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¡POR FIN! El Virupodcast vuelve con un programa tan entrañable como descojonante, uno de los mejores en estos casi 14 años de podcast. Tres hermanos, entre los 41 y los 26, se sientan a hablar de los juguetes que más les marcaron, los que nunca les trajeron los reyes y aquellas revelaciones con las que acabaron jugando más. Transformers, muñecas, Furbys, consolas y juegos de mesa que acabaron generando coñas familiares que perduran DÉCADAS después de su momento de gloria.
Las cosas de ser familia numerosa: El Superagente 86, Mrs. Hardita y un servidor compartieron residencia y juegos durante muchos años, algunos siendo ya adultos.
Pero SABEMOS que esto no es cosa nuestra. Que vosotros también teníais universos montados en torno a vuestros juguetes parecidos. Que hicistéis cómics de los Action Man, que jugábais a Sensación de Vivir con vuestras muñecas, que sentábais a vuestros Pokémon a comer con vosotros y que os flipastéis con algún juego de la Play que nunca pudistéis tener. Queremos que nos contéis vuestras peculiares mitologías y por qué os traumatizaron tal o cual juguete.
¡Que lo disfrutéis!
Por culpa del Risk
Había dos chavales de mi barrio que eran súper amigos. Cuando teníamos 11 o 12 años quedamos una tarde en casa de uno de ellos y sacaron el Risk. Yo no tenía ni puñetera idea de jugar así que jugaron ellos dos mientras yo trataba de entender las reglas.
Total que se pelearon a muerte por no sé qué del juego, primero se liaron a insultos, luego a bofetones y finalmente a patadas. La cosa terminó a guantazos en la calle y desde aquel día dejaron de ser amigos. De hecho hoy por hoy ni se dirigen la palabra y yo creo que ya no saben ni por qué.
Joder, menuda movida. Por un puto Risk, además!! No lo merece!
Joder, menuda movida. Por un puto Risk, además!! No lo merece!
En mi caso arrastro un pequeño trauma por una Navidad en que los Reyes Magos no cumplieron mi anhelo de tener a Tozudo. Podría comprarlo ahora pero no confío en que eso cure mi herida. La canción del final animó mi día ayer. Gracias!
Aquí igual, el Tozudo tampoco lo tuvimos y lo que nos gustaba!
Aquí igual, el Tozudo tampoco lo tuvimos y lo que nos gustaba!
Un clásico de la Navidad que no debería faltar ningún año.
¡Muchas gracias, Viru!
Gracias a ti por estar ahí todos los años!
Bien Viru bien.cumplistes lo prometido y aquí estás de nuevo.Dijistes que habría sorpresas y llegaron.A tope con el 2020!!!
jajaj ves? 🙂 Gracias por escucharnos!
¿Ves? Gracias por escucharnos! A tope con el 2020!
Indispensable el podcast de juguetes, Viru. Mis preferidos eran todos muñecos de acción. He-man, Gijoe, etc… Y los que siempre quise y nunca tuve fueron los de Secret Wars. Para compensar, les hice disfraces a los clicks de Playmovil. Mis preferidos eran la Patrulla X. Hasta las garras le hice a Lobezno. Sigue así, Viru. Creo que somos muchísimos los seguidores que estamos atentos a todas tus creaciones. Un saludo.
Muchas gracias, Sergio.
Yo creo que también jugaba a Superhéroes con los clicks. Desde luego tengo claro que jugaba con que unos eran, atención…. ¡Power Pack!
¡Qué míticos los Power Pack! También me encantaban los muñecos de Pressing Catch. Y, a pesar de su simplicidad, los sobres de Monta-Plex y Monta-Man.
Lo de hacer superhéroes con playmobils o airgamboys es un clásico, yo incluso me hice con airgamboys personajes de la maquina arcade de Superman!
La muñeca repollo!!!!!! La quería y nunca me la trajeron! Me tuve que conformar con su versión enana en plástico…. Aún la tengo!!!!!
En mi caso, combinaba varios tipos de juguetes. Quiero decir : Yo era de los Másters del Universo a muerte. Y como no era posile tener todas las armas y vehículos, pues se las fabricaba yo. Las armas y armadura,con el Tente. Y una caja de zapatos la convertí en un vehículo realmente chulo. Con sus ruedas (De Tente), su garfio con cuerda, su parabrisas frontal…E incluso fabriqué un circuito eléctrico con una pila de petaca para que tuviera luz 🙂
Muchas gracias por el podcast. Es como el turrón Suchard : LLevamos un año esperándolo.
Me he ido dejando el programa porque para mí esto es algo especial; así que en casa de mi familia, y aprovechando que era Reyes, de noche, me puse el trozo que faltaba. Ya había escuchado la mayor parte, metido en la cama, con la luz apagada, como debe de ser. Recuerdo aquella experiencia maravillosa oyendo los podcast de las recreativas y del del videoclub en la cama, con los cascos en aquella casa que alquiló mi familia por una costa de turistas ingleses, con aquella sicofonía de fondo que tenían los primeros programas. ¡Deberían retomarla! Anda que no me ha gustado éste, con el «tresero», la Phillips y su club de videojuegos…
Para mí los juguetes son algo muy especial en mi vida. De 3 a 6 años fueron mis mejores años y yo era un auténtico loco de los muñecos, para mí suponen mucho. Conservo todo y lo poco que se me perdió en aquella época lo perdí en el mismo momento. Eso sí, todos tienen las piezas intercambiadas, yo he sido muy desastre en eso. Un Power Ranger podía estar en un garaje, y un garaje en el culo de un Power Ranger. Con los clicks, ese defecto se multiplicaba.
