Risk, al Munchkin y a otros. El problema que tienen, me parece a mí, es que es otro: la duración. Las partidas de estos juegos se pueden eternizar y pierden parte de su gracia. De todos modos, ya he dicho que la lista es personal, las experiencias de cada uno seguro que añaden muchos más y que hasta hay piques mortales al Mus si un compañero envida a la vez a grande, chica y juego.
Por cierto, me parece que picarse en un juego como el Risk, en el que la agresión es abierta e incluso lógica no tiene mucho sentido, por lo menos a según qué edades.
Pero es que cada uno espera ser el que agrede, por eso la bronca suele montarse cuando el que va ganando se pone chulo y los demás se juntan contra él hasta que, de repente, uno de ellos ataca por la espalda a otro que grita «Joder, que teníamos un pacto, coño.»
Será que tengo una apreciación muy cínica de la humanidad pero es que no se puede confiar en nadie.
De los juegos de arriba, de los del post, lo cierto es que no he jugado a ninguno; y eso que jugué a bastantes, incluido el mítico Imperio Cobra. Tuve diversos Monopolys, el clásico, y luego otros similares pero tipo barcos de conquista en los que no comprabas calles sino islas, si no me equivoco, y en lugar de billetes, había monedas antiguas. El problema es el que dice Illuminatus: que se hacía eterno. Yo, normalmente, a partir de los tres cuartos de hora o la hora de duración, dejaba de dar la «paga» al pasar por el principio, y ya sólo vivíamos de las rentas de lo que tuvieses comprado. Era la única forma de terminar el juego. El Hotel también le tuve y lo que más molaban eran los hoteles, sin duda. Ese President, ese Taj-Mahal, ese que tenía una piscina en la azotea… Verlos montados molaba un huevo, aunque tenía el problema de tener bases muy poco pesadas y a la que movías la mesa o el tablero, se caían los más altos. Y del Risk, yo juego contra el ordenador en la versión de pc (la del MS-DOS), pero pierde encanto al no poder establecer pactos del tipo «todos contra ése». Por último, dos frases sobre los juegos. Una es sobre el Risk: «la clave es Australia», dicho por Hurley en Perdidos. Y es cierto, lo primero, dominar Australia o América del Sur. Y la segunda: «si veo a mi padre jugando a La Ratonera (que también sale en Perdidos) le hubiese perdido el respeto», dicho por Wally en un podcast (creo que en el de las recreativas) debido a la costumbre de colocar en la caja fotos de toda la familia jugando… y al padre siempre perdiendo
Con los Monopolys (el que dices tú es La Ruta del Tesoro, de temática pirata con monedas) jugaba con mis primos y, como bien decís, se estiraban cosa mala.
Con mis primos terminábamos por aburrirnos y entonces nos contábamos las trampas que habíamos hecho. Siempre salían unas cuantas.
¿Nadie ha opinado sobre Magic: The garthering? Jamás había visto más malos rollos con mazos «te voy a joder la vida personalmente»….
¡Se me olvidaba! El bang es también un trolleo continuo:
http://es.wikipedia.org/wiki/Bang!_(juego)
Si de verdad queréis saber si sois capaces de perder amigos jugad al «mall of horror» y empezad a traicionaros.
No habia un juego de mesa parecido al monopoly que era con coches y tenias que pasar por una autopista de peaje, creo q se llamaba «camino de la vida»
Había, había. Si no me equivoco, era el mismo que «jugar a vivir», al que jugaba hasta desgastar el cartón con mi vecino, que era el que lo tenía, y mi hermana. Más que como el Monopoly, juraría que era más tipo La Oca, es decir, que era una carretera con casillas con una salida y una meta, no era un «circuito» cíclico como el Monopoly, que pasas infinitas veces por el inicio. Y en el juego, te hacías médico, millonario, te casabas (e incluías en tu coche ficha a otro bastoncito para indicar que ya erais dos en el coche), tenías hijos (más bastones pinchados en tu coche ficha)… Ese juego incluía una semilla de maldad, y era que había una carta que te permitía robarle el dinero que quisieras a otro de los jugadores. Yo tenía el pacto con mi vecino de robar el 50% de lo que tuviese, porque era una forma elegante de no putear a lo grande a nadie, y de no ver hecho luego realidad ese refrán de «la venganza es un plato que se sirve frío», porque tened claro que si tú robabas todo a alguien, si a esa persona le tocaba la misma carta, te iba a joder de lo lindo y con una sonrisa malvada
Que grande hacer un doppleganger de un dragón de plutonio en el Munchkin para dar por culo. jejejej
Es curioso lo perversa que llega a ser la mente humana; hasta hace dos años, en mi grupo de amigos desconocíamos el Diplomacy, pero llevábamos 5 años jugando al Risk, incluso a aquella frikada del «Risk: Edición Batallas Napoleonicas»… asi que tuvimos que INVENTARNOS una especie de «diplomacia secreta hijoputesca» similar a la del diplomacy solo para adaptar el Risk a nuestros maquiavelicos sueños de dominación megalomaníaca…
lo mas sorprendente es que nos seguimos llevando bien, pese a todo.
