Es increíble lo maleducada que puede llegar a resultar la gente, empezando por los progenitores A y B que llevan al cine a sus vastaguillos y no sólo les permiten preguntar en voz alta, sino que les contestan al mismo volumen cualquier duda que tengan sobre la película. Por otra parte, hay una corriente, proveniente de la tierra del reguetón, que promueve los comentarios en directo. Y si no soporto ver un DVD con los comentarios del director (ese día hacía frío y… oh, miren, ahí está Scarlet Johanson de nuevo…), aún menos con los comentarios de una pareja de inútiles cualesquiera que me tocan en suerte en el reparto de butacas (le llevó comida, mire, regresó a verla, la quiere… lleva las flores, ahí está la madre…).
Pero lo peor, como siempre, se fragua en el propio campo. Al igual que el líder de la conspiración es siempre el consejero real, el peor deshecho social siempre lo tienes en tu propia familia. ¿Quién no ha recibido, por parte de uno de esos divertidos y entrañables hijos de la gran puta, un recordatorio de tus palpables defectos físicos? Como si fueran espejos que resaltan lo evidente más allá de tu propia paranoia, desmienten lo que dice tu psicólogo que sólo ves tú:
¡María Eugenia, cómo te has puesto! ¿Le das al buen comer, eh? Madre mía, si me acuerdo yo de cuando era flaquita, flaquita, y mira ahora…
El terapeuta de María Eugenia tendrá mucho trabajo el lunes. Y es que nada escapa al ojo crítico de tu campechano tío, que calza la misma cintura que un teletubbie y se ha comprado un GPS para encontrarse el nabo bajo su oronda barriga de alcohólico. Además de eso, su amor por el tabaco negro colorea sus dientes con una nueva gama cromática y le abre las puertas a un mundo de pestilencia – al que también contribuye que sude como un pollo de Mingo -; se está quedando calvo como un Nenuco y, si llevaba una cadena de oro al cuello, su localización aparecerá marcada con una X en algún mapa que reproduzca su desagradable papada colgante.
El pariente, una vez te ha aguijoneado con tu lamentable y decadente aspecto físico, pasa a preguntarte brevemente por tu vida profesional sólo para dar tiempo a amasar la siguiente pregunta: tu vida sentimental. El bombardeo será distinto, dependiendo del género al que pertenezcan inquisidor e inquirido:
Tío / Sobrino : ¿Y de lo otro, qué?
Tía / Sobrino: ¿Ya tienes novia?
Tío / Sobrina: ¿Y de novios cómo andas?
Tía / Sobrina: ¿Qué, no te casas?
Las cuatro variantes vienen a tocar los cojones igual, pues aunque la respuesta sea positiva, uno siente que le están invadiendo la intimidad, más allá de «¿Y con qué frecuencia cagas? ¿De color bien?». Pero no nos engañemos, lo que el pariente espera es que nuestra vida sentimental sea nula, y por tanto si uno resulta que tiene una novia deliciosa y refrescante, asistirá a un festival de asentimientos y sonrisas impostadas como respuesta a sus explicaciones de quién es, cómo es y a qué se dedica. El pariente, al contrario que tus amigos de MSN, sólo quiere oír de ti desgracias y llantos, de los cuales nunca se cansa, pues siempre puede replicar con su sabiduría de barrio y, aún por encima, descojonarse de ti en tu cara. Además, al contrario que en el MSN, este pariente te ve cada dos por tres, así que no le puedes dar el coñazo cada noche y no le da tiempo a saturarse con tus penurias.
Al pariente luego le gusta comerciar con tus desgracias. Como las ocasiones señaladas en que aparecen en tu vida suelen obedecer a reuniones familiares, tipo comidas de navidad, el cumpleaños de la abuela o la comunión del primo Dani (siempre hay un puto ídem), el pariente te pone en un brete delante de varias personas, que pasarán a comentar (en tono de sorna) tu patética existencia delante de ti. No hay nada mejor que deleitarse ante un pastel de cabracho mientras te tocan los cojones porque tienes 35 años y «se te está pasando el arroz» (vaya frasecita). Si no compartes mesa con el pariente, se las arreglará para convenir un encuentro entre tú, tu padre y él, te pondrá la mano (horriblemente sudada y pestilente) sobre el hombro, y le dirá a tu padre aquello de:
«Hay que ver, que no casamos a Antoñito, ¿eh?
