No me canso de leer “Y: El último hombre”, una de las sagas más divertidas y sorprendentes que podéis encontrar ahora en las tiendas. Tiene un poco de superhéroes, un poco de rollo romance, apocalipsis, ciencia-ficción… lo que se os ocurra. La trama comienza el día que mueren todos los machos de la Tierra excepto el protagonista Yorick y su mono Ampersand. El artífice de este despropósito responde al nombre de Brian K. Vaughan y le ha ayudado en los pinceles Pia Guerra. Supongo que hasta aquí no os cuento mucho nuevo.

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La cosa es que esta semana han anunciado en la revista Variety que le han encargado una película sobre este argumento al señor D.J. Caruso sobre un guión de Carl Ellsworth. Como protagonista suena con fuerza el nombre de Shia LaBeouf, el pimpín que protagoniza Transformers. Y como no podía ser menos, dudo entre empezar a dar palmadas con las orejas o echarme a temblar, porque toda adaptación supone un riesgo.
Ya sobre el cómic, os comentaré para los que no lo conozcáis (¿qué hacéis ahí? ¡Id raudos a comprarlo!) que tiene varias subtramas. Por un lado, está el argumento global de ¿qué hacemos en un mundo en el que los que parten el bacalao son los hombres y casualmente se nos han muerto todos? A mí me fascina porque si lo piensas fríamente los mandamases son hombres, los actores que más cobran son hombres, muchos, muchísimos músicos son hombres… Y un buen día simplemente no están ahí.
El mundo se tiene que reiniciar, en una sociedad en la que sólo hay chicas (niñas, mujeres, ancianas y los transexuales que evidentemente no pueden cambiar su ADN por mucho que tengan pito postizo). Surge una banda (en realidad son varias, pero para entendernos) de amazonas, que como las de la antigüedad se queman un pecho y van por el mundo no tengo muy claro haciendo qué, mientras Yorick, su mono, una espía y una doctora se cruzan el mundo en busca de la respuesta a por qué ambos son los únicos seres con un cromosoma Y que han sobrevivido a la hecatombe.
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¡Lo que vosotros pensábais!

Los chicos seguro que estaréis pensando que Yorick lo tiene súper fácil para mojar todos los días, pero lo cierto es que las maneras de ocultar que es un hombre son uno de los argumentos más recurrentes (por todo aquello de que no empiecen a hacer experimentos con él).