Cuando eres niño piensas que los mayores sólo sirven para regañar y aguarte la fiesta, y cuando eres adulto, los niños te parecen tan molestos como llevar los calcetines llenos de garbanzos torraos. Por eso, el paso de niño a adulto viene marcado por una etapa en la que sientes que nadie te comprende y que todo el mundo está puesto en la Tierra para joderte la existencia.
Pero vamos a centrarnos en la relación niño-adulto (aunque no tan profundamente como el Duque de Feria), y hablemos sobre esos juguetes que deterioran las relaciones entre ambos colectivos, ya que, si los niños los encuentran divertidísimos, a los adultos les molestan cosa mala.
La dieta mediterránea es la más sana
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He querido empezar fuerte, y qué mejor que este clásico de MB, los reyes del plástico duro. Todos conocen el punto de partida: cuatro voraces hipopótamos de colores que estiran el cuello para comer más pelotitas blancas que los demás. Introduzcan su similitud con la vida y escriban su propio best-seller de autoayuda, amigos. Este juego, que brinda a los niños la posibilidad de hacer el bruto en una frenética competición de aporrear la palanca de su hipopótamo, constituye todo un suplicio para el pobre diablo que intente ver la tele mientras. No sólo es el jaleo que organiza el juego en sí —los hipopótamos comiendo arman el mismo escándalo que una cena de despedida de soltera—, es el jolgorio que produce en los niños, que gritan y ríen a carcajadas, y ocasionalmente se pelean por negarse a jugar con el hipopótamo rosa.
El Caos, servido en cómodas porciones individuales
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Nos encontramos ante una de las mayores paradojas en el mundo del juguete: estas pelotitas de goma, asequibles y accesibles (las venden por uno o dos euros en máquinas expendedoras de centros comerciales, estaciones, aeropuertos y esos sitios en los que paras a estirar las piernas cuando vas a Compostela en autocar con el colegio), rebotan como si estuvieran imbuídas en zumo de gummibayas, siendo por tanto inapropiadas en cualquier terreno: en el interior, suponen una orgía de desenfreno para el menaje, y el cristal ejerce sobre ellas una fuerte atracción, dado que siempre van a dar contra la tele, el acuario, una ventana o un adulto con gafas, mientras que utilizarlas en el exterior significa perderlas inevitablemente a los pocos rebotes.
Dos variedades de Mano Loca
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Cierto, ya se habló de ellas en otro artículo, pero es que hay que joderse con el invento (y además el otro artículo no era mío). Las Manos Locas, a priori inofensivo juguete, se trataban de (atención) una goma super-elástica, con el consiguiente retroceso super-jodido como te dé en plena cara, con una mano pegajosa en el extremo. ¿Qué usos se le pueden dar a eso? Los evidentes: torturar a los que nos rodean (hermanos pequeños y mascotas: esos pobres sufridores) y probar a pegarlo en distintos sitios. La frase «distintos sitios» contempla todos esos lugares en los que la jodía mano deja mancha. A partir de las dos horas de vida extra-envoltorio, la mano loca se convierte en «mano mugre», lo cuál reduce las dotes de pegabilidad a un único objetivo: las cosas de cristal. Exacto, esas cosas que se manchan tan fácilmente, y que requieren a una madre una mañana entera de Cristasol y trapo, para que luego venga la mierda del zagal a dejar lamparones con la tontería de la gomita, que a esas alturas parece que la haya usado el mayordomo de Tenn para repasar los azulejos de cuarenta personas que usan otros limpiadores.
Sí, yo también las lavaba con agua y jabón (incluso un chorrito de Mistol), pero ya no pegaban igual. Menuda estafa.
Para cuando terminas de montarlo, tus amigos se tienen que ir
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Este juguete sólo tiene un uso pacífico: el día 6 de enero, cuando tu padre, legañoso y con el pelo como una escarola, te ayuda a montarlo. Después, no pasa el día que no se arrepienta de no haberlo tachado en la carta a los Reyes. Para empezar, la pista monopoliza el suelo del salón, que suele ser la única habitación de la casa en la que cabe; por tanto, aparte de los problemas de tránsito que pueda crear, a los mayores les toca tragarse íntegra la visita de Edu, el vecino del segundo C. Además, como la caja es enorme, siempre está debajo de todos los demás juguetes, por lo que tú solo no puedes cogerla y tienes que recurrir a tu madre, que se desespera al tener que quitar de encima, uno por uno, TODOS LOS DEMÁS JUEGOS (o tirar de él sujetando los demás, lo cuál suele desembocar en que se caiga alguno; generalmente el Juegos Reunidos Geyper, que es el que más cosas tiene para recoger). A la hora de guardarlo, le tocará quitar todos los juegos en pulcros montoncitos, colocar el mamotreto, y recolocar lo demás.
Además, no nos engañemos: la única diversión del chisme está en montar distintos recorridos, porque a la hora de la carrera, reviste la misma emoción que ver las de verdad en La 2. Exacto, ninguna.
Si oyes una musiquilla, súbete a la acera.
