Les parecerá increíble, pero hubo una época en que las películas inspiraban videojuegos, y no al revés, a pesar de lo que Paul W. S. Anderson y Uwe Boll quieran hacernos creer. Aún más increíble, las adaptaciones videojueguiles no eran simultáneas al estreno de sus homónimas en cine. Quizás por ello, los creativos tenían que rebuscar en cada oscuro recoveco de sus mentes para sacar un argumento jugable. Ahora, los guionistas piensan escenas que sirvan para película y juego a la vez, y algún ejecutivo con puro y chistera abre el saco y se infla a recoger billetes a mansalva.
El dueño del videoclub te recomendaba la peli, y su hijo el videojuego
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Ansiosos por dar un repaso-homenaje a aquellas pequeñas y entrañables adaptaciones a la pequeña y chillona pantalla de nuestros sistemas de entretenimiento hogareño: Spectrum, Amstrad y Commodore, hemos decidido hablar sobre el pack de cuatro videojuegos que Electric Dreams Software sacó para deleite… de las tiendas, que los vendían a troche y moche – hasta mi hermano se los compró originales, y eso que era de los de grabar los juegos en cintas TDK y luego volverse turuta para localizar un juego en concreto en medio de tanto chirrido de carga -. Porque lo que es para los jugadores, ya lo verán, fue una desilusión casi completa.
Si ya de por sí los juegos de spectrum eran emocionantes desde el momento de cargar, debido a aquella manía que tenían de funcionar cuando les daba la gana – a mí el Indiana Jones y el Templo Maldito me cargaba una vez de cada quince, había tardes que lo ponía a cargar una y otra vez y mientras me dedicaba a leer Don Mikis -, poderte meter en la piel de la sufrida tripulación de la Sulaco y husmear en LV-426 era una completa experiencia de alto voltaje, similar a colarte en un solar vacío a la busca y captura de la consabida revista porno que todos los solares vacíos contienen.
Me recuerda a cuando la Pantoja atacó a un cámara con el bolso por grabar en la puerta de su finca
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Previa a Wolfensteins, Dooms y demás, Aliens era toda una experiencia en primera persona, gracias a lo cual podías gritar como un histérico al ver cómo un alien se acercaba a la pantalla como si fuera a salirse de ella y darte con el matasuegras ese que llevan. Su sistema de disparo te permitía destruir no sólo a los enemigos, sino también sus secreciones, así como las puertas y los paneles de control. Estas dos últimas opciones no servían más que para gastar munición a lo tonto, lo cuál llevaba al inevitable final trágico, pues aunque las instrucciones describían un lugar utópico denominado “armería”, en el que tu arma se recargaba automáticamente y aprobabas dos evaluaciones de sociales por la cara, antes pasaba una soga por el ojo de una aguja que tú por esa idílica estancia.
«¡Ya os podíais limpiar los pies en el felpudo, que me estáis poniendo bueno el suelo!»
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El juego te permitía controlar a seis personajes, pudiendo llevarlos de un lado a otro y abarcar, de este modo, más zonas o poder escoltar a personajes sin munición – los cuales, como ya hemos visto más arriba, se convertían en un lastre inútil y destinado a pasto de alien -. A la jubilosa experiencia de controlar a los heroicos Ripley, Hicks, Bishop o Vasquez, se sumaba la chocante posibilidad de manejar al inútil teniente Gorman, que en la peli no hace más que meter la pata, y al picapleitos Burke, que como todos sabrán, es un sucio traidor, asesino, cobarde, su nombre suena a eructo y encima protagonizó esa serie penosa, “Mis Dos Padres”, junto a Stacy Keanan; lo último que uno se espera de él es que empuñe un arma de asalto y se líe a matar xenomorfos. Yo era al primero al que sacaba, le gastaba la munición y dejaba que se lo cepillasen sin piedad, algo que, a todas luces, merece el muy cabronías.
No te molestes, Hicks, yo también intenté seguir el mapa de la Micro Manía y no sirvió de nada
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El desconcierto venía al pulsar pausa, ya que, amenizado por una musiquilla que nada tenía que ver con la de la película, te aparecía un pequeño recuento de los logros conseguidos. Digo “pequeño” porque de los cuatro contadores yo no conseguía mover del 000 más que uno, el de “Guerreros”. Según esta pantalla, en el juego podías encontrar estrujacaras, reinas (más de una, sí) y fans de Aerolíneas Federales. No obstante, debido al caótico laberinto y a que si matabas un alien al lado de una puerta esta se inutilizaba con un charco de ácido que te mataba si tratabas de entrar o salir, yo me quedé sin ver tales maravillas y me dediqué a ir de un lado a otro matando guerreros hasta que se me agotaban las municiones, me mataban a todo Dios y punto pelota. No crean, que jugué varias veces aún sabiendo que mis esperanzas de llegar a alguna parte eran inexistentes.
Un beat’em up – o juego de hostias – basado en la popular comedia de aventuras de John Carpenter, en la que no sólo podías manejar a tres personajes a los que ibas turnando según te convenía, sino que se te permitía ir recogiendo armas entre pelea y pelea. Acompaña a Jack Burton, Wang Chi y el mago Eg Shen en su periplo hacia la guarida del malvado Lo Pan para rescatar a las chicas con las que el muy pervertido pretende casarse sólo para sacrificar a una, venir a España con la otra y monopolizar el negocio de los Todo a 100 (lo cuál debió de lograr, pues estas tiendas han pasado todas a conocerse como «los chinos»).
Las madres toda la vida diciéndonos que no cogiéramos cosas del suelo en la calle, y resulta que la comida nos hubiera curado las heridas
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Por desgracia, el juego no podía ser más repetitivo. Como en las historias clásicas de Hanna Barbera, los fondos se repetían hasta lo abominable, deteniéndose nuestro agradable paseíto por la Pequeña China de San Francisco de vez en cuando para dar paso a un enemigo – atacan de uno en uno, qué formales son estos chinos -, después de lo cuál se reanudaba la conga, avanzabas unos pasos y así hasta el final. Lo malo era que, a la hora de la verdad, el único personaje que merecía la pena era Eg Shen, que con la excusa de que era mago, podía levitar, lanzar rayos e invocar a Yuca y Poti-poti. Además, liquidando a una cantidad determinada de enemigos, aparecía la Bolsa de los Seis Demonios, que le permitía lanzar descargas mortíferas a distancia. Eso sí que es un mago, y no los que andan por ahí haciendo el chorra con las cartas. Si una banda secuestra a tu novia, a ver de qué te sirve que un tío arremangado te encuentre la reina de picas en una baraja.
Las patadas voladoras, mito de una generación. Los videojuegos en 3D han acabado con ellas.
