Cuando se llevan 10 años haciendo una web personal, hay que buscar pequeños estímulos de vez en cuando, para hacer cosillas nuevas y conservar la ilusión. Tras varios días leyendo artículos sobre la historia de TSR y la evolución del Dungeons & Dragons, me entraron ganas de ver la serie de dibujos. Y como desde hace ya un año me picaba la idea de repasar alguna serie episodio a episodio y compartir la experiencia por aquí, pensé que era el momento oportuno para acometer la empresa.
Desde luego, es la serie ideal para un repaso semejante. No sólo me encantaba de crío: es que no la he vuelto a ver jamás. Además, podríamos examinarla conociendo el contexto en el que fue creada y poner su desarrollo en perspectiva. Y la corta duración de los episodios y de la propia serie (unos 27 capítulos) la hacen idónea para un proyecto así. No se trata de una empresa inabarcable, sino algo que creo que podré cumplir a lo largo de 2013. ¡Y además celebrará en unos meses su 30º aniversario! No habrá mejor momento.
Así que os invito a uniros a mí en este repaso semanal… o quincenal (ejem) de esta serie donde confluyen tantas cosas de mi universo personal. Pero antes, y como esto no es la mierda esa de ‘yo fui a EGB’ que os mola, vamos a conocer bien la materia de nuestro estudio, porque tiene una historia bastante interesante que, por lo que he comprobado, nadie ha contado al completo.
El origen del proyecto
A principios de los 80 Dennis Marks, productor en el estudio de animación de la Marvel andaba empeñado en vender una serie llamada «Sword & Sorcery». Marks sabía lo que se cocía. Conocía el éxito de los tebeos de Conan (que publicaba la propia Marvel), el trabajo de Michael Moorcock, la popularidad de la novela de El Señor de los Anillos, del Demons & Wizards de Uriah Heep… Lo de la fantasía heroica era como un pedo en un ascensor. Nadie dice nada, pero se notaba en el ambiente.
Los canales de TV estaban también receptivos, aunque con reservas. Thundarr el Bárbaro había sido un éxito, pero parecía algo aislado. La idea de Marks no les terminaba de convencer. Tras un tiempecito dando la vara y recogiendo negativas, encontró la pieza que faltaba, una licencia que lo podía hacer más interesante. Era un juego extraño del que todo el mundo hablaba. No: no era el teto, ni la piragua. Era Dragones & Mazmorras.
Los primero 80’s fueron la edad de oro los juegos de rol. Al menos, en cuanto a ventas y número de potenciales jugadores se refiere. TSR, la empresa creadora del juego más famoso y jugado (D&D, coño), llegó a facturar más de 250.000 unidades sólo del básico en 1980, la mayoría a jovencitos fans de Star Trek pésimos en los deportes. La marca era popular entre los chavales y se licenció para todo tipo de merchandising, incluidos cuadernos para colorear y pasatiempos.
Así que, tras investigar, habló directamente con Gygax, aún presidente de TSR, y compró los derechos del juego ese salían jugando en E.T. y todo. Con una marca reconocible y con tirón, Marks volvió a dar el coñazo a los canales, a ver si alguna le interesaba. Y esta vez sí: la CBS acogió bien la idea, aunque con reservas. Habría que trabajarla.
Creando la campaña
De chaval siempre me extrañó que no se hiciera referencia alguna a ningún juego, y me preguntaba como TSR y Gygax no habían presionado más para que su producto apareciera en la serie de alguna forma. Con lo fácil que hubiera sido hacer que encuentran un manual del jugador, un libro mágico que les mete en ese mundo extraño… la publicidad ideal para el propio JdR.
Pues resulta… que esa era la idea original de Marks. Tonto no era: en su primer borrador, los chavales estaban haciendo una especie de juego / obra de teatro, con el Amo del Calabozo como apuntador, y usando un Manual del jugador terminaban en ese reino de fantasía salido de una pesadilla de nuestro amigo Tury. Al terminar cada episodio, saldrían de su «papel» y volverían a nuestro mundo, y tan panchos.
Esta fue la primera objeción del canal: era un concepto algo confuso y que además, eliminaba la sensación de peligro, puesto que podían volver en cuanto quisieran. Marks optó por cambiar la obra de teatro por una atracción de feria, y eliminar la posibilidad de regreso, cosas que gustaron de inmediato. Pero los ejecutivos de la CBS seguías poniendo objeciones y solicitando reescrituras del proyecto.
A estas alturas, Marks llevaba ya casi dos años tratando de sacar adelante los dichosos dibujitos y comenzaba a estar cansado de este proceso que se alargaba y alargaba. En Marvel llamaron al amiguete Mark Evanier. Un tipo que aquí conocemos por escribir los diálogos de Groo el Vagabundo, de Sergio Aragonés, pero que llevaba años haciendo televisión. A él le debemos la ignominiosa creación de Scrappy Doo, cosa que él siempre apunta «hizo que la serie repuntara en audiencia».