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Se engloba en esta categoría todo aquello que parece simpatiquísimo cuando la dependienta de la juguetería nos lo enseña, pero que pronto se convierte en una pesadilla auditiva. Es decir, las pistolas que imitan balas o rayos, los muñecos que repiten unas cuantas frases, los triciclos con un botón para hacer sonar siempre la misma melodía taladrante, los trastos educativos que dicen las letras (qué gracia hace pulsar siempre la misma letra, ¿eh? así compuso Carlinhos Brown su Maria Caipirinha) y, por lo general, todos esos cacharritos que hacen que uno odie la palabra «alcalinas«.
Inserte aquí su propio chiste sexual
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Mención aparte merecen los instrumentos musicales. ¿Pero a quién se le ocurre regalar una flauta o un tambor a un niño y quejarse luego por el coñazo que da? Pues claro que lo va a usar para hacer ruido, hombre de Dios. Hoy, todos elevamos a los altares el Casiotone, ese organito que provocaba la típica frase «Vete a saber, igual el niño nos sale un Beethoven» (muy útil en el siglo XX, en el que la demanda de sonatas por parte de la nobleza estaba en pleno apogeo). Sin embargo, al igual que El Gran Héroe Americano o los Peta Zetas, se trata de pura engañifa nostálgica, puesto que al final uno lo usaba para aporrear las teclas con distintos sonidos (hasta entonces, el único órgano que sonaba a flauta era el de Bartolo) y hacer como que tocaba mientras ponía el modo demostración, lo cuál no sólo no era tan «cojonudo» como recuerdan, sino que era molesto en grado sumo. Finalmente, eran nuestros padres quienes terminaban soñando con ser como Beethoven: sordos.
Parte del botín sustraído a José Luis Moreno
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Utilizo este nombre genérico para todos esos compendios de chirimbolos de diversas marcas para que las niñas (o los niños que de mayores se hacen peluqueros) se hagan pulseras y collares que acaben regalando a madre, tía y abuela (y que van directos al cajón de los trastos, con el collar de macarrones pintados que le hiciste en el colegio por el día de la madre y que, lógicamente, tampoco se ha puesto nunca). La otra forma de jugar viene precedida por una catarata accidental de piedrecitas, cuentas de colores y Chimos barnizados, y requiere una escoba, un cogedor y pisar con tiento. Pasados los años, aún aparecen algunas bajo un sofá o bajo la planta de un pie que andaba descalzo (así encontraba yo las pistolas de mis playmobil). Lo bueno del asunto es que un día la bolsa de componentes (cuentas de colores, piedrecitas y/o Chimos barnizados) se termina, y como por lo general no se venden sueltas, es cuestión de aguantar un par de rabietas y fin del asunto. Por cierto, el día que a la madre se le ocurre ponerse el collar como gracia, el hilo se rompe, y le toca bailar otra vez el pasodoble de la escoba.
From my wet… dead… hands
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Correcto, se compran para utilizar en la piscina o la playa, pero el verano se termina y, dejando por el camino a sus valientes compañeros la colchoneta pinchada, el balón perdido y el juego magnético incompleto, la pistola de agua es el único puto juguete que ha sobrevivido. Y adivinen qué: el niño quiere seguir usándola. Recuerden que su sentido común difiere del de un adulto y, aunque sospecha que el agua y los aparatos eléctricos o electrónicos no se llevan bien, hará falta que el sheriff aplique la ley del azote para detener a tan temible pistolero en casa. No se descuiden, nunca falta un medicamento infantil con su jeringa que proporcione nuevo arsenal. En cuanto se agote el frasco de Cleboril, la pesadilla habrá vuelto a empezar.
No se mueva, que le queda la raya torcida
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A menos que tengas que señalar detalles en una proyección de diapositivas, seas asesino a sueldo o estés buscando a Sarah Connor, este chisme no tiene más razón de ser que dar por saco al personal. No sirve como linterna, no depila a tu hermana, no cauteriza las heridas de tus compañeros caídos ni desvía los blasters de las tropas imperiales. ¿Qué hace este chisme, pues? Dar en los ojos a la gente y tocar los cojones en el cine, cuando se te ocurre la tronchante idea de pasearlo por la pantalla. Amigos, el bello arte de molestar porque sí, sin más beneficio que la satisfacción de ser un soplapollas que ha pagado seis euros para no ver la película y al que un tipo disfrazado de Darth Vader amenazará durante el estreno de La Venganza de los Sith (¡verídico, ocurrió en mi misma fila! ¡fue lo mejor de la película!).
Aniquila a tus amigos y arrasa tu barrio con Aniquilacionova, de Mediterráneo
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¿Existe acaso algún juguete más aparatoso y propenso a manchar una casa que uno de esos trastos supuestamente educativos (que levante la mano quien aprendió algo con uno)? ¿Es seguro dar a los niños un juego de química, lleno de sustancias tóxicas de vivos y atractivos colores (¡recuerden que era uno de los juegos favoritos de Zipi y Zape, por Dios!)? ¿Cuán educativa y saludable puede ser una fábrica de dulces y bombones? ¿Qué se puede esperar de un juego de botánica, en el que el 80% de la caja es tierra para macetas? ¿Para qué coño quiere un microscopio un niño de ocho años, aparte de para llenar la casa de bichos muertos? ¿Qué diferencias encontraremos entre una superficie antes y después de que un niño haga sus moldes de escayola y los pinte con acuarela?
