Una de las pocas cosas de las que podemos estar seguros en este loco mundo en el que vivimos es que una idea de éxito siempre será imitada y explotada. Y los virueteros lo celebramos. De Star Wars nació Star Crash, de Street Fighter, World Heroes y de Ricky Martin, Carlos Baute. Lógicamente, como diría Bisbal, el éxito de Los pitufos tenía que propiciar, tarde o temprano, la aparición de algún sosias de los bichejos azules que tanto estaban triunfando en el mundo entero. Los primeros que surgieron fueron nuestros protagonistas: Los Astrosniks.

Gracias a esta instantánea y a Mi amigo Mac podemos confirmar que en el espacio exterior prefieren McDonalds a Burger King.

Los Astrosniks fueron creados por la empresa alemana Bully Figuren, quienes, pese a su nombre, no sólo se dedicaban a hacer figuritas de Bully de Willy Fogg, sino que fabricaban todo tipo de muñequitos. Cuando Los pitufos triunfaron en toda Europa (y luego en América, gracias a la serie de Hanna-Barbera), los lumbreras de Bully aprovecharon para lanzar su propia raza de diminutos y simpáticos seres, allá por 1974. Eso sí: estos venían del espacio. De Marte o de Snikeria, según la versión.

«No sé si prefiero que el niño tenga un poster de una tía en bolas…»

Como podéis comprobar por las imágenes que acompañan al artículo, los muñecos de los sniks seguían al dedillo el patrón pitufo. Todos vestían igual, salgo por un detalle que les daba su personalidad y les otorgaba su nombre. El snik que gustaba de llevar na mochila-helicóptero (!!!!) en la espalda recibía rápido el nombre de Heli, mientras que era se divertía gastando bromas era bautizado como Joker. Igual que en tu barrio: el que tiene los ojos rasgados, el chino; el que no se entera, el sordo, y así hasta el infinito: el pitu, el DJ, el Pikachu, El Viru, el Friki… Y al igual que los suspiritos azules, había un patriarca, un líder que se diferenciaba de los demás. Su nombre: EL COMANDANTE.

Los sniks también hacen cosplay. ¿Existirán las Snik Charm?

El comandante es el jefe supremo de los sniks, lo que nos hace pensar en una sociedad fuertemente militarizada y que nos recuerda a otros grandes de nuestra historia como nuestro generalísimo. El caudillo tiene varios puntos en común con el Doctor Muerte: no sólo tiene súbditos sino que encima lleva máscar,a igual que el tirano de Latveria. ¿Que ocultará el Comandante? ¿Tendrá cicatrizes? ¿Le gustará el sadomaso? Seguro que la llevaba solo para hacerse el misterioso y ligar. Ah, y tiene unos cuernos que no sabemos de donde los ha sacado pero que nos recuerda a Grendizer (o Goldorak). O eso o la Snikchica se la pega con Dinio.

Esos ojos delatan la naturaleza de la plana

Y es que, efectivamente, solo hay una snikchica, Astralia, lo que acrecienta el parecido con los Pitufos. También rubia, confirma que los Sniks no se reproducen sexualmente o la raza se habría extinguido hace tiempo. Quizá es un snik como cualquier otro, solo que para distinguirse,se viste de mujer, como el que se pone una flor en el gorro y dice que es el pitufo vanidoso. En los cómics estaba enamoradísimaa del comandante y gustaba de ver telenovelas en su tiempo libre.  Igual que la Yoli, que se metió al ejército, pero seguía siendo «una tía con un par de ovarios».

Tras Los cabezicubos, llegan los Cabezitriangulo y los
cabeziredondos con antena y cascos.

Otros personajes de la serie serían los triángulos alienígenes, unos extraños seres piramidales que no se sabe muy bien que hacían pero que andaban por allí y molaban, de esa manera en la que sólo las pirámides con ojos y boca pueden molar. Los otros compañeros de los sniks eran los Bips, una especie de pelota saltarina que iban escuchando el Walkman y que hacían las veces de mascotas. En los cómics hablaban en Morse a lo que uno
sólo puede añadir «ya os vale». Estos me encantaban de crío, y me recuerdan a los Furbys, que me encantan de mayor. Y es que las cosas sin brazos tienen su encanto (miren sino El luchador manco).

Solo la gente mala pierde un ojo.

Por supuesto, hacían falta unos malos para darle vidilla a la cosa. En este caso no eran humanos, ni animales, sino dos seres parecidos a nuestros protagonistas. Eran unos renegados de su raza, como El hombre topo o Bertín Osborne. Atendían por los nombres de Pérfido y Galaxo. Pérfido era el cabecilla, malvado e implacable, mientras que Galaxo era el ayudante más ingenuo y solía meter la pata. Vivían en Smogland, que por el nombre debía de ser un planeta para fumadores. Sus planes, imagino, eran conquistar Snikeri, planeta donde Mercedes Milá y su desquiciado NO FUMÉIS arrasaban y tenía un aire más puro. Muy lejos de los sádicos y canibalísiticos impulsos de Gargamel y Azrael (y luego Escrúpulos).