Los Action Man eran lo mejor, y aquí entraría en juguetes que tuve y no tuve. Valían carísimos, pero todos y cada uno de ellos eran geniales. Recuerdo el folleto de publicidad, lleno de muñecos carísimos que sólo tocaban en una ocasión especial. Cuando cumplí 4 o 5 años, me llegó el primero, el policía con su perro. Me dijeron que ya era «mayor» para tener un Action Man, así que imagínense mi alegría al ver aquello… yo estaba loquísimo por ellos. Ahora me doy cuenta que eran como GI Joe: cada uno venía con una tarjeta identificatoria, y había de todo-el empaquetado, naranja y negro, las ilustraciones y la imaginería son los 90s. Unos muñecos enormes y ligeros, resistentes, preciosos, muy poco reivindicados. En aquel folletín había una nave negra con forma de pirámide, enorme, que era el último muñeco que salía, así que era como el malo final del manual: no entendía muy bien qué accesorios tenía, o qué era, pero era gigantesca y no dejaba ver bien qué había dentro-ese era inalcanzable, pero luego estaba el Dr. X, con un casco y cuernos, una mano transparente verde y armas macarras; un esquiador con un perro blanco enorme y aunque parezca mentira, entre tanto muñeco exagerado, el otro que me gustaba era un astronauta. Sí que tuve versiones posteriores del Dr. X, el primero de los pocos que conservo enteros, que lanzaba una bola enorme de demolición por su brazo-catapulta, y otro que disparaba misiles por el brazo… El Tozudo que tanto mencionan tenía unos accesorios del tamaño de los muñecos esos, así que valía el doble. Si todavía no lo tiene, no va a fallar, es muy divertido.
Luego con 6-10 años vi muchos AM en las jugueterías que podía ver una vez, engatusarme, y adiós. ¡Coparon las jugeterías y era algo exagerado en esa época! El Dr. Gangren, que me volvió loco y jamás tuve, con un torso que al apretarse se ponía de color verde y convulsionaba; un Action Man con un cañón enorme en la mano de estos que giran con muchos agujeros; y, el mejor, y que aunaba dos conceptos, el de juguete y el de esos robots que están en un tablero y tienen mandos con los que se golpean. Era un samurái con un paquete en la espalda en el que llevaba cuatro espadas. Dos de ellas se podían sacar, pero había dos empuñaduras fijas que servían como botones para que moviera las manos y las piernas. Claro, podía bien dar golpes de kárate o usar una de las espadas ¡Una pasada! ¡Era como un videojuego, pero real!
Apuntar que yo aparte de pedir un millón de pesetas también pedí la famosa Pokédex (anunciada por un «niño» de 18 años vestido como Ash) para recibir un libro con la forma de la misma que resumía la serie. Muy grandes los Reyes Magos, gastando bromas «por un abujerito» por el que me veían. Y más, yo llegué a tener el juguete más loco de la historia, un Bart Simpson radiocontrol de 4 metros, cuando me dio la fiebre de los Simpson y Bart era el que más molaba porque hacía skate y multiplícate por cero niñato del metro de Valencia.
¿Comooooo? ¿Que Lord Viruete y el SuperAgente 86 son hermanooooos? iEs una maniobra publicitaria! iSe han cargado la continuidad espacio-temporal de esta web porque quieren hacer la peliculaaaa!
LOL. No, muy entrañable. Yo le metia a los Masters, a los Playmobil, a juegos de mesa (el Cruzada Estelar me parece muy mitico)… como era el pequeño de tres acababa heredando todo. Y aqui seguimos, maldita sea.
Gracias, familia Viruete, por traernos este clásico de las navidades un año más. Me ha encantado el universo Furby, da para un podcast entero, normal que se os fuera de tiempo.
Aquí un servidor el juguete que se cansó de pedir y nunca le trajeron fue el Scalextric. Creo que es bastante común entre los de mi generación (entre Jose y el Superagente), y conozco a unos cuantos que se lo han acabado comprando «para sus hijos».
Juguetes favoritos recuerdo unos cuantos, pero hay uno que llevo años buscando el nombre y no hay manera. Era una especie de pirámide con peldaños en la que colocabas una canica, y con un botón que metía aire estilo fuelle, levantabas una solapa que había en cada escalón y movía la canica un escalón más arriba. Se podía jugar a hacer carreras (tenía dos botones y dos escaleras que iban dando vueltas y acababan en la punta de la pirámide), y las canicas eran roja y azul.
No sé si algún alma caritativa sabe de lo que estoy hablando, pero me encantaría recordar el nombre (por alguna razón me suena que era un término militar, y/o quizás alemán, aunque lo mismo eso lo he soñado).
En cualquier caso, feliz año nuevo y no dejéis nunca de hacer este podcast, aunque sea el único del año.
P.D.: «Lo mismo, pero en robot» es la frase del año, y sólo llevamos una semana XD
Muchas gracias por no dejar de sacar podcasts, los vuestros siempre son especiales y este se me ha hecho cortísimo. Que tengáis un 2020 estupendo <3
¡Oño, solo ahora me entero de que sois hermanos!