Como muchos sabrán, allá por 1973 Gary Gigax estaba dándole retoques a su nuevo juego, Dungeons & Dragons, inventando el juego de rol y de paso el sandbox, el user generated content y un buen montón de cosas. Más no se engañen: por más que nos sepamos de memoria la historia del asunto, aquí durante más de 15 años aquello del rol era un concepto totalmente ajeno, más aún si se era mujer. Pero a pesar de que tardamos mucho en poder ver traducidos los primeros juegos, muchos intuíamos como funcionaba el asunto gracias a un peculiar género de ficción interactiva:
los librojuegos.
De los libros de Elige tu propia aventura, sus primos tontos del pueblo, ya hablamos, pero es el momento de centrarnos en este subgénero. Tratamos hoy aquellos en los que tirabas dados y creabas un personaje, y avanzabas en párrafos en lugar de páginas. Una vez descubiertos los “gamebooks”, los librillos rojos, quedaban como una cosa para niños pequeños, nosotros teníamos ya 10 u 11 años y queríamos algo más sofisticado. Diríamos incluso «para hermanos pequeños», de no ser porque estos libros eran consumidos en gran medida por hijos únicos sin hermanos con los que jugar. De tenerlos, al cumplir 13 o 14 años, los mayores descubrían las chicas o el rol, y en el primer caso, los libros pasaban a ser tuyos sin mayor problema y tu hermano acababa siendo un espectador de El gato al agua… En el segundo, terminarían leyendo Viruete.com. Y llorando por cosas de ayer.
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Orígenes
Las hijas de zapatero lo han probado
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Según nuestras fuentes el primer librojuego era en realidad un módulo de rol en solitario: Buffalo Castle, para Tunnels & Trolls, el primer juego de rol surgido a partir del éxito de D&D y que, a diferencia de este, era jugable y estaba escrito en Ronaldo. Como módulo que reproducía un mazmorra, un dungeon donde solían suceder el 99% de las aventuras de aquellos juegos seminales, no bastaba con tener una localización por página. Al
introducir combates con sus reglas, PNJs, trampas, etc… era necesario multiplicar el número de opciones. Pasamos, por tanto, dividir las páginas en
varias entradas: lo normal era un total de unas 400, más o menos el número de balas en pantalla en el DoDonPachi.
Por supuesto, el menor espacio condicionaba el aspecto literario de la obra: las descripciones serían espartanas para acomodar varios párrafos por página y los diálogos, breves y directos. Así se hacían más comprensibles y no le “rayaban la cabeza a nadie con palabras raras”.
¡Que les den una calle en Leganés!
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El invento funcionó bien, y Tunnels & Trolls comenzó a especializarse en módulos en solitario, haciéndose así un pequeño hueco en esa pequeña y
floreciente industria. En Inglaterra comenzaban a formarse los primeros grupos de roleros, que eran como los de ahora, aunque como aún no existían Blind Guardian, llevaban camisetas de Uriah Heep. Un par de ingleses con nombres de defensas del Arsenal, Ian Livingstone y Steve Jackson, que habían montado una tienda especializada en juegos, vieron en ellos el medio ideal para su iniciativa. Su primera idea fue crear una guía de iniciación al rol, pero finalmente, prefirieron tratar de recrear la experiencia rolera para un solo jugador (no hablamos de la masturbación, sino de la otra, la de jugar). Vamos: un librojuego. Pero en lugar de basarse en un conjunto de reglas externo, estas vendrían incluidas en el propio tomo, estando simplificadas y centradas en lo importante: matar monstruos.
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Lucha Ficción
A Lucha Ficción le corresponde el honor no solo de ser la primera saga de librojuegos en llegar al gran público, sino el ser la de mayor éxito y de haber entregado varios clásicos a este mundillo. La pareje que mencionábamos antes, Jackson y Livingstone (¡ahora mandamás en
Eidos!) tuvieron el acierto de obviar los RPGs ya existentes y reducir el reglamento a su mínima expresión. Así, todo quedaba explicado en unas pocas páginas y el lector sin experiencia previa podía disfrutar igualmente del producto. El evocador título de su primera obra fue El hechicero de
la montaña de fuego.
Derrota al malvado Furby para alcanzar el tesoro»
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Un lector como yo: mi primer libro fue La Ciudad de los Ladrones, el quinto de la serie con ese pedazo de parca (que no esqueleto gaitero) en la portada a lo portada de disco de Iron Maiden. Y lo que alucinaba con el libro no se puede ni empezar a explicar, pese a que nunca lo terminé legalmente. Estoy convencido de que el libro tenía una errata, pues busqué infructosamente que sección te llevaba a luchar con unos zombies. ¡Y no existía! Mi gozo en un pozo. Como ven, las constantes de la web ya estaban presenten en el joven Virusuperstar.
Todo comprado en Zara.
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El primer trabajo del dúo fue rápidamente adquirido por un editor… que guardó el proyecto en un cajón durante un año. Quizá dudaban si soltar al mundo semejante arma: las pruebas demostraron que cada libro leído retrasaba en 6 meses la pérdida de la virginidad. Pero al final, Penguin Books se convirtió en muerte, destructora de mundos, el libro se público y estalló la bomba rolera. No había promoción, pero tenían algo más poderoso. El boca-oreja de los niños: el poder del patio.
El sistema de juego fue imitado por activa y por pasiva: tres atributos, tres: Destreza para pegar y resolver alguna que otra acción, Resistencia a modos de puntos de vida y Suerte como atributo que nos permitía introducir un metalemento en la aventura, afectando los resultados de las tiradas de dado y poder variar un poquito el combate. Pero por otra parte, era habitual que esta sencillez terminara por aburrir a los lectores, así que pronto se crearon subsistemas para dar variedad al juego y distinguir los libros. Unos incluían magia y conjuros, otros, características nuevas como Honor o Fe. Los juegos futuristas incluían diferentes armas y hasta tuvimos una incursión en el mundo de los superhéroes con Cita con T.E.R.R.OR, en el cual teníamos superpoderes.
Callejeros: montaña de fuego
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Quizá por su carácter pionero, muchos de los libros no estaban especialmente inspirados. El mismo El hechicero de la montaña no era más que una mazmorra repleta de decenas de combates con un laberinto en medio, sin ni trasfondo alguno. De aquella primera hornada podríamos destacar Laberinto Mortal (Deathtrap Dungeon), si bien igual de parco y aún más difícil y tramposo, al menos tiene una historia original: las olimpiadas del mazmorreo.Ocho tíos entran en un laberinto lleno de monstruos y a ver quien sale antes. Se entera Ibáñez y hace un álbum de Mortadelo y Filemón representando al equipo español.
Preparado para una mañana de cola en el Inem
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También podíamos decir una cosa o dos sobre su falta de coherencia: en el mismo párrafo donde se nos describe un enorme dragón de 15 metros, vemos que tiene RESISTENCIA 15. Nosotros tendremos, seguramente, entre 20 y 24, así que nada: a saco con él, como con cualquier bicho que veamos. Muchas habitaciones carecían por completo de razón de ser: ¿por qué cojones hay una habitación con baldosas con estrellas y manos en medio de unas cuevas en una montaña? La influencia de aquellas primeras y absurdas mazmorras de D&D eran evidentes.
