Si hace unos años me dicen que acabaría escribiendo un artículo sobre Songoku en una web como Viruete.com les habría respondido con la mítica frase de Arnold: “¿De qué estás hablando?”. Pero así es amigos. La vida da muchas vueltas y tal vez con algún propósito o algo. Lo que trato de decir es que yo ni siquiera era muy seguidor de la serie en su día (yo era más fan de Campeones), pero por algún capricho del destino, estaba escrito que tenía que hablarles de esta película, que pude comprar en mi adolescencia por mil pelas en un mercadillo y no me llegué a pillar por vergüenza ajena quizás. O tal vez porque lo había agotado todo en cómics de Spiderman, que también puede ser.

 

 

En cualquier caso, para remediar uno de los dilemas de mi vida (¿qué hubiera pasado si hubiera comprado aquella cinta? en plan What if) he conseguido hacerme con una copia de Dragon Ball: La magia comienza, la mítica película con actores de carne y hueso sobre Bola de Dragón que seguro muchos de ustedes ya han visto. Yo por fin lo he hecho paso a contarles que tal está la cosa.

Tengo que aclarar que a pesar de no ser muy seguidor, conocía la historia de Goku y sus amigos al dedillo, tanto por la serie de tv como por los cómics que mi hermano aún conserva. Por eso tal vez me esperaba otra cosa. En realidad no importa lo que esperara, la película rompe todas las expectativas que uno pueda hacerse antes de verla.

Para empezar, la película es china y Akira Toriyama no vio ni un duro en derechos. Claro que es una adaptación bastante libre salvo Goku, no se respeta ni un solo nombre original de los personajes (al menos en la traducción), y hay muchas “licencias” respecto a la serie original. De hecho, a veces hay que hacer un alarde de imaginación para saber quién es quién.

Os preguntaréis si el argumento versa sobre las bolas de dragón y demás. Pues sí, claro, eso sí, pero vaya, aquí no hay ejército de la cinta roja, ni campeonato de artes marciales, ni aparecen las cápsulas de Bulma, ni hay un Pilaf, ni un Piccolo

Por lo pronto, Goku aparece con su abuelo (una mezcla entre Robin Williams y Leonardo Dantés), que es el que le enseña las artes marciales, a volar y toda la pesca. Sorprende que Goku parezca un sobrino de Farruquito o algo así, por su peinado a la moda. Por otra parte, sí que dispone de su famosa vara que se alarga y su traje anaranjado, aunque tal vez el actor es un poco mayor para el papel.

De todos los personajes que aparecen (que no son muchos) el mejor conseguido es el de Bulma. De hecho, su encuentro con Goku sí es fiel al original (ella casi lo atropella con su jeep y él piensa que el vehículo es un animal). Bulma es bella y aventurera, y muy parecida físicamente a su dibujo.

En la película también aparece Mutenroshi, Yamcha (otro con estilo Farruquito pero a este lo llaman “guapo”), Ulong y poco más. De ellos, el único que conserva un nombre parecido es el maestro tortuga, con una gran caracterización si no fuera porque se nota mucho que se trata de un joven disfrazado de anciano.

El malo de la película es un tal Rey Cuerno, clavado al demonio de Legend, pero en azul, y bastante ridículo. Busca por todo el planeta las famosas siete bolas mágicas para invocar al dragón y pedir un deseo, y no dudará en arrasar ciudades enteras para conseguir su propósito. De hecho, la película comienza con una exhibición absolutamente gratuita, un cúmulo de explosiones que ni el Bush de vacaciones en Bagdad, oiga. Una pobre niña llora desconsolada la pérdida de todo su pueblo (incluidos sus padres) a manos de los secuaces de Rey Cuerno, unos malvados más horteras que un videoclip de Stryper, una mezcla de Mad Max y los tipos aquellos que acababan con los Critters. ¿Y todo por qué? Para conseguir una dichosa bolita con estrellitas.

La misma excusa utilizará el malvado Rey azul para secuestrar al abuelo de Goku y robarle su bola mágica, cuando el joven niño-mono ha salido a cazar cocodrilos en solitario. Confusa escena esta del cocodrilo, nos recuerda a aquel momento de Ed Wood en que Bela Lugosi tiene que combatir contra un pulpo mecánico sin motor. Vaya, que el cocodrilo es más falso que el de los estudios Universal.