Te preguntas por qué la vida es tan cruel de haberle otorgado a él la gracia de una pareja estable, mientras a ti te la niega rotundamente. Y tu padre, claro, se ríe entre dientes y no sabe si ser cruel, si salir en tu defensa o si aprovechar el momento para discutir de la herencia de la tía Angelina, que cualquier momento es bueno para montar ese follón.
La solución en la familia siempre es retirarse con tus primos/sobrinos de 15 años o menos.
Pues ya sabes que el comentario es lo que hace que me pille o no un DVD (a favor). Me gustan tanto que me gustan hasta los comentarios de videoclips!
No sé si te acuerdas de la peli Que suerte, llegaron los parientes… A veces hay que aguantarlos para poder degustar la deliciosa tarta de manzana de la tía.
¡Qué odio me ha hecho sentir, Mr. Wally! Fabuloso trabajo, sí señor…
???¿¿¿
Deben ser poltergueist… (o alguna cosa desas, ké miedo)
Yo tengo una prima así, solía ponerse muy chula cuando me veía, no le importaba un pijo quién estuviera delante: familia, amigos, conocidos… cualquier momento era bueno para sacar su ponzoñosa lástima a pasear; pero es que la pobre no lo podía remediar (como se había casado y tal, ya sabessss…). Cojonudo ha sido verla años más tarde, la cara de higo que se le ha puesto, trabajando que no da a basto y el centollo de marido que se ha echado (que, sospechosamente, es muy parecido a tu tío). Cada vez que me la cruzo por la calle me sale una vocecilla burlona en la cabeza – mi particular Pepito Grillo – que clama: «justiiiciiaaa poeeetiiicaaa!». Sip, mi Pepito Grillo es un poco joputa, qué pasa XD
Yo sufria también ese problema y jodia muchisimo, pero la mejor solucion es pasarse al enemigo; me he casado y ahora soy YO el que va a decir a primos y tíos que cuando se casan, que si tienen novio/a y tal. Siempre poniendo cuidado de ser tan irritante e inoportuno como lo fueon conmigo, por supuesto.
35 años y soltero? vaya formas de vivir que tienen los jovenes de hoy en día, que pasa que es que las asustas? Mira a tu amigo Dani, con lo follonero que era de joven y lo formalito que esta ahora con su mujer. A ver si te vas a quedar para vestir santos. Con la ilusion que le haria a tus padres que te formalices y te eches mujer e hijos…
A mi los parientes que más me joden (en mi caso son parientes políticos) son aquellos que viven en Madrid o en Barcelona y que no hacen nada más que refregar y presumir lo bien que viven allí, incluso forzando acento (no hay nada más ridículo que a un andaluz intentando hablar como un madrileño) y sin embargo no hacen nada más que aprovechar cualquier ocasión para bajar y escapar de su «maravillosa» vida en la capital.
En momentos como éste es cuando más aprecio no tener ni un solo pariente así. A mí como mucho me dicen que me debería comprar otras gafas porque las mías están viejas.
Yo tengo un tío que aún hoy día me da el coñazo con que debería hacer ejercicio y ponerme a dieta. Que me entran ganas de decirle: ¡No hago ejercicio ni dieta porque no me sale de la POLLAAAAAAAAAAA!
Yo tengo un tío que aún hoy día me da el coñazo con que debería hacer ejercicio y ponerme a dieta. Que me entran ganas de decirle: ¡No hago ejercicio ni dieta porque no me sale de la POLLAAAAAAAAAAA!
Yo por suerte no tengo apenas relación con más de la mitad de mi familia y con los que la tengo es buena. No me echan en cara mis defectos, sino que me tienen sobrevaloradísimo, y cuando sus preguntas se pasan de personales doy unos capotazos y listo.
gracias por recordarme el odio que siento hacia los familiares. También tengo un tío gordo y borracho que huele a ducados y unos tíos que cada vez que me ven me dicen «estás más gordo que el año pasado»
Yo creo que todos tenemos familiares del tipo «mi vida es asquerosa, pero voy a hacerte sentir como si la tuya fuera peor». Y no es que sean malos, ni tengan mala leche… lo peor es que son así.
De todas maneras, mi última experiencia ha sido muy positiva. Hace poco más de cuatro horas ha llamado una prima de mi padre a casa, he cogido yo el teléfono y la segunda pregunta ha sido esa que tememos todos los solteros: «y qué, ¿de novios cómo vas?» «Uy, muy bien: estoy saliendo con un chico muy guapo, muy listo y muy simpático. Bueno, te paso con mi padre, que está aquí al lado. Ale, adiós!» y le he pasado el teléfono a mi padre. No hay mejor venganza que darle la información en pequeñas dosis, y sin tiempo para que te puedan preguntar nada más. Ahora que no duerma en toda la noche, y mañana seguro que llamará para preguntar.
