El nuevo Coche Fantastico

No me gustan los coches. Me importan un cojón de pato. No me interesa lo más mínimo el mundo del motor. Nunca he tenido deseo de comprarme un coche ni lo tengo hoy. No me gusta la fórmula 1. No tengo ni idea de modelos, de prestaciones, ni me interesa saber nada sobre el tema. El único juego de carreras que me gusta es el Super Mario Kart. Y el único coche que alguna vez he pensado me gustaría tener… es KITT.

Y como yo ha debido de haber millones de personas (sobre todo niños, el target original, que hoy se pone cuesta arriba verla), suficientes para hacer que la serie original fuera un exitazo, no ya en los USA, sino en todo el mundo, incluso en países como Pakistán o turbulentas repúblicas africanas donde, evidentemente, el porcentaje de ciudadanos con coche no debe ser tan alto como en otros países. Las historias sencillas y ligeras ayudaron a que la serie encontrara también el éxito en audiencias menos sofisticadas que las occidentales.

Que plato tan apetitoso para cualquier productora sería tener una serie que sabes que se va a vender a medio mundo ¿verdad? Pues sí, por eso ya hubo varios intentos de reactivar la serie en el pasado, y aquí tenemos uno nuevo. Ya ha sido emitido el nuevo piloto, de cuya recepción depende que se haga una nueva serie del auto. De momento, y gracias a la magia de Internet y a esos anónimos subtituladores (que atiendes por motes tan insondables como GemeloMan o Hueso) podemos echarla un vistazo tan solo unas horas después de su emisión en USA.

El film nos presenta al que será el nuevo conductor, Mike Tracer. Mike es un joven ex militar que ahora se dedica a chanchullos como apuestas o carreras de coche. Mike se ve metido en un lío gordísimo cuando su ex novia del instituto viene en su ayuda, tras varios años sin contacto. La buscan para matarla, igual que hicieron con su padre. ¿La causa? El programa de inteligencia artificial más avanzado del mundo, Prometeo, capaz de manejar satélites, hachear cualquier ordenador… cuyo acceso solo estaba permitido a su difunto padre y a ella misma.

Los perseguidores son un grupo de mercenarios al servicio de algún agente extranjero. Hay que indicar que su jefe se parece peligrosamente a Alejandro Parreño, el de OT. Estos no dudarán en infiltrar hombres en el FBI o matar a los familiares e nuestros amigos para obtener la manera de decodificar esos datos, y ofrecerle los datos a su cliente: este desconocido miserable está ansioso de iniciar nuevos conflictos por todo el globo, ideal para ganar mucho dinero de muchas maneras diferentes.

Afortunadamente, el programa de inteligencia está cargado en un supervehículo, el Knight Industries 3000, aka… ¡KITT! Así es, Mike y su chica contarán con la ayuda de un nuevo coche fantástico, que además incorpora nanotecnología, que permite que el coche cambie de aspecto y repare los daños de manera casi inmediata. ¿Podrán nuestros amigos derrotar a los mercenarios y salvar a sus familiares secuestrados?

Este es, a grandes rasgos, la sinopsis del capítulo. Y ya puestos en situación, os puedo decir que la cosa no pinta excesivamente bien. Seamos honestos y hablemos antes de nada de lo más importante: el coche. Para mí, el modelo elegido es el primer fallo, fallo importantísimo. Parece el coche de un futbolista del Madrid, de un gañán, de los que salen en los juegos modernos de coches. Nada que ver con el diseño estilizado y futurista del antiguo coche. Y este modelo lo hemos podido ver en películas, prensa… A mí el TransAm original me parecía de otro planeta. Por lo pronto, aunque será un cochazo carísimo, se me antoja macarra y vulgar.

Es posible que a los fans de los coches actuales les parezca una auténtica pasada de modelo, que corra muchísimo y demás, pero es que las prestaciones “reales” importan una mierda, ya que nos las vamos a inventar: sino menudo supercoche. El salpicadero también carece de todo elemento de “ciencia-ficción”. Por supuesto, uno tan repleto de pantallas, botones y demás quizá diera demasiado el cante, que ya sabemos que hoy se lleva la estilización… Pero entonces, para que le ponen ¿UN TECLADO DE ORDENADOR? Al menos que le pongan pantallas táctiles, o algo así. ¿Qué va a hacer Michael, Teclear “turbo boost” cuando lo necesite? Quizá pueda poner tbos , en plan cani. En fin: el aspecto general del vehículo a mí no me impresiona. Y, amigos, en estos casos, el 50% del atractivo de la serie es que te mole el coche. O al menos eso piensan los guionistas: KITT es presentado en la serie antes que el humano que lo manejará.