Gracias a Dios que ningún niño queda como en el ejemplo
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Antes de dejar que uno de estos entre en contacto con sus hijos, tenga en cuenta es que los técnicos que prueban estos juegos no lo hacen en la ropa de sus propios críos ni en las paredes de su propia casa, de modo que esa promesa de que no mancha es tan fiable como un puente de porexpán. Por otra parte, ya que este regalo suele provenir (igual que las cajas de témperas, los rotuladores y el boli de diez colores) de alguien que no vive con usted, por lo general tíos o padrinos, no olvide llevarlo en la próxima visita que hagan a su casa. A ver qué cara se le pone cuando el niño, recién maquillado de payaso, se le acerque al sofá.
Y ustedes, ¿han jugado alguna vez con esos chismes? ¿Sembraron el caos en su casa? ¿Hicieron a sus padres arrepentirse de la compra de algún juguete? ¿Creen que he olvidado reseñar alguno? ¿Piensan que la película TOYS es una preciosa fábula y una maravilla visual, a pesar de que yo opino que es cargante y que Joan Cusack está para darle de patadas en la cara? Para esos y otros temas, ahí tienen los comentarios.
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¿Quieres más? Juguetitos chorras 80’s ¿Echas de menos el Blandi blub? Pues recuerda Aquellos escatológicos años.
Joder, aun me acuerdo del Scalextric. Me lo regalarno en el 1996 y lo he montado 2 veces, mis padres aun se estan cagando en mi tio que me lo regaló xD.
Genial articulo, aunque no veo el autor
es curiosa la cantidad de mierda que podía acumular una mano-loca en un día. Genial el artículo, seguid así!
En mi casa sobreviven encima del armario el detectinova (sigo sin saber para que co….s sirve el acido tanico) y el astronova, que me sirvio para descubrir que la vecinita que se desnuda delante de la ventana solo es una leyenda urbana.
Añadir a los juguetes inutiles las mierdas que vienen en los kinder sorpresas: abominables.
Yo tenia unas cuantas «manos locas» que regalaban con las patatas y eran unos auténticos imanes de mierda, y lo de la rebotilla no es solo para niños, de hecho, este mismo verano un amigo mío con 19 primaveras perdio una, justo despues de la advertencia de mi otro amigo que dijo: «cuidado que la pierdes» el respondió: «naah esto no lo…» BOING y la pelota salió disparada por el balcón y nunca mas supimos de ella.
Tremendo artículo sin más.
1. Mi primer y último Scalextric a los 4 años. Estuvo por ahí 2 meses hasta que decidí que aquel chisme no tenía ni puta gracia porque el coche no lo conducías y darle a fondo al acelerador sin frenar no era buena política a menos que fueras del club de villanos del Equipo A.
2.Lo de los regalitos por los que merece la pena pegar un tiro en cada rodilla a los parientes son un mundo: pistolas y otros chismes con ruido, instrumentos musicales que el niño emplea para joder el sueño de los padres, los pringues como el blandi-blub… Tú mencionas algunos de los ejemplos más claros pero faltan los juegos que obligan a los padres a darle compañía al niño a pesar de que se están muriendo de aburrimiento y no pueden ganarle porque si no se llevaría un berrinche (por lo menos en mi caso era común en las Navidades, al menos hasta que mi padre decidió rentabilizarme y enseñarme a jugar al poker. Con ocho años).
Me partí el pecho con este artículo, genial Wally como siempre.
El peor Scalextric de la historia es la Aventura del Volcan esa…joder menuda castaña de juego, a las dos horas ya se habian jodido los dos mandos de control…y veias a mi viejo empalmar el cable a los de un Scalextric antiguo de mi primo de los 70’s
Anda que no nos han llamao la atención de veces por el ruido de los hipopotamos tragabolas xDDDD casi daba miedo hasta jugar ya…
Y el escalestrix los coches siempre se salían en las curvas y tocaba frenar… luego el otro te adelantaba, en fin que siempre lo mismo xDD
Las manos locas se ponían grises de tanto polvo que cogían. Y cuando había dos se quedaban pegadas y parecian gelatina.
Habia una variante de las manos locas que era un pulpo.
Recuerdo que lo pegabas a una superficie lisa y plana (generalmente una ventana) y el solito iba bajando mientras «desplegaba» sus tentaculos.
A los dos minutos se llenaba de mierda y el muy jodío dejaba de agarrarse, cayendo a plomo al suelo.
a ver, a ver, que el CASIOTONE yo le di un montón de uso, lo juro, me pasaba tiempo y tiempo, y aunque no he acabado siendo una gran pianista y compositora, sí que se tocar el piano y esos fueron mis comienzos, así que lo tengo guardado como un tesoro en el departamento secreto del asiento del «piano de verdad». Las rebotillas, conocidas en mi pueblo como las «BOTA BOTA», son un caos, creo que no he leído nada más acertado. En qué espacio se supone que deben jugar con ellas? En alguna sala extraña de la NASA?
pero para mi el producto estrella es el famoso y fantástico BLANDI BLUP, para hacer la locura de los mayores, eran una pesadilla para ellos, porque aunque supongo que lo venderían como que no manchaba, a mi sí que me manchaba, y luego el asco que les daba a los mayores, y los pedos que sonaban cuando lo metías a presión en el bote…. no se cómo ha sido olvidado este fantástico invento en este artículo. Lo que yo recuerdo con desagrado era el olor, no me gustaba nada, me mareaba….
bueno, y el juego de la OCA cuando juegas con un pequeño, es caótico, cómo les gusta inventarse a ellos las normas según les interese, y siempre acaban ganando, claro. Estoy 100% con ILLUMINATUS en que es un tostón el tener que jugar a algún juego de ese tipo con niños, siempre dejándoles ganar, y aguantando sus trampas intencionadas….
