De pequeño era mi ideal de belleza femenina. Estaba ENAMORADÍSIMO de Phoebe Cates en Gremlins. Mucho antes de saber que era el amor o el sexo. Sencillamente me parecía increíblemente guapa. Años más tarde, me la encontré de nuevo totalmente arrebatadora en Aquel Excitante Curso, una de mis películas favoritas. A partir de ahí tuve una breve época de fanatismo que me llevó a intentar ver todas sus películas… y con el tiempo, a apreciar su carrera como cantante. En un mercadillo encontré su primer single, Paradise, un clásico del Easy Listening que nuestra amiga interpretó para la película del mismo nombre.

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Por increíble que parezca, se hizo algo de promoción del tema, con lo cual Phoebe tuvo que hacer una serie de aparaciones televisivas. Gracias a Youtube tenemos acceso a ésta, nada más y nada menos que en TeleCinco, que obviamente ya funcionaba en Italia. La chica, como veis, mucho salero no tenía cantando, y le veo los dientes algo raros (me da que luego se los arregló) pero aún así la veo monísima.


Phoebe no grabó ningún disco, me da a mí que no le interesaba demasiado salvo por hacer la gracia de vez en cuando y quitarse la cosilla de vez en cuando. Por ejemplo, en una de sus siguientes películas, Escuela Privada de Señoritas, donde interpretó este tema AOR a lo Pat Benatar de la época.

Como esto es un blog de música, no hablaremos de sus tetas en Aquel Excitante Curso, pero sí de su crossover con el mundo del porno, ya que el otro tema de Escuela Privada para Chicas, Just one touch, un dueto que apareció en la BSO de Eduardo ManosPenes, de la cual ya os hablamos por aquí.

Ese fue el fin de su carrera como cantante. La de actriz duró algunos años más, claro está. Para nosotros, sus fans, sus temas son un pequeño regalo que nos hizo y con los que disfrutar por el simple hecho de estar cantados por ella. No nos hace falta más. Y bien que los saben los chicos de Phoenix, TX, un grupo de punk-pop que le dedicó este tema, lo más cercano a un hit que han tenido y con una letra que es pura honestidad onanista.

El idiota de Kevin Kline me la arrebató, pero igual es mejor: así en lugar de verla envejecer, la recordaré siempre en sus años jóvenes. Cuando escucho el sensacional Somebody’s Baby de Jackson Browne, aún creo que el tema va dirigido a ella y no a Jennifer Jason Leigh…