Dedicado a Anita de Arte, que sabe mi cursilerez
Hay veces que uno recibe encargos que sólo siendo muy poco hombre puede realizar. Ahí están las pruebas: he escrito sobre Mecano, sobre los Nikis, sobre Locomia e incluso guardo cierto cariño a Juan y Junior. Es más, prefiero el Cuore al Marca como toda persona inteligente. Con estos galones sólo yo, Pornosawa, podría abordar en Viruete.com el análisis de algo tan escasamente heterosexual como el doblete Tras el corazón verde y La Joya del Nilo. Lo que cualquier persona inteligente definiría como: los Indiana para tías o, más certeramente, los Indiana con hombreras.

Tras-El-Corazon-Verde-Vcd.jpg

Si el publico viruetil recuerda el Indy original, el del bola gigante de cartón-piedra, tiene que acordarse también de los diálogos, escritos por el gran Kasdan y que daban credibilidad a contextos tan marcianos como una arqueóloga perdida en el Nepal. Los momentos Indy y Marion era casi piezas de una comedia sentimental; Vds. podían poner a Billy Cristal o Meg Ryan, e incluso a Alberto San Juan y a Natalia Verbeke (¡mejor no!) en sustitución. Algún productor avispado se dio cuenta de esto, y de ahí saldrían estos dos productos de Indyxplotation, tan celebrados por las fans de Pedro Marín en su tiempo, con videoclip de Billy Ocean incluido (que podrán ver a continuación).

5.jpg

Corrupción en Colombia

Pongámonos en antecedentes: esto es Michael Douglas que se encuentra en lo profundo de Nevada tomando porras, y de repente le viene una camarera que le dice “Eh, he escrito un guión.” Douglas interesado, con media porra a masticar en la boca, lo lee y hete tú aquí que le mola. La señora había escrito un folletín mitad Scarface, mitad Pulpie que supo cortarle la digestión al hijo de Kirk.

1.jpg

Unos años más tarde, ahí está Douglas produciendo ese guión y protagonizándolo como maromo mulletiano. ¿Qué de que va? Pues bien, la Srta. Wilder es una treintañera melancólica que escribe folletines de amor en plan Corín Tellado. Puesto que Ben and Jerrys –el mejor amigo de las mujeres depres- no se había extendido todavía, la pobre fantasea con su gato, e incluso acaba con su editora visitando una especie de club de solteros (no, no un club de solteros estilo “ejpañol”; me refiero, nada de luz verde y luz roja…). Esha, romántica como ella sola, no ve en ninguno de los tiparracos más que un retiro lamentable en una comunidad de Nasvhille.

Ahora bien, la aventura llama a su puerta de manera inesperada: su hermana le ha enviado el mapa de un tesoro (¡que hermana más maja!), siendo secuestrada poco después por una especie de cutre-FARC colombiana (¡qué hermana más tonta!). La Turner se agarra los machos, los zapatos italianos y los trajes Objetivo Birmania –etapa Desidia- para buscar a su hermana en donde vive Delfín Quispe, el Combo Belga y el Dr. Mengele.

joydelnilo.jpg
Guerillas en la niebla

Con el rollete Pablo Escobar, ese gran amigo de producción de harina industrial, hubo un boom en los 80 de las películas de narcos. Con diferencia la década dorada del flipe napial a aspersión –motor metafísico de Pedrouuu y compañía-, los seguidores de la gran línea blanca se contaban por ciertos, y los narcos hacían negociete con ello.
En Tras el corazón verde vemos todos los tópicos del país narco panchito style: latinoamericanos con bigote, fiestas entre humahuaqueñas y baycityrolleras y latinos impulsivos pero en el fondo sentimentales (¿). La llegada de Wilder a la selva, por tonta y no fijarse en los carteles, acaba en el encuentro con Michael Douglas de Jesús en plan Tommy Motola precolombino, luciendo palmito de camisas y trajes blancos. Algo tan propio como ir vestido de Bakala a la mítica y ultracasposa sala Excalibur en Madrid.

3.jpg

Ays. Al principio ella lo ve muy arrogante, muy a lo “suyo”, muy canalla (?), pero luego surgirá el amor gracias a la persecución de los narcos, el pitufo gruñón (Dany De Vito en plan Quique Camoiras italoamericano neoyorkino), el National Lampoon y los eternos cocodrilos. Estas escenas de acción tienen como componente principal la comedia, aunque de vez en cuando se ve un poco de gore ochentas para revitalizar el toque pulpiello del film.
Entre estas los flirteos, coqueteos, miradas perdidas, y pelánganos del hombre del hoyuelo y la Wilder. Lo que decíamos: Cuando la Turner encontró al Douglas + Indiana Jones. ¿Qué cómo acaba? Pues con los dos en un barco, como un vídeo de Mecano de cuando Luis Cobos les hacía las canciones.

2.jpg
Zemeckis, ese hombre

Efectivamente, si Viruete afirmó que Carlos Baute era un Ricky Martin de segunda división, este supuesto es válido también para Zemeckis en relación al tito Steven. Eso sí, como clon primigenio de Spielberg el tipo tiene una categoría insoslayable, y ahí tienen la excelente peli de los coches con Kurt Rusell (¡mi actor favorito de acción!) o la clásica peli de los viajes en el tiempo de los calzoncillos Calvin Klein. Como encargo, Tras el corazón verde tenía todo para fracasar en más de un sentido: cómicos malos, estereotipos latinoamericanos garrafa y un desarrollo sin pies ni cabeza. ¿Por qué funciona? Porque, amigos, está dirigida con un saber hacer notable, y en ningún momento pierde el ritmo. Típica película que jode la siesta al españolito medio, consigue además mezclar con tino el género de la comedia romántica con las aventuras flipadillas. Y eso que domina el coqueteo más que las persecuciones, para gusto de todas las Romy y Michelle que han visto Pretty Woman más de quince veces.

4.jpg

La película fue un triunfo de taquilla considerable, algo excepcional conociendo el destino del resto de Indyxplotation de la época (risas mil con el de Charito Piedra y el Pájaro Espino), y sirvió de excusa para la realización de una secuela como La joya del Nilo todavía más hortera. Esta ya sobrepasa los límites del kitch, sólo acariciados en la primera, y el inicio en el barco es ya de facto un vídeo de Michael Bolton (¡Notlob!) camuflado. Luego la importancia de De Vito es mayor, con lo que el interés es menor y sólo el superior número de hombreras y camisetas azules clarito salvan a la peli del desastre.

misterio_del_nilo_01pe.jpg

¿Qué queda de esos film? Aparte de un agujero de ozono más grande debido al mantenimiento del pedazo demMullet de Douglas en la peli, la primera sirvió como vehículo para consolidar al pobre Zemeckis como un director competente y también para popularizar el viajecito a Acapulcos, Colombias y demás que tanto hizo por el PIB de esos países. No conviene tampoco olvidar el inicio de estos films de la pareja Turner – Douglas, que nos daría grandes joyas del coqueteo cinematográfico como la divertidísima La guerra de los Rose, película referencia para cualquier ruptura, divorcio o luna de miel (Granada o Atenas) fracasada.