Hoy nos adentramos en un espinoso tema que va a levantar ampollas: el de las canciones quemadas. El panorama musical lleva años bastante parado, salvo, quizá, por la llegada del reggeton a nuestras vidas, que ha sido toda una revolución.  Quizá por eso, ante la irrupción de lo nuevo, en discotecas, radios, establecimientos (la tienda de fotocopias de tu barrio cuando hay cola), o en el autobús nos bombardean con una serie de temas noche y día que nos transmite una tranquilizadora familiaridad. Suponemos que es así desde que la radio es radio y la disco es la disco, pero ahora nos toca sufrirlas a nosotros. Sí: muchas de ellas no es que sean malas…  simplemente la repetición de las mismas ha logrado que al final sean odiosas.

Aclaremos el término: es diferente una canción de moda a una canción quemada. Las de moda, efectivamente, nos hacen padecer durante unos meses, un par de años, incluso, pero luego duermen el sueño de los justos y son capaces de regenerar la quemazón lentamente. Pero estos temas de los que os hablamos hoy siguen sonando una y otra y  otra vez, a pesar de que nos los sabemos de memoria de pe a pa desde hace años. Son las que todo el mundo sale a cantar en el Karaoke, suenan en el súper y todos hacen el mongólico si las ponen en un bar. Porque esa esa otra: cuando se sufren en un garito a la cansinez le acompaña la vergüenza ajena.

Ya verán, ya, como a medida que lean el artículo y los títulos de las canciones las van a reproducir en su mente sin olvidar un sólo detalle.

Comenzemos fuerte con We will rock you, de Queen: una puta mierda de canción que sigue protagonizando momentos sonrojantes en el siglo XXI. Sí, seguro que los Queen eran geniales y bla, bla, bla, pero no me puedo explicar, por más que lo intento, cómo colaron esta canción a » everybody» y tuvo tantísimo éxito. Pero lo peor de todo es ir a una disco, que pongan la canción y ver a todo el mundo haciendo el jodido movimiento de brazos, (aplaudir dos veces y luego alzar las manos al cielo). Y ya el colmo es ver como casi todos se inventan la canción; y digo yo, ¿si no te la sabes pa qué coño la cantas?. Queda muy ridículo ver que el movimiento de los labios no tiene nada que ver, ni por asomo, con la letra. Y de ellos es también We are the champions, de la que nos negamos a decir nada. Bueno sí. Recuerden a Fernando Alonso. ¡Cada vez que alguien gana algo suena!

Una canción que habla de la vida y que, cada vez que suena, me quiero morir

 

Life is life de Opus: Grupo formado por un montón de alemanes feos y con bigote (valga la redundancia). No aguanto la canción. Después de casi 20 años aún hoy es el día que la canción sigue sonando en emisoras y en discotecas. Se puede decir que el grupo es un one hit wonder en toda regla. Lo peor es que la canción es extremadamente sencilla, con apenas dos partes que se repiten eternamente. Efectivamente: este grupo ha vivido de una única canción con dos partes, y así será por los siglos de los siglos. «La, la, la,la ,la, life is life», pedazo estribillo que lo emparenta con nuestra querida Massiel.

 

 

Cualquier canción de Mago de Oz: una especie de Celtas cortos medio jevis disfrazados de bucaneros y un cantante al que no se le entiende lo que dice. Suenan cualquier día, a cualquier hora, en cualquier parte.
Gustan a todo tipo de gente, por lo cual puedes escuchar sus temas en cualquier emisoras, en garitos pijos o «rockeros»… La de Ven quiero oir tu voz ha pegado especialmente y, como no podía ser de otra manera, es de las peores que tienen. Que ya es decir-
Al igual que el anterior grupo, fomentan que la gente, en las discos, baile sus canciones como si de bailes regionales
se tratase. Todos en corro, con un estilo muy etílico y girando de un lado para otro. Estos, llevados por el fervor de la canción hace que no se enteren que puedes estar al lado de ellos lo cual hace que te tiren el cubata por el suelo, te pisoteen y te zarandeen sin piedad. Suelen ser grupos de unas quince personas en adelante, como el propio grupo. Perfecto para fiestas universitarias y tal.

 

Losing my religion o Shiny happy people de Rem: casi lo mismo que Opus, sólo que estos aún siguen dando por culeiro. Estas dos canciones son perfectas para ir al baño o bien dirigirte a la barra a pedirte algún refrigerio.
Rem fueron el gran grupo de pop de principio de los 90, por lo menos para los 40 principales y otras tantas emisoras que se encargaron de emitir 200.000 veces estos dos temas.
Ahora pasan de interpretar Shiny Happy People en los conciertos, pues la consideran facilona e infantil. Lo mejor es ver a tu amigo el moderniki, que adora a Electric Six, bailar como el que más estos dos temazos. «Es que los REM son muy grandes». Claro que sí, campeón.

