Galería de Terminator Exploitation

James Cameron imaginó un futuro donde un superordenador inteligente desataría el apocalipsis nuclear en la tierra, y en el que una serie infinita de androides se encargarían de acabar con los restos de la humanidad. Como respuesta a aquel sueño que inspiró la idea original, muchos productores soñaron también con imitaciones de su película que acabarían apareciendo en lo próximos años, sin pausa ni tregua, como Terminators salidos de una cadena de montaje automatizada, dispuestos a dominar videoclubs y cine-terrazas.
Fue el fenómeno de la Terminator Exploitation, y para que os hagáis una idea de su dimensión, os traemos una extensa galería de carteles y carátulas… y alguna cosita más. Porque lo de la consola T2 también tiene su delito. Pero comencemos por el principio, y, como somos educados, con las damas.

Este verano tuve la suerte de compartir sauna y spa con Cristiana Lockken, la Terminatrix de T3, allí en Estepona. Cuando le comenté que ella no era la primera «terminator mujer», obviamente no tenía ni idea de que le hablaba. Lo cierto es que a la saga oficial se le adelantaron en bastantes años, como debe ser: el concepto de la versión femenina de un personaje de éxito es siempre uno de los primeros en aparecer a la hora de aprovechar e intentar replicar las ganancias conseguidas. Ahí arriba tiene a nuestra querida Alienator, que durante meses adorno la cabecera de nuestra web: entre el tagline y el título hace referencia a tres películas de éxito. Insuperable, pero hubo otras…

Los italianos, nuestros queridos primos mediterráneos, no podían faltar a la cita, y lo hacen con sus mejores galas. La cosa no llegó a los extremos de la Rambo Exploitation, pero también se produjeron algunos clones que merecen la pena ser comentados. De Destroyer, Brazo de acero, ya hemos hablado largo y tendido en esta web, y nos da la clave de la pauta seguida por los italianos: fusionar películas. Ahí tienen Alien Terminator (¡con Franco Nero!), la fusión entre el T800, Mad Max y Blade Runner que era la propia Destroyer o… la falsa Terminator 2

Destaquemos por último esta Terminator 2, de Bruno Mattei, que logró engañar a muchísimos incautos con su falsa promesa de proveer una secuela al film original. En realidad estamos ante un plagio de Aliens, el regreso. Y cuando digo plagio es que el 80% de la estructura del film, y hasta numerosos diálogos, están extraídos del este film. Hay que otorgarle el mérito de ser el mayor tributo rendido al talento de James Cameron de la historia, al copiar no ya una, sino dos películas. Solo faltan pirañas voladoras.

Si bien Lady Terminator podría encajar perfectamente en esta categoría, hemos querido dejarla para viajar al lejano oriente y ver sus influencias. Aquí nos tememos, que, como en toda buena película de Ninjas de los 80s, las carátulas no se parecen en nada a lo que prometen, así que de Terminator solo tienen el título. Pero como comprenderán, con esos títulos y esas portadas, antes me corto un brazo que dejarlas fuera.

Esos símbolos coreanos extraños han sido traducidos en nuestro país como Shaolin vs Terminator. Y encima está disponible en DVD, en un programa doble con Ninja Shaolin Duelo Final, sí, aquel DVD donde grabamos un audiocomentario Wally y yo…. Que no hay excusa para no tenerlo, vamos.

Los israelies también se apuntaron a la moda, aunque solo fuera de nombre, con el premiado corto Adios, Terminator. No había robots del futuro persiguiendo a nadie, ni falta que les hacía, con la que tienen allí montada.

La copia más desvergonzada y pedestre la tendríamos en este Janni Dushman, aka El Terminator Indio. Sí, con sus canciones y todo. Como la portada dice más bien poco, me van a permitir ponerles un youtube con fines ilustrativos, para que aprecien como recuerda a Rise of the Robots más que a otra cosa. Puritito 386.

Por último hace acto de aparición en esta sección una película austríaca, que aunque no sea un país asiático, a efectos cinematográficos me resulta aún más exótico que sus contrapartidas chinas. Porque ya me dirán cuantas pelis austríacas ven al año… Esta además no se anda con chiquitas y nos advierte que «los Terminators se han apoderado de la tierra». ¡Especuladores, caciques!

Aquí la cosa comienza a enredarse un poco más. Como nos enseñó Van Damme en Cyborg, la práctica de las artes marciales no está reñida con los exoesqueletos y los implantes cibernéticos, como tampoco lo está con el modelaje o la música De ello tomó buena nota, principalmente, el infra-actor Don el Dragon Wilson, cuyo ratio de pelis potables debe ser del 0.5%; yo aún estoy esperando ver la buena, porque el tipo se va acercando peligrosamente a las 200. Así que ahí le tienen, de Kickboxer y con su saga CyberTracker.

Oliver Gruner, kickboxer francés se apuntó a la moda e iba para estrella del cine de acción. Con decirles que esta Nemesis supone la cumbre de la carrera de Gruner se lo digo todo, claro que la dirigía Albert Pyun (interpreten este dato com oquieran). Y hasta engendró varias secuelas, aunque ya no podrán encontrarla en los mismos videoclubs donde alquilaron la primera a principios de los 90.

Toca el momento de homenajear a David Carradine. El difunto actor también se prestó a llevar implantes y viajar por el tiempo, en este caso, en la muy celebrada en Antena 3 Fuerza Futura. Como no hay dos sin tres, repitió en la deliciosamente titulada Project Eliminator. Un poco más y gana a Don Wilson, como debería ser.

Terminamos con una serie de mataos del cine de accíon: Martin Kobe (el malo de Karate Kid) el Tarzán mongólico Joe Lara y Daniel Berhant. Esteoides, dientes apretados y mullets en una serie de cintas protagonizadas por nombres que son, desde luego, una garantía de calidad ante el espectador más exigente.

Pues eso. Que si los americanos lo inventan, en su derecho están de autofelarse hasta la extenuación con miles de copias. No se enfaden: ni que la idea de Terminator fuera totalmente original. La pena es que aún no hayamos tenido película de Magnus: Robot Fighter.

Furia Cyborg, posiblemente la peor película de las aquí comentada. Pero hey, de copia nada, que aquí hay terminators con bigote. Eso no salía en las de Cameron.

Y como siempre, nuestros amigos de Asylum demuestran tener tanta cara como cojones haciendo algo como The Terminators. Y eso hay que respetarlo.

Uf… ¿Cómo se les ha quedado el cuerpo? Aunque no sea de metal fundido, ahora mismo tengo el celebro en estado líquido. Pero no puedo terminar el artículo sin recordar otros homenajes pop a al T800, el T1000 y el T-NTE: la terminator exploitation llegó a los videojuegos, los juegos de rol y hasta la músca. Recordemos, por último, grandes hitos no ya del cine, sino de la alta cultura:

Nos despedimos ya, como ven, con sombrios pensamientos sobre el futuro de la humanidad sobre nuestras cabezas. Claro que hay quien ha hecho predicciones más benevolentes, o al menos, placenteras, sobre las intenciones de estos androides.

Y no amigos: Porculeitor no existe. Nos os creáis todo lo que leéis por internet, y mucho menos, en esta página. Nos quedamos con la espinita clavada de no tener una copia española. Nos conformaremos, entonces, con Cruz y Raya y su inmortal Escobator. Bien desarrollada, la idea da para un largo.