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Mientras tanto, Jack y Wang se defendían a puñetazos uno y a patadas el otro, con unos golpes muy poco inspirados que te dejaban en bragas ante el enemigo, siempre más certero con sus ataques que tú. El arma especial de Jack era la pistola que en la película sólo usa para provocar un derrumbamiento y dejarse inconsciente a sí mismo, mientras que Wang podía recoger una espada ridícula, situación semejante a defenderse de un atracador con una mano loca de las que te tocaban en los Phoskitos, y que no sólo permitía a los malos acercarse lo suficiente para zurrarnos la badana, sino que encima se rompía a los tres o cuatro golpes, como esas espadas que venden en los puestos de verbena, y nos veíamos obligados a volver a las patadas, como López el del Atleti.
No sé qué intenta, dando patadas a esa distancia. Debe de ser su primer día como esbirro maligno.
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Al llegar a la cuarta y última fase, nos encontrábamos con Lo Pan en persona, que para confirmar nuestras sospechas, resultaba tener los mismos poderes que Eg Shen. Así que si habías llegado hasta aquí sólo con Wang Chi y su espada pedorra, ya podías quitar el juego y poner el Hungry Horace, que tardaba menos en cargar y era más reconfortante.
Sorprende que una de las películas más divertidas de todos los tiempos inspirase uno de los peores videojuegos que me he echado a la cara. Como no podía ser de otra manera, el jugador controla a Marty McFly, que viaja hacia atrás en el tiempo para comprobar si es verdad eso que dicen los viejos de que determinadas cosas “con Franco no pasaban”. El objetivo: conseguir que sus padres, George y Lorraine, se enamoren para que de ese modo se casen y tengan hijos en un futuro.
«¡Dios, qué mal dibujado estoy!»
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El juego consta de cinco escenarios chapuceros, la mayoría monopantallas: la casa de Doc, la cafetería, la tienda de música, la escuela y la puta calle. La mecánica consiste en interactuar con cuatro monigotes que pululan por ahí sin ninguna motivación aparente, excepto el villano de turno, Biff Tannen, cuyo objetivo en la vida es perseguirnos para sentarnos de una hostia (literalmente). Hay que conseguir que los cabizbajos George y Lorraine estén juntos, es decir superpuestos, el mayor tiempo posible, ya que entonces y sólo entonces, la foto de Marty y sus hermanos se irá rellenando. La gente, que se enamora andando por la calle, ya saben. En cuanto a Doc, se supone que su utilidad es mantener alejado a Biff, pero vamos, que sale más que nada porque tres personajes les debían de quedar escasos y el juego quedaba como muy vacío, porque Biff te calienta las costillas cuando le viene en gana, ya estén cerca Doc, Lorraine o el Sursum Corda.
Menos mal que Doc anuncia su casa con un cartel bien grande, si no cualquiera la encuentra
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La forma de interactuar con los personajes es mediante unos objetos que vas recogiendo y usando, sólo para tener que volver a recogerlos y usarlos una y otra vez. Los objetos tienen una función diferente con cada personaje, a saber: atraerlo, alejarlo, dejarlo quieto o no servir de nada. Qué hace cada objeto con cada personaje es lo que se supone que debes descubrir y usar con habilidad e ingenio, pero como solía pasar con los juegos de esta índole, no siguen ninguna lógica. Por ejemplo, se te puede ocurrir que el traje anti-radiación dejará paralizado de miedo a George y repelerá a Biff, mientras que Doc, interesado por ese atuendo tan peculiar y futurista, se acercará a echarle un vistazo de cerca. Hasta ahí, bien. Lo malo es que los otros tres objetos son una guitarra, unos poemas y una taza de café, lo cuál impedía cualquier razonamiento lógico. Puedo imaginar a alguien huyendo de una guitarra desafinada o unos poemas de Gamoneda, ¿pero por qué razón iba a huir alguien de una taza de café?
Y luego mis padres se preguntaban por qué me gastaba el dinero en los recreativos, teniendo ordenador en casa…
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En el caso excepcional de tener la paciencia para descubrir qué hace cada cosa con cada personaje – no olvidemos que, una vez usado, hay que volver a recogerlo a su escenario -, te verás recompensado con la maravillosa posibilidad de que el objeto haga efecto sobre el personaje que no quieras y que pasaba en ese momento por ahí, teniendo que ver con total impotencia cómo Lorraine pasa una vez más de largo y, en cambio, atraes a Biff, quien te larga el trompazo de costumbre.
«¡Por Júpiter, Marty! ¡Esto podría dar lugar a una paradoja que haría que, en el futuro, todos los juegos fueran una ponzoña, igual que este!»
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Para dar una pincelada de acción y movimiento al juego, los programadores nos brindaron la ocasión de propinar ortopédicos puñetazos a Biff y de rebuscar entre unas cajas de la calle para fabricar un monopatín que nos perme ir más rápido de una localización a otra, así como la útil posibilidad de pasar de largo al personaje al lado del cual te querías parar. La experiencia me dicta que, como en los cortos del Correcaminos y el Coyote, la cosa siempre acaba en mamporro a traición y Marty sentado en el suelo. Por si se lo están preguntando, efectivamente: recomponer la foto era imposible. George y Lorraine parecían esquivarse aposta y en lo que le llevaba a uno volver a juntarlos, ya se había borrado un buen trozo, mucho más de lo que se recuperaba. Vamos, que hubiera sido más sencillo conseguir una fuerza de 1,21 gigovatios o intentar pasarse el Saboteur en nivel 9.
Como la película fue un fracaso en taquilla y sólo nos gustó al Tito y a mí, nadie se molestó en buscar mucho paralelismo entre ella y el videojuego. Howard aterrizaba en paracaídas en una isla y tenía que rescatar a su novia, Beverly, que se encontraba prisionera de un horrible villano en el interior de un volcán, justo en el piso de arriba de donde vivían los Fruittis. Lo malo era que Howard no sabía nadar, y había una distancia considerable desde su punto de aterrizaje hasta el volcán. También estaban los peligrosos muñequitos cabezones mutantes – muy socorridos, aunque el juego trate sobre Ciudadano Kane nunca estarán fuera de lugar – y una cosa verde que ondulaba y se suponía que eran arenas movedizas.
La ventaja que tiene sobre el Metal Gear Solid 3 es que te ahorras el coñazo de las interminables transmisiones por radio
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Pero Howard no es alguien que se rinda fácilmente. Después de un aterrizaje en paracaídas y treinta infructuosos saltos con carrerilla para rebasar las primeras arenas movedizas, cabía la posibilidad de recoger un estupendo equipo consistente en un propulsor, un ultraligero y una pistola de rayos. En cuanto a los cabezudos, no había problema: entre Marty McFly y Wang Chi habían enseñado al pato una deslumbrante combinación de puñetazos y patadas ortopédicas para mandarlos de vuelta al país de muñequitos cabezones mutantes del que provenían y del que, seguramente, Goyo González sea gobernador.