JE JE JE, a mi me bombardeaba mi tia con la tipica pregunta de: tienes novia? y el bonus era: tu fumas verdad?, hasta que me presente en la boda de su hija despues de unos cuantos años, de la mano de mi novia y fumandome un marlboro.
La tortilla se dio la vuelta, su hija se separo en 10 meses y de repente el mutismo mas absoluto.
A mí no sólo me preguntan familiares, también algunos vecinos que me conocen desde siempre me bombardean a preguntas cual miembro de la Gestapo. Desde que tengo trabajo y novia, curiosamente, no preguntan mucho. ¿Lo hacen por joder, a que sí?
Lo peor de todo es que hace poco me descubrí haciendo yo lo mismo con la hermana pequeña de mi novia. Que miedo me dí.
Para estas ocasiones yo tengo la misma respuesta desde los quince:
Tío: ¿Y de novios qué?
Yo: El perro bien, gracias, allí en casita.
Al principio se reían, pero a base de contestar siempre lo mismo se acabaron cansando y ya no preguntan. La contrapartida es que tengo la sensaciónd de que creen que soy lesbiana. Qué cosas.
NOOOOOOOOOO!!! Romped la cadena de odio que ha atado a las generaciones anteriores! No continueis esta dinastía de metomentodismo y halitosis! Plantadle cara a vuestra herencia y no legueis lo mismo que os dejaron a vosotros.
Toooodos contra el fuego, tooodos contra el fuego, tú lo puedes evitaaaaar!
La verdad es que no tengo estos problemas porque la información sobre la familia que tengo es suficiente como para asegurar la doctrina MAD (Destrucción Mutua Asegurada, vaya) y joder la velada para todos. Añádase a ello actitudes mezquinas en cuestiones de trato con los abuelos, por un lado de la familia, y de éxito en la vida personal, por otro, y al primero que me joda le arruino el día y la semana por mis muertos.
Además, lo de las novias/os/carabineros siempre lo replico de forma cínica, ya saben: «Yo de eso no tengo. No quiero joder mi felicidad, vaya.»
Se me ha caido el monóculo sobre el champagne… ¡¡una crítica a la familia!! ¡¡A donde iremos a parar!!
Lo mejor es darles lo que quieren oir. La contrapartida siempre será favorable. Y joder, son más viejos, enmarronados y casposos. Te puedes reir de ellos!
¿Soy el único ciudadano español que disfruta de la compañía de sus familiares? Y mira que tengo: primos hermanos 17, nada menos, y eso sin contar la familia en plan «mafia» a base de primos en segundo y tercer grado, etc y con tod@s me llevo bien.
No si al final voy a tener una suerte inmensa, mañana mísmo empiezo a organizar comilonas para cada finde.
Lo mejor para esto es mascullar entre dientes, resignarse y pensar que mientras mi tio «el pajaro» ( mi tio idiota, que siempre me hacia esas preguntas ) se descojonaba de mi xq no tenia novia, su hija-mi prima 3 años mayor que yo y con unos pechos enormes, me los restregaba por la cara y teniamos unos escarceos adolescentes increibles.
Madre con mi primita, que desarrollo.
En todas las familias de todo el mundo ocurre exactamente lo mismo, a eso se le debería llamar globalización y no a que haya un McDonalds en cada país.
Por otro lado, aunque soy de Argentina sé que en Chile la frase «se te está pasando el arroz» y sobre todo «se le quemó el arroz», se utiliza como sinónimo de gay.
En cambio en Argentina el equivalente de la expresión española «se te está pasando el arroz» es «te estás pasando de hervor».
Saludos
Situación real: «Hay hija, ¿que tal te va? Vaya cara más asquerosa que se te ha puesto llena de granos (tenía mis 14 añitos)-pronunciado por prima segunda oronda con verruga al lado de la nariz.
Verano siguiente, mismo personaje: huy, ¿qué tal? has engordado un poco, ¿verdad?-tú no, vaca burra menopaúsica, son las palabras que me callé.
Este verano, estando yo estupenda, mismo personaje: hola.
La muy… no me pregunta nada, no me critica nada.
saludos