A principios de los 90 la rumba recuperó parte de la popularidad perdida. Los culpables, los Gipsy Kings, con sus versiones de Hotel California o Volare, y, sobre todo, los Manolos. El combo catalán capitaneado por el cantante de las gafas y la coleta (parecía Felipe II, el de Genio y Figura), pegó dos pelotazos de impresión, primero con su versión del All My Lovin’ de The Beatles y luego con el Amigos para siempre, que les llevaron a tocar en los juegos olímpicos de Barcelona. Yo, personalmente, y en cuanto al tema de McCartney, me quedo con la versión naino nainona que con la original.

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Es ante este panorama festivo y versioneador que nace el subgénero que llamaremos RUMBAKALAO, que buscaba acercar la rumbita a terrenos más contemporáneos. Dicha variedad se caracteriza por dos variantes sobre el género madre.
1. Que los éxitos del grupo fueran a base de versionear las canciones pop que más pegaban en el momento. De igual manera que el había versionas bacalao y remezclas techno de estos éxitos, ahora también las había en plan rumba.
2. Que, en ese espíritu moderno que les llevó a elegir dichas canciones. mezclen por igual bases y arreglos rumberos con otros más propios del techno pop o el bacalao.


Ante las oleadas de britpop y grunge y su seriedad e impostura, reacciones como estas eran necesarias y liberadoras. Y los dos grupos que mejor practicaron dicha tendencia y más éxito consiguieron fueron Los Sobraos y Sándalo. Prácticamente fueron los únicos en grabar más de un single y tener éxito en las listas. La mayoría de grupos optaban por adaptar temas clásicos, como Los Rolin, que se marcaron un disco entero de covers de los bitels… Ellos, sin embargo, adaptaban los hits del momento, principalmente temas techno pop. Por ello son los más virueteros de la hornada y de los que hoy hablamos.

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Hasta el buscador de Google le ningunea

 

Pero parémonos un momentito a analizar a otro precursor de la fusión entre techno garrulo y rumba. El genial Azuquita. Su figura, a pesar de su importancia para la música mundial, es ignorada y ninguneada por los melómanos. Para empezar el creó el término Rumbakalao, siendo el primero en entender el potencial de la fusión. Azuquita, gitano de nacimiento y juerguista de profesión, cantaba y triunfaba en las bodas, bautizos y festejos familiares y, como cualquier joven, salía día sí día no de juerga con sus compadres. Fue en una de esas salidas cuando se le encendió la bombillita. Esa canción que sonaba machacante, que decía “Esta sí, Esta no”… tenía un potencial enorme, sobre todo etílico.

 

Así nació el Así me gusta a mí, versión rumbita, que pilló a todos con las bragas bajadas. Un ritmo menos estridente, más tradicional, y cantado con acento netamente ibérico. Arreglos de palmas, guitarras flamencas….. La cosa no se quedó ahí: Azuquita vio necesario introducir una estrofa, elemento del cual carecía la canción original, para hacerla más entretenida y “rumbera”: “Hay un instrumento que suena muy poco, pero cuando suena suena poderoso”.

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¡Rise from your grave!

Su siguiente hit se llamó precisamente Rumbakalao. Nuestro amigo era consciente del potencial del género que él había creado. Por si fuera poco,fue elegido para publicitar la programación estival de TVE: “Si estás en la playa, o en el trampolín, aquí en La primera, Pensamos sen ti… En la primera, eh, eh, a tu manera, eh eh”. Pero el single fracasó, y al igual que Von Trier abandonó el movimiento Dogma, Azuquita abandonó la corriente artística que había ayudado a crear. El verano siguiente atacó con Oye morena, trabajó con Celia Cruz y que en el 2000 volvió con un temazo llamado Gorilón que no tuvo, desgraciadamente, la repercusión que merecía.

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Pincha para bajarte el disco de SANDALO

 

SANDALO

Esta agrupación madrileña creada rebufo de Los Manolos, aún no presentaba unas bases electrónicas tan marcadas, pero sí se acercaban en algunas canciones al dance o el house. Su único CD es una instantánea del panorama musical mainstream de una época. Allí se dan cita, amigos, versiones de los temas más radiados de 1993. El grupo se dio a conocer con su versión de Snow, Te informo, que consiguió triunfar en las discos gracias a su apareición en LO MAS DURO 1993. Eso sí, el tema no informaba de absolutamente nada, como las noticias de la tele. El rasgo diferenciador de Sándalo sobre otras bandas radicaba en que ellos adaptaban al castellano las letras, y prescindian del guachoni guachonei que tanta risa daría a los que trabajan en programas de zappin caso de que les diera por revindicar el movimiento.

