Generaciones venideras no sabrán lo que es la Carta de Ajuste, la Cara B o cualquier parvada de las que reivindica el seguidor medio del Reno Renardo. Y créanlo o no, les dará exactamente igual, por eso en Viruete.com siempre intercalamos temas, porque si nos anclásemos en «Qué nostalgia, el Equipo A», estaríamos firmando nuestra propia declaración de caducidad.
Pero si hay algo que asombrará a los jovenzuelos del futuro no será que cuarenta años antes se utilizara una técnica primitiva denominada «rebobinado» ni que Cinecutre.com tuviera alguna vez redactores buenos. Lo que les parecerá increíble es que hubiese un tiempo en que la pornografía era de pago. Y las batallitas tipo «Yo en la mili me lo pasé de puta madre» darán paso a las desopilantes historias de cómo el abuelo se las ingeniaba para conseguir porno siendo menor de edad, en la era en que «hacer click» era jugar con los playmobil.
El Porno y la Infancia: interacción y propuesta
Cuando era pequeño, el mismo amigo que me descubrió a Los Tres Investigadores tuvo a bien confiarme un secreto: en la cama, los mayores metían la cola en el chocho. Así de crudo y explícito, impensable para un cerebro que todavía creía que los Reyes Magos existían y que Los Aurones era una serie buena. El caso es que tiene su gracia que la mente de un niño, cuyo instinto le lleva a meter cosas en agujeros (enchufes, principalmente), nunca se huela por sí solo que la diferencia púbica entre niños y niñas no es por un cruel capricho de la naturaleza.
La primera fase, rechazo y negación, daba paso a la natural curiosidad. Lo primero que uno se planteaba era que a la mujer le debía de doler. De hecho, ese razonamiento traumático es el que de mayores nos lleva a la obsesión por meterla en otros orificios. Después, claro, uno se pone a decírselo a todo el mundo y la noticia se extiende como la peste, poniendo en apuros a gran número de padres al ser sometidos al interrogatorio filial. Porque lo más normal es preguntar a tus padres si ellos lo han hecho alguna vez, y más aún, si todavía lo hacen.
Más tarde, llega el inigualable momento del primer contacto. Que, por supuesto, siempre es visual. La hasta entonces inofensiva rajita se revela como una especie de monstruo bulboso que se traga algo que, evidentemente, no puede ser una cola. Se la hemos visto a nuestro padre y no tiene ese tamaño. Es tan exagerada la cosa, que a la mujer se le ha puesto lo suyo de un color rojizo, claramente irritado. Las tres posibles fuentes de aproximación al porno son:
La Revista Abandonada. Presente cada vez que Dios saca un 7 en 1D10 al tirar en su tabla de encuentros Descampado, Solar o Callejón. Quién las deja allí, es un misterio. Mi teoría es que las tiran los mismos chavales que la encontraron en otro sitio, ante el temor paranoico de tirarla en un sitio más cercano o público y que sus padres se enteren. De este modo, la revista entra en un ciclo hasta que un adulto la requisa y acaba en la basura porque está hecha una mierda con tanto vaivén e intemperie.
Préstamo Inconsciente. «Pues mi padre/hermano tiene una revista en la que…» era como decir Candyman cuatro veces. La quinta se correspondía con el momento de lucidez en que se te ocurría echar mano de ella y antes o después te acababan pillando y, o bien echándote la bronca por coger cosas sin permiso, o bien diciéndote, con un hermoso tono facial encarnado, que «esas cosas no son para niños» (ante el miedo de que nos fuéramos de la boca y se les cayera el pelo o la cara de vergüenza).
La Chanza de los Mayores. Los mismos desaprensivos que cazaban murciélagos sólo para hacerles fumar, a la luz del día también necesitaban un pasatiempo. Por lo general era vacilar a los pequeños, pero a veces también contribuían a su ampliación de conocimientos enseñándoles palabrotas o bien una revista porno. Tsss el Dani cómo se pasa, está to loco.
En mi caso fue la primera opción, y la interfecta salía metiéndose un plátano. Fue una de las experiencias más traumáticas de mi vida, junto con el Drácula de Super Nintendo y la noche que le rompí a mi hermano las gafas por despertarme sólo para preguntarme «¿Cuando meas pestañeas?«. A mí me habían dicho que eso (me refiero al sexo, no a mear y pestañear) se hacía para tener hijos, pero ¿por qué razón se metía un plátano esa chica? ¿Sería una prueba visual de la concepción de Mochilo? La siguiente foto aún me descolocó más, y es que se estaba metiendo lo que yo identifiqué como un collar mientras, haciendo gala de una elasticidad pasmosa, se lamía su propio culo. Años más tarde, supe que era un artilugio llamado Bolas Chinas (y que en China llamarán «bolas», me imagino) y que no había tal plasticidad, sino que la muchacha lenguaraz no era la dueña del culo, sino otra que pasaba por allí.
Cuando el horror cesó, me enteré de que eso se llamaba follar o hacer el amor, depende de si estaban delante tus padres o no. Al fin comprendí por qué mi hermano se molestaba cuando, imitando el eslógan de cierto anuncio, yo decía «Manuel hace el amor con Control». Entonces llegó una nueva revelación, y es que los hijos eran la razón minoritaria para darle uso a los cachivaches y que, de algún modo, daba gustillo. Guiado sólo por fotos, yo ignoraba que el asunto iba acompañado de una fricción mete-saca, así que me imaginaba un Inserte Pitorro A en Ranura B seguido de cosquillas en todo el cuerpo y fin de la función. Con el vivo recuerdo de la agonía sufrida entre supositorios y lavativas con la maldita pera de goma (con cuatro años cagaba una vez a la semana, lo cuál no tardó en convencer a mi madre de que no era muy saludable), me preguntaba si algo así podía hacer disfrutar a alguien, fuese hombre o mujer. Pues ya había sumado dos y dos e imaginado que si había unos tipos llamados mariquitas que se besaban entre ellos, su Ranura B estaría localizada en el ojete. Supuse también que las llamadas marimachos (lesbiana no estaba tan oído como ahora) se metían plátanos y collares entre ellas y se doblaban para besarse su propio culo. Y así sigue siendo en la imaginación de David Cronenberg.
