Érase una vez…Albert Barille por Pornosawa (historiador, dramaturgo y experto en antropología pitufa)
Un planeta triste y oscuro…
1978. Mientras gente entrañable y con bigote se reúne en la cafetería Galaxia para jugar al cinquillo, miles de niños son abducidos por la canción de Nin que acompaña a una nueva serie de animación. La introducción, donde se muestra la evolución humana del Pez al Astronauta (aprende Bunbury), va acompañada de un asalto vocal de una especie de niños del PREU a una Sonata de Miguel Ríos…digo Beethoven.
Iniciaba, en efecto, Érase una vez el hombre, serie de animación pionera en la divulgación a los más jóvenes (y a los adultos analfabetos…sector que se olvida en estos enunciados por decoro) y que supuso el primer trabajo de Procidis. ¿Quién estaba detrás de esta productora de animación francesa? ¿Emilio Aragón Jr? ¿D’Ocon? No, afortunadamente se encontraba alguien que había leído más de dos libros y no había tenido la prodigiosa idea de hacer hablar a una piña con acento andaluz, esto es, Albert Barillé.
Échale la culpa si no completaste la colección del cuerpo humano
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Con tesón, un bonito mundo para ti
Barillé, francés que había ejercido de periodista en EEUU , también le daba al dibujo, y había fundado su propia productora de dibujos animados, la PROCIDIS, en 1974, para realizar productos educativos, que, según sus propias palabras, trataran a los niños com personas inteligentes. Conocía un poco de Historia, se embarcó en la titánica labor de realizar una serie de divulgación que recogiera los hechos desde el nacimiento de Lina Morgan (4.57 billones de años) hasta su momificación (1992) omitiendo estos hechos (¿?). Catástrofe a priori, un periodista escribiendo una serie de divulgación suele acabar con romanos usando fusiles y vikingos usando ballestas (esto último….sucedió en la reciente película del Rey Arturo. Esa tan realista producida por Jerry Bruckheimer con la cabezona de Keira Knightley haciendo de pibón altomedieval).
La tarea le llevó cuatro años, en las que tuvo que recaudar el dinero vendiendo el proyecto a televisiones europeas, crear los diseños de los personajes y los guiones de toda la serie.
En el siglo V también existía la depilación cejil
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¡Pero no! He ahí que Barillé supo realizar ya en los guiones una mezcla entre cositas para los jovenzuelos (los personajillos jóvenes, los animales que hablan, el asesinato masivo etc.) con un toque más maduro y obsevador en la voz en off en francés (¡Reposición de Érase una vez el Hombre en la Filmoteca!). Con todo, y si vd. es otro diplomado en historia sin trabajo como el autor del artículo, podrá encontrar gambas en las banderas, errores en las citas y fechas cambiadas. Vamos, errores superficiales como la bombona de gas de Gladiator o las pelucas postizas de Druidas.
Procidis se basó en la historia canónica de la prehistoria a la segunda guerra mundial, y en cada capítulo cambiaba el contexto pero nos los personajes. Así, a Pedrito y gordo, inteligencia y fuerza respectivamente, les acompañan sus parejas y los malvados Nabot (conocido ahora por La Casa de Tu Vida) y Tiñoso. Ejemplos fidedignos de la maldad humana, el primero por su doblez y el segundo por su ambición. Ellos representan el papel que a lo largo del tiempo han tenido gentes como Zapatego (Embustego).
Jefe, jefe, ¿Y si emborrachamos a Paquirrín y lo grabamos para el Tomate?
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Aunque la calidad de los episodios es desigual, no por ello la historia se vulgariza o resulta un episodio de los Lunnis vestidos de Romanos. Un ejemplo de ello es el capítulo de la Revolución Francesa, donde tanto por la brillante voz en off de Barillé como por las soflamas de Robespierre o tSaint-Jus el contenido divulgativo es bastante denso. Estos últimos nombres citados, como todos nuestros lectores sabrán, son famosas marcas de chocolate suizo.