Eh, que también es de los ochenta, a ver quién es el guapo que lo reivindica
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Gracias al propulsor, Howard podía cruzar extensiones de agua. Mediante el ultraligero, podía ir desde el extremo norte de la isla hasta la cima del volcán y… supongo que la pistola era para matar a Thog, el megavillano que tenía retenida a Beverly, pero el control del ultraligero lo había diseñado alguien para quien el concepto “acabarse un videojuego” era impensable y me quedé sin comprobarlo, pese a que mi legendaria cabezonería me llevó a intentarlo en numerosas ocasiones. Es decir, que intenté pasarme esta mierda de juego varias veces. Hay que ver la de tiempo que perder que se tiene en edad escolar…
Como han podido comprobar, el pack era como un yogur caducado: apetecible por fuera, vomitivo por dentro. El único juego que merecía la pena era el Aliens y, dado que se trataba de una inversión de tiempo a fondo perdido (igual que hablar de política en un foro), se podría aplicar la lógica de WOPR en Juegos de Guerra: La única manera de ganar es no jugando.. El Howard podía tener su gracia si uno no tenía juegos «del estilo» mucho mejores, como Babaliba, mientras que el Golpe en la Pequeña China era un insulto para los amantes del Kung Fu Master. En cuanto al Regreso al Futuro, se puede considerar un insulto por sí mismo, sin necesidad de compararlo con nada.
¿Qué hay de ustedes? ¿Conocieron/sufrieron alguno de los cuatro mencionados? ¿Consiguieron terminar alguno? ¿Encontraron la maldita armería o vieron a Newt, como las instrucciones prometían? ¿Fueron traumatizados por algún otro videojuego de cine? ¿Han estado alguna vez en una prisión turca?
Creo que pocas, muy pocas veces he pasado tanto miedo como jugando al Aliens con las luces apagadas. QUE PEDAZO DE SUSTOS, Dios mio.
Un colega amiguete dice que vio a Newt.
Por lo visto, si matas a la reina y te quedas en el sitio, te sale otra!
Yo me llegué a la Armería y me apagaron los aliens las luces… había que dejar alguien guardando la sala de generadores.
Regreso al futuro PONZOÑA LÚDICA.
Vaya, m acabáis de despejar una de las incógnitas de mi adolescencia: el juego de Howard era tan casposo como la película.
Al único que llegué a jugar de estos fue al Golpe en la Peuqeña China, y era desoladora la falta de recursos luchadores de los protagonistas. Además, ¿un juego en el que los personajes bailan la conga7
Si el juego de Indy te cargaba una de 15 veces, a mí el Barbarian II me llegó a dejar jugar unas tres en total. Ni el Ghosts’N’Goblins de los bares era tan cabrón.
¡Enhorabuena por el artículo, chavales!
Hola a todos…Yo era mas de MSX y alucine con el juego Rambo que venia en un cartucho megarom. La propuesta era buena pero cuando le cogias el truquillo de que no te matara la tarantula gigante que era mas grande que el pataco del Sylvester el juego se acababa en 10 minutos…Yo incluso hacia competiciones para ver quien lo terminaba en menos tiempo…Decepcionante, y encima costaba 8000 pesetas. Menos mal que lo pille grabado en disco de doble densidad made in BIC, osea un disco normal con un agujero en un lao…jajaja…Saludos Viruete lo haces genial.
No jugue a ninguno de esos cutrejuegos, no obstante, si pude sufrir el Regreso al futuro de NES. Supongo que la sensacion vomitiva es la misma , no?
Pues yo también era MSX, por cierto muy mal por su no inclusión dentro de los sistemas de entretenimiento hogareño. Me ofendo e indigno de manera estúpida por ello. Que unos comentarios sin el típico individuo enajenado por nosesabeporqué, no son comentarios ni nada.
Terminar los juegos de los ordenadores domésticos de 8 bits de los 80, era un logro prácticamente inalcanzable.
Que yo recuerde, terminé el Navy Moves, Turbo Girl, La Abadía del crimen (tardé dos años en pasarlo) y algún otro. Y eso dedicándoles un tiempo y un esfuerzo inéditos en otros campos de mi vida.
¿Cual es el animal más rápido?
Yo sufrí el Aliens en el Amstrad de mis primos, la madre que parió al juego de marras, era IMPOSIBLE hacer nada sin que te saliera un cabezudo cabrón y te matara…
Yo SI me acabé el Regreso al Futuro, pero no puedo deciros cómo porque no tengo ni idea de la combinación de objetos que usé. Solo sé que después te tocaba ir al DeLorean, subirte, y tras recorrer unas cuantas veces todas las pantallas desaparecía y ahí se acaba el juego.
MSX forever!!
Veo que aquí somos unos cuantos los que disfrutamos con sus interminables cargas. Menudos vicios me eché con el juego de Robocop. Mi mejor amigo tenía un Spectrum y nos picabamos por ver que ordenador era mejor. Recuerdo un juego del 1,2,3 que era en plan trivial pero con la impagable voz de Bigote Arrocet diciendo «piticlín, piticlín!».
Por otra parte decir que me encantaba la peli de Howard, de hecho estuve enamorado de la actriz protagonista, que no tengo ni puta idea de quien es ni quiero acordarme…
Yo pasé directamente de una consola philips viejísima de mi hermano a la NES, asi que me perdí estos sitemas. Una lástima pues me hubiera gustado jugar al del alien, de pequeño esa peli me flipaba casi mas de lo que me acojonaba, y me acojonaba mucho.
Por cierto, si en el juego aparecen esos personajes, tiene que ser sobre «Alien, el octavo pasajero» no «Alien, el regreso», La nave creo que se llama Nostromo, y el androide malo que quería conservar a los bichos era Bishop.
A mi también me molaba la peli de Howard!!!
Curioso, yo tenía un amigo con un MSX y también estábamos picados por quien tenía el mejor ordenador (yo tenía un 48k primero y un 128k después), cuando yo me pillé un Amiga 500 y él un PC seguimos con nuestro pique por ver cual era el mejor.
Recuerdo que en un Micromanía (¿o fue un Microhobby?) hicieron una lista de juegos de terror, llegando a la conclusión que el único que daba un poco de miedo era el ‘Aliens’. Claro que en compañía de cosas como el ‘Viernes 13’, era como decir que ‘Difícil de Matar’ es la mejor interpretación de Steven Seagal.
