Está social y tradicionalmente bien vista la aversión hacia los perros cuanto más pequeño es su tamaño. Es decir, que yo hago una comedia en la que algún perro sale malparado y si es pequeño («perro-patada», los llaman; qué ingenioso desprecio), la gente se descojona. Esto suele ser porque a menor tamaño de perro, mayores probabilidades de que sus propietarios sean pijos, cursis, horteras o esa clase de viejos amargados que tuercen el morro cuando ven pasar a un chico con el pelo largo, y que llevan la leyenda»suegros indeseables» sobreimpresa en la jeta. Que como vimos la semana pasada, todo son prejuicios, señores, que es como tenerle asco a Snoopy o Mafalda.
En realidad, debería de ser al revés, que cuanto más grande, más asco nos diera. ¿Qué truños son más difíciles de sortear, y más deliciosos de contemplar en la acera? ¿Cuales revisten mayor peligrosidad para nuestras suelas? ¡LOS DE LOS PERROS GRANDES! Y, amigos, a menos que el dueño de ese mastín lo saque a la calle con una pala de obrero y un saco de arpillera, lo más normal es que lo deje donde está. Mientras que los «perros patada» dejan una especie de bellota fácilmente recolectable y que rara vez es tan grande como para untarnos la suela. Total, que con dar un taconazo se queda en el suelo, pudiendo proceder su ama o amo luego a la recogida y cordado para colgárselo del móvil (si la gente se cuelga esos espantosos chupa-chups en miniatura…)
La mayoría de las veces, los perros heredan el carácter de sus amos. Ahí tienen a Milú, igual de resabiado que Tintín, a Idéfix, tan bestia como Obélix, y a Führex, la mascota oficial del III Reich, que mordía a los perros de razas mixtas. Lo que sí portan siempre por parte de sus amos son los nombres, y créanme que muchas veces eso influye también en el carácter y comportamiento del animalito. Por ejemplo, un Dani sería el típico perro que no sólo se mea en el salón, sino que mientras dices «¿Qué coño he pisado?» te mira, moviendo el rabo, como si dijese «¿A que soy un gamberro entrañable?». Y claro, uno le coge la cabeza y lo restriega contra el meado para que sepa que eso no se hace. Como quien coge al niño que le ha pintado un «cuadro» con ceras en el pasillo, y le estampa la cabeza contra la obra de arte para que sepa que A.- eso no se hace y B.- las vacas tienen CUATRO PATAS.
Los nombres de los perros obedecen a varias categorías, y beben directamente del carácter y condición del dueño. Así, el perro de una familia con niños pequeños, llevará por gracia algo sugerido por estos, que no se cascan mucho la cabeza y tiran de dos fuentes:
– Referencias a su propia subcultura: Pluto, Pikachu, Bart, Rosenvinge… El bochorno de los padres cuando tienen que regañarlos o llamarlos por la calle es cojonudo. Que un señor letrado hecho y derecho vaya por la calle con una correa rota y gritando «Pocoyó! Pocoyó , ven aquí, me cago en la leche!» puede ser el fin de su credibilidad como profesional.
– Inspiración evocada por el propio animal: ¡Ojo! Recordemos que, salvo contadas excepciones como los chihuahua, que son como las sorpresas especiales de los Kinder, y salen montados y pintados para no cambiar jamás, el resto crecen y cambian. De modo que ese cachorrito recogido y dormilón, «Bolita», puede alcanzar las dimensiones de un bote de remos. Y ese es el problema, que a los siete meses «Bolita» digievoluciona a «Bolondrón», y «Manchita» a «Puto Chucho.»
En un hogar sin niños, los adultos «simpáticos», esos que te dan la cena en nochevieja con el puto matasuegras y los villancicos picantones, ponen nombres originales e hilarantes que, como suele pasar con las bromas privadas, siempre hace más gracia en la intimidad. O sea, que sólo ríen ellos su propia ocurrencia. Aquí separamos dos vertientes comunes:
– «Homenaje / Qué friki soy»: Ripley, Indiana, Frodo, Jagger, Kafka, Pornosawa, Seedorf, (u otro deportista que mola en el momento; no se imaginan la cantidad de Anelkas que habrán pasado por perreras de todo el país). La mayor pega es que cualquiera que utilice el apelativo «friki» para autoidentificarse tiene gustos pasajeros y tardará en cansarse del nombre del perro aproximadamente dos meses (cuando ya no le quede nadie a quien decírselo para que se ría).