En todo caso, Evanier fue encargado con la misión de darle una limpia a la biblia de la serie para ver que podía fallar. Claro que apenas tenía 48 horas para terminarlo: Judy Price, ejecutiva de la CBS con fama de muy exigente, estaba también hasta las narices, y amenazó con echar marcha atrás sino le gustaba lo presentado en la siguiente reunión. ¡Que presión! Nosotros imaginamos el proceso como un montaje de esos de estudiar de las pelis universitarias de los 80, con su medio tiempo AOR, y una sucesión de imágenes con Mark Evanier tomando notas, revisando papeles, quedándose dormido en la mesa, discutiendo con un amigo, bebiendo café a cascoporro, jugando al ping-pong para soltar adrenalina…
Evanier lo consiguió, claro. Emergió de su encierro con una biblia de la serie mucho más sencilla, cargándose varios personajes y fusionando otros, y con un piloto prácticamente listo para rodarse. Eso fue un jueves. Y de ahí al domingo escribió el piloto de Los Diminutos. Debemos la infancia a este tipo y ni lo sabíamos.
Por el camino se quedaron muchos detallitos del juego, pero permanecieron otros. Todos los protagonistas venían de reflejar una de las clases de personaje del juego, aunque se perdían las más belicosas: no hay guerreros, asesinos ni paladines, entre otros. El director de juego si aparecía a modo de guía. No sea que tuvieran que llevar un espada. Además, estaban representados los tres ejes del alineamiento del juego: el bien (Amo del Calabozo), el mal (Venger) y la neutralidad (Tiamat). Numerosas criaturas del mundo de D&D hacían acto de aparición, así como más de un arma figuraba entre los objetos mágicos de la Guía del Dungeon Master.
Un detalle más que interesante era que, en principio, el Amo del Calabozo no otorgaba las armas, sino que estas aparecían todas juntas y cada chaval se veía atraído hacia la que mejor le representaba, convirtiéndose en una extensión de su personalidad. Eric, el cobarde, cogía el escudo. Sheila, la tímida, la capa para desaparecer. La idea de Evanier era explorar esta conexión entre arma y personaje, pero quedó truncada cuando comprobaron que la cabecera de la serie quedaba demasiado larga y optaron por resumirlo todo de la manera que conocemos.
Los personajes
Hank, el arquero
El primero que cualquier niño sensato se pedía. Era guapo, valiente y rubio, con pelo de fan de Van Halen, y era «el jefe», y nunca se equivocaba, y tenía el arma mas chula de todas. Por un lado daba un poco de asco de puro perfecto: por otro, todo el mundo se lo pedía en el colegio y había hostias por empuñar su arco imaginario. Un arco que lanzaba flechas no de fuego, que decía la canción, sino de energía. De energía MÁGICA, cuidao, que es el futuro de la energía y con la que ya experimentan en Alemania para fabricar coches no contaminantes.
Sheila, la ladrona
Sí, sí, «la ladrona», y no una maga, como lo llamaba el doblaje hispano. Los traductores fueron más papistas que el papa (o más vagos que Garfield) y se fumaron que Sheila era eso: una ladrona. No, no trabajaba en la Generalitat Valenciana. Es que el «regalito» que recibió era una capa de invisibilidad. Todos la teníamos como la novia de Hank. Porque claro, no se iba a enrrollar con Diana, que era negra… Fue una de las primeras chicas que me gustaron, como ya confesé por aquí.
Bobby el Bárbaro
Pues está claro. Si te llamas «Bobby», vas a ser un bárbaro (o un bombero) que las aliteraciones siempre quedan bien. Era el hermano pequeño de Sheila y el típico niño de serie ideado para meter en líos a los mayores. Su arma, una porra, jamás podía ser utilizada directamente contra malvado alguno, así que lo que solía hacer era batear rayos y abrir boquetes en la tierra, debilitando las placas tectónicas y matando miles de inocentes en otros puntos del mundo. Gracias, Bobby.
Presto, el Mago
¿Qué puede haber más de mago que sacar cosas de una chistera? Absolutamente nada. Pero como en la fantasía se llevan poco las chisteras, Presto llevaba un gorro verde de brujo del que podía salir cualquier cosa, aunque nunca lo que él deseaba: si Rompetechos fuera un objeto mágico, sería este sombrero. Albert (su verdadero nombre) iba a ser adicto a los juegos de rol, pero después pasó a ser algo incluso peor: aficionado a la magia. Como era el pardillo del grupo, su diseñador no dudó en ponerle gafas. ¿Las gafas hacen al pringao o el pringao tiende a las gafas? El eterno dilema.