Yo, tras sufrir el ‘Golpe en la pequeña China’ (¡comprado por separado y no en el pack!) y una versión TDK del ‘Regreso al futuro’, llegué a la conclusión de que los únicos juegos basados en una película que compraría serían de Ocean, que con Cobra o Robocop sí que hicieron cosas bonitas. Hoy en día no hay Ocean, por lo que la máxima ‘juego de peli=ponzoña’ sigue siendo válida (aunque rompo una lanza a favor del Spiderman 2).
Jamás ví «Golpe en la pequeña china». ¿Es grave, doctor? Por otro lado, coincido en que las patadas voladoras (y los saltos con retroceso) son un arte que se ha perdido del todo con la puta 3D de los cojones.
El jurasic Park de super nintendo otro juego diseñado por alguien a quien no le gustaban los videojuegos, alguien se lo llego a pasar??? Horas de laberintos y ni un maldito save point y eso que estamos hablando del cerebro de la bestia…xD
Un juego de Regreso al futuro? nunca tuve conocimento de su existencia ¿como pude pasar sin él?.
A mi el que me emocionaba pero en realidad era un coñazo fue el de los Goonies,que creo recordar que sólo tenía 8 pantallas, y una musica que sólo tenía dos notas y se repetía hasta el hartazgo o la locura.
Yo recuerdo dos videojuegos basados en pelicula que me llevaron por el camino de la amargura. Uno era el Cobra,que sale al principio del articulo. Era imposible. Habia una pantalla que tenias que proteger a un tio vestido de blanco con coleta (que en mi niñez creia que era un maricon,y luego,mas adulto, ya cai en la cuenta que era la Briggitte Nielssen). Era imposible pasarse ese nivel,porque le daban ostias por todos lados e incluso tu la podias pegar «sin querer» intentando defenderla.El resultado siempre era el mismo. La muerte sin remision.
El otro juego que me consumio la vida fue el Rambo III. Habia que pasar una puerta electrificada utilizando unos guantes que previamente tenias que buscar.No se si tb habia que utilizar mas elementos.Yo por si acaso cogia todos los que salian,pero ni por esas.Ni una puta vez pude pasarla. Habia que darle a algun lao justo en el momento que usabas los guantes y te chocabas contra la puerta. Mi hermano (que hubiera sido de nosotros sin hermanos, en ese mundo que eran los juegos de ordenador?) lo logro una vez. ¿Como?,os preguntareis. Pues con la tactica que usabamos en mi casa cuando no entendiamos el funcionamiento de un puto juego. Apretando con las dos manos todas las teclas a la vez que podiamos,a ver si pasaba algo. Y solo paso una vez.
Ah,y otro juego que era arto dificil era el Batman.Pero no era el batman de la pelicula.SIno mas bien el de la serie. Era hiperjodidisimo. Tenias q ir recogiendo objetos,evitando monstruos,calculando saltos,pensar muchisimo en dnd estaban las cosas… Ufff. El juego era entretenido el cabron,pero era muy dificil. Junto al Cauldron II,es una de las espinas que tengo clavadas de juegos que nunca pude terminar. O antes eramos muy torpes,o los juegos eran imposibles..
Metralla: los personajes de Alien: el 8º Pasajero son Dallas, Ripley, Parker, Lambert, Brett, Kane y Ash (el androide), así que el videojuego es Aliens.
Xamatron, yo me pasé el Jurassic Park de Super Nintendo. Claro que me llevó seis horas sin parar, y utilicé una guía de la Nintendo Acción. Dije que me lo pasaba por mis santos cojones, y lo hice. ¿El Final? Llegas al helipuerto, se oye ruido de helicópteros, fundido a negro y fin. Total, una mierda.
Pauli, el Goonies era bastante bueno. Usando a dos Goonies en cada pantalla tenías que apañártelas para avanzar. Lo que sí es cierto es que la música era un poco taladrante.
Una vez más, un gratificante viaje por el tunel del tiempo hasta mi atribulada niñez de tardes junto al spectrum y juegos que cargaban por designio divino.
De los cuatro juegos que se mencionan en esta estupenda carta de amor a los 8 bits y al sempiterno e insoslayable «LOAD»»-Enter-Play.» llegué a jugar a dos. El primero, el ALIENS, lo acabé. El mapa que venía con el juego (porque mis papas me lo compraron original por Reyes) al principio no tenía mucho sentido, pero si te hacías con la mecánica era más fácil de lo que parecía. Donde la cosa se ponía realmente jodida era cuando querías llegar al Queen´s Chamber, donde el laberinto era mucho más alambicado. El caso es que sí, llegué a entrar a la armería(donde las armas se recargaban por arte de magia, pero al tiempo te dabas cuenta de que no se trataba de un salvoconducto de munición infinita, ya que en cierta ocasión me atrincheré con toda la basca en ese cuarto y cual es mi sorpresa cuando el grupo de guerreros alien muertos era una montaña de cadáveres al estilo 300, el nivel de munición sigue descendiendo inexorable sin recargarse el arma de ninguno de mis hombres. Total, que mala idea.
La estrategia para acabar el juego era la siguiente:
Tenías que mandar a toda leche a dos de tus hombres (en mi caso siempre eran Gorman y Burke) al Queen´s Chamber, ignorando cualquier Alien que te encontrases en el camino a menos que no diese tiempo a salir por la puerta sin disparle porque el tiempo se acababa (ese momento del ALIEN contra la pantalla, ¡que yuyu!)
Bien, el caso es que además, debías mandar a alguien al Generator Room (ahí mandaba a Bishop) y a otro al Control Room (para Vasquez), porque toda esa biomecánica que iba naciendo en las paredes provocaba los cortes de luz, así que el truco era mantener las paredes limpias con la pistola Mr. Propper para evitar apagones sorpresa y darte de bruces conta un ALIEN en el momento más inesperado.
La mecánica del Queen´s Chamber era sencilla. Efecitvamente, si matabas a una Reina (por entonces el bicho que más miedo me dió en un 48K, precursor de la polilla gigante del Resident Evil) aparecía otra, pero tenía truco. La cosa era limpiar completamente de «babas» las paredes de la habitación. Ello se conseguía matando a la primera que encontrabas y, manteniendo el cadaver a la vista siempre, limpiar el abanico de babas a izquierda y derecha. Desde el momento en que la Reina muerta desaparecía de tu campo de visión, se generaba otra que daba por saco cosa mala a la que lo mejor era matarla delante de un buen puñado de babas para seguir con la limpieza. Una vez despejada toda la habitación no te volvían a aparece ni más reinas ni más mocos. Si te lo montabas bien, sólo 5 o 6 Reinas había que mandar al suelo de un mísero disparo para porder limpiar todo el cuarto y necesitabas munición de mínimo 2 personajes para hacerlo, ya que 1 sólo iba vendido.