– «Se me va la olla a menudo»: Calimocho, Costo, Jotabé, Antichollo. Estos son algunos ejemplos de perros de película cañí, tipo León de Aranoa o incluso engendros-tipo de la talla de La Máquina de Bailar. Por desgracia, a veces la realidad supera la ficción, y el autor de la presente ha tenido ocasión de escuchar a un muestrario viviente de moda de mercadillo llamando al animal a grito de «¡Cannabis!».
Finalmente, nos encontramos con la tercera edad, también conocida en bautizos caninos como «poco originales». Suelen ser esos que llevan al perro atado en corto y que no descansan hasta asegurarse de que el perro se ha vuelto tan faldero y antisocial que te ladra si pasas a menos de cuatro metros de él. Además, cuando son blancos, tienen los pelos de la barba y los ojos de un color chochomona que dan lástima los pobres. Se pueden distinguir dos claras ramas:
– Nombres clásicos: Toby, Bobby, Pipi, Cuqui, Chiqui, Willy, Coco. Estos se convirtieron en grandes clásicos del mismo modo que todas las niñas tenían «María» en alguna parte de su nombre, y que ahora hay una Claudia y una Miriam en cada colegio. Son bisílabos rápidos e indoloros, y excepto Sultán, que es de perro grande y está tristemente en desuso (Gadgetinis, sois lo peor), suelen ser llanos y cursis y no le gustan ni al propio perro, lo cuál supone la simiente para su futura mala leche.
– El Último de Mis Hijos: si le va a hacer más caso y compañía y hacerle más cariños que sus auténticos hijos, que pasan a regañadientes a felicitarle el cumpleaños y a llevarle regalos que nunca le gustan, ¿por qué no bautizarlo como si fuera una pequeña persona? ¡Ya puestos, póngale un chaleco estilo escocés para que no se resfríe en invierno! Este tipo de perros enarbolan nombres como Chus, Pepe, Paco, Lola o Mari.
Y eso es todo por esta semana, tan próxima al nuevo año. El autor no quisiera bajar a mear algunas farolas sin antes dar las gracias a Berbikí, por su inestimable colaboración, a Wilma Week por su apoyo técnico (intentaremos resolverlo del todo, de momento la barra ya funciona) y al señor J.J.Jameson, que desde ahora se dedicará a moderar los comentarios de este nuestro espacio.
Mi próximo perro se llamará Satanás. Es una perversión del tipo «se me va la olla a menudo», lo sé. Debe ser grande y negro, sino, lo agiganto y lo pintaré con Kanfort, para que manche la ropa a las visitas
Si es que, un animal al que le puedes estar mareando una hora lanzandole un palito donde cristo perdio el mechero para que te lo traiga no puede ser muy listo…
De nombres, el «famoso» perro de la leyenda urbana de Sorpresa, Sorpresa (la de la niña, Ricky Martin…) tan pronto se llamaba Toby, Bobby, Rocky o Ricky (quedaría entre los que son frikis a la hora de poner el nombre).
Por cierto, siempre que veo un perro se me viene una oscura visión: los dueños que besan los morros de sus perros y/o dejan que le chupeteen cuando diez segundos antes ha estado olisqueando una mierda…
Wilma Week?
Wilma Week??
WILMA WEEK!
Y todo esto sin quitarle el tapon al mar
DEduzco que no te gustan mucho los perros xD
¡Mierda! ¡Casi publico un PRIMER! ¡Después de ganarme su eterna amistad, es lo único que me falta!