Afortunadamente Livingstone y Jackson se permitieron experimenta y parieron joyas como la saga Brujos y Guerreros, con un más que ingenioso sistemas de magia y cuya conclusión, La Corona de los Reyes, tenía lugar en un castillo descrito a lo largo de 800 parrafacos. En algún momento, decidieron dar vía libre a otros autores para introducir nuevas ideas en la saga: el acierto fue total. Fruto de ello llegaron cosas como La Isla del Rey Saurio: mucho más coherente, original y con un villano memorable, o La ciénaga del Escorpión, una aventura inspiradísima no sólo por la calidad y variedad de los encuentros, sino porque incluso podíamos elegir alineamiento y jugar del lado de los malos. Y atención escrita por Steve Jackson… pero el otro, el americano, el del GURPS, el juego de rol genérico y universal cuyo nombre suena a erupto recocío. En general, los libros posteriores eran muy superiores a los de la primera hornada, pero aquí quedaron decenas de libros sin editar,entre ellos algunos de los mejores, dada la manera de Altea de alternar series.
Piensen en cuanto valía un juego original y cuanto el mismo libro…
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En Inglaterra la cosa se salió de madre hasta tal punto que editaron un juego de rol de Lucha-Ficción, que se jugaba exactamente igual que la obra madre, añadiendo una pequeña lista de 20 habilidades, algo de magia y unas armas para dar variedad. Y hasta tuvo su compendio de monstruos y todos. Además, se creó la revista Warlock, dedicada a promocionar el mundo de Fighting-Fantasy, y que incluía mini-aventuras, reviews, recetas de cocina y demás material para que el personal se flipara. Hubo también juego de tablero y varios de ordenador, siendo los últimosaventuras conversacionales. En todo caso es maravilloso que dos cosas tan netamente 80s y británicas como el ordenador de Sinclair y los libros de Jackson / Livingstone se encontraran.
A pesar de mis pegas, los libros vendieron millones. Gracias a el poder del patio, dominaron las listas de best-sellers británicas, se publicaron durante más de 10 años y 50 volúmenes y son recordadas como los verdaderos clásicos del género, así que me pueden dar mucho por el culo. Utilizaré un punto de suerte para que duela menos.
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La búsqueda del grial
Si ya hemos visto como lucha ficción tiene a la fantasía americana de Dragones y Mazmorras y los tebeos de Conan el Bárbaro como principal influencia, La búsqueda del grial era una serie más netamente británica, tanto en concepción como en ejecución. El resultado: todo un superhit en los bibliobuses de toda España. Utilizando como base las leyendas sobre El rey Arturo, nos presentaba un Avalon siempre acechada por las fuerzas demoníacas (que no demonia-Kás). Nuestro héroe era un joven aventurero con el poco heroico nombre de Pip (un pip es un puntito de un dado), a las órdenes de Merlín, el viejo y mochales mago de la corte del rey. Como arma, llevábamos una espada parlante aficionada a los chascarrillos, Excalibur Junior, y nos enfrentábamos a criaturas con nombres como Gnurblash, Geroflas, Guaipaut o Articuno.
Si ya con este concepto tras la serie nos percatamos de un evidente sentido del humor, los niveles de absurdo de muchos de los párrafos llevaban a momento de WTF? que ni la Muchachada. Si John Cleese leyera librojuegos, seguramente leeróa estos, aunque mucho me temo que Cleese no perdía el tiempo con estas cosas. Brennan se reía de las leyendas artúricas, de los propios librojuegos, de él mismo y hasta de sus lectores. Como comprenderéis, a mucho mitoplasta en potencia no le hacía ni pizca de gracia.
Un dragón de «acero gordo y blando», que diría Luisa Lanas.
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Inolvidable es, por ejemplo, el personaje del Diablo Poético, que aparecía en cada libro y nos obligaba a escuchar sus espantosas rimas y a dedicarle un dibujito. En otra ocasión, para averiguar a que párrafo ir, nos presentaban una larguísima ecuación: caso de no resoverla… ¡moríamos de aburrimiento dejándonos las meninges en el intento! Por no hablar de cuando debíamos de hacer un barquito de papel según las instrucciones que nos daban, la aparición de enemigos como la zanahoria vampiro (que se bebía nuestros puntos de vida con pajita) o el poder llevar un oso hormiguero mecánico (que iba a a cuerda) como equipo… y que encima se desvelaba como útil.
El sistema de juego era sencillo en apariencia, pero disponíamos de cantidad de conjuros para complicar el asunto todo lo que quisiéramos. Para recuperar puntos de vida, podíamos viajar al mundo de los sueños (extraño es, dormido está), aunque nos arriesgábamos a diñarla si teníamos una pesadilla tipo «te has convertido en la gomina de Mario Conde, réstate 10 puntos vitales». Además, podíamos llevarnos equipo y experiencia de un libro a otro.
joer, que paranoya
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Y al margen de sus excentricidades, Brennan, tenía ideas estupendas a la hora de diseñar las aventuras. Sus librojuegos eran algunos de los que más libertad ofrecían al jugador: en ocasiones se nos ofrecía un mapa con los números de las secciones y se nos dejaba explorarlo a nuestro libre albedrío. La cúspide de esto llegó con La Puerta de la Perdición, una castillo situado en el mundo de los muertos, con cientos de enemigos y situaciones a cada cual más ridícula (era otra dimensión, con otras leyes, igual que 4Chan). Eso sí, para que su humor funcionara, eran necesarias entradas más largas. Así que si lo habitual eran las 400 secciones, en esta saga los libros solían rondar las 200, aunque con lo jodidos que eran (y bien que se reía el cabrón en el párrafo 14), duraban bastante… siempre que no hicieras trampas, claro.
Los contables acaban en el infierno. Que lo sepáis.
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La serie se extendió durante 8 libros, y Brennan picoteó aquí y allá haciendo otras series y juegos. Un servidor, en su día, contribuyó a la mitología generada por esta serie componiendo una canción sobre La puerta de la perdición (un lugar donde todo es traición) y ya en el instituto, adaptando el libro al AD&D, para jugarlo con mi novia y mi hermano. No pasamos de la primera partida, por motivos obvios.
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Por el culo te la hinco.
38’56
Diferencias culturales
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Lobo Solitario.
Posiblemente, la serie más aclamada de los librojuegos. En las encuestas sobre el tema que se publicaron en revistas de juegos de la época solía aparecer como la más votada (claro que según ese tipo de encuestas Alejandro Sanz es el mejor compositor español). Su creador, Joe Dever, ha seguido ligado al mundillo durante todos estos años, y hasta autorizó la reproducción de su obra en internet. Y David Bravo, dando palmas con las orejas. Dever creó el mundo de Summerlund, no podía ser de otra forma, como escenario para sus partidas de D&D. En él vivía aventuras nuestro personaje, Lobo Solitario, último de los señores del Kai, una especie de monjes Shaolin exterminados por los pérfidos Señores del mal del oeste. Esto ya era un punto sobre los primeros títulos de Lucha-Ficción: poco sabíamos de su mundo, y encima, apestaba a remedo de la Tierra media.
Antecedente de los putos banners con logros
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La creación del personaje tenía bastante más chica. Podíamos usar diferentes armas y, sobre todo, elegir los poderes del Kai que dominábamos, lo que le daba mucha más gracia al asunto. Lo mejor, sus nombres, que añadían profundidad y diferenciaban al personaje, como Poder mental sobre la materia o Ataque psíquico (que aunque en realidad no era más que un +2 al ataque), y aumentaba la sensación de llevar a un personaje molón. Sin duda, la saga para los más flipados. A la hora de combatir, por cierto, teníamos que mirar, atención UNA TABLA donde cruzábamos unos resultados del 1 al 10, preparando así a los chavales para lo que se iban a encontrar en RoleMaster.