En España hubo polémica con la serie, y cuenta la anécdota que el episodio dedicado al apogeo político del XVI (“El Siglo de Oro Español”) no se llegó a emitir en RTVE. Parece que la visión de la intolerancia española de aquellos tiempos era excesiva para la correctita transición. Si Vds. creen que la intolerancia ha acabado en la piel de toro, revisen los comentarios de algunos artículos de la web.
La versión española contaba con un extraordinario doblaje a la antigua, de esos con grano, de los que tienen las pelis de Bud Spencer o de romanos. Eso sí, la versión que hay en el emule cuenta un doblaje sudamericano y extremadamente pedante, a la altura del alopécico de los Luthiers. El otro gran cambio fue la introducción, que en la versión original recaía musicalmente en una fuga de Bach, dando paso a la melodía reseñada al principio y que Vds. pueden encontrar en la discográfica emule al precio de 0 €.
Ricky salió del armario y…
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La recreación histórica mediante dibujos animados se acompañaba en ocasiones de cuadros, o montajes entre imágenes reales y dibujos. Esto la convierte en un producto ambivalente, en el cual las gracietas de Pedrito jr se acompañan de disertaciones eruditas de las cuales los niños no se enteran (a excepción, claro está, de Fidel de Aida. Que entiende de todo). El contador ejerce de guía entre el marasmo de golpes de Gordo a Tiñoso y comentarios sobre la peste del siglo XIV.
Todo ello con una buena animación, posiblemente gracias a los animadores japoneses de la Tatsunoko que participaron en la co-producción de la serie. Estos hacen a la serie fluida y alejada de otros horrores europeos, y de su talento queda sobre todo las magníficas transformaciones en la introducción. Así, el hannabarberismo de dos fotogramas (Yogui con la boca cerrada; Yogui con la boca abierta) no ha lugar entre las fluidas transiciones de todos y cada uno de los personajes.
Muy valorada por los pedagogos y demás trabajos que empiezan por ped (incluidos los pediatras y pedja mijatovic), Érase una vez el hombre fue el primer ladrillo de labor divulgativa y humanista de Procidis en la animación. Pero aquí no acaba la cosa y pronto Tiñoso recibiría golpes en el espacio exterior.
Niños, ya podéis pegar, retorcer y, sobre todo, morder al pobre Tiñoso.
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Y soñaban sí, y soñaban sí
El cuarteto de Boccherini (un pescador de boquerones italiano) cantado por Parchís da paso a la que muchos consideran la mejor serie de Barillé y Procidis: Érase una vez el Espacio.
Es de los Parchís ya preadolescentines. Yolanda ya es mujer y todo eso
La única de argumento original, establece un trasfondo espacial añadiendo los personajes de la anterior serie y algunos nuevos. Entre ellos encontramos a Kira, mujer de piel cetrina y cerebro escaso (menudos diálogos borderline tiene en la serie), y a Metro, robot ingenioso al cual llaman amistosamente Copito y que fue doblado por ese Titán de voz carrasposa que responde al nombre de Pepe Carabias. Esta mezcla también se amplía al diseño de producción, el cual utiliza el estilo y dibujos de la anterior serie con los fondos y naves creados por Philippe Bouché. Estos últimos fueron muy celebrados, contando con varios fanáticos de la serie en Europa que coleccionan litografías del autor.
El ataque de las cabezas voladoras (Podría ser un buen título para un “Elige tu propia aventura”)
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El argumento bebe bastante del Sci-Fi humanista de Asimov, abarcando contenidos moralistas en cada uno de los capítulos a favor de la integración, concordia y paz universal (Vamos, como un concierto de Ismael Serrano). Esta premisa podría convertir la serie en algo parecido a los últimos tebeos de Jan, donde la historia se pierde en los sucesivos mensajes moralistas (“No te drogues” “No bebas” “Dona todo tu dinero a una ONG”), pero afortunadamente Barillé primó sobre todo el hilo narrativo más que el contenido moral.