Diana, la Acróbata
Así, a bote pronto, la «Quique» de la serie. Diana servía a una doble función: la de cumplir la cuota de minorías raciales y la de aumentar el número de féminas. En teoría, Diana era más impulsiva y decidida, contrastando con la timidez de Sheila, y una posible rival por los afectos de Hank, que como iba de chulito, las tenía a todas locas. Luego venían los lloros y los «es que son todos unos cabrones». Su arma: un palo. Pero un palo mágico, ojito, que se estiraba y encogía a voluntad, usándolo principalmente a modo pértiga. Bah, reconozcámoslo: seguía siendo un palo.
Eric, el Caballero
El pesao, el brasas, el Willy Toledo, el tipejo al que todos amábamos odiar, pero sin el amar. Eric tenía un objeto de poder bastante chulo: un escudo indestructible, capaz de emitir una barrera impenetrable con la que proteger a todo el grupo. Lástima que estaba en manos de un personaje cansino, siempre dispuesto a quejarse y protestar ante cualquier decisión o circunstancia. Seguro que al volver del reino se hizo comentarista habitual del menéame y pondría cosas como «esto es España, que quieres…»
El porqué los chicos se juntaran con semejante individuo tiene una explicación. Y esa explicación que nos debían nos la dio, de nuevo, Mark Evanier. Las asociaciones de padres y educadores solían supervisar las series de animación para asegurarse de que cumplían los preceptos que defendían. En este caso, y siendo un grupo numeroso de personajes, se exigió que uno de ellos fuera siempre la voz discordante, y que nunca llevara razón. El mensaje era «el quejica nunca tiene razón, el grupo siempre la tiene».
Vamos, que al pobre Eric le tocó la china de estar al servicio de un grupo de «profesionales» de la educación que opinaban que tener tu propia opinión y desarrollar tu personalidad era perjudicial en el desarrollo del niño
Toma castaña.
Ah, al principio iba a llevar una espada, pero ya saben… la violencia y eso. Casi mejor.
Uni
Los unicornios no siempre fueron coreanos, y que no siempre molaron. Uni es la prueba: una pesadísima y ñoña mascota cuya voz le revelaba como un gran fan del rubio de Los Pecos.
El Amo del Calabozo
«Es un enano asqueroso», que decía la canción. Y algo de razón llevaba, porque el tipo era bajito, feo y puñetero, ya que tenía que andarse siempre con acertijos en lugar de decir las cosas a las claras, y eso que no tenía que limitarse a 140 caracteres.
Venger
El malo oficial de la serie. Nunca supimos exactamente sus motivos, pero no buscaba otra cosa que quitarle la armas mágicas a nuestros protagonistas para «dominar» el mundo. Tenía colmillos y tiraba rayos por las manos. Además tenía un esbirro intangible y un caballo negro que volaba y en el que iba dando sustos por ahí. Ah, lo de tener un único cuerno es cosa del diseñador Takashi Musanaga, que pensaba que tener dos estaba ya muy visto. Tenía un esbirro, el Ladrón-Sombra, que era un matao que no merece mayor comentario.
Tiamat
Si exise el «Tío Mat», podía existir Tiamat. Este era un dragón, perdón, dragona mu tocha que pasaba de todo y sólo quería que le dejaran en paz, como Camilo Sesto. Como hemos mencionado, ella representaba la neutralidad. Una neutralidad de 20 metros, con siete cabezas y capaz de arrojar fuego, hielo, lásers, ácido y palabrotas.
La serie y sus circunstancias
Del desarrollo de la serie no voy a hablar en exceso, ya que podemos comprobar en breve todas las andazas de sus personajes y examinar la ejecución de las ideas que nos propone. Aún así, la premisa de la serie es de sobras recordada: atrapados en ese «mundo fantástico», los chicos buscan la manera de volverá a casa, aunque siempre pasaba algo para que no lo consiguieran, cosa que me generaba muchísima angustia cuando era niño. ¡Que rabia daba!
Por el camino, conocen a gente en apuros y no pueden evitar ayudarles, aunque en ocasiones esto les haga perder su oportunidad de regresar… a pesar de las quejas de Eric. Por supuesto, todos daríamos la razón a Eric. Pero nuestros chicos no son así. Son héroes, y merecen volver a casa sabiéndose con la superioridad moral, con una palmadita en la espalda y un «te lo has currao, máquina».
Hay que recordar que, siendo estrenada la serie en 1983, estaba sujeta a unas regulaciones de contenido bastante severas, que impedían cualquier tipo de violencia directa contra «seres vivos». Y como estábamos en un entorno de fantasía, no podían acudir al socorrido truco de matar robots, ni tertulianos de Punto Pelota, no… con lo cual espero todo tipo de truquitos para evitar combates directos. De ahí que Bobby no le estampe la porra en los morros a ningún orco. Es lo que había y no se podía hacer nada al respecto.