A pesar de estos orígenes, las descripciones del Dever son tan parcas como las del Critifrase (BillyElliot: un niño marica que baila), y su aventuras abundan en muertes semi-fortuitas en las que no se daba oportunidad al lector / jugador de huir o combatir, cosa que no solía suceder en los de Lucha-Ficción. Con el paso del tiempo, Dever pulió el diseño de los juegos, le dio un poco más de cuartelillo a la narrativa y fue revelando el mundo que se había inventado durante tantas noches jugando a D&D con sus amigos. 26 librosjuegos, juegos de rol y hasta novelas escribió el tío, cuando podría haber estado emborrachándose en el pub o tostándose en Torremolinos como buen inglés que es. Thank you, Joe.
185
Altea se convirtió con estas tres colecciones en la reina de los librojuegos. Eso sí: Lucha Ficción era la niña de sus ojos y la única que lucía las portadas
originales. En la serie de Lobo Solitario y La búsqueda del grial nos encasquetó a una serie de dibujantes españoles que daban una de cal por cada 4 o 5 de Arena. La colección tenía un par de series más, como Crónicas Cretenses o Cretinas, ambientadas en la antigua Grecia y ligeramente mas complicada y Zork, que ni era librojuego ni na, y estaba basado, atención, en una aventura conversacional. Tú para Lisa. Así que pasamos al párrafo 1701 y nos olvidamos del tema.
1701
Dungeons & Dragons Aventura sin fin
TSR, pese a ser pionera en muchos campos, se quedó atrás en el de los librojuegos, como le pasaría años después con las cartas coleccionables y aquel Spellfire que pretendía competir con Magic. Los librojuegos de D&D utilizaban una versión reducida de su sistema de juego, con niveles de personaje, puntos de golpe (de impacto, que decían ellos), etc… Comparado con la elegante simplicidad de las tres sagas de las que os acabo de hablar, eran tan torpón como el juego madre En lugar de una hoja de personaje, teníamos una incómoda tarjeta de personaje, que tendía a perderse y de la cual era complicadísimo borrar el lápiz. Por si fuera poco, la encuadernación que utilizó aquí Timun Mas era también lamentable, con tendencia a descolarse y a la pérdida otoñal de hojas cual prestigio DC de Norma.
¿Y los libros propiamente dichos? ¿Qué tal estaban? Pues regular. Da la sensación de que TSR nunca se tomó demasiado en serio la historia y se limitaba a utilizarlo como puerta de entrada de novatos para sus jueguecitos. Los más destacados utilizaban a personajes famosos de sus sagas de fantasía: que si el vampiro de Ravenloft, que si el Castillo de Quarras., que si la prueba de Raistlin… Claro que por aquel entonces, no teníamos ni puta idea de quien era Raistlin: nos sonaba a cereales con pasas. Luego ya intentamos leer la Dragonlance y hubiéramos preferido seguir sin saber quien era, porque vaya toalla…
¿Entonces quién es el protagonista, Lobezno o yo?
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Curiosamente, los que tuvieron bastante éxito fueron los libro juegos de Marvel Superhéroes, que utilizaban una versión simplificada del juego de rol, también de TSR, que iba de perlas a es género. Forum los editó en un par de tandas, y si había alguna pega es que en general eran bastante fáciles. Pero claro, no es lo mismo que maten a tu aventurero anónimo que a Lobezno, Spiderman o El Capitán América. Para muchos fue un sueño realidad que unía dos de nuestra pasionescollejeras: los juegos y los superhéroes Marvel
Apéndice 1: otras sagas.
Estas son las series más destacadas y que dominaron el mercado tanto inglés como español. Las distribución de Altea, Planeta DeAgostini y Timun Más les garantizaba un lugar no solo en todas las librerías, sino también en centros comerciales e incluso papelerías o kioskos. Los VirueteBrothers forjaron su colección en diferentes visitas al Pryca de San Fernando de Henares y a través de diferentes robos a bibliotecas. Ya os comentamos que en esto de los librojuegos se habían muchas trampas. Pero al lado de estos, que eran un valor seguro, a veces aparecían series raras con las que, alguna vez y por variar, uno se decidía a probar, igual que con el sexo con travestis, que en la variedad está la diversión.
Citaré por ejemplo la saga de El Vengador; como en los 80 los ninjas partían la pana con todo, no podía faltar unos librojuegos basados en los guerreros nipones y con un ninja como protagonista. Muy queridos en UK y por los afortunados que los jugaron, lo mejor era su sistema de combate, en el que podíamos elegir si dábamos patadas, puñetazos o bofetones a lo Bud Spencer. Editorial Molino no llegó a completar la saga: aprovechemos estos momentos para carganos en su padre. A pesar de ello, somos muchos los que tuvimos un acercamiento a esta saga con los videojuegos de Gremlin: The Way of the Tiger y Avenger, de cierto parecido ala saga Gauntlet y que estaban francamente bien.
El círculo se cerraba y fueron varios los juegos de rol que siguieron el ejemplo de Tunnels & Trolls y crearon sus propios “módulos para un solo jugador”. Entre los más famosos están los dos publicados por JocInternacional como suplementos de su juego La llamada de Cthulhu: Sólo contra el Wendigo y Sólo contra la Oscuridad. Estos módulos utilizaban el reglamento completo del juego de rol y gozaban de un desarrollo bastante más complejo que los típicos festivales de tripas y gore de Lucha Ficción. O sea: para nenazas y cerebrines
Ejem… ¿el ojo es de Dragón… o de Tigre? ¿Homenaje a a Survivor?
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Por su parte, Laeditorial Arín creó una pequeña colección donde lanzó las 4 novelas de Legends of Skyfall, una saga basada (de nuevo) en el mundo de D&D del autor y que utilizaba monedas. El transfondo era muy atractivo: un planeta colonizado hace siglos por los humanos, que han olvidado su origen y abrazado las vías de la magia. Eso sí: las aventuras, purititodungeon–crawling, y encima tirando monedas en vez de dados. Arín publicó un par de sagas más, incluidos algunas joyitas del sub-género como Terrores fuera del tiempo y varios de la saga Golden Dragon Fantasy. Parece el nombre de un videojuegojaponés de esos que hablas con cualquier personaje y dicen cosas “el bosque está lleno de monstruos”.
Otra saga ya para expertos y gente que no jugaba al fútbol eran Aventuras de la Tierra Media, con un reglamento plagado de habilidades y atributos
que llegaba a recordar al propio juego de rol editado por Joc Internacional. Por su parte, Susaeta, que siempre andaba a la que salta con estas cosas, se hizo con la colección Magos y Guerreros. Con semejante logo, el más cutre de la historia de la fantasía, no es deextrañar que acabaran saldados en los Simago. El autor de la saga era nada más y nada menosque R.L Steine,autor de los libros de Pesadillas, que constituyeron la única lecturavoluntaria para todas una generación (Privates aparte. La saga del cruzado, por su parte, representó la aportación continental: unos juegos franceses bastante difíciles que no recuerdo especialmente bien, a pesar de llegar a tener alguno por caso. Y me dejo alguno que no tuve la ocasión de probar en su día, pero me consta que hubo algunos más
Muchos más se quedaron por el camino en UK y EEUU: desde la obra del propio GaryGigax y sus librojuegos de Sagard el Bárbaro o la exitosa saga Falcon, con viajes en el tiempo y que también disfrutó de su propio juego de Commodore 64 Otras muchas sagas no tuvieron la suerte de esta y se quedaron en unos pocos volúmenes o fueron canceladas sin ver todos sus volúmenes completos. Si les apetece urgar unpoco, pueden consultar Gamebooks.org y alucinar con el volumen de producción: es más que posible que tengan que tirar cordura antesemejante Necronomicónnerdo.