Aguzando el Ingenio
Conforme fui creciendo, el porno fue pasando a ser plato de gusto. Aunque sólo fuera como pasaporte al país de las tetas, las cuales acompañan al pensamiento masculino desde la cuna hasta la tumba o bien hasta que se hace homosexual, que no transexual. Y entonces, el número de ocasiones en que el porno se ponía a tiro no era satisfactorio. Llegó el momento de virar la tortilla e iniciar la búsqueda activa de material. Si Mahoma no va a la montaña, que un tarado estrelle un avión contra ella y a tomar por culo la perra montaña infiel. He aquí los dos ardides más comunes:
¿Tu padre/hermano tiene una revista que…? Vertiente de la anteriormente citada, consistía en una machacona insistencia hasta que el pariente del propietario aceptaba arriesgarse a cambio de un pequeño soborno, que podía ser incluso jurar amistad, si el niño en cuestión era un poco marginado. La otra posibilidad era que te mandase al cuerno por plasta y ni cataras el porno. A veces, el que se hacía el importante resultaba estar mintiendo cual bellaco, y nadie en su casa tenía el ansiado material ni tampoco se había pasado el Manic Miner.
El Favor Bochornoso. Cosistía en una colecta de dinero entre tus amigos y posterior entrega a alguien mayor, generalmente un primo o alguien del barrio que se descojonaba del hatajo de niños salidos que tenía delante. Pero a veces se enrollaba y lo hacía, imagino que quedándose con el cambio, lo cuál no importaba porque lo que menos atraía la atención en el momento de recibir la mercancía era el precio. El problema general de la colecta radicaba en ¿Quién se la queda después? Aunque todos querían quedársela, el miedo a la pillada paterna solía favorecer al más macarrilla del grupo, que se convertía en el tesorero de «La Porno» y nadie la volvía a ver jamás.
Como anécdota, contar que un día me hice con una Private en el rastro, adquiriéndola conjuntamente con los cuatro primeros números de Nightbreed para paliar la vergüenza si se negaban a vendérmela por ser menor. En ese caso hubiera dicho «Ah, pues vale, entonces sólo los tebeos» con la cabeza bien alta. El caso es que al final los tebeos me molaron y volví a comprar los otros seis que tenían. Mientras que la Private la tiré al mes y medio, mi estantería luce orgullosa mi colección incompleta de tebeos de Nightbreed. Ya sabéis, si tenéis del número 11 en adelante, mi estantería os lo agradece. Ya os compraré y enviaré una Private a cambio.
Salto al Audiovisual
Hasta entonces, si queríamos ver chope en movimiento, mis amigos y yo nos conformábamos con reunirnos los sábados por la noche en torno a un televisor para disfrutar de Serie Rosa, una parvada erótica que nos parecía el no va más. Mientras, uno era designado el vigía y, pegado a la puerta, tenía que dar el queo si algún adulto de los que jugaban a las cartas en el otro cuarto se acercaba a ver qué hacíamos todos tan callados. Pero el milagro se obró en forma de Canal + y pude ver mi primer porno fuera del papel, por supuesto, grabado en vídeo, pues cualquiera justificaba estar despierto un viernes a las horas en que las ponían.
Lo primero es decir que a según que edades, el desafío no se limita a conseguir el material, sino a poderlo ver. Puede que ahora todos los hogares españoles estén salpicados con más de un televisor, pero antes raro era el que tenía más de uno y, encima, en su propio cuarto. De tener vídeo propio ya ni hablamos. Por lo tanto, había que aguardar al momento en que nos dejaran solos, cosa que no solía suceder, o al menos no por mucho tiempo. La forma correcta en que un primerizo ve pelis porno es de pie, con el volumen al mínimo, el mando en la mano y sudando la gota gorda porque sabe que en cualquier momento puede venir alguien y marrón al canto. Añadan a eso que desde la puerta de entrada a mi casa se veía la tele y que mi abuela, sorda como una tapia, pasaba la mayor parte del día perenne en el sofá sin quitar ojo a la pantalla. El día que mis padres tenían intención de salir un rato, yo me liaba a darle ciruelas a escondidas, para asegurarme un rato de soledad ante la tele mientras ella acampaba en el retrete.
Recordarán algunos que, por razones tecnológicas, algunos vídeos sólo podían grabar el Canal + poniéndolos en AV y, por tanto, había que verlo para poder grabarlo. Por ese motivo el porno en movimiento llegó a mi vida por mediación del amigo de un amigo. Quiso la providencia que tuviéramos la cinta recién prestada cuando mi casa quedó desalojada. La peli en cuestión, que estaba a medias (imagino que donde se quedó el propietario en su último uso), no tenía mucho argumento. Sé lo que están pensando, pero en este caso la cosa se limitaba a un tío que supuestamente iba con su cámara y un colega a apartamentos de tías buenas y empezaba el cotillón. Recuerdo con espanto al arrendador de la cinta bajándose la bragueta y haciéndose un gayolo sentado en mi sofá sin pudor alguno, ante el silencio abochornado de los demás asistentes a la proyección. Gracias a Dios que por su aún temprana edad o por mis repetidas peticiones de que cesara en su empeño, no fuera a ser que a mi hermano le diera por pasar por casa y hubiera DEMASIADAS cosas que explicar, no llegó la sangre al río, por decirlo de alguna manera.
Después conseguimos grabar con la tele apagada y comenzó la fiesta de las grabaciones propias y por encargo. En este caso, el problema estaba en que pasábamos fuera los fines de semana, mientras que mis hermanos solían quedarse en casa y podían cazarme como les diera por ver qué narices hacía metida en el vídeo una cinta con la engañosa etiqueta Cortocircuito 2. Tal es así que un infausto día me pillaron habiendo grabado La Noche Más X, programa doble que ofrecía los títulos Aladino X y Bajos Instintos. Me hicieron borrarlas de inmediato, cosa que hice grabando encima partidas del Street Fighter II (y parando de vez en cuando para ver pequeños fragmentos). Esa cinta se hizo célebre en el colegio pues, un año más tarde, mi amigo Raúl me pidió Hot Shots! 2, que había ido a caer en esa cinta. Recuerdo su cara una tarde aciaga, diciéndome «oye tío, que cuando se acaba la película aparece un combate de Ken contra Blanka, gana Ken y salen unas tías chupando la polla a uno». Ese uno, por cierto, era Aladino.
Desde aquí quiero desmentir el argumento que enarbolan las mujeres de que el porno está hecho para tíos. Si fuera así, elegirían a tíos nada atléticos y con el cimbel de tamaño más razonable para evitar el agravio comparativo y la consiguiente depresión. Tampoco harían planos de la cara de los actores ¿Saben lo mal que se pasa cuando está uno a punto de chutar a gol y sale en medio de la pantalla el jeto de un tío poniendo cara de goce? Pues es como comerse un kinder y que te salga un juguete que ya tienes: todo el disfrute intermedio se desmerece por un sentimiento de decepción final.