Los Safri dúo: no puedo soportar como la gente se pone hacer el memo en las dicos con esta canción. Esta sonata propició en su momento la llegada de una nueva modalidad en el arte de tocar instrumentos en el aire. El famoso «air guitar» da paso al «air bongo», aún más deplorable si cabe. Al ser instrumental y con ritmillo, propició su
utilización en cientos de promos de los canales de TV, que la utilizaban para anunciar la Fórmula 1, la Champions, el ciclismo, el último partido de nuestra gloriosa selección o cualquier tontería. Por cierto, ¿qué ha sido de estos? De los Safri, no de la selección.

 

Y de lo moderno nos vamos a esos clásicos indiscutibles según Joaquín Luki (DEP). Por ejemplo con Money for nothing de los Dire Straits. Una canción que cuando empieza parece que va a tener caña, ahí con la batería flipada y tal…  y luego es un muermo total cantada por un soso de cojones. Y encima llevan años, y años, y años sonando todos los días en las radios. Y en el bar también: más «air guitar» por parte de gente que jamás en su vida ha tenido una guitarra en sus manos. Quizá se puede crear la controversia, ya que opinamos que este grupo y el inefable, Mark Knopfler están enormemente sobrevalorados al igual que el insoportable Eric Clapton, que lleva años haciendo umpluggleds y discos-coñazo para desesperación de cualquiera. Nosotros no recordamos si Tears in heaven es bonita o no, porque le hemos oído tantísimo que hemos perdido la sensibilidad. Es como cuando comes picante, que tras un rato ya no sientes nada en la boca. Pues eso.

Smells like teen spirit de Nirvana: venga, todos a tocar la bateria, «air drums» y a bailar «pogo» en la pista de baile. En emisoras como Rock’n’Gol suenan aproximadamente cada hora, como si fuera una especie de ritual secreto de la suerte. Este grupo de grunge, consiguió pasar del Rock Alternativo al mainstream más absoluto, y consiguió un hit single por los siglos de los siglos que, siendo francos, estamos un poco hartos de oir. Que sí,que marcó mi adolescencia y la de todos, que si tal y que si pascual… Pero hombre, déjenla descansar un poco.

Y ya que hablamos de rock, que me decís de Crazy‘ de Aerosmith. Posiblemente el peor tema de su carrera,
que ya es decir (porque en los últimos parece que hacen oposiciones para cargarse su excelente legado 70s). En este caso, incluso el video sufrió siendo explotado hasta el infinito, de manera que no es absolutamente imposible escucharla sin que nos vengan a la mente Arwen y Batgirl en los mejores momentos de su carrera. Os juramos que acabamos hasta las pelotas del puto videoclip de las narices. Es una canción sumamente irritante por la de veces que repite lo de Crazy, que es lo único que recuerda la gente.

 

 

Y ya que hablamos de intocables, uno de los momentos más deplorables que viví en una disco fue cuando sonó el Born in the usa del coñazo eterno que es Springsteen, no se jubilará nunca, o al menos todo apunta a que yo no lo veré. Todo el mundo lo flipaba mucho, es curioso ver como todo el mundo entra en éxtasis con semejante canción, si al menos tuviesen idea de lo que cantan. No la explotéis más hombre, que ya está machacadíiiisima.
Seguro que hasta Bruce os lo pediría. ¿Hacemos una Petición Online de esas para que la dejen de emitir? Desde aquí mandamos un abrazo a Fuentes, que ha puesto su granito de arena en acabar con este tema.

Podría hablar también del desprecio que me generan cantantes como Elton John, del cual, en su extensa discografía, sólo rescataría la versión que hizo con Ru Paul del Dont go breaking my heart, solo por el componente chochi que tiene. Porque sí: de aquel que había glam queda ya poco o nada. Pero la verdadera bomba de relojería es Your Song, que intepretó con maestría Juan Camus y que la ponen sin parar, por algún motivo, en Telecinco: en el Tomate, el TNT, el A tú lado, etc… para ilustrar un momento especialmente tierno o sensible. Tú fíjate, si luego se dedican a despellejar al personal.

Más bien esto se podría llamar «canciones para ir a mear cuando suenan en la disco».

 

 

El rock duro también tiene sus representantes del quemazón. Por ejemplo, con The final Countdown, de Europe, por supuesto (¿hace falta decirlo?) un tema que nos sabemos todos de pe a pa, cada compas, cada nota del solo, todo, todo, lo hemos escuchado cincuenta y cinco mil veces a lo largo de los años. Atención que los tíos la interpretaban dos veces por concierto en su época de fama, abriendo y cerrando los show. Por otro lado, ahora cuando la oigo pienso en las tonterías que hizo Víctor de OT al interpretarla y se me cae el alma a los pies. La única versión que aguanto es la genial recreación del «emulón» Benigno Escalante, cuyo clip tenéis ahí arriba.