Tampoco espero demasiada «fidelidad» al juego original salvo, quizá, en los monstruos y enemigos. Cosa que me parece bien: al fin y al cabo, D&D era un conjunto de reglas para que cada master construyese su propio mundo de fantasía. Con lo cual la creación improvisada de este universo entronca directamente con la esencia del juego de Gygax mucho más que si se dedicaran a visitar una por una las localidades de Falcongrís o Greyhawk. En ese aspecto, me parece todo un acierto de Marks y Evanier, que de seguro contó con la bendición del inventor de los JdR.
En cuanto a la animación, estaba un pasito por encima de la media habitual en series de acción de la época, aunque por su diseño de personajes más moderno le hacía parecer más enérgica que las habituales de Filmation o H&B, además de mantener las repeticiones de frames bajo control. Viendo el opening, me llama la atención como en algunos momentos los personajes eran bastante más plásticos de lo habitual en las series de Marvel tanto anteriores (Spiderman y sus amigos) como posteriores (Transformers & GI Joe). A partir de la segunda temporada el estilo pasa a tener aún más influencia del anime, al delegar Marvel en su subcontrata nipona.
En España
D&D llegó a nuestro país en 1986, cuanto ya había sido cancelada, y tres años después de su estreno en EEUU. Y triunfó como triunfaban las series cuando sólo había dos canales y, encima, recibió el jugoso slot del domingo a las 15:30. Los dibujos con cierta carga de acción escaseaban: recuerden que TVE jamás emitió Transformers, ni GI Joe ni animes de acción desde el Comando G: todo era o las mil series de animalitos de Hanna-Barbera o las coproducciones de la BRB (¡hola, Haplo!). Es natural que calase entre los chavales cansados de tanto furry.
El doblaje «latino» ahora, «mexicano», por entonces era estupendo. El único cambio llegó cuando, tras unos cuantos capítulos, se sustituyó la narración original por la famosa cancioncilla que (imagino) todos conoceréis. El responsable de programas infantiles de TVE prefirió encargar un tema a Amado Jaén, ex-miembro de Los Diablos del que ya hemos hablado por aquí en alguna ocasión y que venía fresco de hacer la cassette aquella de Masters del Universo.
El tema hay que reconocer que es pegadizo, con un buen arreglo de sinte muy de la época y más efectos de sonido que Crónicas Marcianas. La letra no está mal, ya que incluye la palabra «infernal», que siempre luce en las canciones de dibujos, pero usa una rima demasiado forzada (Y el escudo es algo muy serio / todos unidos, así triunfaremos) que evidencia las prisas y/o desgana con la que se facturó.
El resultado dista mucho de las épicas producciones de Parchís, aunque eso no evita que la gente siga diciendo que «la cantaba Parchís». Seguramente sea la misma gente que aún dice que «Barón Rojo cantaban la de Bola de Dragón» o que afirma que «antes por la tarde había dibujos, ahora hay telebasura». Vamos: unos mitoplastas.
No. No eran Parchís, sino unos tales «Dulces», que no se sabe ni de donde venían ni a donde fueron. Teniendo en cuenta que en la foto aparecen 4 niños pero en la canción sólo se escucha una voz, me atrevo a decir que eran los hijos de alguien del estudio. Los Dulces grabaron un par de cintas, sin repetir jamás en sintonías de la tele y por lo tanto, sin ningún éxito.
Entre el merchandising habitual, hay que destacar unos tebeos autóctonos, que publicó Cómics Fórum, y que adaptaron la serie en su integridad. A los lápices, Pasqual Ferry, cuyo estilo anguloso pegaba menos en esta serie que Michael Cera en la WWE. El resultado era bastante lamentable. Como no existía Adlo! para decirnos que era gracioso de puro desastre, la mayoría optamos por no comprarlos y santas pascuas.
Evolución y cancelación
Tras la buena acogida de los 12 primeros capítulos, la CBS encargó otra temporada, pero no una completa, sino apenas unos 8 episodios. Si los guiones mejoraron con el tiempo lo sabremos cuando repasemos la serie. Con todo, los primeros episodios contó con Steve Geber como jefe de guión, firmando el mismo una historia, además de encargarle un episodio a Paul Dini, nombres de sobra conocidos para los fans del cómic y la animación.
En las otras tandas no aparecen firmas con tanto pedigrí, aunque eso no quiere decir nada. Según sus responsables, ni siquiera fue una cosa de audiencia, que había bajado pero se mantenía estable. Tampoco fue por quejas de asociaciones cristianas: la única polémica a la que se enfrentó fue dentro del propio departamento interno del canal encargado de regular el contenido mostrado, por cosas como mostrar muertos vivientes o a los chavales pensando si debían matar a Venger.