Grab Your Dick and Double Click
El primer sexo en la red se suministró en forma de chat y proporcionaba una interactuación mayor que el porno clásico. A mí el tema del «…ahora yo te la como lentamente» no me ha molado nunca, lo cuál me ahorró una pasta en teléfonos eróticos. Yo es verlo o hacerlo, si tengo que usar mi imaginación, prefiero partir de cero y no estar a expensas de lo que me dice Audrey^_^ del canal #encuentros_burgos. Que ya no entro en si en realidad es un tío o una tía, porque guarradas las sabemos decir todos igual de válidas y el que no tenga nada mejor que hacer que buscar a alguien que se la chupe por escrito, no va a ser menos patético porque se lo diga una tía de verdad.
En principio el porno virtual era exclusivamente de pago. Se usaba la palabra gratis como cebo engañoso, y meterse en una web que incluyera las palabras Free y Porn era internarse en un circuito de esquivar banners y terminar la jornada con el ordenador frito a troyanos. Después. montones de webs ofrecieron muestras gratis, como el tipo que daba caramelos con droga a la puerta del colegio y al que ya nos referimos en otro artículo. La idea era que el internauta se iba a animar tanto con esos aperitivos sin coste que iba a desembolsar para ver el resto del contenido. Con lo que no contaban es que hay algunos que se contentan con la mínima expresión para inspirarse. Indirectamente, internet fue el primer trampolín al porno ilimitado, gracias a la opción de piratear la tarjeta del Canal Satélite Digital para ver todos los programas by the side-hair. A esas alturas ya me salía el porno por las orejas y contaba con una selección de grandes momentos, obra de mi amigo Tito, que tenía la deferencia de ver la información de todos los fragmentos de pelis porno que grababa, de modo que sabes exactamente lo que estás viendo por si quieres buscar la peli completa.
El p2p nos ofreció la posibilidad de intercambiar nuestro material, en pequeñas píldoras los que aún estuvieran anclados en los 56K, en formato peli completa los hijos del ADSL. Los viernes eran una fiesta a costa de ver en corrillo los vídeos que el Tito se había bajado durante la semana, y memorable fue aquel concurso de a ver quién aguantaba más viendo un vídeo eterno sólo de eyaculaciones. Obtuve un digno bronce, al retirarme de la competición con malestar anímico tras ver a una tía recibiendo descargas simultáneas en su cabeza rapada. Quiero aclarar que el concurso era simplemente de aguantar mirando, no estábamos jugando a la galleta ni nada remotamente parecido.
Amateur y Gratis, dos palabras que hacen tambalearse la industria.
El glorioso descubrimiento del porno amateur vino de la mano de una pareja liberal y bisexual, Nusa y Mel. Qué buenos momentos nos han brindado invirtiendo papeles, arnés mediante, y ofreciendo a sus invitados una coca-cola en medio de una mamada. Cada semana, dedicábamos unos justos minutos a comentar las peripecias que subían a su web. Luego la hicieron de pago y se cerró el grifo.
Hay una cosa que me fascina del sexo amateur. La misma gente que se mofa de Superman por pretender ocultar su rostro con unas gafas y un peinado atildado, se calza un antifaz y se piensa que así no lo va a reconocer nadie Los más cautos, incluso evitan hablar por si se les reconoce la voz. Pero, he aquí el gran error, muchos de ellos se graban en su propia casa, que cualquier familiar o conocido habrá visitado más de una vez y reconocerá fácilmente.
Este tipo de porno, que vive su máximo esplendor gracias a las páginas gratuitas (arale antes de pornotube, esta antes de youporn, a su vez anterior a yuvutu y esta última reinando sobre todas), vuelve a lo que fue el inicio del porno en la tierna mente infantil: ver cómo la gente de tu alrededor, gente como tus propios padres, tus tíos o tus vecinos, hace cosas que jamás imaginaste. Usando la cola y el chocho.
muy buen articulo, esto se merece un podcast
»no, mamá, yo no he visto tu catálogo del venca». sólo hace falta un poco de imaginación. y luego está la revista fotogramas, que no compré hasta los 16 por vez primera porque creía que era otra cosa.
Mi hermano mayor guardaba en un armario unas cuantas revistas, y oh maravilla un vhs con DOS peliculas. Hice un uso intensivo de todo ello (fue antes de que el plus llegara a mi casa), siempre cuidando eso si, de dejar la cinta en el mismo segundo en el que la encontré.
Precauciones tontas, por supuesto, por que el sabia de sobra que yo usufructuaba su pornografía, aunque no me decia nada. Hasta que llegó el fatídico en el que se fue a vivir con su novia, metió todo el material en una bolsa y me dijo «amigo, se te acabó el chollo». Ya me podía haber hecho una cesión, coñe, que él se iba con su novia y no lo iba a necesitar tanto.
Pero fui un chaval afortunado, la verdad; Unos padres completamente incapaces de compender como funciona un video + grandes amantes de paseos y de salir de casa en general + canal plus… Hasta me permitia el lujo de dejar la cinta puesta en el video, menos mal que nunca se sentaron encima del mando sin querer.
Coincido con Eduardo, este tema merece un podcast. Un amigo mio tenia pirateado el digital, se corrio la voz y cuando sus padres no estaban en casa hacia reuniones y todos mirabamos atonitos la pantalla viendo a veces cosas horribles que nos hacian apagar la tele, nosotros queriamos ver tetas no un nardo humeante (aun no sabe nadie porque aquel pene humeaba como si estuviera ardiendo). Como habia varios canales un dia dos de los asistentes estaban peleando por que peli guarra poner y el mando cayo al suelo, en ese momento se escucho la llave de la puerta y con una rapidez pasmosa uno de los asistentes, llamemosle Dani por ejemplo, salio hacia la entrada y empezó a bailar y a imitar a Chiquito para distraer a la madre y al hermano del anfitrion mientras recogian el mando e intentaban cambiar de canal. Las caras de circunstancia, las voces temblonas y aquel baile nos delataron, aunque la madre no dijo nada todos sabiamos que se habia dado cuenta.
Sublime el articulo Wally.
Ah, qué hermosas eran, esas lefas primeras…
Se te ha olvidado la cuarta vía de contacto: los hermanos mayores y su bendita colección de porno (aunque ya veo que tu hermanos eran, con perdón, un poco rancios; obligarte a borrar una peli porno, eso en mi casa era impoensable). Sí, esa fue mi primer contacto. Y es el más recomendable, si no te encuentras con bizarradas como la tuya del plátano y las bolas chinas, y lon nenes se nos traumatizan.