A mi siempre me han gustado todos los perros, sean como sean. Mi perra se llama Hera, es enorme y mas mona que el infierno, y doy fe en lo relacionado a los truños, yo cuando la saco suelo llevarme la pala mecanica. Como molo
Ponerle nombres de dioses grecorromanos o egipcios mola un montón. Zeus, por ejemplo, es cojonudo para un perro grande. Isis le pega a una gata negra.
No sabría en que catergoria ponerme, en «que friki soy» en «En un hogar sin niños» o «Referencias a su propia subcultura». Mi perro se llama Bronson, no sé, le quedaba bien a la cara, incluso yo creo que se parecen mucho.
Soy de las que piensan que a menor tamaño del perro mayor es su mala leche, vease los yorkshires, siempre ladrando y dando por saco.
Cuando se acerca un niño a tocar a mi perro y me preguntan el nombre les digo que se llama «Bobby». Por lo general los niños no tienen ni idea de quien es Charles Bronson, así que me ahorro tener que dar explicaciones sobre el nombre o repetirlo 5 veces para que lo entiendan
Yo no tengo prejuicios contra los perros pequeños, los odio a todos por igual.
pues yo seré del último grupo, porque le puse Tino, puede que en honor a ese Freddie Mercury español que es Tino Casal… pero de momento no me ha dado por ponerle ropa… de momento…
Buen artículo, me gusta tu blog!
Hay gente muy idiota, me da lastima que ahora tarden en salir los mensajes, pero que se le va a hacer… adelante wally¡¡¡¡
Editado por el moderador: Muchas gracias por tu apoyo, nos reconforta viniendo de alguien con la misma IP que el gracioso que ha motivado esto. ¿Algún parentesco con Harvey Dent o Henry Jekyll?
Yo tuve perro en epocas anteriores de mi vida, y la verdad sufríamos bastante para ponerle nombres ingeniosos o que no fuesen repetitivos con los de otros perros. Con uno que tuve que llamamos «Iris» nos echó la bronca una señora por la calle porque pensaba que llamábamos a su hija… en fin.
Yo tengo dos perros mestizos, llamados Ortega y Pacheco. ¿A qué categoría pertenezco? ¿»Que friki soy» o «referencias a mi propia subcultura»?
Ooooh, un post sobre perros, me has vuelto a conquistar XD Ni que decir tiene que me encantan, y que eso de que los perros chicos tienen mala leche es una leyenda urbana. El mío no levanta 30 cm del suelo y es un sol peludo. Y sí, debo admitir que soy de las de nombres típicos: Scotty, ahí queda eso.
Por cierto, frikadas a un lado, Frodo es un nombre que mola para un perro. Y Dardo. Cortos y sonoros. Aunque como Ron ninguno.
Yo tuve un perro que se llamaba Wally…
una vez conoci a un tio ke le dieron dos perros nada mas llegar a la ciudad, y pregunto que nombres les podia poner pa tocarle la polla al personal. Acabo poniendole a uno «Gora» y a otro «Eta».
Pues mi perra es un mastín que caga zurullos como camiones. Me gustan los perros grandes porque los pequeños me resultan un poco…deformes? Lo siento, pero no le veo el encanto a un perro con la nariz aplastada y arrugada o la cabeza mas grande que su cuerpo, aunque me refiero como perro para tener yo. No se donde encajaria mi perra, se llama Tara, pero supongo que en eso de «El último de mis hijos».
jqjqjqjqjq!!!
Vaya tela!!!!
Yo nunca he tenido perro, pero de tenerlo lo preferiría grande para ir creando así mi propio ejército de la noche.
Dentro de lo de inspiración creada por el animal se podría incluir a un perro que hubo en el pueblo de mi madre, que de cachorro se llamaba Carlitos y de mayor tuvieron que cambiarselo a «Tigre». Ese perro fue el terror de todo el pueblo hasta que murió despedazado por un jabalí, dado que se tiraba a ellos y no los soltaba por nada. El nombre le venía al pelo.