Una vez el cuarto de la reina se despejaba recibías un mensaje que rezaba que para finalizar la misión debías volver a la habitación de partida, el MTOB (Mobile Tactical Operations Bay, donde paradójicamente jamás se materializaba un sólo ALIEN) para finalizar la misión. Como siempre dejaba ahí a Ripley y a Hicks haciendo manitas, bastaba pinchar en uno u otro para recibir un escueto mensaje donde decía que habías recuperado el control de la colonia con el bonus mensaje de «WELL DONE!» que por muy bien intencionado que fuese, siempre sabía a poco.
Así de simple era el jueguito de marras. Una vez te sabías manejar con el mapa, disparar a esos ALIENS se convertía en algo tan emocionante como disparar Oro Matón contra cucarachas.
Por cierto, a Newt la llegué a encontrar alguna vez, pero era un mero ardid (como decía la canción de Mecano) ya que era una randomizada el que la vieras o no, y en cuanto desaparecía de tu campo de visión, supuestamente se piraba. Encontrártela sólo servía para darte más puntos. Yo aprovechaba siempre y le disparaba, con lo que el juego me recompensaba con 500 puntos más (¿apología del infanticidio?).
Lo que sí era raro de ver eranhuevos alien, que sólo aparecían en el caso de que matases a una Reina en una habitación que no fuera la Sala Real. En ese caso, el huevo se materializaba en dicha sala pero sólo lo veías si ya tenías a un personaje ahí dentro (como vereis, más rocambolesco imposible) y si lo ignorabas durante mucho tiempo, ese huevo se abria y salía… ¡UNA REINA! Y luego nos quejamos de las icongruencias del ciclo vital de estos bichos en las distintas entregas de Alien vs Predator.
Al Facehugger sólo lo vi un par de veces, pero el muy cabrón siempre se materializaba el Generator Room o el Control Room y siempre cuando me quedaba a oscuras, lo cual suponía uno de los momentos de tensión más logrados de todo el juego.
El caso de «Regreso al Futuro» era más aleatorio, ya que fue pura chiripa el darme cuenta de la mecánica y conseguir recomponer totalmente la foto. Aquí, una vez recompuesta la foto familiar totalmente, esta no se volvía a desintegrar (ese pensar siempre en absolutos de los programadores de Electric Dreams), ya que supuestamente habías realineado la corriente temporal (o eso quise pensar yo en una alarde de imaginación). El caso es que una vez recompuesta la foto, deambulé por el pueblo sin nada que hacer hasta que de pronto, entro como de costumbre en casa de DOC y al salir cual es mi sorpresa que me encuentro al Delorean en plena calle, tras dos o tres segundos de estupefacción (no me creía que los programadores hubieran tenido el detalle de diseñarlo), el coche arrancaba y adquiría cada vez más velocidad, generando el clásico efecto Hanna-Barbera de escenarios que se repiten más que el chorizo. Tras alcanzar los 140 Km/h generando una energía de 1,21 gigawatios, el veloz scroll se detenía y donde antes había un flamante Delorean aparecía parpadeante en blanco y negro el aborrecible «WELL DONE!»
Fin de la transmisión.
Yo también me compré el pack de marras, para mi viejo spectrum… ¡Pensaba que era el único gil**** que perdió tiempo viendo cómo Howard insistía con su «I can’t swim», tirándote luego media hora dando vueltas en redondo con el joystick para coger carrerilla y saltar las putas arenas movedizas ya en la primera pantalla(porcentaje de éxito: 1 de cada 50), y tras tanto sufrimiento horas y horas, irte a tomar por culo en 3 segundos con el facilísimo de manejar ultraligero (tradúzcase «a tomar por culo» por «al volcán o al océano» no recuerdo) tirando todas las horas anteriores al traste… Entrañable y poco, poco estresante…
Del «Aliens» sólo recuerdo que sólo conseguía avanzar en redondo en una misma habitación (¡no conseguía ni abrir una puerta! sé que soy torpe, pero eso era la puntilla) hasta que aparecía un alien y antes de darme cuenta me zampaba al personaje de turno.
Del «pequeña china», aparte de lo repetitivo de los decorados, el coñazo de los chinos atacando en fila india, en orden uno a uno y que claramente el único personaje decente era Eg Shen, una cosa me impactaba: ¡era el único juego de «avance lineal» que conocía que iba «hacia la izquierda» en vez de «haca la derecha»! ¿Sería un homenaje a la cultura oriental y su forma de encuadernar los libros?
El «Back to the future» nunca me llegó a cargar (en aquel momento me jodía un montón, porque me encantaba la película y me seducía la idea de interacción entre personajes que prometía el manual… visto lo visto, ahora debo decir que lo agradezco…)
Hablando de juegos que cargaban una vez de cada 20… A mí había uno que me cargaba una de cada cuatro o cinco, lo cual sería un «buen porcentaje»… si no fuera porque el juego en cuestión era el «operation wolf», 20 minutos cada carga, joder… Al final acababa desquiciándome y echando una partidita al magnífico «deathchase»… Tardaba mucho más en cargar la pantalla de presentación que el juego en sí, y yo sigo diciendo y defenderé a leches y a espada si hace falta que, pese a poder llegar a cargar en un spectrum de 16kb, no he visto juego ni en playstations ni en equisboxes ni en leches que pueda mejorar su sensación de velocidad y vértigo entre los árboles.
Dixit
PS: Ocean rules. No ha habido adaptaciones cinematográficas (robocop, batman…) o de recreativas (el mismo op.wolf) mejores que las suyas. Nunca. Las de u.s. gold (¿el de indy y el templo maldito eran de u.s. gold?) solían parecerme una basurilla. En mi mente infantil, ocean eran «los buenos» y u.s. gold «los malos». En España, la lucha para mí era entre dinamic («los buenos», con su FM basket master y sus dibujos de azpiri en las portadas) y topo («los malos», con sus injugables butragueño y perico delgado, que tanto prometían y tan poco daban… ¿para cuando un posts con estos míticos juegos deportivos españoles, los hubo a cientos: el buitre, aspar, perico, míchel, fernando martín, ya casi al final de los 8 bits ángel nieto, sito pons y carlos sainz…)
Anda que…Parece mentira que un supermegafan de lo Goonies y de Cindy Lauper como yo me olvide de este juego de MSX…es cierto que la musica era cuanto menos para tirarse de los pelillos de las orejas (aunque por aquel entonces yo todavia no tenia…) pero el juego era superadictivo. Por cierto, os acordais de las claves¿?¿?…ahy va una… ONE EYED WILLY era la clave para la ultima pantalla…que tienmpos aquellos.Ahhh en el Navy Moves no veas lo jodio que era pasar con la lancha dando saltos entre las minas…y luego los pulpos no te digo na…AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH… Me acuerdo tambien del MEGAROM para MSX2 del CONAN…tenia unos graficos guapisimos y el personaje era lo mas parecido al actor que habia visto nunca por aquel entonces…(el otro dia encontre un pobre hitbit tirao al lao del container de la basura con su fuente de alimentacion en una cajita…solo abandonado de su dueño y pasando frio…acaricie su viejo teclado mecanico y lo subi a casa, cual fue mi sorpresa al ver que arrancaba su añejo MS-DOS…ains…voy a meterle en NEMESIS con su chip de sonido..
