Hace poco os hablaba de una circunstancia desafortunada. El pasado sábado 5 de Abril, sobre las 12.00 fallecía Billy, conocido entre vosotros por el Virugato. El animal llevaba varios días enfermo debido a los fallos de su riñón y, tras un amago de recuperación, el pobrecito no pudo seguir luchando y nos dejó.

Se me hace complicado expresar lo que Billy significaba para mí. Hasta que llegó a casa no supe lo unido que puedes llegar a estar a un animal. Forman parte de tu familia, de tu vida. Se convierten en un ser querido más, y como tal, quiero rendirle un justo homenaje.
Siempre dije que Billy nos agradecía el haberle adoptado. El pobre se encontró en la calle con apenas unos meses, antes de que lo acogiéramos, así que sabía lo que era pasar hambre y frío. El animal destacó por no huir de la presencia de los humanos, y por ello llamó la atención a una amiga de la familia. Me gusta pensar que nunca se le olvidaron aquellos días y por eso se convirtió en el gato más bueno y cariñoso que he conocido jamás, y he tenido y conocido muchos.
El día que llegó, hace algo más de 14 años, temblaba como una hoja de miedo. Se pasó la noche comiendo, del hambre que tenía. Mi hermana se dio un señor cabezazo con el sofá agachándose para saludarle, y su llanto le asustó aún más. Pero creo que pronto se dio cuenta de que allí estaba a salvo, aunque fuera a base de esconderse en el hueco para las botellas de vino del mueble de la cocina.

Al principio no hubo consenso sobre como llamarle. Yo le quería llamar Willy, que me parecía bonito para un gato, pero mi hermano Javier prefería Stimpy. Al resto de la familia le gustó más mi propuesta, aunque Javi siguió llamándole Stimpy durante algún tiempo. Poco a poco Willy fue derivando a Billy, que tenía más sonoridad. En aquella época estábamos enganchados a Melrose Place, y quizá la idea de cambiarle un poco el nombre llegó de ahí.
Así que, aunque en su cartilla de vacunación ponía Willy, era Billy para todos. Y a partir de ahí, se desarrollaron cantidad de motes paralelos: Bilillo, Bilote, Biloxi (mi favorito), Biloxiano, Boliche… Había para todos los gustos. Con el tiempo Javi dejó de llamarle Stimpy, aunque se vengó creando “los gatos acrobáticos”. En realidad se trataba de coger al animal y tirarle por los aires para que diera vueltas y cayera de pie sobre el sofá.
Tras un par de años, llegó otra invitada a la residencia Viruete: una coneja a la que mi hermana llamó Coni. O Connie, que queda mejor. El gato alucinó cuando vio por primera que la coneja hacía sus necesidades en su cajón de arena. ¡Era su cajón! Por ello nunca se llevó bien con la coneja y le daba con la pata en el morro, aunque ella contraatacaba y alguna vez se llevó un mordisco. Con la pareja de periquitos que teníamos, sin embargo, se llevaba mejor. Si bien al principio trataba de cazarlos y meter la pata en la jaula, al final se acabó acostumbrando a los pájaros.

Fue entonces cuando empecé a cambiar mi modo de vida y, durante varios años, pasaba toda la noche despierto, hasta las siete o las ocho de la mañana. Al principio estudiando, luego vagueando, usando las BBS o navegando por Internet y jugando al ordenador (sobre todo al Master of Orion 2) y al final, escribiendo o trabajando traduciendo cosas. Y durante aquellas noches, la única “persona” despierta, con quien poder tener algo de contacto y compañía, era Billy. Supongo que yo era lo mismo para él: la única persona a esas horas con quién estar. Esos años forjaron una relación muy fuerte entre los dos, y él se convirtió en “mi” gato.

Si yo iba a la cocina, el venía detrás, si volvía al salón, allí me seguía él. Andaba con pasitos cortos, aún siendo mayor, y en mi mente le acompañaba el ruidito agudo que en los dibujos animados hacen cuando un personaje va de puntillas. Le encantaba que le cogieran en brazos, se ponía a ronronear inmediatamente. Si le hablaba mirándole, me contestaba con maullidos, era increíble las conversaciones que teníamos. Él decía “miaglus” en vez del tradicional “miau”. Y me cubría a lametones, ¡como le gustaba lamer!. El pobre me quería tanto que intentaba colarse en la habitación cuando era la hora de dormir, para poder soñar juntos. El problema es que, si bien al principio era sigiloso, luego se aburría y se ponía a enredar o a lamerme y me despertaba cabreado.