Pues imaginaros jugando al time’s up en familia y la suegra teniendo que representar a Rocko Sifredi. Todos mirando hacia abajo.
En http://www.lunabia.es, podéis ver muchos más juegos con mucho peligro, como por ejemplo, Buzz it. A disfrutar¡¡¡
Feliz Navidad a todos.
Dios cómo me he reído…..
Me he visto reflejado en la mitad de las entradas….
A una amiga mía tras unos 4-5 años creo que todavía se le intuye el Jungle Speed grabado en la frente de la ostia que se llevó con le Chirimbolo de los coj…. xd xd xd
Ratifico al Munchkin dejamos de jugar….. 🙂
Uno que sólo se ha mencionado de paso es el Twilight Imperium… para mí uno de los mejores juegos que existen….. y aquello de explicarle a uno que juega por primera vez…. Lo peor que se le puede hacer a un jugador es conquistarle su sistema natal…. y se lo conquistan porque sí en el turno 3…… mucho mucho Amor….
Luego también en el Risk el típico jugador que llamábamos SIEMBRA PATATAS que todo su afán era ir sembrando ejércitos en sus países sin lógica ni estrategia y luego cogía unos piques de cojones si le conquistabas un país… joe.. que es un juego de guerra….
Y otro juego de estilo al trivial pursuit que era con casillas rojas azules y amarillas con preguntas mas antiguas que la primera edicion del trivial, de hecho el juego era más antiguo, se llamaba Orión creo o Cosmos
Puede ser el Trivio 10.000 o 30.000 (tenian varias ediciones con mas o menos preguntas)? Las casillas estan de colores pero se arremolinaban como una nebulosa y tenia dibujos del espacio.
Si es asi no es anterior, es una replica al Trivial de, citando al Superagente 86, «los hijosdeputa de Falomir juegos», expertos en sacar juegos «parecidos a…» y alguno que otro original que no estaba mal pero eran de acabado cutre (ahora no hacen tanta imitacion ni son tan cutres, parece en los anuncios)
exacto era trivio 3000. el número se refiere a la cantidad de preguntas, puse orion o cosmos porque en la caja aparecia un fondo que es el cosmos
Bueno me recomendaron y me lo he leido, muy majo.
Por cierto que del intrigue hay un colgado que ha hecho un rediseño del juego con simaticos conejitos y niños con globos… debe ser para adoctrinar a sus hijos desde pequeños en el noble arte de las puñaladas.
http://cf.geekdo-images.com/images/pic490364_md.jpg
Otro que se me ocurre que podría en la lista de juegos de joder y que acabo de comprar recientmente es el Drachengold o Dragons gold.
La cosa es así hay unos dragones con unas fichas de tesoro y los jugadores juegan cartas de aventurero para igualar la fuerza del dragon, Cuando lo consiguen (es pan comido) viene la parte dificil que es repartirse el tesoro. Por que se cuenta con un reloj de arena para las negociaciones y cuando este termina si no hay acuerdo EL TESORO SE PIERDE. Con lo que siempre va a haber algun putilla que te meta el ladron de fuerza uno y que te exija su parte o todo se va a la mierda.
Aderezalo con objeto mágicos para hacer movidas raras, como la mano invisible que directamente te permite hacer trampas mientras no te pillen, y ahi tienes un juego para toda la familia. Para joder a toda la familia me refiero.
Genial articulo como siempre.
Yo me considero el mas tonto de entre mis amigos y no me gusta jugara ningun juego de mesa, porque siempre soy el primero en perder. Es asi y no me duele reconocerlo, pero si que soy de los que gusta de ver jugar a los demas y he presenciado broncas sangrientas a causa de varios juegos aqui citados. El que mas odio a generado entre los mios es sin duda el Munchkin, el Catarn y el Carcassone. Hasta el punto de llegar a mentarse a las madres…Y yo comiendo palomitas…que hijaputa es la vida…y que cabrones somos todos, al final…
«y que cabrones somos todos, al final…»ç
Es que cuando uno ve cómo se comportan algunas personas por un simple juego, es inevitable preguntarse qué harían en caso de que en su trabajo pudieran putear a alguien para ganar más dinero o un cargo más alto.
Qué de ideas me has dado para Reyes… el «Junta» tiene una pinta bestial.
El Catán y Muchkin casi me hacen abofetear a mis amigos/familiares en más de una ocasión. No hay sensación más penosa y desamparada que esa de «¿Por qué me atacan todos a mí? ¿Por qué el mundo es tan injusto?»
El Junta tiene una última edición, de Mongoose Publishing, bastante vistosa, así que no es difícil de encontrar. Eso si, funciona mejor con más de cuatro jugadores y, sobre todo, si esos jugadores no se pican demasiado (va en serio: el desamparo puede ser de un par de órdenes más cuando ves que dos o tres se conjuran contra los otros dos).