Nada de eso. Simplemente se firmó sólo esa cantidad de episodios, como afirmó Gygax en una entrevista. La última tanda de capítulos consistió en apenas otros 7, para un total de 27. Los políticos, que son todos unos ladrones. Nunca se llegó a filmar un «episodio final», como sucedía en prácticamente el 95% de las series de la época, aunque si se encargó la escritura de uno que podéis bajar por aquí y que comentaremos en su momento.
Sin embargo, mientras se perfilaba la 3ª temporada, Gygax, Marvel y la CBS comenzaron a trabajar en una segunda serie, un spin-off que tomaría el relevo de la original. En ella, tendríamos a los mismos personajes de vuelta en nuestro mundo, pero capaces de volver al reino cuando el amo del calabozo lo requiriera. El propósito inical es que fuera algo menos infantil, sin Bobby ni Uni, y sin objetos mágicos, aunque los personajes usarían las habilidades reales de sus clases de personaje y «adquiriendo experiencia», como en el juego, que les harían mejorar. La idea, así contada, suena algo ortopédica… nunca sabremos cómo podía haber quedado.
Pero, a pesar de que se había completado el guión del piloto, el spin-off nunca llegó a suceder. En 1986, Gygax fue expulsado de su propia compañía por el resto de los accionistas. Ante esta situación, los responsables de las otras dos compañías no vieron clara la situación y decidieron dar carpetazo al proyecto y dedicarse a dar conciertos, que es donde tienen que ganar dinero los artistas.
Desde entonces, Hank, Presto y compañía duermen el sueño de los justos, sin remakes, secuelas u otras apariciones «canónicas». Eso sí: como cualquier serie de cierto éxito, tiene su correspondiente cantidad de ‘fanfic’, que van desde nuevas aventuras de los chicos a tórridas aventuras con Venger sodomizando a Eric o Hank y Sheila disfrutando del sexo. No son un vídeo de Jpelirrojo, pero cumplen su función dar vergüenza ajena.
Dicho esto, os citamos en… ¿una semana? para comenzar nuestro recorrido por el reino perdido. Y os invito a que celebréis conmigo este 30º aniversario. Y recuerden: sino consigo completar la serie, la culpa será de «este país, que siempre está igual», como diría Eric. ¡Feliz 30º aniversario a ladrones… digo, Dragones y Mazmorras!
Agradecimientos especiales a Alfonso Galvan Jerez (GigaTiamat) por su ayuda, cesión de material y asesoramiento
Podéis leer aquí la biblia de la serie de Evanier
– EL DOMINGO 10 COMENZAMOS CON EL PRIMER CAPÍTULO –
Llevo esperando esto toda la vida, qué alegrón.
Increible tu trabajo de investigación, me alegra que haya gente tan fan como yo.
Tu narrativa hace que la mia sea papel higiénico(envidia sana^__^).
Por cierto, mi apellido es Jerez, no Pérez, aunque se suelen confundir.
Cosas de la vida, mañana he quedado para jugar a D&D y justo hoy leo esto. Quiero decir que Eric era mi personaje favorito de la serie (¡¡¡el único que tenía sentido común, coño!!! Y que, por cierto, su atuendo se parecía más que sospechosamente al del prota de Dragon’s Lair ) y que odiaba con toda mi alma al criajo de mierda ese de Bobby y a su puto unicornio. ¿Qué coño aportaban a la serie?
Otra cosa que no entenderé nunca; los malos sí que tenían espadas. O al menos, hachas (armas de filo, vamos, que te dan un bonificador de ataque puta madre) Recuerdo a los orcos empuñando hachas. Y los buenos tiraban lucecitas, un gorro que no funcionaba, un palo, una capa para hacerse invisible … ¡¿Qué clase de injusta ventaja era esa?! ( de nuevo, el escudo de Eric era la única verdaderamente útil para el combate)
yo la tengo en DVD y me parece muy entretenida. Lo único que no soporto es al pobre Uni y sus gorgoritos.
donde consegistes la serie en español
Gracias a ti ahora tiene un 20 en su ego. Como se nota que no le ves cada fin de semana XD
Coñas aparte, buen articulo ^^
Saludos
Grandisimo ese dibujo Barsen, al nivel de esta grandisima serie que me deleito en mis años mozo.
Tremendo artículo. Espero que seas capaz de terminar la serie entera y no termine como el fiasco aquel de Elitelevisión, que se cansaron enseguida. Yo me apunto al revisionado, que me encantaba de enano.
Muy interesante todo el proceso de creación de la serie. Yo tuve un juego de mesa, pero claro, no tenía nada que ver con el de rol. Ya podían haber sacado algún tipo de edición básica con los personajes de la serie o algo así. Que poca vista el marketing de TSR
Gracias al dvd pude leer el guión de Requiem y pocas veces he estado tan convencido de que es uno de los mejores finales ever. Que lástima que se quedara en negro sobre blanco, joer!
