Era broma, evidentemente. No ha durado la farsa ni un comentario. Mis disculpas a los que se lo han creído y se apenaron. Ay, ¡que inocentes!
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Hola, queridos amigos y lectores. Habrán notado que en las dos últimas semanas hemos bajado el número de actualizaciones considerablemente. Hay una buena razón para ello; tras mucho considerarlo he decidido que, tras más de 6 años al frente de esta humilde página, ha llegado el momento del adiós.
No es una decisión fácil, pero creo que es el momento apropiado para hacerlo. Uno de los principales factores es el abandono de mis blogueros, gente con talento que prometían dar un aire fresco a la web… y quienes no respondieron a las expectactivas. A Lo sé; esto no es putalocura ni yonkis, pero tampoco es el blog de tu primo. Aún así, unos 4000 visitantes diarios (y sin foro) no son suficientes para algunos. En mi mente, entraba en virucom y había contenido nuevo, no creado por mí, que me hacía experimentar la sorpresa de los propios lectores. Y al final, me he encontrado tirando yo solo de mi blog y otros 3, salvo del Pyjamarama de Wally y la ocasional aportación de Mágico Viaje.
También influye mi actual situación laboral, y mi incapacidad de sacar algo en claro de la web precisamente cuando más lo necesito. Si bien virucom ha tenido importantes patrocinios y esponsors, al llevar mi nombre en la web, fui incapaz de transformarla en una plataforma semicomercial, de pura verguenza. Ya lo he dicho más de una vez: me arrepiento de haberla llamado así Virucom. Ahora el cambio de nombre nunca se efectuará.
El chiringuito se cierra. No sé si para siempre o por el momento, pero mi etapa bloguera ha terminado, supongo que por un tiempo bastante grande. Lo siento por los lectores, por los fans y demás, pero no puedo seguir trabajando diariamente dos-tres horas en algo por lo que no voy a recibir ni un euro, algo que no va a tener retribución monetaria y por lo que, en estos momentos de crisis, no voy a conseguirla (no, no soy Sergi Ramos ni, tristemente, nada parecido). Llamadme vendido si queréis. Yo prefiero llamarme consecuente. A mi alrededor veo cómo todos los blogueros que sigo han encontrado trabajo gracias a sus blogs. Y yo me como los mocos en mi casa comentando tebeos de Steve Englehart y películas de Corey Feldman.
Me llevo, eso sí, el reconocimiento de quien verdaderamente importa: los lectores, quienes sé que aprecian mi «esfuerzo» a lo largo de estos seis años. Muchos, muchísimos más de los que esperaba, muchos más que el 99% de las webs y blogs similares y, desde luego muchos más de los que me merezco. A todo aquel que me ha enviado un mail, que ha dejado algún comentario, que me ha saludado por la calle, me he invitado a cualquier actividad o que ha tenido a bien reseñar la web en algún lado. GRACIAS. Una y mil veces. Gracias.
Dejamos, eso sí, el archivo de artículos y entradas durante un tiempo. Y si quieren contactarme, ya conocen mi mail; joseviruete @ viruete.com Pero eso sí, estén atentos a la red… quizá me encuentren por alguna otra parte.