El tragabolas era mi juego favorito cuando mi madre estaba en la cama con dolor de cabeza.Yo de pequeño era un hijo de puta sin problemas.Ahora,no dejo ganar a mis primos pequeños.Que se fastidien,haber nacido con experiencia en el Tragabolas.¿O no me ganan ellos en el Provolusion de turno?
Lo mejor es ver como todos estos juguetes tarde o temprano caen como regalo especial de las revistas chuscas de turno (ejemplo claro: Mano loca – Tomate pegajoso de El jueves) y comprobar que los niños han terminado por dejarlos a un lado,dandoles su favor a juguetes aun más ruidosos pero con voces robóticas,que molan como veintiocho veces más.Prueben a tocar cientos de veces la tecla «Ñ» del Teclado de letras para hacer un rap hipnotizante con la palabra «Ñandú».¿Que qué significa Ñandú? ¿Y a quien le importa? ¡Sabes que algo ES divertido cuando vienen los empleados del corte inglés a echarte!
Para terminar,el regalo del que más se arrepienten mis padres es de un balón de baloncesto que me dediqué a botar por la casa tirando todo lo que pillaba a mi paso y consiguiendo que los vecinos bajaran en masa a quejarme.Así he salido como he salido.Ya desde pequeño me obligaron a odiar el deporte.
Buen artículo,por cierto.El tragabolas rosa era exclusivo para chicas muy cliché,como la DS rosa.Nadie más la quiere.
estupendo y tronchante artículo, como siempre. La mayoría de las anécdotas que cuentas me son muy familiares.
Viru, nos estás malacostumbrando: esta marcha de actualizaciones ya es difícil de seguir!
Ay, recuerdos de infancia!!!
La manoloca, efectivamente, casi era una manomierda, porque atraía todo. Claro, tú tenías una en un vivo color verdoso(verde moco), y a la hora estaba negra como los cojones de un grillo…
Las pelotas, yo tuve un par de ellas y jodí unos cuantos fluorescentes en la cocina. Y en el exterior… Me llevaba una al colegio, la hacíamos botar y ganaba el que la pillaba al vuelo (de entre un huevo de niños…). Bien, pues la puta pelota siempre terminaba saltando el muro de tres metros, saliendo del colegio y jodiéndonos el recreo.
Mi madre odiaba cualquier cosa con ventosa, porque enguarraba tanto como las manos locas. Yo tenía unas especies de discos con ventosas (regalo en una caja de Trogloditos) que lanzaba a la ventana, y la vnetana terminaba siempre hecha un asco.
estupendo y tronchante artículo, como siempre. La mayoría de las anécdotas que cuentas me son muy familiares.
Viru, nos estás malacostumbrando: esta marcha de actualizaciones ya es difícil de seguir!
Para el que le interese, una version windows del tragabolas
http://www.tymargames.co.uk/files/ZampaBolas.zip
Como siempre Señor Viruete lo ha bordado, yo aún tengo el casio por casa…, ja, ja ,ja…, lo mejor era el ritmo que se podia añadir a lo que se tocaba: modo rumba, modo samba…
Y sí, yo también lavaba la mano loca con jabón y agua, la engañifa del siglo.
Besotes.
En Sevilla hubo una época que a los canis les dio por pillarse punteros láser de los cojones e iban por toda la ciudad dando por culo coon ellos.
Mmmmh echo de menos aquí el kit ese de montar el cuerpo humano con sus organos huesos y envoltorio transparente que tenias que pintar etc… misión imposible deberían haberlo llamado creo que era de mediterraneo.
Mmmmh echo de menos aquí el kit ese de montar el cuerpo humano con sus organos huesos y envoltorio transparente que tenias que pintar etc… misión imposible deberían haberlo llamado creo que era de mediterraneo.
Pues comenzare con las maquinas excavadoras que creo recordar como mis primeros juguetes…Eran de color amarillo y como no podia ser de otra manera nos ibamos al primer «descampao» a probarlos y llenarlos de mierda incluidos nosotros para despues llegar a casa y no volver a ver las jodias maquinitas…Despues recuerdo con mucho cariño mi primer excalextrix que era supercarisimo (hablo de finales de los 80) y si mal no recuerdo les costo a mis paspas unas 20000 pesetas la pista circular sin mas…Ese dia me levante nada mas amanecer y con to la ilusion del mundo fui al salon donde el petardo de mi hermano ya lo habia montao y estaba jugando…Eso me traumatizo.