Lo que haga uno en la cama queda entre él y su pareja

Los Sniks comenzaron a venderse como figuras de PVC en toda Europa, donde cosecharon un gran éxito, que impulsó a Bully a lanzarlos en América, donde tuvieron una repercusión moderada, hasta que McDonalds decidió regalar figuras de nuestros amigos especiales con cada Happy Meal. A partir de ahí consiguieron una mayor penetración, y no faltaron las empresas que se dedicaron a licenciar merchandising de ellos, tipo Cuentos para colorear, pegatinas, caretas, tornillos, condones o cordeles para las gafas. Sin embargo, al no contar con series de dibujos, nunca pasaron de una segunda división en cuanto a popularidad se refiere. La producción duró hasta finales de los 80, tras lo cual los Sniks dejaron de estar presentes en nuestra vidas.

Si reeditan los Vengadores de Liefeld, queremos que hagan lo propio con esto.

En España también pudimos disfrutar de los muñequitos en jugueterías y quioscos, teniendo bastante aceptación. Esto animó a Bully a lanzar un cómic sobre los muñecos, en colaboración con Bruguera, que sería editad en toda Europa. La tarea cayó en artistas españoles, los estupendos hermanos Fresnos, creadores de Benito Boniato, que realizaron varios álbums sobre estos bichejos. Estos estupendos cómics, serializados en alguno de los semanarios de Bruguera, fueron el primer punto de contacto para muchos de nosotros con los Sniks. En ellos vivían divertidas aventuras, a veces acompañados por un niño amigo suyo, que no podía faltar, para que nos sintiéramos identificados o algo de eso.

Y cuanto más pasa de ella, más le va detrás

Sé que lo divertido sería ponerles a parir, pero eran francamente divertidos, con buenas historias y buenos dibujos. Mi favorito era El tesoro Snik, aunque Snik contra Snik, con una suerte de guerra civil entre los bichos (parecida a cuando el Pitufo Gafitas tomaba el control en los comics y se revelaban), también estaba fenomenal.. Además, servía para darle una personalidad y un trasfondo a los muñecos de los que carecían: los protagonistas solían ser Scout, Heli, Astralia y el Comandante, el Snikinventor, el soñador Fantasnik, el atolondrado Desniktado… Se publicaron cuatro volúmenes entre 1984 y 1985, que hoy son atesorados por los fans del tebeo español, y casi del francobelga, puesto que no desentonarían en cualquie Spirou al lado de Quena y el Sacramús.. Puede que fuera un trabajo de encargo, pero Fresnos hicieron una gran labor, como los profesionales que eran.

…dijero los nativos cuando llegaron los españoles a América.

Los Sniks, como hemos dicho, no pasaron de segunda fila, a pesar de molar más que los pitufos, aunque por un solo motivo: eran del espacio. Las siguientes imitaciones de los azules ya fueron más sofisticadas. Los Snorkels, por ejemplo, ya iban vestidos cada uno de una manera, había más chicas y no se llamaban «Pintor» o «presumido» porque esos fueran sus rasgos más  destacables. Es por ello que los Sniks son la más pura forma de pitufo-xplotation y se merecen un rincón en esta web. Por si fuera poco, están siendo reeditados en Alemania, para deleite de los más nostálgicos, y cuentan con un pequeño grupo de coleccionistas que barren E-Bay y otras casas de pujas para terminar sus colecciones. Y si les digo la verdad, me está empezando a tentar comenzar la mia. Tienen su encanto estos chicos. El encanto de Karate Kimura o los Digimon.

Por último y para terminar, me he decido a crear mi propia pitufoxplotation, los Spermicks. La idea se me ocurrió fregando los platos. Los Spermicks son simpáticos espermatozoides cuyas vidas transcurren durante la unión sexual entre Julio Iglesias padre y su joven mujer. Viven increíbles aventuras en los testiculos, pene y vagina de sus creadores humanos.
¡Diviértete con los Spermicks!

Spercani es nuestro protagonista. Le gusta Camaron y el flamenquito, el tunning, jugar a la play y los porritos. Sale todas las noches a ver si fecunda a alguien. ¡Es muy simpático y por eso tiene muchos amiguitos, que te pueden dar una paliza si le miras mal!

Ovulina
es la única chica, como dios está mandado. Es el objeto de deseo de todos los Spermicks, pero ella se hace la dura. Habla siempre con segundas y su aplicación favorita es el Messenger, en la que pasa las horas muertas, calentando a su cíbernovio de Algeciras. 
Tiene un muelle en lugar de piernas, para que pueda ir rebotando de novio en novio, y mi diseño me recuerda al bicho de Bounce strikes back.

Gamethor
Es el padre de todos los Spermicks, y el jefe de Ciudad Testículo. Procura que todos sean felices. Es el más listo y más sabio, y cuida mucho de todos sus hijos, a los que devora todas las noches. 
No tiene poderes de ningún tipo, simplemente es un flipado de Thor porque dice que «los tiene que tener cuadrados», y se viste así como homenaje, como la niña de Aventuras en la gran ciudad.

GafaSperma

es el intelectualoide del grupo. Lee Rock de Lux, lloró con Bailar en la oscuridad y sus cómics favoritos son los de Taniguchi. Tiene un fotolog donde cuenta su vida y sus salidas por el Nasti. Se ríe de lo tonto (según él) que es Spercani, pero a final le interesa lo mismo: pillar. Como todos, está enamorado de Ovulina. Ella pasa de él por tirillas, pero a él le gusta porque le da un toque melodramático a esta gris existencia. ¡Quiérele!