Uno de los aspectos más llamativos del film es lo sumamente cutre que aparece todo. No me refiero a los efectos especiales (que vienen a ser dibujos animados chapuceros) sino a lo pobre que se ve el pueblo que arrasa el Rey Cuerno, la selva donde Goku encuentra a Ulong, el bosque donde se oculta Yamcha… Las localizaciones son una mezcla entre una aldea vietnamita que no sabe que la guerra terminó y las zonas marginales de Alcalá. Vamos, que la película debió tener menos presupuesto que las primeras maquetas de Camela.

Volvamos al argumento, que nos perdemos. Habíamos quedado en que el Rey Cuerno había conseguido una bola mágica arrasando un poblado, otra secuestrando al abuelo de Goku, por lo que sumando las que ya poseía , tiene en su haber cuatro bolas mágicas. Está por tanto cada más cerca de su objetivo.

Ni que decir tiene que el resto de personajes se encuentran de un modo fortuito. Bulma, con su famoso radar se encuentra con Goku en pos de su bola, y al conocer que los malos han secuestrado a su abuelo se une al joven Farruquito para ayudarle. En su periplo coinciden con una especie de hombre-cerdo negro que persigue lujurioso a una mujer por la selva, y Goku se enfrenta a él. Resulta ser Ulong, que tiene la facultad de convertirse en todo tipo de seres vivos, más que nada en animales. Tras vencerle en un esperpéntico combate, el hombre cerdo (que en su apariencia humana es aún más feo) se une a la aventura. Por cierto que es gracias a Ulong por lo que llegan a mencionarse los orígenes primates de Goku, que en una escena se reconcilia con sus hermanos, los chimpancés.

Más adelante el grupo se encontrará con Yamcha, un valeroso caballero algo desconcertante. En un primer momento parece una versión apocalíptica de Harry el Sucio, y cuando se quita su disfraz de cowboy, va vestido con una especie de traje de superhéroe blanco y dorado, con capita ridícula y todo, a medio camino entre Shazam y Elvis Presley. Yamcha y Goku protagonizarán algunas de las escenas de peleas míticas del film, con saltos espectaculares, coreografías que ya querría Matrix, persecuciones caminando por muros, patadas, puñetazos, posturitas…

Yamcha es fuerte y valiente, tiene una cacatúa que habla y una bola mágica, va armado con una espada (que se nota mucho que es de cartón, como las que venden en las ferias), pero tiene un defecto: como algún lector de la web, tiene miedo de las mujeres. Por eso, cuando la bella Bulma se fije en él y realice un acercamiento, huirá por piernas.

Total, que a lo tonto ya casi han hecho acto de presencia la mayoría de personajes principales de los primeros capítulos de Dragon Ball, salvo Krilín, tal vez porque no encontraron a ningún oriental sin nariz.

Como Los siete magníficos (aunque son tres), Goku, Bulma y Ulong harán piña en torno a la niña del principio, que les cuenta que la única persona capaz de vencer al Rey Cuerno es un tal maestro Tortuga. Ulong enseguida recuerda que el tal maestro vive en una isla perdida y sin saber muy bien cómo, se agencian una lancha motora y hala, a visitar al viejo. Curiosamente, esta conversación, que se produce al calor de una hoguera, la escuchan tanto Yamcha como uno de los malos, una mujer que se llama Malicia, que parece escapada de un videoclip de Billy Idol.

Por tanto, el ambicioso y combativo Yamcha, recuperado del impacto de ver a Bulma, se dirige igualmente a la isla montado en una moto de agua, al mas puro estilo Mitch Buchanan, y me temo que los malos, antes o después, también lo harán.

El personaje del Maestro Tortuga es tal vez el más carismático de todos. Su ridícula apariencia, sus divertidos bailes y sobre todo, su obsesión con las mujeres, lo convierten en el más llamativo de todos. Algo lógico, teniendo en cuenta que en la serie ya era uno de los más queridos.

El primero en llegar a la isla es Yamcha, que enseguida luchará con el viejo, al confundirle este con un ladrón. Poco después aparece la lancha con el resto, y el viejo enseguida se ciega con la belleza de Bulma. Y aunque parezca mentira, hace su aparición otro elemento de la serie original…¡¡¡la nube kinton!!! que si recordáis, sólo podrá montar alguien con el corazón puro. Ni el viejo tortuga (obsesionado con el sexo, como Michael Douglas ), ni el envidioso Yamcha logran subirse a la cutre-nube con éxito (sí, de nuevo, un dibujo animado): sólo Goku-Farruquito lo consigue, sólo él es más inocente que Fresita.