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¿Es o no es arte pop el rumbakalao? 

Con el éxito del tema llega el disco, y la banda demuestra su buen gusto versioneando no un tema, sino DOS de Ace of base, los dos mayores pelotazos del genial grupo sueco. All that she wants se convierte en Desnúdate: “Desnúdate, y hagamos el amor, que ya no aguaaantooo”. The Sign, ya de una manera más cabal, se convierte en La señal. Este tema, por cierto, parece arreglado directamente sobre un midi de la canción original. Por su parte, Two Unlimited veían su Tribal Dance reconvertido en Salir de marcha, que, para que nos vamos a engañar, va casi de lo mismo: “Salir de marcha, es la revolución.

 

 

No acaba ahí la cosa, a Whitney Houston (pincha para oirla) también la reforman un tema, su abominable canción de El guardaespaldas: yo me quedo con la versión de Sándalo, desde luego. Y el Give it up de Cut’n’Move es rebautizado como Únete, tema que debiera ser radiado por cualquier secta o congregación religiosa para captar más adeptos y que en mi casa ya cantamos así: “únete, únete a UGT”. Los madrileños también se animaron a meter un par de temas propios, para demostrar que, ante, todo, eran artistas: de ahí su medley Un poquito de compás, donde revisitaban Macarena, Achilipu, Toma que toma, y muy acertadamente, Ay Alvariño, de Lola Flores, precedente del rap hispano. El otro tema Señor, Ay que dolor, es también genial.

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Los eternos derrotados en los premios Amigo

 

Sándalo aún sacaron un single más, una adaptación de “I like to move it” retitulada “Me gusta que lo muevas”. Desgraciadamente para ellos, otra cover del mismo hit, con tintes latinos y retitulada Me gusta el mueve mueve les robó el éxito . Hoy todavía sigue en activo,lo que hace que aún tengamos esperanzas de escuchar éxitos de hoy nonainozados. ¿No les encantaría escuchar los éxitos de Beyoncé en este peculiar estilo?

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La inflación, el paro y la vivienda

 

LOS SOBRAOS

El grupo que, siguiendo las influencias de Manolos, Azuquitas y Sándalos sí que creo un nuevo estilo, y el 95% de su obra sí que se encuentra totalmente en las coordenadas del Rumbakalao.
La banda andaluza estaba formada, en principio y según las fotos, por tres o cuatro elementos, aunque no descartamos que en realidad fueran trece o catorcer, a juzgar por el mogollón que montan y la de voces que se oyen, y que no cupieran todos en la foto. Por supuesto, en esa jarana radicó parte del éxito: los grupos de jóvenes ebrios podían confundir sus voces con las del grupo original. Si en la grabación sonaban un par de docenas de hombres, en la caseta de la peña Los grillaos no iban a ser menos. Y ahí los teníamos, imitando al grupo perdidos en la polvareda levantada en el recinto ferial y entre orines, olor a fritanga y vasos de minis tirados por el suelo ¡Y a pasarlo bien, que estamos de fiestas!

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Su primer disco, Rumbamola, (pincha para descargar), de 1995, es una piedra angular del género. El disco se abre con su mayor éxito: Quiero verte, una versión del dúo Ray, una de esas bandas que buscando parecerse a Depeche o a Pechos Boys acababan sonando más a Modern Talking que otras cosas. Quién no haya cantado a grito pelado en una disco o concierto lo de QUIERO VERTE, QUIERO VEEEEEEERTEEEEE, QUIERO VERTE-E es que no ha tenido vida, y probablemente tampoco sabe lo que sea amar, sufrir, disfrutar de la sonrisa de un niño o de un vaso de leche con Colacao y Cheerios. Lógicamente, nadie recuerda la canción original, de hecho para mi ni existe. Solo me interesa la de LOS SOBRAOS.

