Bueno, a estas alturas ya deberían de saber que el domingo 19 de octubre (es decir, este) a eso de las 21.30, La Sexta estrena la nueva temporada de Qué Vida Más Triste, esta serie que, partiendo de una base tan chorras como «Voy a hacer un blog de tonterías», se convierte en un fenómeno de esos que la gente descubre cuando no hay más fotos de tetas en yonkis.com y dan con el enlace a uno de los vídeos «a ver qué es esto».
Para los que no sepan de qué va: un tío graba un videoblog en el que cuenta lo que le ha pasado durante la semana. Bueno, eso era la idea principal, luego se metió una línea de capítulos surrealistas con viajes en el tiempo, zombies y sueños en flash que, como estaban bien distribuidos, no convirtieron la serie en un Padre de Familia cualquiera.
A ver, decir que la serie me parece divertida es poco. Me descojono a base de bien, generalmente por la forma de hablar que tienen Borja (el prota) y Joseba (el otro personaje que tiene gracia), que a fuerza de hacer parvadas a golpe de videocámara con su colega, Rubén Ontiveros, han acabado por convertirse en actores más convincentes que muchos que tienen el cabezón de Goya en la estantería del salón.
Los cambios más significativos, aparte de los medios con los que cuenta la serie, serán la cantidad de entregas semanales (programas de media hora, constituidos por cinco capítulos de unos cinco minutos de duración), la incorporación de nuevos personajes y la participación de Ramón Langa como la voz de Bruce Willis en animación flash (con nuevos diálogos, nada de chorizarlos de otras pelis o webs). Hay muchas más cosas, pero esas mejor que las vayáis viendo vosotros.
Desde Viruete.com esperamos que la cosa prospere, damos muchos ánimos a Rubén Ontiveros (el director), a Borja, Joseba y Begoña (Izaskun), a todos los que se incorporen al reparto, al equipo de guionistas (Diego, Borja y Mario, principalmente) y a todos esos currantes de producción, que se las habrán visto canutas para procurar que cada capítulo cuente con todas las chorradas y vestuario necesarias (que no serán pocas).
Y vosotros, joder, apoyad un poquito. No los critiquéis a saco en el primer programa. No sabéis la de curro que lleva detrás la leche de la serie.
Permanezcan atentos a sus pantallas, muchachetes.

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