Durante esas largas noches y casi solitarias noches se forjó nuestra amistad. Fueron muchas madrugadas frente al ordenador o el televisor y ahí estaba él, en mi regazo, o en el sofá, durmiendo mientras iba creando aquellos textos primerizos, o los guiones de mis programas de radio. Fue normal, que, alguna vez, a la hora de ilustrar algún artículo me acordara de él y comenzase a sacarle en la página
Y hablando de cosas de la web, también fue curioso la primera vez que vio al Furby Lu-Luh. Alerta, nervisoso, extrañado… La imagen era para partirse, aunque no tardó en darse cuenta de que era un cacharro. Quizá por aquel divertido primer encuentro, decidí unirlos a los dos en los artículos de comida. El parecía divertirse olisqueando el Trickyball y los Monchitos. Esos juguetes no le gustaban, prefería el papel de regalo y las cajas vacías, como casi todos los gatos. Un año le echamos por reyes una caja vacía, envuelta, claro, para que hiciera lo que quisiera. Y que contento se puso, como sonreía. Siempre tenía esa sonrisilla en la boca cuando le hacía las fotos. Por que Billy estaba siempre contento, se le vía en la cara.

No solo se prestaba de buenas a aquello…su empatía hacía que en ocasiones en las que estaba abatido o deprimido, o incluso llorando, el animal viniera sin que lo llamara, por su propia cuenta y notando algo raro, y subiera al sofá de un salto y me lamiera un poco como diciendo “¿qué te pasa? Acaríciame, que te sentirás mejor”. Y así sucedía. Menos mal que le tenía a él, el único que me comprendía y sabía lo que necesitaba. Billy jamás fallaba en aquellos momentos. Siempre estaba en mis momentos históricos, bien auto-compadeciéndome o bien desafiando al mundo. Ya lo decía mi tío Pepe, “parece un perrillo más que un gato”.
No era perfecto, ni mucho menos. Era celoso. En 2003 pasé varios días en el hospital, y os juro que lo que el motivo por el que más ganas tenía de volver a casa era para verle a él. Al regresar, tras cuatro o cinco días ingresado, el gato estaba enfadado conmigo por ausentarme tanto tiempo. ¡Mi gozo en un pozo! …. Cuando conoció a Montse le cayó mal, quizá porque yo estaba más pendiente de ella que de él. Alguna vez le arañó dejando caer la pata disimuladamente. Es lo que ella llamó “la mano tonta”. Pero en cosa de unos meses, la aceptó de mejor gana que a cualquier otra chica que haya traído a casa. Hasta fue el wallpaper del ordenador de Montse, y a mí me alegraba verle cuando iba a su casa y usaba su ordenador.

Sus travesuras consistían principalmente en meter los morros en jarras de aguas para beber, volcando la jarra en el proceso y empapando papeles y revistas. También gustaba de hacer excursiones a nuestros vecinos rumanos, saltando a su piso desde la terraza. Menos mal que ellos le recibían divertidos y no se enfadadan. ¿Cómo iba a ser de otra manera, con lo bueno que era? Hasta se dejaba coger y acariciar por ellos. Una vez le dio por asomarse por una ventana rota, y como resultado, se cortó la carita. Aún recuerdo el susto que me llevé cuando le vi con la cabeza empapada de sangre, sin saber lo que le había pasado. Afortunadamente no fue nada grave. De aquel incidente le quedó una pequeña cicatriz cerca de la nariz. ¡Por cotilla!

Durante varios años le dio por mearse por casa durante la época de celo, pero nos daba pena castrarlo. Así me estropeó algunos tebeos, ropa, y en un fin de año, se meo en un abrigo de pieles de mi tía, que creo aún se acordará de aquello. Pero cuando estás viendo una película tú solo y el animal de repente salta para subirse encima de ti y se pone a ronronear y pone carita de felicidad te lo compensaba todo. Hasta los pises.