Adentrándonos en el episodio propiamente dicho, el guión es flojo, flojo. Llega a ser confuso en su trama y, lo que es peor, aburre. La historia no da tanto que sí, y se rellena con “ahora vamos, ahora volvemos”. La amenaza, además, es poco espectacular y no mantiene el interés. Sí, se nos dice que ese programa puede hacer mil perrerías a los ordenatas del gobierno… pero no se nos muestra las consecuencias que podría tener ese saqueo, con lo cual perdemos de vista el peligro que realmente significa al no tener un referente.

Como he dicho, los personajes pasan demasiado tiempo viajando de un sitio a otro, hablando entre ellos y poco descubriendo las funciones del coche. Los guionistas han confiado en la espectacularidad de las transformaciones del auto en otros modelos similares, con un efecto parecido al que veíamos en Transformers. Esto, señores, no es sino una BAJADA DE PANTALONES de los productores ante la FORD, para enseñar varios de sus modelos. Y el episodio se resiente, porque el resultado es que el KITT moderno parece, modernidades aparte, menos preparado para luchar contra el crimen que el anterior. Lo único que hace es correr mucho y cambiar de color. Como yo, cuando corro mucho, que me vuelvo rojo intenso. Un detalle: su capacidad antibalas se pierde al desconectar el computador. ¿Comorl? ¡Pues al final va a ser mejor el blindaje molecular de hace 25 años!

El tercer pero hay que ponérselo al actor elegido. Nada más aparecer, me cayó mal. Por pura envidia, porque aparece yaciendo con dos individuas y pasando de los ruegos de su supuesto mejor amigo. Una cosa es ser un poco chulito y otra ser un cabrón (porque ya sabéis que solo les gustan los cabrones). Conforme avanza el metraje, el tipo, que por cierto recuerda a Stiffler de American Pie, te va cayendo mejor. No tiene, ni de lejos, ese carisma nato y visceral de Hasselhoff, necesario para una serie simple de “buenos vs malos” como la original, donde lo importante es que el actor te resulte simpático a la primera. Pero esto puede resultar interesante, ya que diferencia a los personajes y, ya que se pretende modernizar la serie, quizá esté bien tener un personaje menos perfecto con la intención de hacerle cambiar y evolucionar a lo largo de las temporadas (cosa que ya sabemos estaba casi prohibida en las serie 80’s).

Estas son mis tres quejas principales, aunque os juro que podría pasarme horas sacándole defectillos y detalles que acaban con la paciencia de uno, desde la superfrenada que dan dos vehículos a todo trapo (para que no haya muertos) al hecho de que los “listillos” lleven todos gafas. Es lo que tiene: es ponerse gafas y te sube la inteligencia 2 puntos. Creo que con esto resumo todo: estaba viendo la película con otra persona que, a mitad del metraje, dijo que no le estaba gustando y se puso a fregar los platos. Que capacidad de enganche.

Por otro lado, las ganas de epatar les traicionan. Ya se sabe que cuando alguien quiere molar demasiado… al final no mola. Donde Michael era policía, Mike es militar. Donde el primero se enrollaba a una tía, este se enrolla CON TRES a lo largo de todo el capítulo. Donde Kitt tenía un scanner, pues el nuevo tiene dos. En lugar de blindaje molecular, nano-tecnología. Y ¿un camión como cuartel general? De eso nada, so antiguo. ¡Un avión que va aterrizando en carreteras, que es mucho más práctico, dónde va a parar!

Como aspectos positivos, que los hay, hay que destacar algunos diálogos que tienen gracia, algunas escenas de acción emocionante y bien resuelta (como la segunda persecución, que me gustó bastante). Además la sintonía está bien adaptada a tendencias más modernas y la intención de continuar con el universo de la serie original, haciendo referencia a la fundación y los personajes que la pululaban, hasta el punto, atención SPOILEEEEEEEEEEEEERS de la aparición del mismísimo David Hasselhoff, retomando su papel de Michael Knight por unos minutos, como manera de “entregar el testigo” al nuevo piloto de Kitt. Como en el piloto de La nueva generación cuando salía McCoy.

En fin. El piloto ha tenido una audiencia estupenda, pero estoy convencido de que ha habido muchos decepcionados, no porque no sea como la serie original… sino porque aburre, y lo dice un fans a muerte de Supersonic Man Lo peor es que esta serie parece dirigida no ya a los más jóvenes, como la original, sino a un público algo más adulto que va a exigir más de la serie. Y no digamos ya los fans de la clásica, cuyo legado debe honrar. Aún así, creo que esto no es sino una prueba, algo para ver que puede funcionar y que no, y no hay que ser muy duro con ella. El piloto de Babylon 5 era normalito y luego la serie es una auténtica maravilla, por poner un ejemplo. Honestamente no puedo recomendarlo, pero si os gustaba la serie original os animo a verlo, y dentro de unos meses vemos la serie y como se desarrolla y juzgamos con propiedad.
Claro que yo hubiera preferido una segunda temporada de El equipo fantástico. De verdad que me gustaba la serie.
Recordando: El cómic del coche fantástico