400
Jeje, aún no hemos llegado a los comentarios. Evidentemente, con el paso de los años, la moda remitió, y el rol y los librojuegos terminaron cediendo el poco terreno que habían ganado ante cosas como Magic o los juegos de ordenador. Aunque sus cotas de popularidad jamás volverán a ser tan altas, Elige tu propia aventura sigue vivo, habiendo aparecido libros de cosas como Kim Imposible o Pokémon; sin embargo,la producción de libro juegos está paralizada… al menos a nivel mainstream.
Porque ya en los 2000, y para aprovechar la vena nostálgica, se reeditaron los libros de más éxito: la saga de Lucha Ficción y la de Lobo Solitario, aunque por aquí la aventura duró poco, a pesar de regalar El hechicero de la montaña de fuego en la Hobby Consolas. Hoy, voluntariosos y luchadores fans han creado varios librojuegos en los últimos años, con sagas como Leyenda Élfica o editoriales como NoSoloRol haciendo felices a los que aún disfrutan de este pasatiempo. Y como no podía ser de otra forma, en internet pueden encontrar y versiones digitales de varios de estos libros. Por aquí andan los de La búsqueda del grial, por aquí los de Lobo Solitario…
Lo más bonito es que la historia termina, en buena parte, como empezó. Con Steve Jackson e Ian Livingstone quedando para jugar al menos una vez al mes. Eso sí, que ahora sus compañeros son gente como Peter Molineux (¡) y otros gerifaltes de la industria del videojuego, que gustan de echarse un rol o jugar al Power Grid de vez en cuando. Y seguro que entre las risas salen ideas como la de adaptar El hechicero de la montaña de fuego a la Nintendo DS. Del resultado no digo “na”.
¿Cómo? Cierto: no hemos hablado de hacer trampas. Pero es que no hace ni falta, porque se presupone que las hacían, igual que yo. Y entre los dados y el saltar de párrafos, teníamos cantidad y variedad de ocasiones de hacerlas: Elige tu propia manera de saltarte las reglas. Ahora de mayores no, claro. Faltaría más. Juro que me he acabado El Hechicero de la Montaña de Fuego con Fuerza 10 y 21 puntos de Resistencia sin hacer trampas. Bueno, una vez me salté un encuentro aleatorio… pero eso no cuenta.
Tengo «La prueba del ninja» (el de arriba) firmado por José María Carrascal. En la feria del libro nadie le niega una firma a un niño, aunque el libro no sea suyo.
Debe valer millones ahora mismo.
Yo tengo que reconocer que no tego de rol, D&D etc… Mi única oportunidad de entrar en ese mundillo fue una invitación por parte de unos tipos cuando estuve en una residencia de estudiantes en Soria. El par de tipos en cuestión era un menda punki de dos metros, cuadrado, y que rajaba mucho sobre redskins, oi, peleas de botas y su grupo de punkrock, y el otro era un black metalero de rostro pálido, enjuto y flaco hasta decir anorexia nervosa (quizá uno de sus grupos predilectos) que rajaba por su parte sobre comprar por ebay cuchillos nazis y coleccionar material de la segunda guerra mundial, y leer a Nietzsche. Estaba claro que la culpa de perdermelo la tuve yo, por prejuicioso e intolerante.
Me he leído todo el artículo y por mi ignorancia sólo he sabido pillar las coñas videojueguiles o las referidas a cosas más actuales. Veo que el DonDon Pachi ahora va a aparecer muchas veces en los artículos de virucom. Ya tengo ganas de la analogía DonDon Pachi y la menstruación en las mujeres.
Sólo faltaban mencionar a Saurom Lamderth.
¡Por dios!¡Que recuerdos!
Pese a lo cutre de su logo, yo tenia la colección completa de «Magos y Guerreros», que misteriosamente desapareció en una mudanza y tras la que ando a la caza desde hace ya un tiempecito largo y no doy encontrado.
¿Alguno sabe sobre donde podia conseguirlos?
Si lo sabeis pasad a la pagina 21.
Si no lo sabeis pasad a la pagina 32.
Anda que no me gustaba jugar con el de «La isla del Rey Saurio».
Era de mi hermano y aun lo tiene impoluto.
Besos.
«…las pruebas demostraron que cada libro leído retrasaba en 6 meses la pérdida de la virginidad…»
JAJAJAJAJAJA…soooo true…JAJAJAJA…
Una lectura de lo más agradable.
Mis más sinceras felicitaciones, sr. Viruete.
La cantidad de libros que conserva en esa foto, sr. viruete, explica perfectamente su retraso mental e inmadurez, y supongo que también la mía, que tengo unos cuantos. Por cierto, había unos tipo Lovecraft cojonudos, tenía un par de ellos.
Y si le gustaron esos, tiene que probar alguna vez el rogue, hack o nethack. Esos son juegos para MSDOS, no hay nada que leer, pero son chorrocientas veces más apasionantes. No le digo más que son en ASCII.
Faibistes, mi hermano es el coleccionista, y le aseguro que tiene muchos, muchíiiisimos más. A ver si subo una foto de su cole.
Conozco los Rogue y derivados… De hecho planeo escribir algo del tema de Rol por ordenador primigenio. Tiempo al tiempo.
Gracias a todos por los comentarios. Lo de Carrascal es IN-CRE-I-BLE.
Akatsuko,como siga así, se le pasa la edad del rol. Lo peor es que yo tengo unas GANAS LOCAS DE JUGAR y no tengo con quien.
Un artículo larguísimo, pero tan interesante como de costumbre.
Solo apunto que al acabar scrolleando a toda velocidad para llegar hasta la ventanita de comentarios y cruzarme con la portada de «El castillo de Quarras» no he podido evitar leer otra cosa… (O.o)
Yo era un autentico devorador de libros de este estilo… Lo que más rabia me daba es cuando te quedabas encallado en un bucle que te decia por ejemplo:
Pag 23- Genial, la puerta se ha cerrado pero el pasillo sigue adelante. Pasa a la 47.
Pasabas a la 47 y leias:
– Sigues el pasillo adelante y hay una puerta abierta. Si corres antes que se cierre pasa a la 23.
Si esperas a que se cierre pasa a la 56.
Cabe decir que en la 56 morias de una manera atroz.
Mis libros favoritos eran la saga del Lobo Solitario y de Lucha Ficción, La ciudadela del Caos.
Y de D&D, La montaña de los espejos.
Ultimamente trato de buscar los libros en formato fisico, y alguno he encontrado (en deplorables condiciones eso sí).
Y por cierto, ¿alguien recuerda los del mismo tipo, pero que eran de Indiana Jones?. Menudas idas de olla…
Se q son lo peor, pero yo era fan de La Maquina del Tiempo, de los que aun conservo los que en su día jugue. Gran articulo!
Viru>: bueno, lo peor tampoco. Pero yo me quedo con estos ,como ves.