Cuando nuestros amigos se enteran de que el Maestro Tortuga tiene una bola mágica, Bulma enseguida tratará de negociar con él. Y podéis imaginar lo que querrá a cambio Mutenroshi: pues sí, un top-less de Bulma. Ella está dispuesta a hacer el sacrificio, pero tiene un plan mejor: que sea Ulong quien tome su apariencia y le haga el striptease al viejo, que no notará la diferencia. Así lo hacen, y como Ulong hace bien su trabajo, no sólo se convierte en Bulma, sino que además se aumenta el pecho, para hacerse más atractiva. Delirante la escena del baile “sensual” de la falsa Bulma y el viejo cachondo, previo a la escena del destape, que hoy sería censurada por pedófila.

Enseguida, las hordas del Capitán Cuerno invaden la isla bombardeando la casa del viejo y todo lo que encuentran a su paso. Tras dejarlo todo hecho unos zorros, roban las bolas mágicas de Yamcha y el viejo y se largan. Afortunadamente, nuestros amigos salen ilesos de la batalla.

Sólo queda una bola mágica por aparecer, que descubren finalmente que la tiene… ¡el mentiroso Ulong! Y es que curiosamente todos los personajes de la película tienen una dichosa bolita. Prestos a recuperar lo que es suyo, Goku y sus amigos deciden unirse para atacar a Rey Cuerno, que ya está bien..

Armados hasta los dientes (Ulong por ejemplo hace su entrada disfrazado de Rambo), y haciendo uso de poderes y talentos, el peculiar grupo de héroes entran en los dominios del malísimo, venciendo todo tipo de enemigos a su paso. Después de acabar con gran cantidad de villanos, encuentran al abuelo de Goku y lo liberan. Pero cuando se las prometían muy felices, aparece el Rey Cuerno, lanza unos cutre-rayos… y ¡¡¡ revive a todos los habitantes muertos del pueblo del principio!!!, dominándolos a su antojo y dirigiéndolos contra los héroes. Es una escena 100% George A. Romero, decenas de zombies rodeando lentamente (no como en El amanecer de los muertos) a nuestros amigos, hasta que Goku tiene la feliz idea de llamar a su nube mágica y escapar. Un golpe certero a Rey Cuerno basta para deshacer el hechizo.

Y por fin, la batalla final, todos contra Rey Cuerno. Uno a uno, todos lo van intentando: Goku, Yamcha, Ulong… sin éxito. Sin embargo, cuando Mutenroshi se entera de que el Rey guarda las seis bolas mágicas en su estómago, tiene una gran idea: mediante sus poderes (en el film no se pronuncia la palabra “onda vital”) y la ayuda de la vara de Goku, consigue que el Rey se trague la última bola, la de Ulong, por lo que el villano explota en mil pedazos.

Como es lógico, aparece el dragón mágico y les pide un deseo. Todos quieren hablar, como en los comentarios de aquí, pero es la niñita del principio la que se lleva el gato al agua. Sorprendentemente su deseo no es la reposición de Sensación de Vivir o un artículo sobre A.O.R en esta web, sino resucitar a todo su pueblo, que todo sea como antes, etc, por lo que todo acaba bien.

La última escena presenta a los eternos rivales, Goku y Yamcha batiéndose en duelo, acabando en un plano congelado, al más puro estilo Equipo A, con una extraña canción sonando de fondo. A saber que dirá la letra.

Ignoro el éxito de esta extraña producción, pero imagino que los fans de Dragon Ball no acabaron demasiado satisfechos en su momento. Porque seamos sinceros: la película es muy divertida, sólo por el hecho de ver las pintas de los personajes, los cutre-efectos, los bailes del maestro Tortuga o las ridículas peleas, merece la pena verla. Sin embargo, un fan de Dragon ball exige un guión más fiel, un Songoku más divertido (este es demasiado serio), y por supuesto, un villano a la altura. Por no hablar de las ausencias, que son muchas, aunque hay que entender que la serie original era muy larga, y repleta de personajes. Para consolarse, los seguidores han puesto sus esperanzas en el rumor de que los americanos van a hacer una trilogía cinematográfica de la serie, con algunos actores de renombre, más o menos. Claro que teniendo en cuenta la credibilidad de los últimos rumores difundidos por internet, casi mejor no hacerse demasiadas ilusiones. Seguiremos atentos a nuevos acontecimientos.

 

Y no se pierdan el surrealista mensaje tras los créditos, donde si insta a los chavales a que hagan caso a sus padres y se laven los dientes. Buena intención no les faltaba, como ven.