Otro año más, nuevos juguetes que comentar. No sólo no me canso, sino que realizar este artículo es uno de los momentos más divertidos del año. Seguimos siendo unos apasionados de los catálogos de juguetes, y de las mil sorpresas que nos proporciona
cada temporada navideña. La cosa no ha cambiado mucho desde mi infancia: la mayoría son unos sacacuartos que quedarán olvidados tras unos pocos días. No obstante los seguimos esperando con ilusión. Aquí tienen una selección de los que más me han gustado este año.

Aquí está Jaaack!

 

Wilfo.

Esta especie de Hobbit cuentacuentosno transmite otra cosa salvo desasoiego y mal rollo. Tiene  una mirada que indica que ha sido corrompido por el anillo, o bien que se encuentra bajo el efecto de cosas malas de las que dicen en la tele que no hay que meterse. No hemos tenido ocasión de oir sus cuentos, pero imagino que debe de decir frases como «Me ha mirao mal» o «Casi me hago a La Pitu», amén, obviamente, de interminables historias de droga y borracheras. La capucha que lleva le hace sospechosamente parecido al mago ese que aparecía en portadas de Helloween o Blind Guardian. Normal que le borraran la cara. Sospecho que ese libro que lleva es la edición en tapa dura de Watchmen o, directamente, el Necronomicon. Yo por si acaso voy ensayando las palabras: Klaatu Barada…. estoo….

 

«Mi querer que quiten el programa de las cajas de Jesús Vázquez, por favorl»

 

Furby

No podíamos dejar de hablar de nuestro muñeco favorito de los últimos años. Vuelven los Furbys, ahora con un nuevo aspecto. Ahora el muñeco es más grande, más peludo y dice más frases. Lo malo es esa pinta mofletuda y como de empanado, que contrasta con la expresión despierta y hasta alocada de los anteriores furbys. Yo he llegado a la conclusión de que este furby es la evolución adulta del anterior, que sería el adolescente, el cual venía tras el baby furby, que era el niño. El Furby se hace adulto, pero afortunadamente y a diferencia del joven adulto español no prepara unas oposiciones ni escucha a Luis Miguel. La mayor diversión que encierra este muñeco es quitarle las pilas y mover la boca uno mismo. Es una gran manera de dar salida a mis personalidades múltiples. Pruébenlo y ya me contarán

 

Acabarán pintándose carteles de películas en las uñas

 

Fashion Centro de Manicura Maria Isabel.

La popularidad de María Isabel tiene los días contados. Así que es cuestión de aprovechar la moda mientras se pueda y sacar unos cuartos a los padres despistados. La primera utilidad que le vemos producir la voz de la auténtica M.I., a base a afilarse las uñas y arañar pizarras. Pero no es su único uso. Para muchas niñas, será una impagable herramienta de desarrollo de sus futuras personalidades. O no me digan que no está el mundo lleno de marujas cuyo único interés es la pelu, las uñas y ver a la Campos. Pues lo mismo. Un juguete que podrán disfrutar por igual niñas, hijas de infantas o de cajeras del super por igual. Dentro de 20 años alguien escribirá un artículo sobre el Centro de Manicura en una página web comentando lo cutre que era. Pobre Raulito: de él no sacaron nada.

Launidad de los demócratas, que dirían
los Bruttos.

 

Geyperman hispanos

La gente de Geyperman ha dejado de engañarse: sus juguetes no los compran ni un puto niño. Es por eso que ha decidido orientar su producción y marketing hacia un público adulto al que la marca Geyper aún dice algo. Por ello, han decidido
seguir con su tradición de figuras realistas basadas en cuerpos de seguridad del mundo real. Y encima de aquí, de Ejpaaaaaaaaaña. El resultado: el Geyperman guardia civil, con su tricornio, y el Legionario con su cabra y todo. Estamos totalmente a favor: Antonio David bien merece una figura de acción. Y Fidel, otra. Habría que hacer el Legionario recluta (un chaval de Jerez que se queda sobado haciendo las guardias) y acompañarlo de la mítica galleta esa del juego. Del Geo no decimos nada, que parecen etarras ahí, con la cara tapada.

 

«¿Esel 11850? Que si saben como se llamaba el actor que hacía de hijo pequeño en Paso
a Paso. El rubio de las gafas, el nerd»

 

Walkie Talkies Tortugas Ninja.

Lo comentamos en nuestro artículo  de juguetes 80s e insistimos ahora: en esta época de teléfonos móviles… ¿Qué sentido tienen hoy por hoy unos walkie talkies que no llegan ni a la habitación de tu hermano? Ninguna. A no ser, claro, que escuches la conversación a través del sobaco de un galápago. Conozco la expresión esa de «Te canta el alerón», pero esto es ridículo. Si a mi me obligaran a pasarme todo el día así también tendría esa cara de extreñido que tiene el pobre Raphael.

 

Kuando kieras kedamos y t lo enseño, Brujita17

 

Tatoo Center Boys

Mi juguete favorito de este año. El niño del anuncio ilustra perefectamente el atractivo del producto: un polémico centro de tatuaje para hacerte el malote o la interesante ante tus compañeros de clase. El surtido de modelos para el tattoo es tan horripilante como el que hay en la tienda de tu ciudad. Tribales para ellos, rositas en la teta o en el tobillo para ellas y
letras chinas imaginarias para los dos. Ideal para futuros camereros/as en un local de marcha nocturna, que son los que más gustan de lucir uno de estos. Una gran manera de ir enseñando a los chavales lo que hay que hacer para pillar de mayor.