Dios, yo que nunca he sido un fan de los librojuegos (lo era más de los videojuegos para pobres, Elige tu propia aventura) reconozco como propios algunos que ahí aparecen… No si al final voy a ser un friki y todo…
Seguro habian en esa epoca:
– La version porno de esos libros
– Los intentos infantiles de hacer esos libros
Gran artículo, Sr. Viru. La verdad es que algunos fuimos y somos verdaderos fanáticos de este género, ahora coto exclusivo de nostálgicos. Mi colección, que es mi TESSSSORO, alberga más de 100 librojuegos de prácticamente todas las series que ha mencionado, con algunas de ellas completas. Además, colaboré como corrector en los nuevos librojuegos de Nosolorol, y se los recomiendo a todos, en especial los dos inspirados en el universo del juego de rol Slang, «Ángeles caídos» y «Cuando vengan a por mí» (estos librojuegos ya tienen claro que su público no son adolescentes). Y no, a pesar de la publicidad, YA no me llevo comisión por ventas ;-).
¡Saludos!
La verdad que a estos libros, igual que a los «juegos de rol por ordenador» nunca les pille el punto.
Eso de que ellos me diesen las opciones que yo podia hacer me frustraba bastante.
Y en los libro juegos creo que no rellene nunca una de las fichas: Me los leia omitiendo las tiradas y tan contento.
Tengo al menos 40 de ellos y me ha hecho muchísima ilusión ver un artículo en Viruete! Muchas gracias. Como para muchos, para mi Lobo Solitario era la mejor, y de vez en cuando sigo dándole e intentando que mi novia no muera bajo las garras de los Helghast en Tarnalín…
Por cierto Nosolorol ediciones edita librojuegos basados en sLAng, el juego de rol y son bastante buenos!
Un abrazo
La verdad que a estos libros, igual que a los «juegos de rol por ordenador» nunca les pille el punto.
Eso de que ellos me diesen las opciones que yo podia hacer me frustraba bastante.
Y en los libro juegos creo que no rellene nunca una de las fichas: Me los leia omitiendo las tiradas y tan contento.
Que recuerdos, y que pedazo de libro la mansion infernal.
Verdadero miedito me hicieron pasar las ilustraciones…
No probeis el queso y el vino blanco….
Por cierto, si quereis libros de esos, acercaros a las bibliotecas de vuestro pueblo/ciudad/aldea/reducto, y preguntar a ver con quien teneis que hablar para adquirir libros de la misma. No hay una sola biblioteca que no tenga 3 o 4 y casi os los regalaran (mirandoos rarito, eso si)
Por cierto, por aqui ni lo intenteis que ya he expoliado toda la zona. Y el fruto del pillaje han sido unos 15 libros mas o menos
Por cierto que lo de «Callejeros: Montaña de Fuego» me ha matado XD. Genial, genial.
Jajaja que recuerdos.
ES TRISTE que leí muuuuuuchos libros de los que salen ahí, por lo que debería haber perdido mi virginidad a los 8 años jajaja, pero es cierto que el nivel de pardillez aumentaba mucho.Los mejores los de Lucha Ficción y los de Lobo Solitario aunque estos debías leerte todos en orden ya que había objetos de otros libros anteriores que hacía la aventura más fácil (o por lo menos no imposible).
Del resto aún tengo 2 de D&D azules el de la Torre de Quarras (regular) y el de Reto Crucial el de Raistlin (cojonudo, podías hasta usar una tabla hechizos en cada pelea).
Mi top (de los que recuerdo, muchos me los dejaron y debo tener unos 5 o 6):
1 La Bruja de las Nieves. Insuperable, además parece que acaba la aventura y nooo sigue. Tiene parte de mazmorras y de aire libre.Tiene hasta momentos sentimentales.
2 La Isla del Rey Saurio
Lo bueno de este es que es al aire libre, vas por una isla, no por mazmorras y vas liberando prisioneros lo cuales se unene a tu ejército. La lucha final, genial.
3 Laberinto Mortal: Absurdo pero genial. Un laberinto en el que meten a 8 pavos (hasta a un ninja, ¿¿puede haber algo mejor??) y el que salga gana el premio. En el laberinto hay monstruos, trampas y te alías con algunos concursantes. El nivel de dificultad e hijoputez es máximo. Muy, muy chungo (sí, a mí no me gustaba hacer trampas, eso sí si veía que no me lo pasaba me creaba un superpersonaje).
Sí, reconozco que era un flipao de esos libros y hace unos meses intenté leerme uno pero al final pasé de las reglas y me lo leí a lo bestia jeje.
Yo jugué bastante a unos que se llamaban algo así como «La saga del templario». ¡Muy buenos!
¿Alguien se acuerda de ellos?
Qué curiosa casualidad, la semana pasada rescaté del fondo del cajón más infecto de casa «La caverna del dragón» para echar una partida y recordar viejas batallitas. En su momento me llamaba poderosamente la atención que en la biografía del autor dijera que escribía sus libros con la ayuda de un ordenador. Qué flipante, yo en aquellos tiempos daba mis primeros pasos con el Spectrum y no daba crédito.
Por otra parte, los libros de Lobo Solitario me enseñaron un sabio principio: la mejor manera de matar a alguien si estás desarmado es darle un puñetazo en la tráquea (mejor si tienes un Guantelete). Nunca lo puse en práctica, pero, demonios, es bueno saber cosas así.
La de mapas de Tierras Medias de pacotilla que pude llegar a dibujar yo en aquella época, madre.
El Bibliobús y «Elige tu aventura» alegraron mil y una tardes lluviosas de mi infancia. Luego, cuando me vi con el suficiente nivel decidí pasarme a Mazmorras y dragones. Fracaso absoluto, me tuve que conformar con la colección roja del Barco de Vapor y la Super Pop. Porque un Backstreet Boy siempre es más agradable de ver que un dragón cubierto de babas
Yo también estuve enganchado a estos libros hace (taaaantos) años. Los de Lucha-Ficción eran realmente buenos. Mi preferido es el de Laberinto Mortal. Creo que en Inglaterra fue el más vendido de todos, consiguiendo unos n´meros espectaculares. No me parecía difícil, y eso que yo sí usaba la ficha de personaje, pero nunca encontraba el maldito diamante.
Aunque las series eran lo mejor. La de Magos y Guerreros estaba relamente trabajada. En esos libros había objetos, hechizos e información que tenías que usar en el momento apropiado sumando un número al de la referencia en la que estabas y conseguías algo. Un sistema muy bueno para evitar trampas. Incluso se podía hacer de un libro a otro. Por ejemplo si en el libro 3 matabas a las serpientes espías del hechicero, en el cuarto, al llegar a su fortaleza, tenías un código con el que se representaba que no esperan tu presencia. Había unas trampas relamente grotescas; y el clímax final con el hechizo FAN era acojonante.
Crónicas cretenses era otra gran serie. Elegías dios protector que te otorgaba beneficios muy variados. Emulabas las hazañas de muchos héroes griegos. En general estaba muy bien documentado, no como el videojuego God of War, que es una perversión de la mitología griega (aunque es muy divertido).
La Saga del Cruzado también me gustó. Viejes en el tiempo desde las cruzadas hasta Babilonia pasando por Egipto y el reino de Salomón. Joder, es que lo tenía todo.
El libro de la Mansión Infernal daba cague de verdad. Y ése sí que era realmente difícil. Creo que nunca conseguí pasarlo de manera legal. Es que era una putada: siempre acababas sacrificado, envenenado, un una trampa, etc.
