Hola amigos. Aquí Armabot colaborando por primera vez en este No Pedí Estos Poderes para comentaros tres cómics de la editorial RCK. Cada una de su padre y su madre. Hack Slash, Death JR y el último tomo del superhéroe Jack Staff. Y los tres, bastante recomendables, lo que son las cosas… Ahora que se estrena el remake de Viernes 13, es un buen momento para conocer Hack ‘n’Slash. Fans de Pesadilla antes de navidad, no dejéis de leer nuestro comentario sobre Death JR. Y para los que gustan de superhéroes con sabor clásico, Jack Staff repartiendo estopa.

Hack Slash
Hack Slash nos cuenta la historia de Cassandra Hack, una cazadora de slashers (ya sabéis, los asesinos del género de terror de la saga Viernes 13 que tienen tendencia a no morirse tan fácilmente como la gente normal) al más puro estilo Buffy Cazavampiros en un mundo donde los slashers existen de una forma relativamente habitual.
Básicamente es un cómic de acción contado en un entorno de terror. Puede que con el paso del tiempo y los números la historia vaya profundizando, pero por el momento es una serie de historias independientes, lo cual no es necesariamente malo, que conste. De hecho, se supone que existe (agarraos) una adaptación teatral y los creadores están trabajando en una versión cinematográfica.


Este tomo incluye los dos primeros one-shot publicados. Cada uno con una historia autoconclusiva de 48 páginas escrita por Tim Seeley y dibujada por Stefano Caseli y Federica Manfredi en cada caso. Generalmente un cambio de dibujante en una serie regular es algo que me irrita bastante, como si me cambiaran los actores en una serie o en medio de una película (en cierto modo, en ocasiones sucede), y más evidente resulta si viene publicado en un tomo. Pero dado que se trata de dos historias individuales, no es el caso. Simplemente tenemos dos interpretaciones.
El dibujo de Stefano Caseli, que conserva trazos de lápiz, juega con texturas y al que se le ha aplicado una tonalidad de color bastante oscura, resulta en ocasiones algo sucio, lo cual encaja perfectamente con el género de terror con el que juega la historia.
Por otro lado, el dibujo de Federica Manfredi, mucho más limpio y “convencional” me resultó algo inferior en un primer vistazo, pero para nada lo es. Con un dominio bastante notable de la captación del movimiento y proporciones realistas, no desmerece en absoluto el dibujo de su predecesor. Todo queda en preferencias personales y es bueno obtener dos interpretaciones en un mismo tomo.
El cómic viene complementado con algo de material extra que siempre se agradece. Material como 4 páginas a lápiz de Caseli y una galería de portadas (una de ellas fotográfica) e ilustraciones. Un cómic que cumple con sus objetivos marcados y que no engaña a nadie. No defrauda si sabes qué estás comprando. Si tienes oportunidad, hojéalo y tendrás una idea.

Death Jr.
En este cómic se nos cuenta cómo es la vida del hijo de la muerte, que vive en un típico barrio residencial norteamericano y acude al colegio donde como es de esperar no es del todo aceptado pero sí puede hacerse un hueco entre los pardillos, que en este caso tampoco es que sean muy normales.
Este tomo incluye los 3 primeros números (de 48 páginas cada uno) publicados originalmente por Image donde se nos presenta a los personajes y sucede el primer arco argumental.
A la escritura Gary Whitta y a los lápices (y tintas) Ted Naifeh. Un par de desconocidos para mí pero que hacen un gran y coherente trabajo con esta obra de manera que guión y dibujo encajan perfectamente. El resultado es un cómic en la línea de Jeff Smith mezclado con Mike Mignola (que no en vano, ilustra la portada del tomo), que resuelve una historia de humor, algo de acción y misterio.
El mismo diseño de Death Jr. y sus extraños podría estar ahora mismo en todo tipo de merchandising si no fuera porque Jack Skellington y Emily Strange ya tienen pillado el mercado.
En definitiva, entrañable, sencillo y muy bien llevado a cabo. La mejor referencia que puedo dar para saber a quién puede gustar es la que di unos párrafos antes. Es una mezcla de los mundos de Mike Mignola (y su Hellboy) y Feff Smith (más en Leave It to Chance que en Bone). No hace falta ser una gótica para disfrutarlo, pero si lo eres, eso que tienes ganado.

Jack Staff: Ecos del Mañana
Ya tenía yo ganas de leer algo de Jack Staff, pero aún no había pasado por mis manos…
Con esta primera declaración probablemente me esté declarando como alguien no adecuado para escribir sobre el tema. Este tomo, el cuarto publicado en nuestro país y el tercero de la segunda etapa en color, incluye los números comprendidos entre el 6 y el 12 de su edición original en comic-books. Aún así, y gracias a que los tomos anteriores no tienen el mismo número de páginas, han sido separados según arcos argumentales. De este modo, y dado el saber hacer de su autor único, Paul Grist, los personajes y situaciones son presentados enseguida y no es necesario conocer el universo previo. Además, la mayoría de los personajes de este universo son reinterpretaciones que Paul Grist da de personajes que conocemos de cómics de superhéroes.
Una de las sorpresas que me he llevado es el formato revista de la colección Jack Staff. Al igual que los cómics clásicos, no sólo tenemos las aventuras de Jack Staff sino también las aventuras de otros héroes no necesariamente superheroicos. Así, Paul Grist demuestra su gusto por el cómic clásico de la Golden y Silver Age, pero llevado generalmente a nuestros días y a Inglaterra, lo cual nos puede resultar más cercano (aunque los personajes no trabajen en la restauración como los españoles en Inglaterra).
Este estilo de contar varias historias a la vez, es lo que más caracteriza este cómic. Es su gran virtud porque resulta bastante variado, pero en parte también puede ser un pequeño lastre, ya que en un solo tomo, con tantas historias que se van interrumpiendo, no logramos profundizar en los personajes. Pero muy agradecido resulta cuando parte de toda esa información paralela llega a un fin.
El dibujo de Paul Grist, con esos trazos sencillos y gruesos funciona perfectamente con las ediciones algo reducidas (con respecto al formato comic-book USA) de la editorial RCK. Un dibujo sencillo pero efectivo que permite a Grist ser el gran narrador que es, en ocasiones a costa de gasto de páginas pero que compensa con otras páginas más densas de “historia”, con un resultado final bastante equilibrado para los tiempos que corren.
El resultado es un cómic de autor con preferencia por lo clásico pero de fácil accesibilidad con un estilo de dibujo bastante personal que nos resulta más común en Europa que en Norteamérica. Al menos para el género. Los que ya conozcan Jack Staff ya sabrán de lo que hablo.
Parece mentira que superados los 90 Image se ha convertido en la editorial de cómic independiente y de autor que pretendieron sus fundadores con aquellos cómics tan comerciales y de calidad discutible en muchos casos. Pero esto es algo que no representa ninguna novedad desde que comenzamos el siglo XXI.
Por cierto, que ya nos podían haber dado el último tomo, que este tiene ya casi un año. En todo caso, sirva como referencia para aquellos que no se atreven a acercarse al personaje.
Chimpún.