Para mí, además del chollo fraterno, existía la casa de un amigo del cole cuyos padres trabajaban (los dos, sí; en pleno 1992), y por las tardes era el paraíso de las pajas en grupo. Hermosa costumbre, que no entiendo cómo no está suficientemente extendida.
Respondiendo a tu misterio, yo hace poco dejé unas revistas guarronas en un parque de columpios, con la ilusión de que las encontrara algún chaval y se solazara. Existimos. Y somos legión.
Y ya para acabar, afirmo que me ENCANTAN las recopilaciones de corridas. Con esa de dices de la tía de la clava grumosa (que, por cierto, se llama Katja Love) me he pajeado mil y una veces. Gracias, FourFingerz.
P.D.: las bolas chinas en China se llaman «Bolas Japonesas».
Me a parecido un articulo cojonudo. Sin pegas. Y encima, Wally nos desvela algo tan intrinseco y personal, como sus propios pinitos en el mundillo del porno….Lo dicho, cojonudo.
Por mi parte, puedo decir que los culpables de mi despertar al mundo del sexo, fueron Interviu, Hay que calor!, fotocopias pornos de bola de drac ( Goku y demas), Revistas guarras y ya, pelis idem (no recuerdo cual fue la primera)…Lo de internete, pos ya como todo el mundo, supongo….
PD:Wally, no me puedo creeer que «Aciruelaras» a tu abuela a proposito….
Bueno, ya les adelanto que sí: habrá podcast sobre el tema, aunque más que sobre el porno, sobre la masturbación y sus circunstancias. Lo curioso es que Wally decía que el tema le daba cierto reparo….
A los fans del porno y el plus les recuerdo la existencia de este , nuestro artículo más leído (imagino que por las palabras del google): http://viruete.com/2005/04/la_porno_del_plus.html
Y luego creces y acabas sobre-pornizado, hasta el punto en que dos personas fornicando te parecen hasta aburridas.
Por mi parte, el peor porno que he visto en mi vida, y a la vez una puta joya de Internet altamente incomprendida, fue una amateur española que tiene los momentos más descacharrantemente horribles que se han visto nunca en una pantalla:
http://www.youtube.com/watch?v=mrAhCnCAlNo
http://www.youtube.com/watch?v=FoDnU8yqBSY
http://www.youtube.com/watch?v=4qqtZXd2ZEA
El polvo no queréis verlo. NO QUEREIS.
Cojonudo artículo, Wally.
Señor: el vhs con el compendio hot shtots 2+ayuken+lascivia debería formar parte de una videoexposición en cualquier museo de arte moderno, todo ello adobado con un pertinente loop infinito. Arte conceptual puro.
Dos saludos.
Juntamos entre cuatro amigos 500 pesetas a nuestros 13 o 14 años y se las dimos a César, el mas alto de todos nosotros con la esperanza de que la quiosquera, dueña del cubículo mas famoso de la ciudad por tener un lateral de su tienda lleno de portadas de revistas X, le vendiera una Playboy sin sospechar de su ilegal juventud. Aun así nuestro plan fue escribir una tarjeta de visita de uno de nuestros padres, no recuerdo cuál, en la que ponía, con letra de «adulto» -«Por favor, déle a mi hijo la Playboy». Todo ello adjuntado con una firma rimbombante. Cuando le dio la tarjeta a la quiosquera los otros tres, que nos quedamos cerca del quiosco pudimos oir cómo César decía, -«Me da la Playboy, (entrega la tarjeta), y un chicle de menta». Y es que la revista costaba 495 pesetas y no quería quedarse a por las vueltas. La chica le vendió la revista, pudimos verle las tetas a Sabrina (aunque ya se las vio toda España en Telecinco), César se comió su chicle de menta y supongo que hay una quiosquera que todavía guarda una tarjeta como, posiblemente, la cosa mas descojonante que ha vivido en su tienda.
Y por cierto, mi primera porno en vídeo fue «Abril profundo» y lo que mas me fascinó de todo fue la facilidad con la que aquello entraba y salía.
No puedo esperar a que salga ese podcast seguro que sera memorable xD Espero que Wally participe aunque le de reparo, no sera lo mismo sin el.
Viru: por temas geográficos lo tendrá crudo… pero nada es imposible.
Weekomentario al Kanto: Una cosa es hablar de porno y hacer alguna referencia (como lo de «chutar a gol»), pero como ya dije al señor Viruete cuando me contó el proyecto, paso de hablar de pajas. Me parece que rompe la barrera entre lo gracioso y el mal gusto y lo veo más apropiado para putalocura que para Viruete.com.
Yo soy mas pequeño que vosotros…
Mi primer contacto fue una revista que llevo un chaval al colegio, y estabamos todos en una esquina del patio viendo las fotos. Jojo.
Mas tarde, ya en la epoca de internet (aun no he cumplido los 22, soy un yogurin no hace falta que lo digais XD) recuerdo ponerme a jugar al doom en el ordenador de mi primo, cerrarlo accidentalmente y al hurgar para volver a abrirlo encontrarme con su carpeta de porno…
Lo primero que vi fue una tia con cuatro tios a la vez, lo que me supuso un trauma en ese momento, pero el daño ya estaba hecho…. ya tuve que ir viendolo todos, sentia interes y asco a partes iguales, pero no podia parar de ver cosas de esas.
Recuerdo que con la primera corrida facial me dieron arcadas y lo cerre todo jurando que nunca mas veria cosas de esas… Pero con 13 años no era una promesa que se pueda mantener por mucho tiempo xDDDD
Por cierto el articulo cojonudo, me he reido de lo lindo con algunas cosas.
Grande Brianna banks, anda que no he pasado yo buenos ratos con ella.
Y yo me pregunto… si a las bolas chinas en China se les llama bolas a secas, por que en España hay tanta gente que llama a la tortilla de patatas «española»? Por joder? Por nacionalismo? Porque internet es para el porno?
Coño (y nunca mejor dicho), ¡así que sí se podía grabar en vhs las partidas de la super nintendo! A mí se me ocurrió de pequeño pero por alguna razón nunca lo llegué a intentar, aunque sí que tengo grabados episodios de Snoopy y Bola de Dragón. Mi primer juego de snes fue el super street fighter 2, en su cajita de cartón color malva.
Sobre el tema principal del arículo, pues… muy gráfico. Bio-gráfico también, mira tú por dónde.
Poca anécdota puedo aportar, lo esta¡ándar que has comentado Wally, con lo de la revista, los colegas reunidos en clandestinidad…
Ahora bien, menuda suerte tenéis tú y Viru, qué novias más tolerantes debéis de tener, es algo que no todos pueden disfrutar.