Ay, qué recuerdos. Y qué gran artículo. Ojalá Viruete hiciera otras entregas hablando a fondo sobre los libros y séries. Y como colofón del frikismo, un análisis de algunos libros que no llegaron a España.
vaya nostalgia. ya tengo todos los de lucha ficcion, lobo solitario, la busqueda del grial y cronicas cretenses. Despues me pase al ROL y fuí master en campañas con aquelarre y la llamada de cthulhu. Además jugue bastante al advanced u al señor de los anillos. Que pasada.-
El librojuego es por desgracia, una de esas aficiones uqe jamas pude disfrutar.
A ver si cazo unos scans por ahi y mientras bajan, MaMe y DoDonpachi.
De los de D&D (qué hermosa aliteración) tenía dos: uno cuyo título no recuerdo, y otro que era «Caballero de Ilusión». El título ubergay se veía complementado por una portada en la que salía el caballero titular, deflectando un rayo rosa con el escudo. Pero la cosa venía a cuento: el maloso era un ilusionista y tu peor enemigo era tu credulidad. Molaba porque tenía muchos segmentos de espacio abierto, no sólo cuevas y catacumbas. Ese y tantas otras cosas de ese palo han acabado en alguna donación en masa a algún país subdesarrollado, y lo peor de todo es que no tengo la sensación de haberlo disfrutado de verdad mientras lo tenía.
Ay.
Buenoooo, me ha tocado la fibra Mr. V. Voy a ir comentando las distintas colecciones, seguramente me que de un ladrillo, ya aviso.
Los libros de lucha-ficción eran los mejores. Y lo eran porque a pesar de su simplicidad, entretenían como pocos. Había un libro de aquella colección cuyo nombre no me viene ahora que era jodidísimo. Consistía en recuperar 7 figurillas de dragones. Yo creo que era imposible sin hacer trampas. Ya sólo llegar al fuerte enemigo o lo que fuera era muy chungo porque había que atravesar un desierto y te quitaba resistencia que era un primor. Otro muy jodido era el de la mansión infernal como han comentado arriba. Otra cosa, el de la ciudadela del caos ¿era el que tenía un laberinto que jamas pude pasar?
Brujos y guerreros: de esos tengo la nueva edición. El cuarto era muy chungo, casi demencial. Estuve días dándole vueltas y rejugándolo hasta que al final pude descubrir que la sala llena de fuego no era mas que una ilusión y si pasabas a una sección cuyo numero no recuerdo, las llamas no te quemaban. Y luego ya lo del hechizo de efectos desconocidos FAN… joer, estaba currado desde luego.
Los de Pip y el puto grial. Recuerdo que Merlin te equipaba hasta los dientes y parecía que ibas a ir de sobretti por la partida pero nanai ¿Alguien consiguió descifrar aquellos mensajes que aparecían a veces con todas las letras desordenadas? Lo mejor, lo que comenta ud. Mr. V de los planos con los que podías ir a diferentes secciones.
Los de lobo solitario me entusiasmaban pero había que irlos leyendo desde el primero y consecutivamente para ir adquiriendo los poderes del Kai. Empezar en el numero 4 de novato con sólo dos habilidades era ensalada de hostias asegurada. Efectivamente, la tabla esa de 0 a 9 me preparó para Rolemaster porque fué a lo que jugué prácticamente toda mi vida rolera (que nostalgia, el equipo A)
Dungeons & Dragons: Un puto truño como un puño.
Tierra Media: Idem
La saga del Cruzado: Eran muy buenos, de verdad. Y largos.
Por último comentar su cita:
«que cada libro leído retrasaba en 6 meses la pérdida de la virginidad»
Imagínese como acabé yo, que los releí una y otra vez cada uno. Quien quiera entenderlo que lo entienda.
me he cargado sin querer algunos de los últimos comentarios. Si son tan amables, por favor, vuelvan a dejarlos, muchs gracias.
Yo no tenía muchos, pero los poquitos que cayeron en mis manos me encantaron. Disfrute muchísimo de la saga del «Reino de la hechicería» de Simon Morris para Timun Mas. Eran tres libros que adquirí casi de forma casual, que recuerdo aún hoy como poseedores de una historia muy sólida y con un gran desarrollo psicológico de los personajes no jugadores. En mi inocencia flipaba con lo cabronazos que eran algunos de los tipos que salían, que iban de colegas y luego te apuñalaban por la espalda.
Y, aunque era más de tipo «Elige tu propia aventura», también flipe por lo contrario con un libro-juego de, creo recordar, los del club de los 5 (o una pandilla similar). Todos los finales eran… ¡felices!. Ni la podías palmar ni los malos se salían nunca con la suya. Después de tres o cuatro veces en las que jugué y todo salía bien, me recuerdo incrédulo todas las páginas en las que aparecía «FIN» y, en efecto amigos, no había lugar para la desdicha en ese libro. Creo que eso asusta más que un libro difícil…
Saludos Replicantes y enhorabuena por el artículo.
El libro de las 7 estatuas de dragones se llamaba En La Ciudad Perdida, el décimo cuarto de la serie. Era bastante bueno, aunque complicado también. Además de las estatuas tenías que conseguir el martillo del rey enano (aunque esto era fácil) para destruirlas sin morir. El martillo ya aparecía en el tercer libro, El Bosque Tenebroso. Creo que el protagonista, al que tú interpretas, es la misma persona en ambos.
Me gustaban esos guiños entre diferentes libros. En La Isla del Rey Saurio se menciona el laberinto mortal.
Me ha venido a la cabeza que había otro tipo de títulos que no eran de espada y brujería. Había uno basado en Star Treck, al estilo space opera, en elq ue hasta podías elegir qué oficiales te acompañaban a los planetas. Y otro, también del espacio, que se parece a las típicas novelas policiacas espaciales; al estilo Asimov o Dick.
Efectivamente, Censor el libro era En la ciudad perdida. Jamás lo acabé legalmente y sí me acuerdo de el bosque tenebroso que tenías que conseguir no sé si dos o tres piezas de un martillo enano. Efectivamente los dos libros eran de la misma saga porque el que te encargaba la misión era el mismo (¿un tal Yaztromo puede ser?) El de ciencia ficcion al estilo Star Trek era que te habías perdido en un galaxia y tenías que encontrar como volver a casa. Ese era chungo, porque el final no acababa en el 400 sino que tenías que saber el número de apartado que correspondía con las coordenadas que se suponía te decían en los distintos planetas que ibas visitando. La putada era que podias haber conseguido coordenadas erroneas y, o bien te hacía volver al principio o bien el destino era una trampa que te mataba. Creo recordar que nunca lo acabé. Había otro que eras un pirata ¿lo recordais? competías con otro pirata por ver quien era el que la tenía más larga y venosa. Consistía en recolectar oro como un salvaje y ganar a tu contrincante. Lo dejo aqui pero podría estar horas hablando de esto. De pequeño fue mi pasión. ¡Ah! ¿recordais aquel otro que ibas con un coche en un mundo apocalíptico al más puro estilo Mad Max?
Yo muchas veces me los hacía al revés… Sí, buscaba el fin bueno, miraba qué párrafo era y, desde allí, para atrás…
Era tedioso y más cansado (y aburrido) que al derecho… Pero, ¡eh! ¿Y la picaresca?
En uno de Magos y Guerreros no me salió bien por culpa de una errata… ¡estoy seguro de ello!