Éste desarrolla la idea de una Confederación de Galaxias agrupadas alrededor del Planeta Omega. Pronto saldrá un antagonista, Casiopea, opuesta a los planes pacíficos de los prebostes zapateriles de Omega. Al mismo tiempo, esta Confederación tiene asociada una policía espacial que desarrolla labores de seguridad y exploración. Las primeras llevan a impedir los planes de Tiñoso, jefe de Casiopea, de expandir su espacio vital y provocar la defección de otros planetas galácticos. Las segundas les llevan a descubrir planetas curiosos, con una ciencia menos desarrollada pero con costumbres ancestrales como tirar a un niño de un campanario.
¡A bollo!…
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Estos últimos son los capítulos más brillantes, ya que Barillé juega con la confrontación entre visitantes futuristas con habitantes rudimentarios. También sirven como marco para realizar divulgación histórica sobre los Incas, los Cromañones o la cosmogonía helénica (esta última representada en el excelso episodio “El Planeta Mito”). .
No podemos acabar esta recensión sin la muy popera música de la serie, realizada por Michael Legrand y que tenía su cúspide en la canción de introducción original cantada por un especie de Miguel Bosé francés llamado Jean-Pierre Savelli. Parte de esta banda sonora se reciclaría en la siguiente serie de Barillé.
Talego quini ¿Hace?
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Mientras Procidis reedita periódicamente el resto de sus series, Érase una vez el Espacio está olvidada por extrañas razones. Quizá divulgar con naves espaciales no sea considerado muy serio, o quizá – más seguramente – Tino de Parchís impide la salida de la serie por cuestiones económicas referidas a los royalties derivados de la introducción.
Después de dirigir Casiopea, Tiñoso se reencarnaría en bacteria, pasando de ser golpeado a ser ingerido.
Llena de luz, llena de color
Érase una vez la vida es la serie más famosa de Procidis. Con mucho la de mayor imaginación, consiguiendo explicar algo tan propio de arcanos como la medicina. Para ello los personajes de la anterior serie reanudan sus funciones como patrulleros, sólo que esta vez en versión micro cósmica. Y es que en el fondo esta serie es un “remake” microscópico de la anterior, tanto por el concepto de “policía” como por los fondos, muy influidos por la ci-fi y que suponen la mejor representación que se ha hecho del interior del cuerpo humano. Muchos se compraron su primer microscopio para ver naves espaciales en su sangre.
Funcionariado microcósmico
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El hilo conductor viene casi siempre del mundo exterior: Pedrito es arañado por un gato, lo que lleva a una infección terrible y a problemas en el interior. De ahí la acción pasa hacia dentro, en el sentido más filosófico y kantiano del término. Así, vemos en un zoom gargantuesco la herida de Pedrito y como en las zarpas del gato estaban tiñoso y demás virus fumando, drogándose, etc.
El proceso se inicia: Pedrito, Kira y los Tragabolas del capitán Gordo aniquilan a todos. Luego que pasen las vagonetas macrófagas (uno de los mejores nombres de la historia; Repetir conmigo: vagonetas macrófagas, vagonetas macrófagas), Tiñoso se queda escondido en una célula como si nada, para luego multiplicarse y provocar una buena infección en la mano. Esto lleva al consabido epílogo; con el aviso de los ayudantes celulares al somnoliento maestro y la batalla titánica entre virus y glóbulos blancos.
Robots, el futuro de la humanidad…
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Este es, diríase, el capítulo base. Luego hay otras tramas diferentes, más explicativas, que siguen la evolución de los glóbulos rojos o las apasionantes funciones de los riñones (donde hay vaqueros y barcos. ¡Y eso que usan riñones normales! Los de Ernesto de Hannover deben ser Trafalgar mínimo). Los últimos capítulos de la serie ya tenían mayor dramatismo, y el de la leucemia es poco menos que apasionante. Empiezan a salir glóbulos blancos malos, con aspecto hippie (no es moralista ni nada la serie), que se pelean entre sí y atacan a la sangre o las entrañables plaquetas. Todo ello mezclado con escenas en las que vemos a el niño protagonista con el pelo rapado y debatiéndose entre la vida y la muerte.