A continuación nos encontramos con una cancionaca: su cover de Zombie de The Cranberries: inyu jeeeeeeee, inyu jeeeeEeE. La banda añade una base a base de bombos estridentes, con lo cual da al tema pinceladas de dos colores: el calorro y el bakalaero, creando un fusión de estilos autóctona y única que no se repitió en ningún lugar del mundo. Fenomenal para sonar en cualquier discoteca según se aproxima la hora del cierre.
El festival continúa con tonadas de todo tipo y condición, compuestas principalmente por agrupaciones technopop, como Amor de Ray (¡otra vez!), Historias de amor de OBK, o No volverá, de otro grupo de la época, Santuario, al igual que pasa con Autismo, de Éxodo (¡anormaaaaaaal!). Pero también rescataban temas de unos añitos, temas como No mires a los ojos de la gente (Golpes bajos), A quién le importa de … ella. ¡Y hasta Lobo hombre en París, de La unión. ¡Que pena que no se atrevieran con el Deseo más y más! No hay suficientes versiones Rumba de La unión. Wally, TheSlayer y yo mismo se lo agradeceríamos.

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Representando la dualidad payo / gitano.

 

No dejemos de destacar su magistral reinterpretación de Se fue, una canción de Laura Pausini que es casi imposible de mejorar pero que hacen suya de una manera brutal. Casi hace que les perdonemos versionear Es por ti de Cómplices. Casi. Porque al oirla una se acuerda de la original, y eso sí que es crueldad. Y en el archivo histórico de Zaragoza creo que no pone nada al respecto.

 

En 1996 atacan de nuevo con su disco homónimo, Los sobraos (pincha para bajarlo) con una espeluznante versión de Wonderwall de Oasis que debería sonar aún hoy en Kiss Fm en lugar de la original de os hermanos Gallager. El pop español sufre de nuevos a sus manos, rescatando el grupo el Al salir el sol de La guardia o incluso Veneno en la piel de Radio Futura. Pero el gran éxito de Los Sobraos durante ese año vendría de la mano del pelotazo titulado Sorpresa sorpresa, tema que servirá de sintonía al programa homónimo de Isabel Gemio de Antena 3, y que describía mucho mejor el tono dramático festivo del show en el cual en cualquier momento conocías a tu prima perdida de Paraguay o Kevin Costner te dedicaba unas palabras desde un gigantesco videowall. Y mientras sonando aquello de “Acompañameooo, te sorprendersssss”

Otros temas destacados sería, atención, su versión de Que fantástico, de Eros Ramazotti, o el tema “instrumental” Infinity, un clásico de los megatrones de la época que, al no tener letra, propulsó que el arreglo principal de teclado, que llevaba el peso de la canción, fue “nainonainozado” por ellos. Muy acertadamente, añadimos, visto el resultado. Porque todos lo cantábamos así. Por último, un par de horteradas recuperadas: Fiesta de Rafaela Carra y El Bimbo de Geordie Dann que ya denotaban una huída de la exitosa fórmula electrónica del primer álbum.

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Ni la piden ni la dan.

 

Desgraciadamente para el 97 el grupo se ha aburrido de las adaptaciones y presenta un nuevo trabajo donde se ponen a componer temas propios, por lo cual dejaron de interesarme y hacerme gracia. En el 99 retoman la actividad versioneadora, pero ahora de bandas como José El Francés o Navajita Plateada, con lo cual el shock de ver temas netamente op “aflamencados” se perdía. Entre eso y la posterior aparición de la rumba sosa contemporánea de Estopa y Melendi, el grupo cae en el olvido…. Aun siguen en activo y sacando discos, y si pasan por su pueblo, no duden en acudir y canten con ellos. Se lo pasarán de miedo, compadres.

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Mira que hay canciones para versionear y tuvieron que hacer el puto Yellow Submarine. ¡EH!

 

Y así murió casi el género, al menos la parte que me interesa a mí: la de las versiones rumbakalaos. Me da bastante pena que, en el momento de auge del subgénero, nadie se animara a realizar alguna versión rumbakalao de un tema de Take That, East 17 o Aqua. Quizá alguno de los grupos ignotos, de los que sacaban verdaderos cassettes de gasolineras (no, el 95% de esas fotos de discos bizarros de tu powerpoint no provienen de cassettes y mucho menos de gasolineras), realizase alguna cover. Por hoy, baste este sentido tributo para poner en su sitio a pioneros que osaron mezclar géneros y estilos con los espectaculares resultados que hoy escuchan. Eso sí: prometo investigar en el asunto, y descubrir a más practicantes del Rumbakalao. Total, ya metido en la mierda que más da mancharse los codos.