Ruboslav: la verdad es que a mí los libros de D&D no me gustaban nada, pero mi hermano me ha comentado un poco el asunt y hay algunos que tienen cierto pase…
Me flipa mucho lo que comenta la gente de leérslo sin jugar los combates… esa era mi parte favorita.
Negrita: tú obviamente, como mujer que eres, no tienes esa necesidad de matar y pillar tesoro.
Al final tendré que mirar de echarle un vistazo a La mansión infernal, que no jugue en su día pero por lo que dicen parece bien divertido.
Es verdad que había libros de otras temáticas: El guerrero de la autopista, a lo Mad Max… pero es malísimo. Del espacio estaba Nave espacial perdida y Espacio asesino. Y de Superhéros, Cita con T.E.R.R.O.R.. Y en inglés había más del espacio y esas cosas.
Grendel: gracias por el truco
Wyvern: los 6 meses adicionales son a partir de los 13…
A mi los que más me molaban eran los relacionados con AD&D, de hecho los dos primeros (Prisioners de Pax Tharkas y La Torre de Quarras) son mis favoritos. Si no me equivoco los ilustró Mark Nelson que dibujó los cómics de Alien de Dark Horse. ¿Dónde andará ahora?
Los de Marvel molaban a pesar de ser facílisimos. Era un punto sobretodo el de la Patrulla X donde podías manejar a varios personajes…
Muy chulo el artículo, Viru.
¿Pone de Quarras o de Guarras? por que si es lo segundo me lo compro.(se que es un chiste facilon y malo, pero debia sacarlo por fuerza)
Ademas teni un libro de estos de de aventuras AD&D, entretenido pero sin mas que destacar.
Recuerdo haber hecho esa misma coña a los once o doce años en el colegio. Nuestra librería tenía cuatro o cinco, entre ellos La Torre de Quarras xD
Es cierto que como forma de entretenimiento hoy tienen comido el terreno prácticamente. Los videojuegos son más inmediatos, aunque sea sólo porque no hay que pasar páginas ni andarse con tiradas, y los juegos de rol o los de mesa son más sociales.
Sin embargo, si que tienen un cierto encanto por ser algo intermedio e interactivo entre la literatura y el juego de rol: tienes las descripciones y la capacidad de elección pero no puedes salirte del personaje. Creo que, aunque no es un producto con un mercado tan amplio como antaño, si que tiene un cierto margen para hacer cosas interesantes precisamente por eso.
El tema de los librojuegos me llegó algo más tarde que los de «escoge tu aventura», no jugué a muchos, pero si a algunos de lucha-ficción y D&D ( bastante chungos a mi entender, no paraba de recibir, creo que en «El Cetro del Poder» en el que más, básicamente por ser mago supongo ). Luego enseguida me pasé al rol con la primera de D&D ( la caja negra de Borrás, no la roja, al menos la primera llagaba hasta nivel 5, ratas! ) y el resto es historia, aún estoy ahí con mis partidas.
Se lo que jode no encontrar a nadie con quien jugar Sr. Viru, búsquese a gente de algún club y apuntese ocasionalmente a alguna cosa de jornadas que hagan, siempre va bien para quitarse el mono.
Y empujado por mi siempre presente deber de evangelización rolera le digo: si se pasa por BCN avise y le hago una partida.
Y ahora que me acuerdo… Yo robe para otro lector de esta web el primero de Lobo Solitario (hecho mierda) de la biblioteca de mic olegio (que disponía de los dos primeros)… Nunca había robado nada y nunca lo he vuelto a hacer, pero dado que yo era el único que lo había sacado de la biblioteca en 6 años y que yo ya lo tenía, creo que mereció la pena… PERO QUE REMORDIMIENTOS, CRISTO…!
Pese a que, reitero, mis favoritos eran los de Lobo Solitario (y siguen siendo, claro); he de decir que Lucha Ficción y Brujos y Guerreros me apasionan también! pero, sean sinceros, ¿Alguno de ustedes de verdad ha terminado la Mansión Infernal sin hacer trampas? Mientanme… ese libro es genial pero imposible!
A mi me regalaron en mi comunión la colección completa de magos y guerreros (todavía anda por casa de mis padres). Dado que solo conocía los libros de Elige tu propia aventura y similares, fue todo un descubrimiento eso de tener que elegir que armas llevabas antes de empezar la partida o tirar dados o monedas para saber el resultado de la acción 🙂 Pero no pasé de ahí, nunca encontré ninguno de los libros de los que se habla en el artículo… cosas de vivir en provincias, supongo 🙂
Muy buen articulo viru casi me quedo loco pero es muy bueno, no se que deciros, si hay alguien mas en el blog que alla sufrido dislecsia de pequeño, sabra lo dificil que es para nosostros entender un libro, (para mi un libro es un tronco de arbol cocido con materias radioactivas que apestan, encuadernadas y lenas de garabatos, y en su mejor caso con dibujos o fotos) como veis soi un jodido inculto jajajja pero vamos que yo tambien lei (casi siempre solo miraba los dibujos y las opcines: si quieres matar al monstruo ve a la pag 31 o si quieres arrancarle los testiculos a Popeye con unos alicates ve a la pag 61 por ejemplo… me a gustado mucho el articulo aunque no fuera un lector de estas cosas pero te lo has currao Saludos a todos
Yo me harté de todos estos libros por las veces en que te mataban al instante solo porque elegías cruzar una puerta sin que te hubieran dado la más mínima pista de que era peligrosa.
Por culpa de este artículo ando rebuscando estos días en el trastero mi colección de AD&D y Lucha Ficción, imagino que impolutos porque siempre fuí un niño en extremo cuidadoso y repelente. Mis favoritos eran los de la serie «Aventura sin fin» de D&D (borde negro, más limitados pero algo mejor escritos), tendré prácticamente la colección completa (si no desaparecieron con una mudanza *sigh*), y seguro que el señor Timun Mas (sí, un señor ¿Qué pasa? Así es como yo lo imaginaba xD) acabó comprándose alguna mansión gracias al dineral que hice gastar a mis familiares. Recuerdo que incluso me hice socio de un club que sacaron y durante años estuvieron mandándome catálogos con sus nuevas publicaciones.
En fins, gracias Viru por refrescarnos la memoria con otro de tus impagables artículos.
Comentario para muy flipaos:
Estuve de viaje hace poco por Tailandia. En Bangkok vi la Avenida SUKUMVIT o como se escriba. Tambien existe el rio KOK. La provincia de FANG.
Sí, el creador de «Laberinto Mortal» era un poco COPIÓN con los nombres.. Y alguno más que no he puesto.
Sí es muy flipao acordarse de esos nombres pero eso de SUKUMVIT se me había quedado en la memoria jaja.
Muy bueno Viru. Yo conservo toneladas de libros, la mayoría ampliamente castigados con su uso, pero la colección del Grial la tengo completa. Creo que esos libros nos afectaron a muchos, ese sarcasmo, ese ver la vida a su rollo, esos diálogos gloriosos, ese vampiro poético… obras de arte. Creo que estaría bien que metieras una ilustración del Vampiro Poético, probablemente el personaje más mítico de toda la historia de los librojuegos 😀
Te has olvidado los de Sherlock Holmes, libro-juegos en los que tenias que resolver un caso, con hoja de apuntar pistas, hojas de personajes, etc… normalitos, la verdad.
Para un chaval de 12-13 años, las tramas situadas en el Londres victoriano no eran demasiado atractivas.