 

No nos olvidemos de Eye of the Tiger de Survivor. Es inevitable. Cada vez que en un programa de la tele sale gente entrenando para lo que sea, o se habla de boxeo o de algún deporte de contacto, aparecen las guitarras del tema compuesto para Rocky III. O peor aún: si la ponen en un garito… ¡LA GENTE SE PONE A HACER COMO QUE BOXEA O ENTRENA! Miren que a Viru le gustan Survivor (ese Vital Signs), pero si me dijeran de no volver a escuchar este tema pregutaría donde lo firmo. Chan, chan-chan-chan. ¿No pueden poner el Burnin’ Heart, de Rocky IV? Si más o menos es lo mismo.

Unas palabras, como no, para nuestra puta mediática Jon Bon Jovi y su Livin’ on a Prayer, que suena igual en discos jevis que en otras más mainstream, y que nos sabemos todos de memorieta: uau uau uauaa uau uau uauaa. Peor lo tiene que pasar él cantándola año sí año también cientos de veces. Si sois jevis también podéis estar hasta las narices de The Trooper de «los meiden» o algunas otras del inefable quintento/sexteto británico.

More than words de Extreme: ¡AAAAAAAARGH! Mierda canción, mierda grupo-

En cuanto a lo chochi, no hay himno gay más quemado que I will survive de Gloria Gaynor. Un temazo, en todos los sentidos, pero del cual ya estamos hartos, hartos, hartos. Ni el grupo de heteros mariconeando ni el de gays desmelenándose nos hacen gracia ya porque estamos demasiado ocupados mirando el reloj y esperando a que se acabe la canción. Había una espantosa versión en castellano en plan gitaneo que espero no volver a oir en mi vida.

 

 

Y como olvidarnos de YMCA e In the Navy son unas simpatiquísimas canciones de extreme discogay sound que todos hemos disfrutado y bailado. Hasta que ellos han acabado con estos clásicos.Son los cachondos camareros que ponen música en tu bar (un ordenador con el Winamp en random con MP3s a 128 del emule),los jóvenes licenciados en comunicación audiovisual que hacen horas en algún programa «decachondeo» tipo Pecado Original o el DJ de tu radiofórmula local. Lo mejor es ver al pijeríocreyéndose gracioso mientras hace aspavientos con los brazos cuando suena lo de «UAI AM SI EI». Hasta para ANUNCIAR CHOPE valía. 

Pero si tenéis poca pluma o no gustáis de los sonidos duros o los clásicos de discoteca de los que hemos hablado pues igual os la sudan un poco estos temas. No importa: afrontemos la recta final del artículo con un mainstream de temas para todos los públicos. Y quién más universal que Alejandro Sanz: Todos sus éxitos son deplorables, pero especialmente el Corazón Partío y Si fuera Ella nos hacen revolvernos. Éstas no se salvaban ni cuando  salieron pero han quedado, inexplicablemente, cómo clásicos de nuestra música. ¿Me puede explicar alguien como alguien que canta con esa voz, con esas rimas que parecen en ocasiones de Los Pecos, sea considerado el namber uan de nuestra música? ¿Nadie? Lo sabía. Como no sea por la insistencia de las radios con estos temas…

You can leave your hat on de Joe Cocker es una de esas canciones que deseas que terminen en cuanto
escuchas la primera nota. Suele ser tarareada por un grupo de amigas borrachas cuando alguna hace ademán de
quitarse una prenda. Yo creo que la mayoría ni recuerdan la película en la que sale ni a cuento de qué viene ni nada de nada… Simplemente savemos cuando alguien comienza a hacer un strip-tease esos acordes comienzan a sonar desde algún lugar, nadie sabe como ni por qué, incluso aunque estés solo. ¿Será cosa de Satanás? Pruébenlo en casa, no falla.

 

 

Tampoco tiene ninguna gracia que en cualquier pafeto,a eso de las 3 de la mañana, lindando con el cierre, se ponga Heidi, Marco o La abeja Maya y todos cantando a grito pelado. Es gracioso porque son adultos cantando cosas de niños. Recuerden nuestros comentarios sobre «Lo friki» en nuestro artículo «lo más quemado» y ya se harán una idea de por donde van los tiros. Como se nota que son de cuando solo había dos televisiones y todo el mundo veía lo mismo. 

Desde aquí no podemos decir otra cosa más que odiamos a Sabina, una especie de intocable de la música hispana que nos da arcadas. Cuidao con meterte con él que es el mejor, el «maestro indiscutible» de nuestra canción. Y de entre todos sus temas, Y nos dieron las diez es sin duda el que más estamos hasta las narices de escuchar. Es que a nosotros esa gente tan ácrata, tan poeta, y tan tan nos dan un poquito de cosa. Lo peor es que en todas las oficinas del país hay alguien a quien le gusta mucho Sabina y obliga a sus compañeros a sufrir durante la hora larga que dura el CD de turno. Siendo sinceros, así le coge uno tirria a cualquiera.