Tambien recuerdo un Coche teledirigido BMW Z3 que necesitaba 200 pilas y el mando 150…una ruina. Aun recuerdo la cara que me kedo cuando fui al colegio por la tarde a enseñarle el coche a los colegas y habia un notas con uno de gasolina correteando a 200 por hora por el campo…joder y el mio no corria na…
JARENOWER, lo tuyo con el coche teledirigido me recuerda a lo mío, y a lo que muchos habremos padecido: el salir tan contento con tu coche y ver que no corre una mierda, y que hay otro niño con otro coche zumbando por el parque (seguro que ahora sera makinero pastillero y tunnero) mientras el tuyo patina en la arena y no corre!!!
Solo recuerdo algo similar cuando pienso en las peonzas. La tuya de plastiquete y pintada, el malote con su carnicera, y tú a tu casa con la vergüenza en la cara…
Padres del mundo, no hagáis pasar por esos traumas a vuestros hijos!!
Certifico lo dicho por el paisano Leevon kennedy: aquí en Sevilla hubo una época en que los killolocos llevaban el láser allá dónde iban, e incluso alguno le ponía boquillas para que el laser saliera con alguna forma, un delirio.
Yo era uno de esos niños a los que había que dejar ganar…pero ni por esas lo conseguía. Los juegos en general siempre se me dieron como el puto culo.
Otros juguetes porculeros: los grandes «sets» de Playmobil. Porque las putas velas del barco pirata, si no las ponía algún hermano mayor, no había cojones de que un tierno infante las pusiera. A no ser que fuese de la rama de los Bofill.
Buff… qué recuerdos!!!
Cuántos de ellos se agolpan en mi desquiciada mente
El Escalextric de mi hermano (no lo usó mucho, pero la caja acabó siendo la cama de mi perra durante un tiempo)
El maletín de pinturas de la Srta Pepis que un carnaval mi padre y un amigo suyo me destrozaron (no lo superaré en la vida, cuando tenga una niña se lo compraré para jugar yo)
Las manos locas que nos requisaban los profes en el cole y de las que nunca se volvió a saber nada
Las pelotas de goma que rompían todo lo que se ponía en su camino y luego acaban destrozadas por mi perra o desaparecidas en combate
El Casiotone donde todo lo que sabías tocar era el estribillo de «Hawai Bombay» o un trozo de «Bola de Drac»
De más peque, el CinExin, donde veías una y otra vez las mismas películas, y así aprovechabas y martirizabas a tus pobres padres
Mi Cheminova!! Anda que no me lo he pasado bien yo mezclando cosas, viendo reaccionar diferentes compuestos, haciendo experimentos (como el del huevo en vinagre, que se vuelve elástico -no probéis a comeroslo depués, una vez lo habéis «devuelto» a su estado original)… y jugando con un microscopio que nos trajeron algunos reyes. Buscabas cualquier cosa rara (sí, era capaz de cazar alguna mosca y hacer choff para verla lo que tenía dentro por el microscopio… Eso sí, el de hacer cosas de chocolate nunca me lo quisieron regalar, no sé por qué.
El parchís. Aunque sea algo muy típico, en mi casa jugar al parchís podía convertirse en una batalla campal en un abrir y cerrar de ojos… sólo tenías que saber a quién pinchar!
Los juegos de construcción!!! Nosotros teníamos sobre todo dos, uno que era de madera, y que montaba un escándalo increíble cada vez que se te caía una pieza (que no era una, que eran siempre más), y luego el Exin Castillos, que siempre se te perdía alguna pieza y era tu padre el que la pisaba justamente cuando buscaba las zapatillas depués de quitarse los zapatos. Después de encontrar la zapatilla, sin ponérsela, te iba a buscar a tí para darte… la pieza.
Buff, y podría seguir y no callar durante mucho más rato, pero ya va siendo hora de volver al presente…
En serio, después de haber recordado todo esto, me dan ganas de tener hijos o sobrinos para regalarles estos juegos y revivir de nuevo esos años que parece que están tan lejos!!! Aunque al fin y al cabo es lo que hacen los padres al regalar el Escalextric a sus críos, no?
PS: me mola la DS rosa!
Perdón… Scalextric… lo siento, mil disculpas…
No se acuerda nadie de una especie de guerreros «samurai-ninja» que eran estaban hechos del mismo material secreto que las manos locas¿?¿?¿?
Tenian una armadura por si te cansabas de jugar con un muñeco sin esqueleto pero se acababa sayendo…
Yo me acuerdo mucho del scalextric, que a los 3 dias no funcionaba, y mi madre lo arreglaba poniendo papel de plata entre las pistas para que hubiera corriente.
Además siempre ganaba el que iba por el carril de dentro.
En el tema vehículos teledirigidos que han mencionado antes falta el avión, que jode a los padres en diversas formas:
1 Te tienen que llevar y traer del lugar a cielo abierto en que lo quieres usar porque no te quieren dejar lanzarlo desde la ventana del octavo en que vives.
2 Se pasan el rato diciendo «Cuidado a ver si le vas a dar a alguien», «Cuidado a ver si lo vas a romper contra ese árbol», etc, etc mientras el niño hace que lo dirige contra diversos objetivos solo por joder.
3 Se ponen tensos cuando anuncias que te vas con los amigos, porque no quieren que les dejes el avión. Y eso es porque nunca falta el amigo gracioso que lo estrella adrede contra algo o alguien (Actualmente gritando «¡Bin Ladeeeeen» o algo parecido).