 

Eres más raro que un gato verde.

 

Pc Miau.

¿Que hay más divertido que un gato? ¿Un ordenador con forma de gato? Error: un gato jugando a un ordenador con forma de gato. Porque esta tontuna de cacharro está destinado a los mininos de la casa. El mismísimo Virugato me ha dicho que se lo va
a pedir a los reyes. Las teclas anchas facilitan que puedan ser pulsadas por sus patas. Esperemos que no le por mearse
encima del trasto. Al parecer el equipo incluye el Emule (para bajarse el último blockbuster de hollywood en un screener ratonero) y el Messenger (para perder el tiempo intentando camelarte a una siniestra de Avilés), así que tiene todo lo imprescindible par el joven de nuestros tiempos.

 

El niño de azul ya va practicando la expresión
del gorila.

 

Gorilla Attack.

No es el único juguete de la temporada con motivo simiesco. No es de extrañar, dado que se suponía que King Kong iba a ser un pelotazo, especialmente entere los chavales. Al final ha sido un fiasco, con lo cual imagino que la gente de Hot Wheels debería de emparentar a este mono con Donkey Kong antes que con el gorila de la Universal.Un mono con las manos de Mr. Fantástico por cuyos brazos circulan bólidos trucados a 200 por hora. Genial. A nosotros lo que más nos llama la atención es el texto del anuncio, en el cual nos hacen creer que es el propio niño el que se va a convertir en un gigantesco orangután, para que deje perdida la moqueta de pelos. Atención también al detallazo de los fabricantes, que te regalan un coche. ¡Es lo mínimo, so miserables!

Construir… para luego destruir, que era más diver.

 

Tente Multimedia.

No hay nada más lamentable que ver a tu padre  intentando hacerse el moderno y enrrollado. Pues eso es lo que pasa al Tente Multimedia, que ese adjetivo tan desfasado y de los 90 no hace sino recordarnos que es un juguete con sus buenos años de historia. ¿Cómo va a ser multimedia un juego de construcción? ¿Se conectan los bloques a internet? Multimedia era la 3DO. Y así acabó. Ese denostado adjetivo viene de la inclusión de dos Cds en el paquete. Cds, que cosa tan antigua. Ah, y de que, según
ellos, se pueden usar las piezas incluidas en la caja para construir diferentes cacharros. No sé ustedes, pero yo siempre he pasado olímpicamente de lo que decían las instrucciones y he fabricado los vehículos que me salían de las narices.

Integración, como en Star Trek

 

Bratz Big Babyz

Si mucha gente ha descrito a las Bratz como «las muñecas putas» uno no puede dejar de pensar que estas muñecas son unas hijas de puta, con perdón. Por lo pronto, siguen llevando ese polémico maqullaje, como sus madres y una encantadora
combinación de top, mini y botacas. Quizá son un poco jóvenes para llevarlas, pero es lo que ven en casa. Fíjense también en sus biberones de metal. Se supone que es la leche la que va enrriquecida con el hierro, no el propio biberón. Quizá son así para que la madre pueda utilizarlo de arma contundente ante el acoso de algún zumbado o los abusos de un proxeneta de alguna república balcánica. Encantadores los animalitos que les acompañan, especialmente la rana, que se parece sospechosamente a Keropi. Esperemos que Sanrio no tome cartas en el asunto.

 

Elúltimo de los Strokes no me ha molado tanto
como el anterior.

 

Llavero Playmobil.

Menuda promoción que se han sacado de la manga los de Playmóbil. Estos pedazos de llaveros con los muñecos no son, evidentemente, para los niños, que en ocasiones no tendrán ni llaves. No, tienen como objetivo otro público que representa
una buena parte de las ventas de la marca: los poppies. Este año podrán comprarse su barco pirata de Playmóbil y obtener como obsequio un llavero que se parece sospechosamente a él y a sus colegas. Ideal para enseñarlo antes del concierto de La habitación roja o el hype inglés que esté de moda en ese momento. Fijense, además, como la forma tradicional del muñeco femenino ha sido sustituida por una más moderna, con su coleta y su camiseta a rayas. Como chana, tío.

 

Otro flipao.

Tras las manos de Hulk y las de La cosa está demostrado que este tipo de guantes aparatosos e imbéciles hacen las delicias de los más flipados de la casa. Aquí tienen los Puños dragones, los favoritos de Ken y Ryu en su infancia. Para que
el chaval haga shoriukens hasta hartarse o hasta cargarse una lámpara (suele ser lo segundo). A mí más que a un dragón me recuerdan a un carnero o algún bicho de esos de la selva amazónica. Yo es que salgo poco de casa. No vaya a ser que me atraque
un tío con estos puños, que igual te tira un rayo de fuego o algo.

Tienen miles de productos más en su catálogo amigo. Comentarlos todos es una tarea titánica poco apropiada para vagos como nosotros, y que, en todo caso, tiene más gracia si lo hacen ustedes mismos con sus colegas. Esperemos, no obstante, que si algún niño desea alguno de estos juguetes, los reyes se porten y se lo traigan. Y no como a mí, que me pedí la cafetería fabricapasta y me trajeron un sucedáneo barato que en vez de Play-doh usaba plastilina normal. Todavía me dura el trauma. Menos mal que ese año me trajeron también un radiocassette y pude empezar a grabar mis paridas en cinta.