Bueno, a excepción del fan-film aquel.
Os amo.
El monstruo que lanza rayos por los ojos es algo que da miedo de sólo pensarlo, es un diseño increíble. No sé cómo será el resto del tebeo, pero si es tan malo como se dice en el artículo podrían limitarse a vender la portada y punto.
Esto tiene PINTAZA. 8D
¡Pedazo de artículo, sí señor! Hace dos años le dediqué una entrada a esta serie en mi blog, pero ni de coña me embarqué en la ardua tarea de comentar la serie entera, episodio por episodio. La verdad es que como el resto de artículos sean como éste, yo ya pillo sitio.
Podrás volver a comprobar la diferencia abismal entre los episodios animados por Toei con el resto…
booooooh! grandèrrimoooo!
Esto del análisis de episodios promete MUCHO. 😀 Estaremos expectantes.
Y como viene siendo habitual, un divertidísimo post sobre el origen de la serie y sus aspectos más ponzoñosos y endiablados. XD Muy curioso eso de esa primera versión del guión en plan partida al Dungeons and Dragons normal y corriente. Ciertamente la serie hubiera perdido un poco de encanto así, pero quizás de ese modo no se vería tan lejana la referencia al juego. Descripción de personajes de DIEZ. Aunque a mí Eric no me caía mal del todo, es como dices, debió tener más momentos de lucidez para que no oliera tanto que era un personaje hecho aposta para burlarse de él. XD
Y el dibujo de Barsen MOLA UN MONTÓN… Y hablaré con mis abogados por esa última foto enlazada. Joder, qué visión. XDDDDD
Increible iniciativa!!! Aunque algo pasa en la web que se ve el fondo blanco y no se leen las letras… ya advierto que acostumbrado al actual nivel de la animación , el revisionado de esta provoca bostezos con sus argumentos dulces y previsibles cual serie Hanna Barbera…
Yo creo que el amo del calabozo traficaba con niños de dimensiones paralelas xD
El texto está con poco contraste o solo pasa en mi pc?
Yo lo veo perfectamente, no aprecio diferencia de formato fuente/fondo con otras entradas del blog…
GANAS!! Hace poco la compré en DVD y la vi entera, la primera vez desde que era niño. No ha perdido con los años.
Hola!. Estoy buscando la serie de dibujos animados Dragones y Mazmorras para regalársela a mi hija pero no sé dónde encontrarla. ¿Alguna pista?. Por favor … Vivo en Valencia. Gracias por adelantado. Fui fan de la serie y a mi hija le vuelve loca.
Muy bueno el artículo, eso sí, he tenido que seleccionar todo el texto para poder leerlo. ¿Soy el único al que le sale en azul claro sobre blanco? :-/
lo vemos correctamente… quizá no os ha cargado bien?
Ahora sí lo veo bien… qué cosa mas rara, por Crom.
Oño, que recuerdos…todavía me puedo cantar la canción de memoria xDD
Grande Barsen. Dibujaco!
que grande, el multidisciplinar Amado Jaen de Los Diablos a grandes temazos de series, todo un temazo tambien el que incluyo en el disco de los motu
Efectivamente, la voz la pusimos 5 niños. Yo como voz principal y 3 más en los coros. Yo no era la hija de nadie del estudio pero sí de Agustín Ramirez, cantante de los Diablos. Como Dulces no grabamos nada mas. Puse la voz a la banda sonora de Los Snorkels y poco más. Un saludo.
yo también veo celeste sobre blanco
Pues nada, os invito a todos a que lo repaséis y luego lo comentamos todos, ¿vale? En cada entrada pondremos el vídeo en youtube.
Roy, topé anoche con tu artículo, que estaba también muy bien, repleto de recuerdos. Lo veo complementario, hemos usado enfoques distintos 🙂
Ruben, los malos podían llevar espadas, pero para lo que les servían… para lo mismo que la de He-Man. Para nada. Supongo que la consideraron un arma para malos. O quizá prefirieron que solo llevara un objeto, para no líar.
Deberías haber escrito un libro sobre el tema, y venderlo…
Cuidao con poner los epis en YT, que a lo mejor te dan el coñazo.
Probad ahora. Creo que es culpa de Twitter, que se ha caído, y como tengo un plugin que vincula a mi cuenta, sale con error
Arreglado ahora
Tiamat? Neutral?
¿Un dragon grande de la hostia con las cinco cabezas de los dragones del MAL neutral? Del que le tiene miedito hasta venger… Neutral? ¿La diosa de los dragones malignos del AD&D (Crontrapuesta a Bahamut) neutral?