Yo nunca he tenido perro pero supongo que a la hora de elegir nombre entraría en la categoría de frikis (a mi hámster lo llamé Grumo, como el de Nils Holgersson). Y a mí normalmente no me gustan los perros pequeños por el ladrido tan martilleante que suelen gastar.
me parece increible que en nombres ultraclasicos no hayas puesto moro; siempre fué uno de esos nombres de perro tan típicos como joses, ramones, o pedros entre la raza humana.
un tipode mi pueblo si ha tenido 34 perros en su vida todos se han llamado moro siempre.
A mi gato le puse en su día Carmelo, en honor a un tío paterno al que tengo mucho asco. Me paso el día tocándole los cojones ya que, simbólicamente, se los toco al Carmelo humano. Y aunque no lo tenía previsto cuando le bauticé, no deja de ser curioso que los capta-conversaciones ajenas se me queden mirando cuando me oyen decirle a un amigo «Carmelo ha vuelto a fugarse» o «Carmelo ha preñado a medio barrio». En conclusión, no recomiendo poner nombres humanos a un bicho, más que nada por evitar confusiones y posteriores explicaciones. Al menos con mi perro Carioco nunca he tenido problemas…
La civilización más avanzada históricamente ha sido la China, son los únicos que han encontrado el auténtico fin útil de los perros.
Yo tengo una gata, sobra decirlo, llamada Filispinela, creo que no encajo en ninguan de las categorías. Y por supuesto, es tan hija de la gran puta como yo, los sofás y las plantas sufren su descontrolada ira.
Mi gata tiene dos nombres, el primero es «Blanca», no por nombre humano, sinó xq cuando nos la dieron, no se nos ocurria ningun nombre, y, efectivamente, la falta de imaginación hizó que la acabaramos llamando así por su color.
El otro nombre es «Casqui», en honor del personaje de Casqueiro de «El Comisario», mas que nada xq a mi padre le daba x llamarla así… Al final se le a qdado ese nombre, pobre.
Yo he tenido dos perras, Triana (mía, de nadie más) y Laska (de mis padres, aún vive). El nombre de la primera lo elegí yo, porque siempre me había gustado, pero para mí entraría en la categoría de «se me va la olla a menudo»… simplemente porque eso es lo que suele pasar.
Otra mascota que hemos tenido en casa han sido el pollo Manolo (de esa época en que vendían pollitos en las hueverías, al menos en las de los pueblos), que estuvo un año con nosotros y acabó en una rifa en el pueblo (mi hermano y yo nos enteramos años más tarde, no lo hubiéramos soportado). Y Luisito, un saltamontes que cogí en unas colonias un verano, y me aguantó hasta que empezó el colegio más o menos. Vamos, que sí, que por mucho que sean nombres de persona, para mí son idas de pelota. Y punto.
Y donde se ponga un perro de tamaño considerable, que se quiten los pequeñajos. Son más… perros. Con todas las letras. Los otros, sólo por la manera de ladrar, deberían ser otra especie animal. Aunque al fin y al cabo, lo que importa es lo que se les quieres, ¿no?
Por cierto, mis perras han sido una samoyedo (Triana) y una husky (Laska). Y no pongo fotos de mis chuchas porque no se puede!
Al gato le puse Hades. Pasaba de ponerles nombres del estilo driki ese ni cosas más vulgares: o demasiado manidos o demasiado vulgares y ñoños.
Comparto lo del aborrecimiento por los perros canijos. Me parecen una deformación impuesta por los humanos para tareas indignas (cazar ratones y ratas, trabajo que los gatos ya hacen bastante bien). Los perros perros son los lupinos, con buena planta y cabeza aguda. Si consiguiera plantar uno igual no le iba mal Fenris.
Por cierto, ¿no era nombre típico de perro Nerón?
Madre mía y de nombre típico pero típico los rocky y las chispa…bueno y canelo también hay bastantes.
En mi familia teníamos perrete de tamaño mediano, se llamaba Blas y le cantábamos lo de «en la fiesta de Blas, todos salen con una copa de más…» en mi defensa decir que era pequeña pero era el mejor perro del mundo.