 

Otra canción que en principio no estaba mal, sería Walking on sunshine. Que no estaba mal… ahí, en el recuerdo, en los archivos del Tocata de TVE1. No en la tele todo el santísimo día, o en Kiss FM en heavy rotation, en OT, en cualquier karaoke, en anuncios de la tele… ¿Es que no hay otras canciones que escoger? Lo que antes se nos antojaba saltarín y ligero ahora es más plomizo y pesado que una maratón de pelis japonesas costumbristas de los 50.  Y ya que hablamos de puritito pop, por favor, si alguna vez estáis con nosotros y comienza a sonar La chica Ye-Ye, por favor pegadnos un tiro. Si tuviera una máquina del tiempo lo primero que haría sería evitar que Concha Velasco, la joven promesa del cine español, cantase una sola sílaba de este estándar de los «ye-yes»
españoles.

 

 

Claro que la culpa la tuvieron los Beatles. No sé quienes son más pesados, si los increíblemente cansinos fans de los Fab Four (vaya peñita) o las teles y radios del mundo que nos tienen hasta los cojones de Yesterdays, Let it Be e Imagine. ¿Pues no tendrán temas los tíos? Se ve que no, porque siempre a poner estas mismas. Nada de Wings, pero todo el santísimo día estas dos. Que uno acaba perdiendo la perspectiva de tanto oirlas miles y miles y miiiiles de veces.

No podemos olvidar tampoco a Tom Jones e It’s not unusual. En este caso la quemazón viene de la de veces que repitieron El príncipe de Bel Air, porque cada vez que la ponen el personal se pone a imitar el baile de Carlton en ese capítulo, lo cual les delata. Añadan a la lista su Sex Bomb y el reinterpretar el you can leave your hat on mencionado más arriba. Y la SGAE que pasa, ¿Por qué no toma cartas en el asunto? Ellos protegen a los artistas… ¿Y a nosotros quién nos protege?

La canción melódica, como vemos, ha dado varios representates al género de la overused song. Si Nino Bravo viviera podría haber hecho de Antorcha Humana en la película de los cuatro fantásticos, porque es difícil pensar
en un tema más sobreutilizado que Libre. Si desde que les dio por revindicarlo ya estábamos hasta las pelotas, van y encima lo ponen en una interminable campaña de la tele. No hablemos de Un beso y una flor, que suele ser interpretada con la peña cogiéndose de los hombros en plan fin de fiesta. Ni una boda española sin su momento Nino Bravo, y nosotros huyendo como podemos.

Tres cuartos de lo mismo con Camilo Sesto (con el que jugamos al baloncesto) y Vivir así es morir de amor. Mira que tiene temas, ¿eh? Pues nada. Gusta mucho en la disco para hacer la gracia, o en los karaokes para hacer la gracia. Y siempre se canta así, como muy afectado, poniendo caritas y retorciendo el cuerpo. Nos quedamos mejor con la denostada Mola mazo.

 

No olvidemos tampoco Eres un cabrón hijo puta de la película de South Park, serie que se puso de moda y se quemó en cosa de un año, cuando tu primo Felipe vio que no terminaba de hacerle gracia y quitó el muñequito que
llevaba dentro del coche. Eso sí, bien que te dio el coñazo mientras tanto con la cancioncita cadavez que te veía, la llevaba siempre en el radiocassette y se partía el solo de risa.

Y no podíamos terminar este artículo sin hace mención a las bandas sonoras de películas. Temas como la Marcha Imperial de Star Wars, la música del tiroteo de Matrix, la de James Bond… Han sido tan utilizadas, explotadas y abusadas que se han convertido en una parodia de lo que son, incitando al cachondeito del personal. La gente cuando las oye se parte de risa. Mención aparte para Carmina Burana, utilizada en todos los trailers de películas americanas para darle un aire épico al asunto.

 

Este es un punto tan bueno como cualquier otro. Nos despedimos aquí, prometiendo retomar el tema en el futuro, cuando otra lista de canciones nos hagan subirnos por las paredes (de rabia, no como en una peli de kung fu). Sabemos que es imposible abarcarlas todas, y no era nuestra intención. Estas son las nuestras, ustedes tendrán
las suyas. Si les ha sabido a poco, póngan Kiss Fm y tendrán más de lo mismo: Deacon Blue, Cher, Rod Stewart… Y ahora, si nos perdonan, tenemos un acto violento que cometer. Es que está comenzando a oir el tecladillo de «Walk of life» de los del Knofler.. Tiri, tiriri tiri tiri….