La banda sonora sigue estando compuesta por Legrand, aún siendo menos dramática y teniendo un toque bastante más optimista. ¿Cómo no serlo cuando todos los tipos que componen la sangre tienen una sonrisa de oreja a oreja mientras realizan su periplo? Como novedad esta es la primera serie de Barillé que no vio cambiada la melodía de introducción, cantada por una artista patria cuyo nombre nos es tan desconocido como el paradero actual de Inma Brunton.
Fotograma inicial del video robado a pedrito y colgado en youporn
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Aún con algunas carencias de animación – más notorias en las escenas externas – Érase una vez la vida supone el final de Procidis como una productora alejada de las animaciones cortadas. Esto la haría, inevitablemente, la última serie de éxito de Barillé.
La encontraréis fantásticas (las Américas, que no las series…)
En los 90 el descenso de calidad de Procidis y de Barillé fue paralelo al grado al avance del Anime japonés. Si antes, con el Espacio, Procidis podía hacer frente en animación a los productos robotiles japoneses, ahora darían esta competición por perdida. Esto llevará a un descenso abisal de la animación en Procidis, resultando penosas sus últimas series en una rápida visión. Seamos justos: Todo ello sin caer en la prodigiosa fluidez alcanzada por D’Ocon en Basket Fever.
“Pues sí, ella se acercó a mí y…”
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Los recortes de animación van acompañados de una “banalización” de la divulgación, acabando con toda la diversión de las anteriores series para meter relatos con topicazos. La maravillosa voz en off de Érase una vez el Hombre desaparece sustituida por el relato acartonado del maestro, somnoliento y que acaba con cualquier interés por estas series.
A pesar de esta crítica, hay diferencias notables entre las tres series. No en las introducciones cantadas, que tienen todas un toque Mocedades que te hacen añorar a Parchís o a los mismos cantores vascos en la serie de Willy Fogh. Así, mientras Las Américas es muy floja en divulgación, los Inventores resulta más interesante y tiene algún episodio de gran calidad. De Érase una vez los Exploradores podemos decir poco, puesto que no la hemos visto apenas en España.
¡Qué diferentes de las anteriores! Ahora la divulgación aburre, y los viejos laureles ganados por Procidis reposan en el armario. De ahí que reediten sus series antiguas, para inmenso negocio de Procidis y de Planeta, distribuidores de las colecciones. Estas últimas han llenado las estanterías de pequeños cerebrines, que se ufanaban por ir a los kioskos a completar el dibujito que se hacía juntando todos los lomos de los libros. Estos videos y libros se acompañaban de reproducciones del cuerpo humano, inventos, etc. Acabar estos últimos era complicado, puesto que algunas piezas pequeñas no resistían el paso a los kioskos. Yo sólo tengo el esqueleto, conste en acta.
Aprovecho para decir que me falta el capítulo de Luis XIV de Érase una vez el hombre, y como consecuencia no tengo el dibujito completo.
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Acabada la labor divulgativa de Procidis (los exploradores tienen ya seis años), uno no deja de preguntarse ¿Qué hará Barillé en los próximos años? Procidis realizó un poco antes una serie de animales un tanto caspa, en el estilo de trazos marcados impuesto por Nickelodeon. No tuvo mucho éxito, y luego vino los exploradores. ¿Será este el camino a seguir? Pues ni idea, pero la familia de Tiñoso debería denunciar a Barillé de una vez.
Soy yo el único que ve un hombre bebiendo una bota de vino?
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Como molaban… Yo me quede en estado alfa profundo con la de erase una vez el cuerpo humaño… insoportable…
La de Erase una vez el espacio era mi favorita… la leche, vaya…
En cuanto a el doblaje sudaka… no hay nada que odie mas en este jodido mundo que escuchar el metal meloso de esos üntermensh, salpicandolo todo de anglicismos y que causanme una profunda fatiga…
MUERTE A LOS DOBLADORES SUDAKAS!
Cuando lei este artículo pensé que era extraño que no hubieran hecho un videojuego.
http://www.anaitgames.com/?p=6782
al final todo encaja como en un puzzle sideral.
Hola!!! He estado leyendo los comentarios. Me gustó mucho la nota y lamento que el autor esté desempleado.