Ahorra os pongo a continuacion enlaces para esos juegos…
NEMESIS http://www.youtube.com/watch?v=o1ZRc6r4BzQ
THE GOONIES http://www.youtube.com/watch?v=n9R3p1L6HGQ
Joder Pedro, INCREÍBLE POST EL TUYO!! Me reconforta saber que alguien se pasaba el Aliens.
Muchísimas gracias por compartir tanta sabiduría.
Pauli, el Goonies molaba!
Sin duda ocean hacía las mejores adaptaciones de películas. Recuerdo la segunda pantalla del Robocop, cuando el matón tenía cogida a la chica de rehen, se movía por toda la pantalla y tenías que dispararle a él sin dañar a la chica. Un disparo en sus partes nombres y listo, no se puede ser más fiel a la película original.
Donde dije digo, digo diego, y toda la razón para Wally.
Me confundí con tantas sh´s y tomé ash por bishop.
Lo poco que pude jugar al «Aliens», (Mi hermano mayor se apoderó del juego y no lo soltaba ni p´tras)me dejaba acojonadilla, cada vez que se acercaba el Alien …Uf!! Menudos sustos!!
Tuvimos un juego llamado «Thunder Blade» que estaba muy chulo, era de un helicoptero que pilotabas entre edificios y creo que estaba basado en la pelicula «El trueno azul», de la que tambien hubo una serie…
Saludos
Yo tuve que sufrir Cobra y Regreso al futuro, además originales. Pero peor lo sufrió mi vecino que tenía un Amiga 500 y no un Spectrum como yo, que los juegos de Amiga eran bastante más caros 😀
Que recuerdos , aquellas tardes viciados al msx. Alguien jugó al survivor, era de aliens, pero en ése TU eras el alien, y podías comerte a los tripulantes?. Por cierto, la actriz que salia en howard el pato, es leah thompson, que casualmente, también es la Lorraine de regreso al futuro
Yo tenía un juego basado en La Joya del Nilo, la peli esa caspa del Douglas queriendo ser Indy, como mucha de las conversiones de la época no tenía licencia ni falta que le hacía, si habiendo hecho funcionar los pokes de la microhobby uno ya se puede imaginar cualquier cosa. También los programadores del juego tenian poca conciencia de que era acabarse un juego, las fases consistian en pantallas y había que llegar con los personajes al final de cada una porque no le bastaban con uno sino con 3 personajes a cada cual más paralítico, el tio podía pegar tiros que eran útiles pero se gastaban con mirarlos, la tia tiraba granadas que como mínimo explotaban en tu boca o en la de los compañeros y por último el moro (es que no me acuerdo del nombre) que tenía un paraguas que con suerte se lo podias endiñar en el ojo a los malos antes de que estos te dispararan. Total uno de esos juegos con los que sentias que habías perdido el tiempo, doy gracias todos los días porque esa época haya terminado.
Curiosa también la adaptación de Lady Halcon llamada Sol Negro, más que adapta se inspira en ella porque era asi futurista con pistolas, el prota era cachas, la tia lúbrica y eso pero al menos era jugable y no tenía malos gráficos.
Gracias Viru. Otro día te cuento como logré acabar el «Atic-Atac», aquel endiablado juego de Ultimate.
Me viene a la memoria el juego de Viernes 13 que tenía para mi Commodores 64… en aquel entonces no sabía lo que había que hacer… recuerdo que aparecías en una iglesia… ibas a un granero… lo que daría por recuperarlo.
Lo mismo con el Dracula Unleashed de Mega CD, que iba a tiempo, una movida mas rara que la virgen.
Genial el artículo!
Un Saludo
Mi hermano tenía una Atari pero el único que jugaba en casa era yo. Me acuerdo que la mitad de los juegos eran jodidamente imposibles… ¿Por que en esa época no podías ganar nunca? ¿Era una especie de lección de humildad o que?
A estos que comentas nunca jugué aunque su casposo aspecto resulta interesante como mínimo.
El Batman de Ocean, era uno de mis juegos favoritos sobre todo en la pantalla que ibas con el batmóvil. Los juegos de Indiana Jones erán de U.S. Gold, al menos el que yo tenía que era el la Última Cruzada, estaba también bastante bien.
Por cierto, hablando de otro juego de películas, no os acordais del de los Gremlins, en plan aventura conversacional? En mi caso lo tenía en inglés y lo más que logré fue bajar al salón, donde ya me mataban.
Respecto a lo de los juegos que no cargaban yo tuve dos huesos bastante duros, el Bart vs. Space Mutants, que devolví dos veces a la Discoplay y que sólo me cargó una vez y el Hammerboy.
Yo tambien era de msx. Tenia el cartucho de los Goonies de Konami y aun hoy, me hecho alguna partidilla gracias a esa maravilla de la humanidad, que son los emuladores. Otro juego que me molaba mil, era el » who dares’s win » o algo asi. Creo que se basaba en «la gran evasion» pero no recuerdo muy bien…hoy en dia, su busqueda ha resultado infructuosa y desesperante. Y eso, que probablemente, sera una mierda de juego…
Joder, Pedro J., te pasate los dos juegos. No puedo creer que exista alguien más friki que Viruete.
Pues yo toda esta época me la perdí y solo jugué al spectrum en casa de un amigo que el era el único que conocía que lo tuviese. De todos modos, hablando de juegos de Regreso al Futuro, los que sí padecí fueron las adaptaciones a Master System de la segunda y tercera peli. El tercero todavía tenía su aquel con Doc montado a caballo y esquivando cosas, pero el de la segunda parte me parecía injugable, por mucho que Marty saliera con el aeropatín.
Dos preguntillas:
-Deben ser las neuronas que me fallan, pero ahora mismo no recuerdo si en esta santa web se le ha dedicado algún artículo a los míticos «lingotes» y sus juegos que no cargaban ni a la de tres. Si no lo hay, creo que bien se merecería un artículo.
-¿Alguien probó de crío las amargas mieles del ataque kamikaze con el «Desolator»?
Los gráficos del «cobra» parecían caricaturas, recuerdo que había una salchicha malvada… ¡Viva las plataformas! El «Saboteur» era la caña, un adelantado a su tiempo…
Pero que hay de los grandes clásicos españoles como «El Quijote», y «Zipi y Zape» (sacados después de las películas también, jejeje, supongo que para aprovechar el tirón, jajaja).