Un podcast sobre pajas…
Ah, y ya entiendo el signo ese del background de Pyjamarama, el del puño con una «explosión» detrás.
Weekomentario al Kanto: Claro que se podía, sólo había que poner el vídeo en el canal AV y darle a grabar mientras jugabas tranquilamente.
Inmensa entrada. Me he reido mucho con algunas situaciones. Unas las he vivido, otras no y creo que para bien.
Mi primer contacto con el porno fue en casa de un amigo que tenia cintas grabadas. Tal como lo recuerdo lo que vi fueron una serie de corridas de colores algo desagradable. Luego fueron las pelis del canal plus del viernes de madrugada en casa de un amigo. Yo me quedaba a dormir, alargabamos (a veces jugando, otras permaneciendo despiertos en la cama) y con alevosia y nocturnidad veiamos cachos de pelis. Recuerdo que con tanto sueño no habian ganas de pajearse.
Mas tarde ese mismo amigo creo que paso a tener Canal Satelite Digital y ahi ya habia porno a todas horas. Asi que las tardes en que la casa estaba libre nos podiamos poner morados. Memorable fue la vez que intentamos comer (unos macarrones) mientras veiamos porno. Fracaso total, pusimos los Simpson. Luego explotó todo el bum del internet.
Más tarde nos pusimos internet (para el ordenador de trabajo de mis padres) y me tocaba ir a escondidas al ordenador. Solía ser a la hora de la siesta. Guardaba fotos en disquetes y me las llevaba a mi ordenador. Luego vinieron las grabadoras de CD y las descargadas de video.
Ahora os escribo desde MI ordenador, en MI habitacion y con conexion a internet. Creo que lo unico que me falta es ponerle un pestillo a la puerta.
Una vez mas, GRANDISIMA ENTRADA, la voy a recomendar a todos mis colegas.
aqui en mexico, algo que quedo ya como leyenda urbana en relacion al porno, es una ocasion hace unos 25 años que a las 4 de la tarde ( poco mas o menos), vimos interrumpida la transmision de los Picapiedera con unos cuantos segundos de una peli porno, al dia siguiente todos en la escuela alucinabamos por la situacion, y los primeros amigos que tenian antena parabolica, todos los jodiamos para que nos grabaran pelis puercas, que recuerdos
Otra variante del descubrimiento accidental en estos días viene de mano del eMule.
Menos mal que en ocasiones (las menos), la engañifa de que te timen con la discografía de Neil Young se compensa con algo de calidad (como acaba de ocurrirme).
Gran artículo Wally, veo que todos nos vemos reflejados en mayor o menor medida. Yo como no tenía Canal +, una vez decidí programar el vídeo para grabar algo que ponían en Tele 5 llamado «Historias de Play Boy». Ignoro si lo que vi al día siguiente era el susodicho programa, o si fui víctima de la contraprogramación o de una cruel conspiración. El caso es que lo que se grabó fue una peli erótica cutrísima cuyo protagonista era…Marc Singer!! sí, sí, el Mike Donovan de V. Al menos vi unas tetas, aunque el trauma me duró bastante.
Dios lo que me he reido. Lo de las revistas encontradas y lo de grabar el plus es fidedigno, yo de hecho tenía la ventaja de saber programar el video (mis padres no) y simplemente metía la cinta y luego me quedaba en la oscuridad del pasillo, esperando por si alguno se levantaba y se extrañaba por ver el video funcionando, para acercarme al enchufe y tirar de él sin que lo vieran (eran de los que lo desenchufaban todo al acostarse) diciendo que venía del baño para despistar.
También una vez alquilé una porno en un videoclub y, previo destornillamiento, cambié la cinta y devolví una virgen al videoclub, incluso diciéndole al dependiente que «la cinta estaba borrada y no se veía», a ver si las culpas recaían en el usuario anterior.
Curiosamente yo conseguir revistas eróticas (las porno era mucho más difícil, os hablo de primeros 80) no me era demasiado complicado (amiguetes y compañeros de clase que imagino que sus padres regentaban un sex-shop o que se yo; y además, CUALQUIER COSA me valía… ejem) pero… imaginaos, una familia de cinco personas una de las cuales, es una abuelita que está TODO EL SANTO DIA EN CASA.
Y ya que estamos, los de mi generación (nacidos a principios de los 70) deberíamos hacerle un gran monumento al editor de INTERVIU; era la revista que muchos padres tenían en casa para enterarse de la estafas de RUMASA o fotos en primer plano de la cogida de Paquirri, y que los hijos usábamos de forma más imaginativa.
Muy buena. Aunque te has dejado la entrada al mundo del porno audiovisual que supusieron las televisiones locales. Echaban pelis jodidamente cutres, llenas de cardados y pelumbreras en dicha sea la parte, pero era la única alternativa al C+. En Zaragoza la famosa era la porno del Canal 44.
Si Mahoma no va a la montaña, que un tarado estrelle un avión contra ella y a tomar por culo la perra montaña infiel.
Esto es puro oro de comedia, Wally. De lo mejor que te he leido en mucho tiempo. Mi reconocimiento.
La verdad es que fuera de lo que ya se ha comentado sobre el amigo con Canal +, mi primer contacto con algo de este tipo fue con el juego Cobra Mission, que me resisto a llamar propiamente porno pero fue elemento masturbatorio fundamental en mi adolescencia. El rollo rpg Zelda con Hentai no estaba mal, realmente, y se hacía entretenido además de poder llegar a las partes «interesantes» sin levantar sospechas.
Pues yo pasaba vergüenza yendo a comprar El Jueves porque en esa época venía dentro una foto de mujer desnuda así que lo tenían en todos los quioscos junto a las revistas porno y cuando estabas buscándolo la gente murmuraba.
En cuanto al tema del vídeo a mí me pasaba lo contrario, quería grabar la serie «Duckman» que ponían los viernes de madrugada y como a veces, no sé por qué, empezaba mucho más tarde de lo que debía, en vez de programar una hora a la que dejara de grabar lo dejábamos hasta el final de la cinta, y claro, cuando la serie acababa a la hora que debía, empezaba a grabar el siguiente programa, que era la porno. Así que acabé teniendo cachos cortos de distintas películas por ahí repartidos.
Hola, muy buenas, verás, estoy intentando reunir episodios de Duckman en castellano, tú llegaste a grabar algunos o conservas alguno?
De momento he conseguido solo 16
Pues no, no lo grabé aunque me gustaba mucho!