Aquí en Argentina también llegó la serie animada,y recuerdo vagamente que salieron stickers o calcos; recuerdo más que a nada al maestro (por su excesivo vello supongo, era vello corporal, barba o cabellera?).También salieron fascículos con fotogramas de la serie. Supongo que en España también. He sabido que una editorial de aquí está relanzando los impresos y los videos en DVD.
Tengo un dato extra: circularon también fascículos de una colección llamada «Erase una vez… la Argentina», donde contaba la historia de mi país: Pedro y el Gordo eran patriotas, Tiñoso y Canijo ralistas de Fernando VII.
No recuerdo las otras series, solo la del Hombre. A mi me apenó también que el Maestro muriese de viejo en el capítulo 2, se lo veía bien triste antes de espichar.
En cuanto al doblaje, lo hace una empresa mexicana. México es donde mejor doblaje hacen para Latinoamerica, aunque ahora los latinos de EEUU están copando el mercado. En todo caso utilizan el castellano neutro, así que no suele filtrarse ningún acento regional y es dificil saber de donde es el doblaje.
Otro tema: Vosotros me intrigais con vuestras expresiones: ¿qué es «molar»? Me causa gracia.
PD: y de pezones hablemos. Las neandertalenses (ni hablar de las simiescas) no provocaban muchas cosas, pero Flor la azteca dandose un baño… eso, mi amigo, es otro cantar.
Saludos Rafael:
Todo lo que cuenta también se publicó en España. Los libros con las historias, 13 en total con 2 títulos en cada uno. Los «calquitos», como aquí deciamos, para pegar las calcamonias.
Lo de «Érase una vez la Argentina» no lo conocía, pero hubo una serie llamada «Érase una vez las Américas» con motivo del Quinto Centenario del Descubrimiento. Creo que pecó de desatender a los países de América Latina.
Lo del Maestro era barba y supongo que también cabellos. En el episodio «La Guerra de los Cien Años» le cortaban un trozo y debajo aparecía un cuerpo normal, vestido según la época. Y en el de «Pedro el Grande y su época» tenía problemas porque este zar de Rusia prohibía las barbas excesivas.
En España molar es una expresión popular equiparable a gustar, fascinar, maravillar o encantar.
Para acabar, de acuerdo con que Flor azteca en el baño desata emociones (referencia al buen salvaje por otra parte). También en «La Guerra de los Cien Años» vemos a Pedro levantarse de la cama, Flor sigue dormida, y ambos van desnudos del todo. Se le podrán decir otras cosas a la serie pero no que fuera cursi o mogigata.
Un abrazo
Otro mas que imagina plaquetas agarradas cuando se hace un corte. Aprendí mas con esa serie que en clase de «Natu»…..
tambien tenía el muñecajo con los órganos y el esqueleto, y los libros de la colección, me pasaba las horas muertas jugando (y destripándole XD)
En esa época si había cultura en la televisión pública….
«Soy yo el único que ve un hombre bebiendo una bota de vino?»
Pues sí, porque está bien clarito que la imagen representa un primer plano del escote de una hippie, con su camiseta con los bordes del cuello raidos y el collarcito de cuentas artesanal)
¿Enfermo?
¿Yo?
¿Quién ha dicho eso?
¿Fuiste tú, virrey Morcillo…?
«Pues sí, porque está bien clarito que la imagen representa un primer plano del escote de una hippie, con su camiseta con los bordes del cuello raidos y el collarcito de cuentas artesanal)»
Santo cielo!!! Es cierto!!! XD
Sobre lo del pezón de Kira muchos no nos queríamos perder el opening por eso. Sobre este tema yo he tenido conversaciones con gente y todos coincidíamos en lo sensual que era. Tanto es así que conozco a una chica que reconocía haber tenido pensamientos lésbicos con esa imagen.
No sé si se habrá dicho pero el personaje al que llamas «Nabot» en el artículo, aquí en España se le llamó «Canijo».
Para el que pregunta por la banda sonora: «Yo compré en fnac.com (Francia) la banda sonora de «Érase una vez… el espacio», un disco doble acojonante.