En nochevieja era un show. Siendo tan simpático y cariñoso, no le asustaba en absoluto que la casa se llenara de primos, tíos y amigos que no conocía. Al contrario, le gustaba el jaleillo y se dedicaba a pasearse por debajo de la mesa, pidiendo langostinos y gambas. Mi padre, que gusta de cocinarlas los sábados mientras ve el fútbol, también se acostumbró a que el animal le pidiera. Le encantaba también rebañar los yogures y petit suisse, quizá para compensar que solo pudiera comer comida de un tipo, debido a los problemas de riñón que empezó a tener ya de joven y que al final probaron ser fatales.
En enero de 2007 me fui de Alcalá de Henares para vivir en Madrid, y durante muchos meses me quejaba de echarle de menos, aunque le cuidaban mi madre y mis hermanos Javi, Miguel y Esemeralda. Cuando volvía a ver a mi familia, que afortunadamente era y es una vez cada 15 días, lo primero que hacía era buscarle. “Voy a ver a mi amigo”, le solía comentar feliz a Montse. Fijaos que hasta hace tres días aún tenía esa foto de ahí arriba, en la que salgo con él, como avatar del messenger, más de un año después de dejarle en casa de mis padres.
En Agosto del mismo año tuvo lugar una circunstancia muy curiosa. Decidimos dejar a nuestro gatito Buddy con mis padres, y que conociera a Billy, mientras nos íbamos de vacaciones. Coincidió que mis hermanos decidieron adoptar una gatita, a la que llamaron Suerte. Pues ahí se juntaron los tres gatos durante 10 días en que se lo pasaron fenomenal, y Billy hacía un poco de “abuelo” enseñándoles cosas y evitando que se desmadraran. Según Montse, formaron “la banda del Miaglus”, un peligroso grupo de gatos mercenarios dedicados a mendigar comida.

La pequeña Suerte ha hecho honor a su nombre. Ha sido muy afortunada de tener durante sus primeros meses de vida un abuelillo como Billy, que se pasaba el día jugando con ella y mimándola. Y espero que nuestro Buddy de y reciba tanto amor como él. Anécdotas aparte, día a día nos dio su cariño. Bastaba con que estuviera ahí para que todo fuera más alegre. Os contaría mucho sobre lo mal que lo he pasado estos días, pero creo que si habéis querido mucho a un animal os haréis una idea. O al perder a tu mejor amigo, porque, no exagero, es lo que era. Billy vivió una buena cantidad de años; desde luego, más que si se hubiera quedado en la calle. Fue muy feliz y nos hizo felices a todos los que compartimos un hogar con él, y aún en su muerte me ha enseñado unas lecciones, amargas, pero que me acompañarán siempre. Gracias por todo.
Adios, Virugato.
Adios, Billy.
Adios, amigo.

Lamento mucho la perdida de billy. La perdida de un ser querido siempre es dolorosa y en estos casos, siempre me faltan las palabras…Sea donde sea el lugar donde ahora se encuentra, seguro que recibe el cariño de todos los que hemos podido saber de sus correrias por ti, Viru. No hay duda de que formaba parte de el universo Viruetil y que siempre le recordaremos con cariño y afecto.
Un abrazo cosmico para billy y un abrazo para ti Viru
Yo perdí a mi mascota hace poco, y entiendo todo lo que has escrito. Es de las peores cosas por las que pasamos.
Mi pésame y espero que te animes cuanto antes.
No te preocupues por él, seguro que está bien en alguna parte.
Un gran homenaje, a mí siempre me queda el recuerdo del Virugato pasando de los PetaZetas, me encantaba esa foto.
Ufff, llevo como diez minutos lllorando con el articulo… Tio, te ha quedado precioso. Animo!!!
Puede que suene a topico,pero para mi es una gran verdad eso de «nunca morira mientras le recuerdes».Hazlo y sonrie tal y como te hizo sonreir cuando estaba contigo.
Un abrazo…
Lo siento mucho.
Comprendo cómo debes sentirte, cuando murió mi gata Bayleys pasé meses llorando por las noches porque no estaba. Es increíble como llegas a quererles.