Una pena…
Le preguntaba a Sergio, porque dice que la quería grabar, pero vale, siempre está bien una segunda resppuesta
«La forma correcta en que un primerizo ve pelis porno es de pie, con el volumen al mínimo, el mando en la mano y sudando la gota gorda porque sabe que en cualquier momento puede venir alguien y marrón al canto.»
Un aplauso. Totalmente verídico, es casi como leer mi vida. Grandísimo artículo.
Yo tambien quiero remarcar este parrafo:
«La forma correcta en que un primerizo ve pelis porno es de pie, con el volumen al mínimo, el mando en la mano y sudando la gota gorda porque sabe que en cualquier momento puede venir alguien y marrón al canto.»
Todavía recuerdo cuando me pasaron 60 diskettes comprimidos con el ARJ que había que descomprimir uno tras otro para conseguir una galería de porno de todo tipo… Que guay cuando fallaba alguno… XD
Otro aspecto que me gustaría comentar y que no leo en el artículo:
¿Soy el único que, con amigos o sin ellos, se ha visto las escenas en las que no hay sexo de las películas porno para echar unas risas? Es decir, en VHS o en DVD (con el DVD es más fácil, ya que saltas al principio de los capítulos exactamente) las escenas entre coito y coito, con las «actuaciones» por llamarlo de alguna manera del reparto, siempre me han parecido como una especie de género de comedia aparte. Son como tomas falsas de las pelis o series de comedia «serias», sólo que de falso no tienen nada.
Vale que no todas las películas tienen guión o trasfondo que valga, pero hay otras que tienen hasta ambientación en plan Los Tres Mosqueteros, o esa de Piratas del Caribe de las producciones a lo grande de Private. Y es en esas en las que podemos disfrutar de los guiones ramplones y de las interpretaciones chungas de las porno-stars.
Un saludo
Viru: yo casi todas las tardes veo un porno PASANDO el sexo. Pero cuanto más cutre mejor.
El primer disco duro que se me estropeo fue al tratar de ripear un wad de una versión porno de Doom. El porno es pernicioso amigos, sobre todo si tu hardware es defectuoso.
Por cierto, una pregunta que siempre me he hecho: ¿cómo se doblan las pelis porno? porque está claro que los estudios de doblaje tradicionales no lo hacen. ¿Existen estudios específicos para esto? ¿lo hacen actores de doblaje, actores porno o cogen a cualquiera que pasa por alli (que dada su calidad, es lo que parece)? No se, me da curiosidad…
creo recordar que en alguna entrevista Santiago Segura, dijo que el doblaba peliculas porno, saludos desde mexico
"Porno a saco"
Reflexiones irónicas y satíricas sobre la facilidad actual para acceder a la pornografía y el contraste con la dificultad de hacer lo mismo en generaciones pasadas por parte del blogger de Viruete.COM "Wally Week".
«Por cierto, una pregunta que siempre me he hecho: ¿cómo se doblan las pelis porno? porque está claro que los estudios de doblaje tradicionales no lo hacen. ¿Existen estudios específicos para esto? ¿lo hacen actores de doblaje, actores porno o cogen a cualquiera que pasa por alli (que dada su calidad, es lo que parece)? No se, me da curiosidad…»
Actualmente (ignoro como era en el pasado) lo hacen los primerizos en el doblaje, estudiantes a punto de graduarse, en practicas y similares.
Ahi ven los primeros doblajes y en funcion de si la voz gusta o no (como lo oyes XD) ya les ascienden a doblar pelis «serias»
Un brazo.
Jajajajaja… esto me recuerda a una vez q estaba de vacaciones con la familia en Galicia…
Weekomentario al Kanto: He borrado el resto del comentario. Esto no es putalocura.
Un articulo precioso, veridico como la vida misma.
La situacion de tensa espera frente al televisor, conel mando en la mano y de pie, alerta por si alguien aparecia de sorpresa, parece sacada de mi propia existencia. Grande.
Yo era de eso chicos que despues de comprar mi porno en diferentes tiendas de revistas, tenia 16 años, lo revendía a un chico 5 años mayor que yo, a un precio parecido al que me había costado. El chico era un poco raro, pero los negocios son los negocios y todo el mundo tiene derecho a porno.
Tambien viví el momento de la «cinta viajera» del instituto, cuando alguien se grababa «Emanuel» y te la pasaba, pero lo mejor de todo era cuando te hacias socio de un videoclub solo para ver que peliculas porno tienen, y alquilar alguna, siempre establecimientos fuera de tu barrio.
Ya estoy ansioso por el pod de las pajillas…
Mucho ojo a un colega mío que metía una combi en el baño y se iban turnando para pajearse con el VHS grabado del plus…
xDDD Simpático artículo. Aunque lo de ver porno en grupo… no lo veo claro xD
Bueno, solo quería decir que http://www.youtube.com/watch?v=TwjcUNGw9nI
Aún recuerdo como después de ver una peli (creo que era una adaptación de Verne), después de los breves títulos de crédito había como una hora y pico con una cosa llamada «Electric Blue»…
¡¡cuantas cayeron a su costa!!
P.d.: éste videoclub fue de los primeros en abrir en Barcelona y el tipo de alquiler era distinto; comprabas por diez mil pelas una peli y la podías tener el tiempo que quisieras. Luego la cambiabas gratis por otra y la podias tener el tiempo que quisieras, como si te la pillabas el resto de la vida.
Os podéis imaginar cuanto tiempo tuve mi «Electric Verne»
Creo que mi primer contacto con el sexo fue deliberadamente planeado por mi madre. Me dejó a la mano varios libros sobre sexo uno de ellos con unos llamativos dibujos que no tuve más remedio que mirar. Así llegué como el primero en tener información sobre el tema en clase y muy académica.
El porno por otro lado fue deliberadamente planificado por mi. Afortunadamente mi tío llevaba un videoclub y en una ocasión le eché una mano a una peli. Todo esto porque un día salió en la conversación con mi mejor amiga que luego sería mi primera novia durante muchos años. La vimos los dos con una mezcla de asombro, asco y atracción. Luego esa peli circuló por todas y cada una de las manos de los amigos del grupo, incluídas las nuevas generaciones del grupo. Hace poco supe que sigue existiendo la dichosa cinta, en manos del hermano de un colega, supongo que aún cumpliendo con su noble propósito de hacer correr ríos de lefa. La puñetera cinta tiene más años que mi coche (en 1996 fue fabricado mi coche, en 1995 conseguí la cinta)
Debo destacar también un diskette del que se hicieron muchas copias. Era una animación cutrísima ByN en MS-DOS que vi por primera vez en mi ordenador con Windows 95. Se veía todo muy mal. La siguiente innovación fue un CD que también pasó por muchas manos. Se trataba de algo hecho en flash (o algo similar) en donde aparecía un menú con varias chicas a las que podías llamar. A veces estaba ocupado, pero en ocasiones respondían y te dejaban ver unos cuantos minutos de pornete en condiciones bastante aceptables.