Pues yo he de decir que Erase Una Vez La Vida la ví entera cuando la dieron, me gustaba pero no me entusiasmaba mucho, claro, depues de haber visto a Ruy repartiendo espadazos, aquello era «light».
La del cuerpo humano no me gustó ni una pizca, pero he de romper una lanza:
«Erase una vez el espacio» fue una serie genial.
Magnífico artículo, sí señor. Como a muchos otros, la serie de «érase una vez la vida» marcó hasta la que sería mi futura profesión (enfermero). Y hasta hoy pensaba que era el único al que le ponía palote Kira… Eso sí, quiero romper una lanza por el personaje que más me molaba de la serie: el jefe de anticuerpos Metro. Este pequeñajo era el más valiente y macarra de todos, pendenciero pero majete. En el capítulo de la piel se le ve dispuesto a morir luchando contra las toxinas de un mosquito. Y en el capítulo de las vacunas sale su primo pedante, con unos duelos de espada con ¿moscas cojoneras? que no tienen desperdicio.
Magnífico artículo, sí señor. Como a muchos otros, la serie de «érase una vez la vida» marcó hasta la que sería mi futura profesión (enfermero). Y hasta hoy pensaba que era el único al que le ponía palote Kira… Eso sí, quiero romper una lanza por el personaje que más me molaba de la serie: el jefe de anticuerpos Metro. Este pequeñajo era el más valiente y macarra de todos, pendenciero pero majete. En el capítulo de la piel se le ve dispuesto a morir luchando contra las toxinas de un mosquito. Y en el capítulo de las vacunas sale su primo pedante, con unos duelos de espada con ¿moscas cojoneras? que no tienen desperdicio.
Saludos.
Primero decir que efectivamente veo el escote hippie, el beso con mandril y sobretodo el tipo bebiendo en bota…es más, remarcaré que no veo a Homer, sino a Seymour Skinner…el verdadero que es sustituido por aquel que todos apreciamos…
Con respecto al acento latinoamericano de algunas series…pues bueno, aunque prefiero un doblaje más neutro (si es posible, con el genial Carabias siempre xD) es cierto que a mi no me molesta tanto, y creo que hay grandes series con estupendos doblajes latinoamericanos.
Yo, imagino que por edad, me decantaba por Érase una vez la Vida. Mis personajes favoritos eran los corredores mensajeros, los linfocitos y los glóbulos blancos…
Y lo que es aun más importante…también estaba colado por Kira. Joder…que alguien dedique un estudio a esto, que somos muchos xD Es que párate a mirarla, que en algunos fotogramas estaba muy desproporcionada y sus ojos eran enormes y su boca una línea…y aun así, sigue enclavada ahí, en nuestros despertares sexuales xD
Y el opening con los pechos gratuitos era genial. No acababa de entender porqué llevaban vaqueros pero no camisetas…o con todo o con nada xD
Es para pararse a pensar qué razones hacían que a una generación de chavales, de entre tantas cosas, se les quedara en mayor o menor medida los mismos detalles de la serie.
I love Kira!
PD: Entre tanto comentario político/histórico de la serie, creo que habría que destacar algo que me da cierto mal rollito, en la cabecera de Érase…las Américas:
«La aventura fue dramática, pero el heroe siempre venció…»
http://www.youtube.com/watch?v=gyrzTgtd7hs
Desde el 5 de enero en Francia se emite una nueva serie de la saga, se titula «Il Etait Une Fois… Notre Terre», con fuertes cambios en los diseños de los personajes y el formato del programa en general al que solian ofrecernos.
Lo poco que he visto, deduzco que la temática es sobre el cuidado del planeta y los peligros del cambio climático rollo Al Gore style.
La serie no me atrae ni lo mas mínimo, ya que es muy del estilo con el que se hacen actualmente los programas infantiles.
Ha fallecido Barille
¿Quienes eran los linfocitos T?. Y los demás personajes del capítulo sobre el sistema inmunitario?. Planeta no ha tenido la deferencia de indicar los personajes de cada capítulo en los libros.