Y eso que a mi me tenía maltratada, jeje…Ella era la jefa. Una vez cuando adoptamos a mi otro gato Byron, de chiquitín, se quedó colgando de un sitio alto, entonces decidí ir en su ayuda pero Bayleys que era su mami adoptiva creyó que le iba hacer algo malo y me arañó la mano derecha, brazo derecho y pierna derecha. Así que me alargó la línea de la vida y también me marcó un 71 en la pierna, vaya cachondeo con el numerito. Enseguida vino a pedirme perdón. También le encantaba jugar con mi tortuga y comer de todo (los petit suisse sobre todo) pero también el café.
Seguro que ahora está jugando con el Virugato tan contenta.
Enseguida vino una gata nueva, Chii (adivináis por que se llama así jeje).
Pero ahora ya no vivo con mis padres y ya no los veo tan a menudo, y la verdad es que se les echa de menos.
Ánimo
Desde ahora siempre abrá un lugar vacío en el sofá del salón. No te olvidaremos Billy. Te quiero.
Muchas gracias a todos. Él lo merecía y yo lo necesitaba.
Joer, pues lo siento muuucho. Yo tengo gato tambien, y me da yuyu de pensar que alguna vez a la pobre la pasará lo mismo.
Palante!!!
Siento que Billy se haya ido….y es verdad que hasta que no tienes un animal no puedes darte cuenta de cuánto puedes llegar a quererle.
Has hecho que se me escape la lagrimilla pensando en mi gatina.
Por suerte aún ronda por aquí pero no me imagino lo que será no tenerla.
Incluso cuando deje la casa de mis padres y vaya a vivir con mi novio y no la tenga cerca (el pequeño gran defecto de mi novio es tenerle alergia).
Espero que pronto estés mejor.
Un beso muy fuerte.
Llevo cuatro años siendo asiduo a la página y esta es la segunda vez que comento.
Lamento mucho la pérdida de Billy, que ha protagonizado algunos de los momentos más hilarantes de esta genial página.
Mucho ánimo.
Viru mucho ánimo, yo también he estado en tu situación y se pasa fatal. Además yo era un fan del Virugato Billy, y lo eché de menos en algun artículo reciente sobre alimentos. Sus seguidores siempre lo recordaremos.
Jo Viru, sigo tu pagina desde hace años aunque apenas he popsteado un par de veces.
Sólo con leerlo se ve lo buena persona que eres.
Animo y palante!!!
La perdida de un minino debe de ser repuesta de inmediato.
Es la mejor medicina.
Mi debilidad gatuna es lo que aconseja.
Algun dia el Virugato conocera al Ongarugato.
Saludos.
Como amante de los animales, y en especial de los gatos – desde que tengo uso de razón en mi casa siempre ha habido gatos – sé lo que se pasa.
Algo parecido me pasño hace ya unos 7 años con una gato que tenía – Tron, como la película – que se fue exactamente por lo mismo, un problema de riñón por lo que el pobre lo paso fatal.
No era muy viejo – unos 7 años – pero se fue. Y jodio mucho a toda la familia.
Por eso, sé como se pasa, y no me es difícil ponerme en tu situación.
Lo siento, Viru.
Viru,
leyendo tu homenaje uno se da cuenta de que el afecto por un ser querido va mas allà de la especie a la que este pertenece…
creo imaginar perfectamente lo que sientes, yo hace cuatro meses perdì a mi abuela espanola, la pobre estaba bastante mal,asì que fuì y aprovechè para verla unos dias…para mi fuè como si se cerraba la parte mas alegre de mi vida con todo lo que conllevaba.Le encantaban los gatos asì que creo que Billy va a estar en buenas manos.
Tu pagina la considero muy importante, porque muchos de los argumentos los puedo asociar con esos momentos que vivì tambien con ella, y alimentar el recuerdo…un abrazo para ti.
Ciao Billy
Animo Jose.
Y gracias por compartirlo con todos tus lectores.
Un abrazo!
lamento la muerte de tu garto, yo he tenido varios animales y se cuando uno se encariña con uno.
por lo menos siempre quedan los recuerdos
Lo siento,Viru.
Siempre pensé en él como virugato,no me suena haber leído que se llamara Willy o Billy(como el prota del double dragon,ole ole).Y resulta que era un super héroe,como la mujer gato,pero en gato,virugato,y a pesar de sus poderes devoradores y saltarines,en el fondo era más humano que mucha gente de este mundo.