Finalmente, la anecdota de la primera revista cerda que llegó al grupo. Efectivamente fue encontrada en un descampado por el que más tiempo pasaba en la calle del grupo. Ese día estuvimos jugando al fútbol y llegamos tarde a clase. Nos mandaron a todos los amiguetes a la sala de castigo donde estaba una profe que tuvo que salir a yo que sé que cosas. Momento que aprovechó nuestro amigo para presentarnos su nuevo tesoro y mientras él vigilaba (se llevaría la revista a su casa, así que le daba igual) los demás nos deleitamos con una portada donde la chica introducía una parte de la cama por aquel lugar por donde los niños vienen al mundo (lo he dicho fino para que Wally no diga nada de que esto no es Putalocura). Lo demás, ya es historia.
No hostia, no. Es que el comentario que he borrado era tremendo. Para que me lo parezca a mí, que tengo menos vergüenza que el coño de una cabra…
Un artículo 10.
Un final brutal y muy cierto, que gran verdad tio.
Unos comentarios tronchantes.
Tu último comentario…me has pillado en bragas, casi me ahogo con el cigarro.
El descampado y su legítimo tesoro oculto, las cintas del insti, las pajas en grupo, los chanchullos para conseguir porno, los primeros ascos (odiaba el sexo por «atrás», siempre lo pasaba, que tontín era antes…u.uU), todo forma parte de todos de alguna manera u otra.
Recuerdo el quiosco del paseo (como todos decis siempre lejos del barrio XD), mientras yo picaba y repicaba la puerta (no me veía por la mirilla y tenia que esperar a que la señora abriera para salir corriendo, arriesgándolo todo en ello,si me agarraba era niño muerto), nuestro amigo mas alto alargaba el brazo por la ventanilla y descolgaba todo lo que podía en segundos… ¿cuántos secretos nos revelaste revista AMANTES?
Que grandes recuerdos me han venido al leerlo todo, gracias.
P.D: Cobra Mission y cambiar cintas en el videoclub para pasarle el marrón al anterior, el primero mítico, el segundo un trabajo de jóvenes artesanos ávidos de conocimiento, 🙂
Varias cosas me han recordado bastante al pasado como lo de las revistas en el descampado (mi cole estaba al lado de uno que habia sido un desguace antes y te encontrabas de todo) o lo de las revistas entre varios que al final desaparecian misteriosamente (recuerdo por ejemplo una penthouse y una hustler).
En cuanto al video mis primeras experiencias fueron con las pelis de Pajares y Esteso que solia grabar mi padre en nuestro betamax. En una de esas cintas habia algo que han comentado arriba, un episodio de «Historias de playboy». Casi todas estas grabaciones eran de Tele 5 en plena epoca de las mama chicho.
Tengo la cinta aunque hace años que no la veo por no disponer de un beta, pero recuerdo perfectamente una escena de una chica que se iba a sacar fotos en un fotomaton y con el calenton empezaba a desnudarse y acababa liandola y volcando la cabina al querer sacarse una foto de cuerpo entero.
En cuanto a pelis recuerdo perfectamente la primera que pude ver en el plus, se llamaba «gatitas en celo» y he descubierto recientemente que era de Jeanna Fine.
Grabe algunas pero mi madre se debio empezar a oler algo y durante los viernes noche la llave del descodificador «desaparecia».
Luego tuve el digital pirateado y pude ver y grabar bastantes pelis hasta que el chollo se acabo. Actualmente lo que echan en el plus (que no en taquilla) me parece demasiado soft y no me va.
En lo de las teles locales aqui la que llevaba la voz cantante era el teledonosti, que empezo echando porno eminentemente ochentero (con sus matas de pelo arriba y abajo) y acabo echando pelis bastante guarronas. Lo han quitado para poner el tipico concurso de llamadas DEP.
En el ordenador pre-internet lo primero que vi fueron algunas imagenes superpixeladas que rulaban entre compañeros y que nos pasabamos en tropecientos diskettes.
La primera pelicula que vi fue una italiana que se llamaba «Fantastica Moana» de Moana Pozzi, tenia bastante argumento para ser una porno.
La verdad es que desconozco el formato en el que estaba comprimido esta peli pero entraba en un CD y era anterior a la llegada del Divx.
Perdon por el ladrillo, pero es que este articulo me ha hecho recordar el pasado.
Un podcast sobre pajas? mmmm….no quiero ser la nota discordante, pero no se sale un poco de la tematica de los podcast ya realizados? Me parece un poco extraña la evolucion: Goku makinero, Transformers, maquinas recreativas, vampiros y pajas….Aunque visto asi….Tal vez, el podcast pajeril sea el siguiente paso natural de esta evolucion….juas!
¿Y qué me decís de los que se quedaban los viernes por la noche y NO tenían el Plus? La verdad es que casi echo de menos ver el porno de aquella manera, codificado, distinguiendo apenas las siluetas en blanco y negro, y sin más sonido que aquellos chirridos, porque la imaginación suplía todo lo que la tecnología te impedía ver, y alguna vez pude comprobar que me gustaba más lo que creía estar viendo que lo que realmente salía en pantalla.
Recuerdos de la infancia…
Yo recuerdo que en el hueco de una baldosa del patio del colegio se escondía una revista porno que nadie sabe quien colocó, pero ahí estaba, para el disfrute general. Lo más gracioso era ver como con el paso del tiempo, la revista se iba haciendo cachos, y, mientras jugabas a fútbol en el recro (con una lata de cocacola, eso sí), si agachabas la cabeza, veías un recorte de una teta, seguías corriendo y veías la otra teta por ahí tirada…
Lo de las pelis, era como más clandestino, porque el problema no era tenerla, era dónde la veías. Siempre era algo como «vamos a la casa de tal, que no están sus padres!».