4 Cuando hay que cambiar pilas o piezas..Adivinen quién tendrá que ir.
Y todo para nada, ya que el niño se aburrirá a los 10 minutos de usarlo porque el trasto no lleva armas y los padres no le dejan estrellarlo.
Hay otro «juguete» bastante porculero que es la diana, con sus dardos. Lo pongo entrecomillado porque vale, no es un juguete exactamente, no está recomendado precisamente para niños, pero da por culo del mismo modo. Yo tengo una y de vez en cuando me tiro unos dardos (esas cosas raras que hace cada uno para liberar tensiones) y a) para colgarla, tengo que quitar un cuadro del salón, con lo cual ya es una jodienda, b) siempre que pasa alguien al lado mira con cara de «verás como se te escapa y me das», y c) hace un ruido de cojones, parece que no, pero puede llegar a incordiar.
Pero bueno, cuando te has tirado toda tu infancia dando por saco con una pelotita como las de arriba, o un montón de chapas jugando partidos de fútbol, llega un punto en el que todo se te perdona.
Jejeje…
En TiempoDeCulto le dedicamos un artílo en solitario a la familia Casiotone… ¡¡¡Y recuperamos la canción maléfica de demostración!!! Si quereis escucharla ahí está…
Por cierto, mas que la diana yo hablaria de la «diana de bolas con velcro»… Esa si era muy porculera y además abre la categoría «juguetes con velcro: nuestro amigos heredados de los 70″…
Buff, eso no es nada. Mi padre tiene UN BOTE lleno de esas rebotillas (el último censo nos daba unas 400 por lo menos), el cuál ha sido vaciado unas 5 veces por mis sobrinitas, quienes son especialistas en crear desastres y joder al personal (por eso las queremos).
Yo no quedo tan atas, tengo un robot de pilas Warhawk, el cuál cada vez que lo prendo dice frases como «fire, ratatatatatatata, don´t move», lo justo para quitarle la paciencia al más pio. Y robot que cedo con singular alegría cada vez que me lo piden mis sobrinitas.
Y les hizo falta esos terribles libros de plaza sesamo que tienen sonidos incluidos, y han hecho que m hermana, la mama de mis sobrinas terrmoto, tenga los nervios de punta. se lo merece por amargada…
Las trompetas. Esas horribles trompetillas como de plastiquete dorado que los padres compran a los críos en ferias, verbenas y similares.
Lo peor, con diferencia.
El Escalextric de mi padre (1970, creo) aún funcionaba cuando se lo montamos a mi sobrino hace un año, increíble. En cambio, allá por 1989 o 1990 salió uno llamado «STS 4×4», una versión del Escalextric con todoterrenos y pistas que parecían el París-Dakkar…una mierda pinchada en un palo, nunca funcionaban, los coches se caían…pero la pista se quedaba ahí, estorbando en medio de la sala.
Los juegos de mesa no son porculeros, el que era porculero era mi mejor amigo (aún lo es hoy en día), conocido por ser el mayor tramposo del barrio, fuera cual fuera el juego de mesa que se empleara. Aquel chaval tan fulero ahora es abogado…no podía ser de otra manera.
El Tente (sí, amigos virueteros, yo era fan del Tente y enemigo de los Lego) en mis manos era una maravilla, una obra de arte, y un portento de orden y limpieza, por más piezas que tuviera…hasta que mi hermano menor se hizo con él y empezó adesparramar todas las piececitas…otro juguete porculero.
«No se mueva, que le queda la raya torcida» XD
No mamar, ya me puedo morir en paz con esto.
mención merece el «Operación» o aquel de la misma casa en el que tenias que asociar parejas con un lapiz metálico sobre unos dibujos que estaban encima de una papel de plata, no recuerdo como leches se llamaba, pero yo descubrí el pastel rompiendo el juego y vi que las parejas estaban unidas por…cables!!! con razón pitaban cuando hacian contacto!! luego me enganché a McGiver…
Curiosamente la semana pasada estuve en casa de mis suegros y en un cenicero había una bola esas de goma, lo primero que hice fue ponerme a botarla dentro del salón (botarla fuera no tiene gracia, ya que lo chulo es ver como rebota en la pared y en en el techo) y me regañaron 3 personas distintas (mi mujer, mi suegra y mi cuñada) porque decían que podía cargarme la tele. Y es que nadie que vea una pelota de esas resiste a la tentación.
Con 9 años mis tíos me regalaron un Quimicefa, pero como en la caja ponía que era para mayores de 12 años mis padres no me dejaron jugar con él y lo guardaron en un armario, me tiré 3 largos años deseando jugar y rogándole a mis padres que me dejasen, pero lo más que logré fue que me dejasen abrir la caja y mirar las cosas un par de veces. Cuando cumplí los 12, el juego duró 0,5 segundos en mis manos, era un verdadero coñazo y en mi casa está todavía acumulando polvo. Por cierto, mi hermana es química y cuando era pequeña no le llamaba lo más mínimo la atención.
Los punteros láser tuvieron su polémica cuando hace bastantes años en un Hércules-Sevilla un espectador no hacía nada más que apuntar a Monchi a los ojos con uno de ellos, creo que lo llegaron a trincar y ponerle una buena sanción.