Gracias por escribir el artículo más bonito que he visto en internet.¡Mucho ánimo!
Mis más sinceras condolencias, sé qué se siente al perder a un amigo. Lo importante es saber que ha tenido una vida plena y que siempre ha podido contar con vuestro cariño. Un abrazo.
Lo siento y te entiendo,yo tengo una gata desde hace ya 7 años y el vinculo que se desarrolla con un gato es muy dificil de explicar.
Animo y por cierto una gran web q la leo desde hace 2 años y nunca habia comentado.
Gracias. Se va pasando, y la intención es que no fuera éste un texto de duelo, sino de recuerdo y celebración. Disfruten de sus animales, y olviden esos pensamientos tan tristes. Un abrazo.
Lamento mucho tu pérdida, Viru, y te entiendo perfectamente. Mi Winnie es un romano con 10 años, y la verdad es que no termino de hacerme a la idea de que dentro de poco nos tendrá que dejar.
Mucho ánimo, y como decía un buen periodista deportivo, «alégrate recordando todo lo que lo has tenido, y no lamentes haberlo perdido».
Un saludo para ti y el Virugato, que espero que nos esté sintiendo.
Mi más sentido pésame, Jose. No podías haberle hecho un homenaje mejor al bueno de Billy. Emocionante, de verdad.
Un abrazo bien fuerte y muchos ánimos!
Mi más sentido pésame, Jose. No podías haberle hecho un homenaje mejor al bueno de Billy. Emocionante, de verdad.
Un abrazo bien fuerte y muchos ánimos!
Joder Viru… la verdad es que el texto ha sido emocionante. Si que es verdad que a los animales se les llega a querer como miembros de la familia. Yo llevo ya tiempo viendo sufrir a una amiga porque su pobre gato anda malo, y al final he acabado preguntándole primero por el gato que por ella misma. Ánimo.
Descanse en Paz. Lo siento mucho, muchisimo. Animo y un abrazo
Siempre es duro despedirse de un amigo, sobre todo si es tan especial como lo ha sido Billy para ti. Ánimo.
Si a mi me da pena tras haberlo conocido los últimos cuatro meses,no puedo imaginar como os sentís Javi,Miguel,Esme,Virumadre,Virupadre y tú.
Lo siento,de verdad,aunque no sirva de nada y suene absurdo y vacío en esta situación.
Ánimo Viru, de todos los que sabemos lo que es perder a un animal querido
Joder… Lo siento, Viru.
Se me ha puesto un nudo en la garganta mientras estaba leyendo.
No quiero ni pensar en el día que me falte mi minino… De no haber sido por él, se me habría hecho mucha más chunga la ruptura con mi exnovia.
Es increíble todo lo que los animales pueden darte.
Espero que pases estos días lo mejor posible.
Mucho ánimo de un asiduo lector.
Siento mucho lo de tú amigo, me ha encantado lo que has escrito sobre el.
Ánimo.
Aprovecho para darte las gracias por los momentos tan agradables y divertidos que me hace pasar esta Web.
Un abrazo compañero.
Yo también tuve un gato que se me murió por el riñón. Era completamente blanco, le puse Whitey por razones obvias. Pasó a mejor vida con 10 años y realmente uno lo pase bastante mal. Lloré mucho. Ánimo Viru, piensa en los buenos momentos que pasaste con Billy. Seguro que te está viendo en el cielo.
hola viru, dificil momento lo se. sta web me trae muchos recuerdos! siento leer una nota asi. y se k ya lo dijeron, pero recuperate pronto
Primero, lo siento mucho. Es uan jodienda cuando pierdes eso que algunos llaman mascota y otros llamamos amigo. Pero te queda el consuelo que para todos los lecotres de este rinconcillo en la internete el Virugato está en el olimpo de los felinos con Garfield, Isidoro y el gato de He man Cringer. Todos nos acordaremos de él cuando veamos un Furbi o un alimento que nos traumatizó. Ánimo.
Tengo tres perros y una gata.
Los perros beben los vientos por mi madre, pero la gata es mía. Me adora, me sigue, la puteo infintamente y le da lo mismo. A mí madre le tolera el 40% de lo que me tolera a mí.