Es el unico fallo que le he visto al articulo (Y ojo, es un fallo a mis ojos, que a lo mejor los creadores de la serie se fliparon). Pero el resto es flipante, os felicito muchisimo 🙂
30 años ya?? jajaja, si yo todavía guardo mi colección de muñecos de D&M!!
Con la última foto, el mito infantil, donde me lo has dejado, abajo en los talones en de luego
y los cómics…
Me prendo fuego…
El dibujo me ha recordado un poco el videojuego «Another World». Como si los dibujos fueran recortes y poligonos a la vez.
El arquero no era tal, era un arquero arcano.
No conocí esta serie, pero si la comenta Virucom va a ser un triunfo. ¡A la espera de la próxima entrega!
Viru: el actor que hacía de Venger en inglés no era otro que Peter Cullen, alias Optimus Prime: http://www.youtube.com/watch?v=6dKvcUXrLIQ
Antes de acabar el artículo (putas prisas) me ha entrado la curiosidad «¿cómo será la canción en inglés?» y a Youtube que me he ido, para descubrir… que no hay canción en inglés. Bien lo explica el Sr. Viru unas líneas más abajo (ansias que es uno), pero la conmoción no me la quita nadie. Bendiciones al sr. Jaén, a los Dulces y a todos esos artistas que pasan a la historia sin importarles una mierda su obra. A mí más que «infernal» me gusta más la palabra «fatal», y por supuesto el SPROOIINGGGGG de la pértiga.
Un gran proyecto y un gran artículo para iniciarlo, me ha hecho mucha mucha gracia, como cuando Virucom molaba antes de hacerse mainstream:-) Lo disfrutaremos todos, voto a bríos.
Y ya fuera del tema: el asunto de las canciones y presentaciones de la versión española de las series de nuestra infancia, la mayoría compuestas en 2 días sólo con información de los primeros capítulos (y que llevó a cosas como la banda sonora de «Dragon Ball» -toda ella- o que Benji se ganara un puesto en el nombre de «Capitán Tsubasa» que nunca mereció) es algo que me resulta francamente apasionante. Lo tiene todo: dejadez de los ejecutivos de la TV, inutilidad, artistas mercenarios y desganados que sin embargo influirían en toda una generación… espero que algún día el Sr. Viru acometa la tarea de narrarnos tan épica saga. Nadie está más capacitado para ello.
Qué recuerdos, me encantaba esta serie de pequño, era de mis favoritas (el podio de oro siempre lo ocupó «Ulises 31»).
A ver si algún día os currais otro reportaje igual de cañero sobre un programa que daban los sábados por la tarde que se llamaba «los sabios» donde daban una serie de animación que se llamaba M.I.M. También me gustaba muchísimo, y fué una de las primeras series de anime que me gustaron (de pequeño las odiaba; tanto Candy Candy como Belfy y Lillibit y similares me daban mucha grima).
Buen artículo. La investigación que has realizado ha sido muy completa.
Lo que yo no entiendo es que no tengan en el grupo un clérigo teniendo casi todas las clases jugables. ¿Cómo se curaban si no podían acampar cuando les salía de las narices (luego pasa que Presto no lanza los conjuros de manera correcta por no descansar)? ¿No les interesaba tener un «expulsar muertos» o «bendecir»? Supongo que será por evitar problemas con la religión, pero me parece un poco absurdo teniendo en cuenta que no hay cristianos en el D&D…
Señor Viru, repase usted el dato de los Uriah Heep, que no me suena nada eso de Wizards and Warriors. A ver si es Demons and Wizards, del 72.
comparar al del escudo con los usuarios de meneame ha estado de mas
porque no solo esta esos usuarios quejicas, tb los hay que no lo son… se les llama alli «trolls», otro personaje de los dragones y mazmorras
Genial repaso al universo de esta maravillosa serie. Era mi preferida y si, yo también estaba profundamente enamorado de Sheila.
Precisamente, hace un par de meses me compré la serie completa en DVD e iba a comenzar su visionado, así que estos comentarios tuyos episodio a episodio me van a venir de perlas para verla al mismo ritmo que tu.
Por cierto, el cómic no solo fue dibujado por Ferry. Este dibujaba la mayoría de números (eran deleznables), pero habían otros de otros autores que estaban mucho mejor dibujados, más fieles a los dibujos.
Gracias, Viru!!! Espero ansioso esos comentarios episodio a episodio… ¿nos volveremos a enamorar de Sheila?
Vaya repaso!! Me ha encantado conocer el contexto de la serie, y con lo largo que es el artículo, lo he leído en un suspiro.