Respecto a los Scalectrix disiento en que sea un juego para niños, es el típico juego que los padres compran en realidad para ellos, ya que no es divertido para un niño, no puedes correr mucho porque los coches se salián con nada, por lo que apenas tenía emoción.
Totalmente de acuerdo con este articulo pero te has dejado el peor de todos(en mi opinion) el Blandi-Blup, para que servia si con el no se podia jugar con el mas que a dar asco a tu hermana y a tus padres les sacaba de quicio.
P.D.:Sigue asi, alegrandonos un poco los dias
Hay un gran ausente en esta lista….el Chincheando!!! ¿Cómo era posible que algo tan pequeño hiciera un ruido tan infernal?!!
con 2 manolocas azules y un clic de famobil (también azul) fabriqué mi versión clic de Reed Richards… antes no había pasta, así que imaginación
Nadie va a hablar del gran:
SUBBUTEO???
Parece mentira, pero si sigue jugando:
http://www.hasbro.co.uk/subbuteo/spanish/home.asp
El coleccionismo con este juego era una autentica fiebre (fuera, porque en España ni de broma).
¿Hay algo peor que un scalextric, en lo que lo único divertido es hacer diferentes circuítos? Pues sí, mi antiguo scalextrix, que sólo tenía piezas para hacer un circuito oval, y no había más opción (encima, el jugador del trazado interior siempre ganaba….).Pero esas tardes y las que pasé jugando al NBA Jam fueron gebiales de todas formas xD.
Excelente artículo, y más cierto que la Biblia.
Recuerdo que un colega tenía el tragabolas ese, joder que ruido metía el cabrón del cacharro, además no había forma de seguir uan estrategia de juego, ahbía que aporrear la palanca y a ser posible gritar como un puto poseso.
Al Scalextric le metí yo horas, eso sí lo montaba mi padre y jodíamos toda una habitación en la que además no podían entrar los máss peques dada su afición a pisar las pistas y doblarlas.
El casiotone de los huevos fue uno de los regalos más inútiles que he recibido, creo que lo más parecido a tocar una pieza que hice con el cacharro fue sacudirle a mi hermano con el pianito ese en la cabeza por canso , que pelma con la puta demo.
De la mano loca el autor se hadejado su principal uso , dejar tuerto a todo Cristo, ya sea de modo premeditado o por causas ajenas a la voluntad del usuario la puta mano acababa siempre en la jeta de tu hermano-amigo- compañero de clase más llorón y más concretamente en el ojo derecho, del mismo , da igual que llevase gafas la mano mugre las esquivaba y plas en todo el ojo . Entre el hostiazo y la mugre inherente al juguete la conjuntivitis estaba asegurada .
Las rebotillas debería estar catalogadas como armas blancas, mi hermano y yo jugábamos a ver si del rebote llegaba al techo de nuestra habitación , juego que solía terminar con la puta pelota colagada en lo alto de un armario o requisada por mi madre tras derribar cualquier objeto no anclado al suelo que encontrase a su paso. Una vez tiramos una por el hueco de las escaleras del cole, unos cuatro pisos de altura, la puta pelota salióp disparada por un pasillo y no tubimos huevos de ir a por ella.
Por último comentaré los manchanova de mediterráneo , estos curiosos juegso sólo servían para manchar ela habitación en la que se usasen, especialmente sucio era el alfanova , que era una especie de taller de alfarería que ademas traía unas témperas con lo que el grado de ensuciamiento rozaba el de los anuncios de ariel.
Otros juguetes muy porculeros fueron los video juegos atari o los tele-pong anteriores.
Vosotros sois muy juveniles, pero normalmente solo servían para que los peques le quitasen a la yaya el poder ver «Pueblo de Dios» o «Gente Joven» los domingos por la mañana. (El resto de la semana los zagales tienen que hacer los deberes y el sábado echaban sesion de tarde y Sabado Cine).
Os hablo de los 80, cuando en las casas solo había una tele en el comedor y como mucho, una tele portátil en blanco y negro que solo se veía la primera cadena, ya que la mierda de antena no pillaba el UHF (no pienso explicar que esto era la segunda).
Por cierto, artículo EPICO, si señor, EPICO Y BLASICO.
Dios! Sr. Wally me divierte ud. A la par que me acojona! Debido a mi reciente paternidad!!!! Jajajajaja aun estoy en la época “bebé”, que quieras o no poca actividad destructiva ejerce en el entorno hogareño de momento, pero hoy leyendo su artículo y con la inevitable sensación de viaje espacio temporal a mi infancia, no he podido más que hacerme a la evidencia que esto llegará!!!!
Por un momento he fantaseado leyéndole en que si ud., hubiera escrito este articulo y yo lo hubiera leído hace… ¿digamos “veintialgún” año? Se habría titulado algo así como “cosas súper aburridas de los mayores” y en el, ud., hubiera disertado y yo comentado posteriormente, sobre lo aburrido que puede llegar a ser un telediario, una película como por ejem. blade runner, un libro, los bocadillos de un comic, cualquier artículo escrito sobre cualquier tema, escuchar un disco de música que no fuera parchís o similar, esas tediosas charlas en un bar de nuestros padres con sus amigos… etc! Jajajaaj
Pero hete aquí! Que me encuentro riéndome confirmando y comentando el artículo que hubiera divertido, convencido y llevado a recuerdos pasados (como a mi ahora) a los dos “aburrios” de mis padres!!! En esta ficticia situación que me he imaginado! Y mi pregunta es: ¿qué me pasa doctor? Jajajaj es retórica por supuesto, todos sabemos lo que me ha pasado!