PS: se te ha olvidado el «E.T.», que era el que menos cargaba, afortunadamente. Y de los «Cazafantasmas» (el primero era una mierda, el segundo tenía un pase) y «Indiana Jones y la última cruzada» conversión de la recreativa que desapareció un par de años después de la faz de la tierra…
EL de los cazafantasmas era aquel que empezabas bajando por un pozo? ¡¡Creo que conseguí cargarlo una vez!!
Otro que no entraba ni con calzador era el de los Picapiedra… recuerdo una bolera… ¡Que tiempos!
Un Saludo
Dios Wally, menudas tardes en tu casa escuchando de fondo como freddy limpiaba platos con sus cuchillas, intentando descubrir como coño se juagab al MOT y al Pink Panther. Al final siempre nos liabamos a ostias o jugabamos al Misterios de Pekin. Mas rapido y eficaz.
Coño, alguien recuerda el «who dares’s win» yo creo que lo volví a ver en un emulador. Efectivamente, oos gráficos eran de pena, pero se podía seguir jugando con mucha adicción.
Deseperante era una versión para MSX de James Bond (la de Timothy Dalton), se suponía que la primera pantalla era Gibraltar, y tenias que dar con un francotirador en concreto (de lo smiles que habia) para pasar de pantalla… Miles, absolutamente miles de veces lo intentamos, no se si es que eramos demasiado pequeños mi hermano y yo y no entendimos bien lo que habia que hacer, o allí no había nada que te indicara qué es lo que había que hacer, porque sólo una vez ocurrió que al llegar al final pasamos a otra pantalla, donde el primer disparo nos borró la sonrisa de la cara. (¿es que mi juego cargaba mal o tenía un fallo?)
Por cierto, aunque no tiene nada que ver con películas… ¿alguien más se dio cuenta de que en el gaunlet podías jugar la primera pantalla, bobinar la cinta y saltar a la número 1000 del tirón? una vez que pasabas la pantalla y esperaba la siguiente carga le daba igual por donde fueras, que cargaba la que hubiera en la cinta… eso sí, ni por esas terminamos el juego nunca.
Yo sólo jugaba al Salamander y al Nemesis 3 en mi antiguo MSX y a los Goonies y al Super MArio en mi antigua NES. Todo porque me daba un palo tremendo tener que cargar juegos en mi radiocassette. Lo que hacía para jugar a otros juegos era llamar a mi vecino y decirle que en 20 minutos subía a jugar al Soccer, o al Green Beret o al Camelot Warriors, o al Kings’ VAlley, o al Penguin Adventure (el mejor juego de la historia). Así él lo iba poniendo a cargar mientras yo me merendaba mi bocata de pan bimbo con nocilla y mi vaso de leche. Luego era subir un par de pisos y llegar justo a tiempo para la acción.
Nunca los jugue, he de reconocer que yoera mas de aventuras conversacionales. De aventuras conversacionales y del parapshock. una vez logre encontrar la entrada al infierno, pero sin reunir los objetos necesarios para acabar el juego, manda narices.
Bueno…..demos gracias al gran Cthulhu porque el ET no cargaba…….
Yo siempre he sido una fanática de las peliculas de terror, lo que me ha dado muchas satisfacciones y no pocos disgustos, muchos de ellos en forma de adaptación a videojuegos: VIERNES 13 era una cosa infecta con gráficos horribles y música machacona (después de cuarto de hora te entraban ganas de ponerte una careta de hockey y deshuesar adolescentes promiscuas), y RAZAS DE NOCHE no había quien lo entendiese.Taambién tenemos joyas coomo TOTAL RECALL o alguno de la saga SUPERMÁN.
El DON QUIJOTE, genial (¿quien no probó a insultar al ordenador, a ver que pasaba?)….aunque yo siempre acababa en las Lagunas de Ruidera.
Mención especial para la ABADÍA DEL CRIMEN (basado en «el nombre de la rosa»): gran juego que no conseguí pasarme.
Os estais olvidando de uno de los mejores juegos que se hicieron jamás para el Spectrum: el «Elite» del sello Firebird. Menudo juegazo. Galaxias enteras para explorar, comerciar, abordar naves en llamas… la esencia misma de lo que era ser un Han Solo de pacotilla con un sinfín de posibilidades ante tí de acabar siendo el una especie de Tycoon espacial.
Otro juegazo que aunque me lo pasé rápido, era adictivo a rabiar: «Enigma Force», que manejabas a cuatro tipos en medio de una guerra de Insectoides y Reptilianos donde tenías que apresar a un fulano llamado Zoff y huir del planeta antes de que estallase.
Los que era imposibles, todos los de Micro Gen. Si no tenías la Micromanía a mano no había forma cabal de saber comó se combinaban los objetos y en qué pantalla utilizarlos.
Y para juegos la hostia de difíciles, el «Highway Encounter» uno donde cinco robotitos (vortons se llamaban) iban empujando una bomba durante 30 pantallas para destruir una nave alienígena. La leche en vinagre el jueguecito. El día que lo pude acabar mi padre estaba apunto de desenchufarme el ordenata por vicioso y yo «¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!» y mi padre se quedó helado de mi expresión de loco de atar y gracias a eso pude ver la última pantalla, con lágrimas de emoción en el rostro. Después me quedé castigado sin Spectrum una semana, por energúmeno.
He! He! Otro gran artículo.
Y tiene su mérito, pues yo lo que recuerdo es que el adaptador de películas oficial era Ocean, que tenía un único juego (de plataformas y disparo o peleas, generalmente con los personajes cabezones). Lo mismo era «Desafío Total», que «Darkman», «Arma Letal» o «Navy Seals» (del que supimos antes del videojuego que de la peli…). Hay que reconocer que dentro de ese tipo «Robocop 2» estuvo bien, la verdad.
Nunca comprendí como se jugaba al «Regreso al Futuro» y para mi fue una gran decepción.
Otros juegos igualmente incomprensibles eran el «Blade runner» (tal vez sea el primero basado en una película) y el «Frankie goes to Hollywood», tal vez el primer juego de una banda.
Basados en películas recuerdo el «Rambo» que era igual al Commando, y el Robocop que era bastante bueno.
Además había un Superman pésimo(creo basado en alguna de los films con christopher reeve)en el que jamás logré pasar de la primera pantalla, en la que te encontrabas encerrado en un laberinto de espejos. Lo único que podías hacer era volar por ese laberinto sin escapatoria y disparar lasers que al rebotar en los espejos te mataban en el acto. Una basura.
Joe justo iba a mencionar ese juego «La abadía del crimen», yo era chiquinina y heredé el Amstrad, el joystick feneció y ya no supe cual era el misterio de la abadía.. creo que sólo llegué al refrectorio donde el prior me mandaba a la mierda por no sentarme bien a la mesa (vamos ni mi madre).