He tenido perros toda la vida, y se han muerto muchos. Da pena porque son seres vivos y comparten su vida contigo.
Pero creo que en la gélida fascinación de los gatos hay algo más doloroso. Son tan fríos y tan distantes que, cuando dan cariño, sabes que de verdad lo necesitan. Un perro siempre está dispuesto. Un gato no.
Comprendo ese amor a un animal que aporta compañía silenciosa.
Parece siempre serenos, siempre a tu lado sin pedir nada a cambio.
Lamento tu pérdida, y comprendo tu dolor profundamente.
Hay algo muy trágico en la muerte de un gato que nso quería.
Pobre Virugato :(.
La verdad es que traía mucha simpatía a la web en tus antiguos artículos… Seguro que todo el mundo le echará de menos, no solo tú.
Un abrazo, Viru, y ánimo!
Joer lo siento un montón. Llevo un par de años leyendo esta web y nunca había escrito nada, pero es que esto me ha llegado al alma, con lo que me tengo reído con los articulos del virugato… Te entiendo perfectamente, sé por lo que estás pasando, al igual que muchos de los que han escrito aquí. Este verano tuve que despedirme de mi gatiña Audrey y creo sin lugar a dudas que ha sido uno de los momentos más duros de mi vida. No sólo era mi gata, era mi mejor amiga, la que siempre estaba ahí a pesar de que los demás me dijeran que era una arisca (era mala como el demonio), pero era mi niña, y todas las noches dormía acurrucadita a mi lado…Hago mías cada una de tus palabras hacía Billy, porque era lo que sentía yo con Audrey, y ahora con Fry (que por cierto se parece mucho a Buddy). Mucha gente puede no llegar a entender que se pase tan mal, pero para nosotros son algo más que animales, son amigos que te quieren incondicionalmente, que siempre te estarán esperando cuando llegues a casa, te darán el coñazo maullando para que le des un poco de jamón o les lances la dichosa pelotita de papel albal…En fin, sólo decirte que mucho ánimo, espero que poco a poco te vayas sintiendo mejor y puedas recordar a Billy con una sonrisa en los labios. Seguro que él te agradece todo lo feliz que ha sido a tu lado
Jo, menuda pechá de llorar que me acabo de pegar… Si es que no se sabe cuánto puedes querer a un bichejo de estos hasta que tienes uno.
Triana fue mi perra, una samoyedo blanca que compartió toda su vida, ocho añitos, conmigo. Durante ese tiempo fue mi mejor amiga, y aún cuando me acuerdo de ella acabo llorando a moco tendido (exactamente como me pasa ahora). Trini, Trinity, petarda, chucho del demonio (siempre cariñosamente) era como la llamaba yo, y, además de ser lo más cariñoso que me he cruzado en la vida, también ha sido quien me ha dejado el vacío más grande. Se fue el 24 de julio del 2004, se supone que por un golpe de calor. Aunque la negligencia del veterinario tuvo mucho que ver…
Jose, como ha dicho el Sr Week, donde estén Billy y Balú una mole blanca sonriente con profundos ojillos negros estará con ellos. Y seguró que la están liando…
Ánimo y un abrazo
Tengo gato y siento cada cosa que dices como si hablaras del mio. Son elegantes, cotillas, orgullosos, perezosos…
Tanto me ha impactado que voy ahora mismo a abrazar a mi gato
Pero en estos momentos creo que solo debes pensar en una cosa: fue feliz.Y eso lo sabes.
Te estará leyendo desde el cielo gatuno: una mesa gigante de la que no paran de caer gambas, cajas de carton vacías y ovillos de lana 😉
Joder tio,lo siento de veras.Me has emocionado completamente y has logrado que se me salten las lágrimas.
Desde luego que en estos casos no hablamos de un simple animal.Es que es uno más de la familia.
Jo,a ver si voy este fin de semana a mi tierra (toy fuera por motivos de trabajo)y le pego un fuerte achuchon a mi perra «Lucifer», que es un amor de bicho.
Descanse en paz Virugato.Un abrazo muy fuerte para ti y para tu familia
Precioso Viru.