En serio wally, magnífico artículo, me ha encantado y a pesar del “terror” que me produce ese futuro cercano que me espera, la sra. WILMA WEEK a la que estaré agradecido siempre, me ha hecho verlo tbien desde una perspectiva de felicidad absoluta, por la posibilidad que tengo de revivir de alguna manera esos tiempos pasados, con el siguiente comentario:
“En serio, después de haber recordado todo esto, me dan ganas de tener hijos o sobrinos para regalarles estos juegos y revivir de nuevo esos años que parece que están tan lejos!!! Aunque al fin y al cabo es lo que hacen los padres al regalar el Escalextric a sus críos, no?”
Pero en fin, perdón por el tocho, es que me he puesto muy moñas! Debido a mi reciente cambio de estado paternal! Sobre el magnífico artículo me gustaría añadir el terror que producía en mi madre, y también la labor casi toxica que le suponía, la recolección residual de infinitos, y en ocasiones microscópicos restos de “plastelina”, muchos de ellos rescatados incluso de las suelas de las pantuflas de mis “iaios”, o de mi padre, así como de las juntas de los azulejos del suelo o paredes del baño, donde realmente esta sustancia maligna encontraba la plaza perfecta de atrincheramiento, ante las sufridas madres desplegando todo su arsenal de limpieza!!! Jajajaja muchas gracias por el artículo sr. Week.
un saludo.
longshot
Molaban las goomibolas, cómo rebotaban por todos lados. Recuerdo que había algunas con forma de poliedros irregulares, para hacer más impredecible su bote.
En mi casa jugábamos a cerrar la puerta de la habitación (donde no había cristales, salvo la ventana, que corríamos las cortinas) y tirar a la vez todas las que tuviéramos con todas las fuerzas posibles y a ver quién se llevaba más hostias. Hoy en día podría llamarse «la habitación del pánico».
Me salgo un poco del tema, pero WILMA WEEK, me has recordado una tragedia: mi madre REGALÓ cuando yo me fui a la Universidad TODA mi colección de: Super-Humor,Superlópez (estoy especialmente traumatizado con este),Asterix,Tintin, etc… TODA, TODA, para el vecinito hijoputa que nunca le dio uso (nunca se ha leído nada más allá de las instrucciones del papel Smoking). Mamá, fuíste cruel,nunca te perdonaré.
Muchas felidades, Longshot, y también a su mujer Dazzler. Un abrazo a los felices papas.
Algo que no es juguete, pero que da mucho por culo son las matasuegras que sobran de año nuevo. La virgen.
El escalextrix se ha quedado para los mayores, creo yo, existiendo no sé… el supermario kart.
Que weno, si señor, gran articulo!
Vaya, creo que estuvimos en el mismo cine cuando estrenaron La venganza de los Sith.
Buen artículo, Wally.
Salu2.
PD: No soy el mismo que el de arriba.
Para juguetes coñazo los megáfonos que se han puesto de moda este verano entre los niños (y algunos menos niños)entre los gritos y la musiquita… ¿a quién se le ocurrió poner de moda eso, por dios?
Antes que nada, felicidades longshot por ese cambio de estado paternal! Ahora, aprovecha… ya sabes qué toca!
Por otro lado, decir que en mi casa también éramos muy aficionados a las guarradas tipo plastilina y blandiblup! El verano pasado tuve la suerte de ir a Nueva York y encontré en una especie de bazar friki un bote de esa masa viscosa tan divertida… Ni que decir tiene que me lo traje para España. Y acabó sus días en la mesa de la oficina (junto con otras frikadas de la misma tienda), siendo manoseado por varios compañeros de trabajo.
Si es que el que lleva un niño interior, y encima el cabrón se resiste a crecer, disfruta con cualquier chorrada de este tipo.
Y nada, reproduzcanse señores y señoras! aunque sólo sea por tener una excusa para sacar la caja de pinturas de la Srta. Pepis, el Scalextric o el tragabolas!!! O bueno, chinchen a sus herman@s, prim@s y demás amig@s/familia para que tengan descendencia.
Olvidava hacer una protesta…Cuando estaba en la EGB, por cojones habia que llevar los juguetes a la escuela para enseñarlo a los compañeros y queria decir al respecto que me parece una autentica putada con p de putada. Mi infancia fue de MSX, bicicletas, escalextrix y sobre todo de jugar a policias y ladrones, la comba (por estar cerca de las niñas a ver si pillaba algo) y las lajas o chanclas con las estampitas de futbol, osea que mas bien regalos de muñequitos y tal para llevar al cole nada…..Asi que estaba hasta las narices de que llegado el dia y to los cipotes con sus muñecos/as en la clase yo tenia que decir que me habian regalao ropa…
¿Como iba a llevar el cartucho del Vampire Killer que me habian regalao si ni siquiera sabian lo que eran los demas niños un ordenador? pues eso que me acabo de quitar un trauma al decirlo publicamente que me parece una mierda eso de enseñar los regalos despues de reyes en el colegio…