En parte era normal que se vigilase la violencia en unos dibujos animados destinados a chavales. Cuando vea los episodios que vayas comentando claro que me daré cuenta de ese «no uso» de las armas, pero en su momento me pareció la leche que hubiera personajes así. Ahora se me ocurre que no fuese casualidad que el bárbaro (la clase más bruta de D&D y que puede hacer mayores destrozos) fuese precisamente un niño, para quitarle algo de hierro. El caballero, por su parte, era el personaje discordante (creo que en el mundo real era el pijo del grupo). Es muy americano eso de quitarle legitimidad a todo lo que huela a nobleza.
Para acabar, si me permites que te corrija una errata, dices que la serie llegó a España en 1.983, el mismo año que su estreno en USA. A mí por lo menos me gusta que me avisen de ese tipo de deslices en las entradas del blog 🙂
«El pesao, el brasas, el Willy Toledo» :_____) Grandioso.
Y totalmente acertado.
//
yep, gracias!
El comentario de la Generalitat Valenciana te lo podrias haber ahorrado. Me parece un insulto gratuito a todos los valencianos. A ver si hubieras tenido el valor de decir lo mismo de la Generalitat Catalana o de la Junta de Andalucía.
Venga hombre, no hagamos sangre de una simple broma.
Soy valenciano y no puedo estar más de acuerdo con lo comentado en el artículo. Esta es una tierra de agricultores y pescadores y toda esa gentuza de políticos que nos ha tocado sufrir ha querido convertir la capital en algo parecido a Mónaco y, de paso, llenarse los bolsillos de millones.
Me avergüenzo de los políticos valencianos y de sus seguidores. Eso no tiene nada que ver con las gentes de Valencia y si, el modelo de política perpetrado aquí es el ejemplo más claro de choriceo sin escrúpulos de todo el mundo.
Aun conservo dos números del comic de Fórum y confirmo que el dibujo es un espanto. Yo que nunca he tenido ojo para distinguir buenos y malos dibujantes y de pequeño ya me parecían una absoluta ponzoña. Por cierto, siguiendo con el merchandising español, a raiz del éxito de la serie sacaron una miniserie de 6 libritos de tipo Elige tu propia aventura, con ilustraciones al mismo nivel que las del comic.
En la saga de juegos de rol para PC Baldur’s Gate, se explica su final a modo de chiste. Hay un cuadro en la habitación de una posada, donde salen todos los chicos de la serie y cuando lo examinas de cerca puedes leer que es el retrato de unos chavales que murieron devorados por Tiamat. Es una coña, cierto, pero si te paras a pensarlo es lo más parecido que existe a un final. Devorados por Tiamat. Así acabaron las penas de Hank, Bobby, Sheila y demás.
La memoria me ha jugado una mala pasada. Es en el Baldur’s Gate 2 pero solamente salen los retratos de Bobby el barbaro y de Hank el arquero. De todas maneras al examinar esos dos cuadros te dice bien claro que todos murieron devorados por Tiamat, incluyendo a Uni. XD
Correcto. Es en el Baldur’s Gate 2, en el «Mercado del Aventurero». Al fondo de la tienda hay dos retratos, en uno se ve a Hank y en el otro a Bobby.
Estaba al corriente, pero me quedó tan largo que lo dejé fuera, sabiendo que alguien completaría la información. ¡Mostros!
Tiamat tenía 5 cabezas, ojo
Y me parece muy mal que en un artículo sobre la serie no se mencione ni una sola vez a Pujol :p
Por lo demás, un peazo artículo. Quedo a la espera del análisis del primer capítulo
Subidón, subidón, ese dibujo de Barsen muy guapo, y el artículo es algo que esperábamos hace tiempo 😀
Una anécdota de la serie. Algunos de los monstruos están sacados directamente del Fiend Folio, lo que explica que en la serie de dibujos salgan bichos tan raros como los bullywug. Y esto explica que salga la Diosa Araña Loth en un episodio como si fuera un vulgar bichejo más. Supongo que se fijaron en el dibujo, pero no leyeron lo que ponía en la descripción. XD
¡En el Fiend Folio, nada menos! Muchas gracias por el apunte, me encanta 😀
La gran mayoría de bichos estaban sacados del Monster Manual, pero había algún que otro bichejo sacado del Fiend Folio. La sombra con alitas que trabajaba como espía para Venger, por ejemplo, es un Shadow Demon del Fiend Folio.
Aunque también es cierto que prácticamente la totalidad del resto de criaturas que salen en la serie son completamente inventadas y no tienen absolutamente nada que ver con el D&D…
¡Magnífica iniciativa! Por cierto, de crío, conseguí -vía Cortylandia- el juego de Dragones y Mazmorras. Una rudimentaria manera (pero muy muy rudimentaria) de iniciarse en los juegos de cartas que desde hace años están tan de moda. Aunque casi tenía más de juego de mesa: las cartas no se repartían y jugaban, sino que se ibajn cogiendo de cuatro mazos sobre una especie de «tablero» que no tenía más gracia que los personajes de la serie dibujados en sus bordes.
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