Ahora tengo una gatina que se llama Tulsa (también la mejor del mundo claro), imagino que el nombre entrará dentro de «subcultura»
En mi opinión el odio a los «perros-patada» tiene dos partes: por una es la molestia de su ladrido y que por norma general suelen ser más hiperactivos y mordisqueapantalones; y por la otra, es que nadie tiene narices de pegarle una patada a uno de los grandes, que le pegan a uno un bocado que le arrancan el zapato con el contenido íntegro.
Wolaaaaaaa!…pos miruste que yo tengo dos curiosidades que explicar, a saber:
– la primera es que confirmo la existencia de un peaaaazo de monstruo peludo que vive en la calle de atras y que se llama gorrion… les aseguro que es la mezcla de un san Bernardo y de tres big foots, puestos en fila. Y se llama Gorrion…hay que joerse…
Tambien, confirmo LO JURO, la existencia de un tal Rufuflu…Un chucho de unos punkys que merodean por la zona y que sin duda, es la victima del exceso de porros de los susodichos punkys…
– La segunda curiosidad, es que mis cansados y asombrados ojos, fueron tesigos de un acto surrealista en plena callle a la luz del dia. Una tipica y rechoncha señora roccoco, con un tipico y rechoncho perro enano de esos, por la calle. El chucho se pone a hacer popo y la señora habre el bolso, para extraer un cleenex con el que le limpia primorosamente el culo al bicho, marchandose muy satisfechos con la hazaña y con la satisfaccion del deber cumplido, dejando la catalina (vease mierda) en el suelo y a mi con cara de giliflautas anonadao.
Pa que vean como estan las cosas.
Por cierto, me he partido el ano con el articulo!!!
Por poco se me atraganta el desayuno al leer lo de «bolita» xDDDDDDD Conozco al perro, ¡¡lo conozco!! Y sí, en su momento era una bolita xD Ahora es un mastín hecho y derecho que en ningún momento recuerda a una bolita cuando se acurruca xDD
Mis pobres hámsters sufrieron lo de los nombres infantiles (Trixie de los autos locos, Gus-Gus de la Cenicienta) y últimamente me dio por los nombres egipcios: Ramsés. Ahora la gata que tengo se llama Isis, pero es que lo de ponerle «Marta» (u otros nombres corrientes) a una mascota como que no acaba de convencerme…
Mi perro se llamaba Félix, aunque no se lo pusimos nosotros.
Tuve un hamster llamado McGyver (por las veces que se escapaba de la jaula), y una tortuga a la que puse «Doña Colorines» por una tortuga que aparecía en un libro del colegio.
Debo ser una mezcla de «que friki que soy» y «vieja que llama a sus animales como personas».
(Tengo miedo)
Por cierto, ¿en que categoría encajan los chuchos de los perroflautas?.
Al no tener perro que me ladre ni gato que me joda, lo unico que puedo decir son referencias.
La perra que tuvo wally molaba, asi gris y tal. La recuerdo de cuando eramos pequeños, pero mi mala memoria y alguna que otra droga han hecho que su nombre se me olvide… no! Yaisa (creo que se escribe asi) Asi se llamaba.
El pequeñete blanco no lo recuerdo. Mis padres tuvieron uno alli en Caracas que se llamaba Zuri, era un american eskimo… o algo asi, un haski version mini. Una amiga tiene uno que se llama «comotu», para reirse (ella sola, que la broma ya cansa). Mis tios tienen una mola blanca, bastante boba, que se llama Dingo (lo de que crecen y bolita se llama bolodron es la pura verdad).
Yo si tuviera uno me gustaria un perro salchica, que me parecen muy graciosos y majetes… y de nombre a saber, al final le llamaria Hot Dog o alguna cosa asi. O si no un gran Danes y le llamaria Belial, que tambien mola el tema satanico para perros grandes y tal, siempre hay alguien que te pone cara chunga.
Editado por el autor (Excmo. Sr. Wally Week-tator): Se llamaba Baloo, o Balú. Sí, yo mismo entro en varias categorías. La perra era Yaiza, pero como nos la regalaron unos amigos canarios le decíamos Yaisa.
Pues si lo que quería decir es que no le gustan los perros, no hacía falta hablar tanto.