Yo, entre una revista porno y una interviu, prefería ver la interviu. No sé, el rollo porno a saco, tías despatarradas, y tíos clavándoselas, no me molaba. Una tía enseñando las tetas, a secas, me molaba más. Sobretodo, por el rollo morboso de que eran famosas que veía por la tele. Todos los domingos me encantaba curiosear El País, porque casi siempre salía en alguna página del periódico, aunque fuese en b/n, la portada del interviu del día siguiente. Y nunca se me olvidarán dos momentos de mi infancia: la portada de Mar Flores (que estaba buenísima y salía en Canguros («Guarrillas en Apuros», como decía no sé si Wally, Viru o el Dr Sierra en el Podcast de las telecomedias)) y la de Elsa Anka (que no estaba menos buena), que presentaba la versión que hizo T5 del No te Rías que es Peor.
personalmente eso de ver pelis porno con otros tios delante nunca lo he practicado por parecerme un poco……. gay y que decir de juegos del tipo «la galleta» o masturbarse delante de otros estoy completamente seguro de que al primero que se le ocurria tenia intenciones «malsanas»
Totalmente de acuerdo, Dr. Sierra. Esas cosas se hacen a solas, que para eso están.
Villa, lo de «Guarrillas en Apuros» lo dijo el Dr. Sierra. Y yo recuerdo con especial cariño una Interviu en la que salía Natalia Estrada.
Un post muy bueno. Recuerdo que yo la primera película que vi fue en una cinta que encontré en mi casa en un cajón que mi padre solía cerrar bajo llave. El caso es que eran 2 películas y un trozo de una tercera, pero al estar grabadas en LP (y mi vídeo no admitía LO) sólo pude ver el trozo incompleto, que sí estaba en SP. Cuando tuvimos otro vídeo más moderno si pude verlas en condiciones (es decir, de pié, con el mando en la mano y sudando la gota gorda, que frase más mítica). Por cierto, se llamaban Beyond Desire (que era lo que estaba escrito en la cinta), Poonies (en la que salía Ginger Lynn) y la otra no tenía nombre, aunque recientemente descubrí que se llama «Workin’ it out».
Ya en la época de instituto, la película más famosa, y que rulaba entre toda la gente fue «Los Vigilantes de la playa», sobre todo porque estaba grabada del Canal +, y eso fue un hito en esa época. Pertenecía a un chico que la verdad no era muy popular, pero al que sólo le hacían colegueo cuando le querían pedir la peli.
Enhorabuena, otro momento avergonzante de mi vida puesto en evidencia casi palabra por palabra!!
Yo también me apunto a lo del podcast!!
En tiempos de sequía cualquier material era bueno, recordais?? Qué difícil era antes ver un buen par de tetas y ahora esque te salen hasta en el telediario.
En mi colegio habia un chico que era el que traficaba con las revistas porno. Tu le pedias y el te traia, te conseguia lo que quisieras. Luego empezo a traficar con tabaco, luego con…
…en fin, me lo quiero imaginar en la carcel como el espabilado que te consigue un poster de la Garbo y un martillo para gemologia.
joe, wally.. anda que no habrà formas y maneras de contar las cosas. seguro que existe la posibilidad de hacer un genial podcast sin dejar atràs el estilo que os caracteriza.
Wally con ese comentario moderado de Rozny puedes hacer algo así como «Pyjamarama: comentarios nunca vistos».
He recordado una gran anécdota. Teníamos que ver alguna peli en la sala de audiovisuales y se dió la feliz coincidencia de que nos quedamos solos unos 40 minutos en la sala y que dos estaban trapicheando con una porno justo ese mismo día, justo en esa misma clase. Tuvimos unos gloriosos minutos de pornete que hicieron las delicias de los niños y despertaron curiosidad en las niñas de aquel bonito colegio concertado, mientras una cruz nos miraba desde fuera, de la capilla del colegio.
También recordé el argumento de mi primera peli porno (tras contrastarlo con mi primera novia brevemente en una conversación de messenger): resulta que en el cielo se preguntaban que pasa con la Tierra que ya no hay vírgenes y mandan dos ángeles a comprobar la situación. Para verificarlo, estos se dedican a zumbarse a toda pava que se les cruza hasta que en la escena final se encuentra una virgen a la que el angel principal se zumba por todos sus santos agujeros. Mi primera novia (como ya dije en un comentario anterior, fue con la que vi mi primera peli porno cuando aún eramos niños y no se nos pasaba por la cabeza lo de ser novios) y yo sacamos tres grandes conclusiones de esas películas. 1. para follar, hay que usar las posturas más extrañas posibles. 2. Cuantas más posturas, mejor. 3. si sois pareja formal, puedes correrte dentro. Esto último fue tras observar que en la peli unos dos que supuestamente estaban casados follaron y él se corrió dentro. Debo destacar también que la peli en cuestión no estaba en español por alguna razón que desconozco pero estaba (mal) subtitulada (por los Epix Estudios, Canadá o algo así). Estoy intentando buscar la dichosa película para ver si se puede bajar… y en el peor de los casos intentaré recuperarla de manos del pajillero hermano de mi colega para enchufar el video a la capturadora y digitalizar para la eternidad tan magna obra.
No sé porque pero las pelis porno que he visto completas siempre han tenido argumento salvo una (llena de checas… que gran país). Recomiendo «La Totale». Algo de porno francés con un guión bastante risible de lo cutre que es y con la participación (muy breve) de la guarrilla gabacha por excelencia: Melissa Laurent
Tengo que confesar que desde siempre quise ver las tetas de las Canguros… y ahora aún me gustaría verlas, pero en una orgía… solo por cumplir una de esas fantasías infantiles. Lo de «guarrillas en apuros» me dejó malherido en el suelo de la risa.
otro de los recuerdos que me trajo este post, fue que en esa epoca, nunca vi un porno con sonido, siempre en mitad de la noche, sintiendo que cualquier sonido podia despertar a los padres (simplemente el sonido de la cinta corriendo en la videocasetera es algo que estas nuevas generaciones no son capaces de imaginar) y ahi estaba viendo la pelicula sin sonido y en avance rapido, carajo, se me hace extraño ahora ver porno, sin las tres lineas que aparecian en los vhs cuando ponias el avance rapido
Más extraño que ver una porno en avance rápido y sin sonido era intentar traducir algo en el plus codificado, jaja. Por mucha rayita, se sabía cuándo se la estaba zumbando, y se escuchaban gemidos metálicos tipo robot, jajaja.
Los primeros recuerdos que tengo así de curioseo porno colectivo se centran en mí y mis amigos arremolinados alrededor de un kiosko de prensa en el que en uno de los laterales estaban expuestas un par de revistas y vídeos. Aunque yo soy de la teoría de Wally el Dr Sierra: cada uno en su casa, y el porno en la de todos. Sólo concibo porno en compañía si es femenina, o si es en plan «noche de borrachera en la casa de tal», «noche de póker en la casa de tal», en la que alguien siempre empieza a cambiar de canal hasta que se encuentra una porno. Casualmente, a los cinco minutos todos pasamos de la película y seguimos bebiendo y jugando al póker…