Un saludo.
VIru: están mencionadas en el texto… comparto su valoración.
Mi impresion es que mientras fui muy fan de «los rojos» (aunque no lei tantos como quisiera) y ademas estos me eran mas accesibles (los tenian primos y amigos) los del articulos me eran mucho mas ajenos. Si que vi algunos en casa de familiares y tal pero nunca llegue a leer uno en condiciones por:
-Mecanica mas complicada, mientras que de los rojos me podia dar tiempo a devorar una o dos (o mas) representaciones paralelas de la realidad (TM) en una visita, estos no sabia ni manejarlos. La mecanica me parecia tan dificil como pasarse el DoDonPachi con un credito.
– Buscate un dado o la hoja de personajes, que nunca estaban necesariamente al lado
P.D: Aunque luego no he sido muy rolero, si que jugue al D&D con el patito en la portada, no sabia que fuera tan relativamente raro.
P.P.D: Y luego me enteré que mi primo jugaba tambien.
P.P.P.D: Pero jugaba la partida el solo… (quizas mi primo inventó el libro-rol?)
Qué emoción Don Viruete… Precisamente yo tenía de LUCHA FICCION el de La montaña y de LA BUSQUEDA el de La caverna del Dragón. La verdad es que había un dibujo de un zombi en el del Hechicero que me daba un ascazo que no podía dejar de mirarlo. Y Pip era el más divertido (recuerdo una casina en la ciudad amurallada en la que «el Habitante» te daba una sopa que podías incluso llevarte que era reconstituyente. Qué de trampas me hice a mí mismo… Qué vergüenza, ahora que lo pienso.
Enooorme artículo yo creo conservar casi toda la busqueda del grial , bastantes de lucha ficción , lobo solitario , ad&d y alguno de los de sherlock holmes pero desde luego los más grandes eran crónicas cretenses
De estos solo tuve «laberinto mortal», que al igual que los libros de «elige tu propia aventura» que tuve también lo mangué del Simago. A diferencia de estos que llegué a la veintena de títulos de aquellos solo me quedé en el susodicho. No me gustó mucho y además yo mismo me engañaba y ganaba siempre a los monstruos. Es que sino que haces, ¿te mueres y cierras el libro?
«¿te mueres y cierras el libro?»
Eso es lo que pensaba yo ¿Si me matan tengo que volver a empezar y repetirlo todo hasta volver al mismo punto cuantas veces hagan falta para ganar? Por eso nunca me llegaron a gustar.
Ay mis librojuegos… se los robaba a mi tío cada dos por tres hasta que me los regaló por mi comunión (el mejor regalo claro, fue ese).
Ando loca buscando los títulos que me faltan de la aventura del Grial, pero sé que algún día llegaré al rastro y ahí estarán esperándome a euro el kilo…..
Es curioso que yo a Daredevil lo conocí por el libro rol de Marvel…
He encontrado esta página por casualidad mientras andaba buscando otra cosa, pero la verdad es que ya he olvidado que es lo que buscaba…
¡Joder, cúantos buenos recuerdos me ha despertado! Hubo una época en mi vida en que los librojuegos eran mi mayor ilusión y entretenimiento. Tenía mogollón y de muchos tipos:
Los primeros que conocí creo que fueron la «serie negra» de Elige tu propia aventura de Timun Mas, que a la vez fueron mi primer contacto con el universo de Dragones y Mazmorras (o tal vez lo fue la serie de dibujos, no estoy muy seguro). Me impactaron muchísimo, todavía recuerdo escenas y personajes de aquellos libros. Enseguida conocí la serie roja, la de toda la vida, y creo que probé de todas las otras que sacaron, como la blanca (la de los viajes en el tiempo) y hasta la más infantil («Elige tu primera aventura» si no recuerdo mal).
Cuando descubrí los verdaderos librojuegos de Altea, la verdad es que no necesitaba nada más en el mundo…seguramente sí que llegaron a retrasar mi “estreno”..juas juas
Creo que probé todas las series, menos la de Zork, que siempre me parecieron libros demasiado finitos como para ser buenos.
Siempre lamentaré no haber conseguido el primero de Brujos y Guerreros, por no haber podido conocer al puto “Vik”, con lo útil que hubiera sido cuando empecé en «Khalte, ciudad de las mil trampas» (pero bueno, yo invoqué su nombre en un par de ocasiones, de todas formas, jejeje)
De los de Lucha Fícción recuerdo con especial cariño «La Mansión Infernal» («…un final adecuado, piensas, para una mansión infernal»), «La Ciénaga del Escorpión», «La Isla del Rey Saurio», “Espacio Asesino” (podías conseguir un agujero negro portátil, la ostia!) y muchos otros..
De los de Lobo Solitario y La Búsqueda del Grial los compré todos…hasta que dejé de encontrarlos a la venta, así que seguramente me falten los últimos últimos 🙁
Las Crónicas Cretenses fueron bastante originales, mas oscuros y adultos que el resto de series en mi opinión, pero eran un ciclo corto, 3 o 4 libros y punto final, si no recuerdo mal.
Sí…los de Altea fueron los mejores sin duda. Pero hubo algunas cosas interesantes en otras editoriales:
Los de AD&D eran más engorrosos de jugar pero estaban bien. Mi preferido era “Reto Crucial” (siempre me gustó la frase “Ánimo Raistlin, tu fuerza salvará al mundo”, aún sin tener NPI de quién era Raistlin por aquel entonces), y uno en el que llevabas a 3 personajes, cuyo nombre ya no recuerdo.
De los de Arín tuve el que sacas, “El Ojo del Dragón” (muy original el hechizo para hablar con los espíritus de los muertos mediante sus cadáveres…recuerdo un final en el que alguien te invoca a ti, porque resulta que habías palmao sin saberlo, que bueno), y “Terrores fuera del tiempo” . Me gustaron, aunque me parecieron bastante jodidos la verdad.
La serie de la Tierra Media fue la última en editarse que yo recuerde, y no me disgustó…al menos me los terminé sin hacer ninguna trampa y eso me pareció todo un logro 🙂
Supongo que la evolución lógica para mí habría sido el rol auténtico…pero en mi entorno nadie estaba en esas cosas, así que lo probé con un grupo de desconocidos y no me gustó demasiado, no era lo que me esperaba la verdad,…me pareció gente muy clasista, prepotente y rara (o friki como se dice ahora).
Así que me pase a los juegos de ordenador, y aunque he pasado muy buenos momentos con ellos, todavía lamento a veces no haber podido experimentar el rol de verdad con amigos…
Por ello creo que, aún a día de hoy, si alguien diera el siguiente paso en la evolución de los librojuegos y sacara un producto para un público más adulto y con capacidad para manejar un sistema más complicado, yo al menos probaría.
Un abrazo a todos y perdonad por el rollo que he soltao…a veces le puede a uno la nostalgia…ay
P.D: Todavía deben andar por casa de mis padres todos mis librojuegos…En cuanto les haga un hueco aquí, voy a por ellos jejeje XD
Hola, no tendrás una copia en pdf o escaneada del libro «Terrores fuera del tiempo»,verdad? Es que me encantan los libro-juegos, tengo el anterior, «Donde acechan las sombras», y me encantaría tener este también, pero no lo consigo por ningún lado. Sobre todo me gustan los librojuegos basados en los mitos de Cthulhu de Lovecraft, como «Solo contra el Wendigo» o «Solo contra la oscuridad».
Un saludo.