Además, a mi perro le llamé Livitdnyenko, que es un nombre fácil de memorizar por un perro y nada difícil ni inútil de usar si se escapa.
El perro que tuvimos se llamaba Bobby, era un chuchete, y le gustaba más arrimar la cebolleta que a mí los huevos fritos con croquetas de carne del puchero.
Aborrezco los perros patada… son de mucho ruido y pocas nueces. Mi novia y yo hemos dicho alguna vez que si tenemos un perro, será un bulldog al que llamaremos «Ozzy». Eso entraría en la categoría freaks…o en la de heavys simpáticos…
jejeje me he partido el culo con este artículo. Conozco entes que se pueden meter (junto con sus mascotas) en todas las categorías.
Yo nunca he tenido ni perros ni gatos, algún jilguero, pero nunca les puse nombre. Pero mis familiares y/o colegas son una fauna. Lo más cerano fue la pequinesa de mis abuelos, que le llamaban Miss. 14 añs después estaba coja, ciega y sorda, y creo que lo de Miss resultaba irónico. Anda mira, podría ser diminutivo de «mistetas» Le puso el nombre mi tío, que de aquella tendría 20 años, asi que es posible.
Frodo y Sam, evidentemente son los perros del tío más friki que he conocido y creo que entre los perros que conozco se llevan el premio. Hay dos colgaos que llaman a sus gatos Dalton y Humpfrey Bogart (sisi, animal con nombre compuesto)
Pero el campeón mundial es un colega que se compró dos hamster y les puso Turbo e Intercooler, eso me pareció la leche.
Pues yo no he tenido mascotas… aparte de peces, y no les suelo poner nombre.
Pero mi hermana tenía un hámster ninja que pasaba de barrote en barrote por el techo (lo juro por… bueno, por Snoopy no) en plan comando. Impresionante O_o
El perro de mi abuela se llamaba Amedio, en honor al macaco de la serie de tv Marco. Vivió una barbaridad, ya que yo era un niño pequeño cuando él nacio (unos 4 años) y palmó teniendo yo 20. Fue como si muriera un miembro de la familia. Qué coño, es que él era para mí uno más de la familia. Nació sin rabo, era de tamaño mediano, negro y sin pedigrí ni ostias. Un buenazo, cariñoso, inolvidable.
Consulta para Wilma:
¿De verdad tenías una perra llamada Laska? Jua, la que tuvimos hace años se llamaba igual (era una dobermann preciosa, a la que nunca le cortamos las orejas y el rabo y le quedó más cara de buena que a otros representantes de su raza). En su día pensé que le querrían haber puesto Laika, como a la que mandaron al espacio, y que acabaron transformandole el nombre, pero ahora ya me entran dudas…
Impresionante documento.
Ya casi no me acordaba de lo que era partirme el hojal leyendo un blog (Pocoyó art).
Por cierto mi perro se llama Pancho, que ahora que lo pienso me parece que fue de origen aleatorio.
Hubo un «perro negro»,(no, el de Led Zeppelin,no),el de el hijo de un ex-jefe,que se llamaba «Golfo»,pasaba un abuelo y se giraba al llamar al gozque,decía que ;¡valla nombre le han puesto al chucho!.
El siguiente que tuvieron de la misma raza lo llamaron «Jagger»,pasábamos unas calores en el taller… con la puerta cerrada,aunque lo encollarámos a la estántería,llegaba el padre o hijo y lo soltaban quitándo el madero de la puerta…los tranportistas salian huyendo diciéndo: «¡joé,es mas importánte los perros que las personas!,¡como ellos están fresquitos en la oficina!».
De nombres a perros actuales les pega;»Kevin»,»Brando»,»Peter»,»Aznar»,»Steven»,etc,si se lo pones a un niño se lo canbiará a la mayoría de edad,como ocurre cada año,sólo con unos 8.000 españoles,je,je.
El reportaje de tv. decía que de cada diez SACAPERROS,sólo recogen tres,¿algún nombre mas artístico(dejé·monos de canes) de estos ensuciadores vecinales?.