Y los tiempos de carga…. como el ordenata era de mi tío nos bajábamos a pasear al perro mientras se cargaba la cinta y le decíamos a mi abue «no toques la mesa que si no, no carga!!!»
Ay… que tiempos…
que grandes aquellos juegos de las cintas. Yo jugaba en el ordenador de mi primo, uno de estos con monitor verde. Qué mal. Aunque jugabamosal Batman, un juego laberíntico, pero que era un auténtico juegazo.
Lo mejor eran las gafas de sol que nos poníamos para no acabar ciegos por la radiación, pero era una buena forma de ponerse moreno.
De juegos añejos no puedo hablar demasiado, soy aún jovencillo. ¿Lo más viejo que recuerdo respecto a videogames? Jugar al Pong en no se qué consola. Evidentemente no al primer Pong, supongo que a una versión que meterían más tarde en esa consola que tenía hace años, que contaba con un taco de juegos; como que nunca terminé de ver cuántos tenía porque siempre me escogía el primero que me gustó. No hace mucho tiempo la tiró mi madre, a pesar de mi insistencia en guardar el trasto. Venía con pistola, no recuerdo nada más de aquel aparato.
Como hablabáis de juegos conversacionales, hablo yo de aventuras gráficas, que fue lo que me pilló por aquel entonces: viva la colección de juegos de Pc en diskette que sacó Ergé, de juegos con sus respectivas guías. De no ser por el mapa de las catacumbas del «Indiana Jones y la Última Cruzada» que venía en su respectivo librito, se lo habría pasado su putísima madre. Y acojonante también, en varios sentidos, un juego de esa colección ambientado en un museo de cera, en el que salían Jack El Destripador, momias y un montón de peña chunga. «Wax» algo se llamaba el cabrón del juego, que canguelo.
El Back to the Future lo tengo en un emulador de Commodore y creo que lo he pasado miles de veces. Al menos es mejor que los otros dos de ImageWorks, que son una colección de minijuegos impasables y con unos controles para llorar.
También son famosos (de lo malos que son) los basados en películas de Schwarzenegger, en especial el Total Recall como ya dijo Baraka más arriba. Otro es el de la película de Judge Dredd con Stallone para Megadrive.
Es que las adaptaciones de pelis a videojuegos ya tuvieron mal comienzo: ET y En Busca del Arca Perdida (aunque lo que casi nadie sabe es que la verdadera primera adaptación fue «El síndrome de china» de Parker Brothers para Atari 2.800).
Aún recuerdo que a mediados de los 90 un chico se quejaba en EL PAIS DE LAS TENTACIONES de «…llevar toda la vida intentando terminar mi juego de Indiana Jones de Atari; si alguien sabe acabarlo que me escriba».
Como yo sabía le envié en una carta la solución y al cabo de unos días me mandó una carta dándome las gracias por terminar con 20 años de amargura.
Ay, los jóvenes de ahora, no sabéis lo que tenéis.
P.d.: excelente artículo, me he reído muchísimo.
Por aquello de la nostalgia:
http://es.youtube.com/watch?v=4y9b9dwX_wg
Yo aparte de Indys, batman y etc… que ya habeis dicho bastante, voy a recordar dos juegos, uno que me proporcionó mucho vicio en el 286, el blues brothers, creo que recordar de titus, y otro que me traumatizó , el gremlins de spectrum, me sentia impotente y siempre me mataba con el dardo el puto gremlin (y si eso,era la primera pantalla, era torpe y pequeño)
Solo una cosa, no era Ergé, sino ERBE, la mítica editora de juegos…
Ah, y otra cosa… El otro juego era el «Waxworks»
LOAD»CAS:»,R
piiii pu pi prrrrr, eso era lo que sonaba despues de introducir las instrucciones de carga anteriormente descritas en mi Msx, la verdad, recuerdo con mucho cariño aquella epoca, pero un juego en especial en el que jugaba a dobles con un mismo teclado era el GAUNTLET! para mi era un juegazo superadictivo.
¡¡¡El Gremlins!!! Dios mío, que recuerdos. Nos lo jugábamos en grupo. Con el rollo de que era conversacional, cada uno proponía comentarios (que en la mayoría de los casos el programa despachaba con un miserable «No entiendo eso»).
Al final, dejándonos las neuronas frente al monitor en blanco u negro y sintiendo el olor a transformador de corriente recalentado tras no se cuantas horas, pudimos avanzar más o menos en la trama. El remate final para poder acabar el juego lo puso la solución por entregas publicada aquel verano por la revista «Microhobby», con unos artículos firmados por un tal Billy Puertas.
De juegos conversacionales también tuve «El Hobbit», que era dificil hasta decir basta, y el «Robin of Sherwood», que era de los mismos programadores del «Gremlins» y con el que para pasar pantallas tenías que ser como minimo meritorio de algún departamento de la NASA.
También llegué a jugar al «HULK» (cómo es posible que fuese conversacional el juego un personaje que funciona por la fuerza bruta), en el que para convertirte en el monstruo verde solo tenías que morderte el labio (¡?)…
Una verdadera cantera de futuribles artículos los que se pueden sacar de todas aquellas horas perdidas con el Spectrum. Juegos conversacionales, Dinamyc Software, los juegos en sistema «Filmation» de Ultimate (Knight Lore, Alien 8, Nightshade, Gunfright…) que a ver quien era el guapo que los terminaba, los juegos deportivos de aporrear teclas de goma hasta que ya no funcionaban más (Daley Thomson´s Decathlon. Hypersports, Daley Thompson´s Super Test…), las superproducciones made in Topo Soft (¿cómo leches se hicieron con los derechos de «Gremlins 2»?). En fin, posibilidades mil…
Ni Deep Blue puede calcular cuántas horas me tiré yo jugando a Ranarama. Cuando aparecieron los mapas en la Micromanía (o el microhobby, ya ni me acuerdo) y vi que llevaba aproximadamente un 10% del mapeado (gigantesco) desistí. Un juego estupendo era también Afterburner; me acuerdo que yo me fundía toda la pasta en la recreativa, y cuando apareció la versión Spectrum amorticé el juego y hasta el ordenador.
Otra cosa que me gustaría comentar era la jeta tremenda de las revistas del género con sus «críticas». Recuerdo que acerca de un aclamadísimo -y publicitadísimo- juego de la época la crítica admirada su «ritmo pausado que le confiere majestuosidad» o algo así. Cuando jugué con él, el «ritmo pausado» era el resultado de una programación vergonzosa que hacía que el sprite tardase casi un minuto en cruzar cada pantalla. Pero claro, la contraportada de la revista consistía en la publicidad de este juego…