Yo tuve el placer de conocer a Billy en persona “gatuna” y por ello me han caído dos lagrimones leyendo el post. Pésames y condolencias a parte, solo puedo decirte que me alegra muchísimo ver que lo feliz que le hiciste tu a él, y lo feliz que te hizo él a ti, y aunque al final eso es lo único que nos queda también es lo mejor que alguien te pueden dejar.
Mucho ánimo, Viru. Me ha emocionado tu artículo, porque me ha hecho acordarme de mi perro, que ya van a hacer 3 años que nos dejó el buenazo y sigo recordándole como el mejor amigo que se podía tener.
Dios, se ganan tanto cariño y lo dan todo por ti de tal forma que se muere una parte de ti cuando se van.
Lo siento mucho Viruete,yo recuerdo mucho a mi perro el día que lo perdí.Te acompaño en el sentimiento.Era muy simpático.
Tio… jo se me ha saltado una lagrimilla a mi tambien …
Yo tengo una gata a la que quiero mucho ( aunke esta es cariñosa solo cuando hay comida, si no es una rancia XD la verdad es que no se que hemos hecho mal al criarla, jo que envidia como te queria tu gato-y como lo demostraba-)
Joer, tio, lo siento mucho. Y el artículo está hecho con tanto cariño y tanta nostalgia que me ha emocionado. Yo tengo un gato naranja que también es como un colega para mi, y solo de pensarlo me pone triste. Animo
Mi más sentidas condolencias.
Ánimo Viru
Lo siento de veras, Viru. Conmueve leer el artículo con todo lo que habéis pasado juntos…
Yo tengo a Rocco, mi conejillo, y ya pasé por la muerte de otro… Te entiende perfectamente.
Un besico y ánimo.
Vaya sorpresa al mirar que traería hoy Viruete. Entiendo perfectamente lo que sientes pues hace un año por circunstancias perdí a mi mejor amigo que era mi perro. Solo la gente que tiene animales es capaz de comprender lo que pueden llegar a significar estos en su vida y en la de los miembros de la familia. Ánimo y piensa que ahora tienes otro gatito que además seguro que lo adoptaste para intentar llenar ese huequecillo que dejó Billy cuando te mudaste. Un saludo.
Vaya sorpresa al mirar que traería hoy Viruete. Entiendo perfectamente lo que sientes pues hace un año por circunstancias perdí a mi mejor amigo que era mi perro. Solo la gente que tiene animales es capaz de comprender lo que pueden llegar a significar estos en su vida y en la de los miembros de la familia. Ánimo y piensa que ahora tienes otro gatito que además seguro que lo adoptaste para intentar llenar ese huequecillo que dejó Billy cuando te mudaste. Un saludo.
Me uno al grupo de los novatos en el posteo aunque yo tb llevo mucho tiempo visitando la web.
Yo tb tengo animales y se lo que es la perdida de uno, seguramente de las peores situaciones posibles.
AHora tengo un perro, un boxer con dos años y es seguramente a lo que mas cariño tengo en mi vida y no quiero ni pensar en cuando no este.
Un abrazo viru, fuerza
Lo siento en el alma, Viru, de verdad. Aunque no tuve la suerte de conocer personalmente al Virugato, le sentía como de la famlia, igual que a tí.Y se me ha saltado una lágrima al leer ésto, sobre todo porque estuve en una situación parecida:también recogí a un gato callejero, y también murió.
Siempre nos quedará el recuerdo de ese animal tan, tan maravilloso. Un abrazo.
Yo tambien llevo leyendote años y desde siempre se ha notado la presencia del virutago y sus aventuras. Yo tengo un perro que tiene ya 19 años, no se lo que le quedaran de vida pero entiendo perfectamente lo que sientes y lo que fue el virugato para ti ya que yo con Tigre llevo desde los 8 con lo que se ha convertido mas en un amigo que en una «mascota».
Un saludo y lo siento.
Realmente me he emocionado mucho leyendo tu homenaje a Billy.
También soy del grupo que lleva siguiendo “anónimamente” tu web prácticamente desde sus principios y apenas habré posteado una o dos veces.
Tan solo decirte que animo, seguro que el estará velando por ti y gracias por compartir con nosotros tu universo personal, que como comentaste una vez en el podcast, esas cosas tan tuyas acaban siendo también un poquito nuestras.
Un saludo.
Lo siento Viru, animo.