Para Lara:
Sí, se llama Laska, la perra de mis padres, y aún la tienen. Originalemente mi madre le quería poner Alaska, porque buscaban un Alaska Malamute. Pero al final fue una Husky, y el nombre se acortó a Laska.
Pero es un bicho: hoy se ve que les mordido un mueble (que son nuevos) y está castigada en la galería. Pero cuando te mira con esa carita, se te cae la baba…
Mecagüenlos «referencia a su propia subcultura»!!! Mi perro se llama Nemo, por el Capitán Nemo y al poco de tenerlo salió la odiosa peli de Buscando a Nemo…os podéis imaginar…porqué ese maldito pescao no acabó enrollado en maki??? porqueeee???
Buen artículo.
En mi casa ha habido animales por un tubo y a pesar de que sólo se le ponía nombre a perros y gatos (pasabamos de bautizar pollos, patos, pájaros o peces) al final eran tantos que al final casi pasabas de ponerles nombre o le dejábamos la tarea a mi hermano, que es un poco especial para los nombres.
Así que hemos bautizado gatos con nombres tan dispares como:
Tripi (como éramos pequeños no nos dimos cuenta de sus connotaciones), Nina, Groucho, Penexo, Pipo (que resulto ser pipa), Laruso (por karate kid), Mercre (por el mono de los dibujos de la familia Robinson), Igor (el gato dominador de la zona y padre de cientos de gatos), Lucas, Rona, Gordo y un montón que se me olvidan.
En cuanto a perros: Lanas, Thor, Tarzán (gran perro que nos traía a casa pollos y Lacones robados) Yara, Nora, Yaki, Chuski, Cola Corta, Media Cola, Lua, Pincho y Lupo. Este último fué rebautizado como Killer Lupo, porque supuestamente mató a una oveja que lo triplicaba en tamaño. Además muchas veces lo soltábamos a posta para reirnos un rato, pues se dedicaba a salir de golpe de entre los arbustos a ladrarle a la gente y no veas los sustos que metía.
También tengo una amigo que a un cerdo con pintas que tenía le llamaba Quinto Centenario, porque según el era único en su género. También tiene gatos con nombres especiales com Cacho, Anaco, Pedra o Eliansito el gato balsero.
Pues que quiere que le diga, nunca tuve problema alguno para llamar por la calle a Indy…
¿Por Alaska? Hombre, igual la mía también le vino ese mismo nombre, pero por la cantante (ah, esos años 80).
También tuvimos uno que se llamaba Whisky, un perro de caza hace ya un montón de años, pero creo que en el artículo no incluye en la categoría «nombres etílicos».
Ejem, sí, yo también me sigo preguntando en qué estaría pensando el que se lo puso…
Mis perros se llaman Chuache y Camila. El primero friki, el segundo, no lo sé ni yo
Jajaja, por la cantante en mi casa no. Pero ponerle Whisky a ésta última se barajó si era un macho, sólo porque mi hermano se empeñó… y eso que ya no vivía en casa!
En casa tuvimos hasta hace 2 años un conejo (de los comunes, no de indias) al que lo llamábamos «Conejo». El pobre enfermó gravemente y murió con tan sólo 4 añitos, yo lo quería como a uno más de la familia (mi primera y de momento única mascota), pero siempre quedará lo mucho que me divertía corriendo por el patio con él y los minutos muertos que me tiraba mirándolo. Mi hermano tiene un pez en el bidé al que llama «Jopete» por ninguna razón en especial.
Mi señor padre le puso al suyo Bin Laden, supongo que va en lo de que friki soy xD o en lo de el último hijo, dado el nombre que me puso a mí no se que pensar.
Yo tengo un colega que ha puesto a sus hámsters Rocky Balboa y al otro Batista…
xD
Mi perra se llama Leopolda… Y un señor muy elegante me dijo un día que tenía nombre de reina… No sé si refería a mi perra o a mi, así que por si las moscas y para evitar futuras confusiones, me rapé el pelo, me dejé barba y a mi perra la llamo Polda y a correr… Al próximo le llamaré Ojete, a ver que dice el señor elegante…