Semana Mad Max: porno cutre y postapocalíptico

Qué… os lo imaginábais, ¿verdad? Si Mad Max 2 fue un taquillazo y una película tremendamente influyente durante los 80, no podían faltar sus versiones X. La verdad es que el 90% de las portadas de las pelis porno 80s parecen insinuar películas post-apocalípticas: los pelos, el maquillaje y los andrajos nos remiten a un mundo vuelto del revés y no: es que era la moda del valle de San Fernando. Quizá lo más simpático es que siguieron probando la receta durante los 90 y 00, cosa ya menos común. Vamos con este repasito a un sub-sub-género tan válido como cualquier otro.

Mad Sex (Jack Remy, 1986)

La tetona Trinity Loren hace aquí de la Tina Turner de Más allá de la cúpula del trueno, aunque el resultado es más parecido a la que imitaba Millán de Martes y 13 en su celebrado sketch. A pesar de que el look de las chicas responde a lo esperado en estas películas, en realidad no hay apocalipsis ni nada, solo una serie de bobas movidas de un club de moteros para pagar el alquiler del local. Un timo… ¡UN TIMO!

El sabor de una taza de te

maLas mutantes (Mad jack: Beyond Thunderdome, Bruce Seven, 1986)

La típica parodia porno de los años 80: apenas aprovecha el título para presentar una película vaga y desganada. Tras una catástrofe nuclear, una rebelión liderada por mutantes telépatas trata de derrocar al corrupto gobierno que llevó al mundo a la catástrofe. Peter North es uno de esos rebeldes… y poco más. Aquí hay cero ganas de hacer nada postapocalíptico, la gente lleva ropa normal, está rodada en interiores y tiene el típico sexo inofensivo y aburrido de la mayoría del porno de mediados de los 80. Eso sí: Candie Evans está igual de guapa con andrajos que con traje de animadora. De lo peorcito.

The Load Warriors (C.C. Williams, 1987)

De parecido argumento a la anterior, pero con mejor texto y acabado: al menos aquí se fueron a una árida y tenían caravanas viejas y camiones desguazados: Peter North es, de nuevo, un guerrero futurista que se pasea por ahí en un mundo donde los hombres son impotentes y el semen escasea. Las mujeres del futuro se lo rifan, totalmente entregadas a la repoblación del plantea. Cabe preguntarse porque si es un líquido tan valioso, acaba derramado en las espaldas y vientres de las chicas en lugar de en el interior. El futuro de la humanidad pinta negro, negro.

Mad Max Versión X (Renegades, 1994, Buck Adams)

Buck Adams, el Popeye del cine porno se unió a Rebecca Wild, más de moda que nunca al protagonizar Los vigilantes de la playa X. Sin embargo, el film no tuvo demasiada repercusión. Adams tuvo el buen tino de contratar a T.T. Boy, siempre con cara de cabrón, para ser el malo de su epopeya futurista, con pandillade vándalos aterrorizado las ciudades devastadas del futuro a base de…follar por ahí. Vale. En buenas medida es una película sobre el conflicto generacional, ya que se establece que todos los defensores de la ley son miembros gente mayor: gente adscrita al antiguo orden. Ah, que sí: que follan mucho, pero el sexo es bastante normalito. Lo mejor, ver a Mark Wallice con un look a lo Axl Rose antes de dedicarse a contagiar el SIDA por ahí.

Mad Sex (Moli, 1996)

Tremenda película alemana que supuso todo un shock para el que aquí escribe tras su paso en Canal +. Este díptico llegó ya en los 90, cuando la moda de las parodias ya había quedado olvidada y a nadie le interesaba especialmente este tipo de ambientación: y sin embargo, está mucho más conseguida en todos los aspectos (ambientación sexual y argumento) que sus imitadoras americanas.

Mad Sex lleva hasta sus últimas consecuencias la premisa de America 3000: los luchadores del trueno. En el mundo devastado del mañana, hombres y mujeres son tribus enemigas que guerrean. Una grupo de supervivientes encuentran unas revistas porno en las ruinas y lo que ahí ven despierta su curiosidad: los hombres y las mujeres pueden hacer cosas juntos. Y no me refiero a noches de manta y series. No hay tantas pelis donde veas a Anita Black y un Cristoph Clark de súper ‘Road Warrior’ follando en una fábrica abandonada llena de roña. ¡Recomendísima!

Breeders (Jack Amstrong, 1996)

Desconozco si esta película fue distribuida en España, pero es una de las que más trata de acercarse a la estética Madmaxiana: aqui sí que podemos ver algunos coches futuristas y hasta hay algo de acción. Ya, ya: parece mentira que me fije en esas cosas en una película porno, pero ya ven, para eso estamos aquí. De nuevo, tenemos la historieta de los hombre infértiles y lo mucho que follan los que aún pueden engendrar hijos. Pero ojo, que aquí, aunque siguen eyaculando fuera… ¡después recogen el semen y lo introducen con los dedos en las vaginas! Cada esperma es sagrado, no cabe duda. La cosa va de un visitante del futuro que trata de evitar todo lo malo. Merece la pena verse por la aparición de dos titanas de los 90: Asia Carrera y Kaitlyn Ashley. Steve Drake, aka «el Pablo Motos del porno» va por ahí con pinta de Jedi y dando bastante asco, como de costumbre.

Mad Jaxxx: Beyond Thunderboobs (Skye Blue, 2002)

Ni una década sin su parodia de El guerrero de la carretera. Bueno, lo de «parodia» no sé por qué coño lo seguimos diciendo cuando no hace gracia ninguna, ni lo pretende. La novedad aquí, la presencia de las grimosas megatetas de Kayla Kleevage y una música bakaladera ya pasada de moda en aquel momento. Eso sí, respetos siempre a Skye Blue, una tipa luchadora que no para de dirigir desde hace más de 20 años.

Apocalypse X (Jakodemo, 2014)

Apocalypse X es una perfecta muestra de las versiones porno de hoy día. Gracias al CGI, los jóvenes directores pueden hacer homenajes medianamente conseguidos a los clásicos con las que crecieron… donde el sexo es un añadido que no les interesa demasiado. Al contrario que en décadas anteriores, donde la falta e medios e interés provocaba que fueran los diálogos los que sobraban, aquí es el sexo el que está metido con calzador y fastidia la historia. Así, el tal Jakodemo (atención al nombre) calca escenas de los dos Madmaxes y pone a su chica a dar hostias en pegar tiros en una historia de venganzas relativamente interesante… con unos polvos que ni divierten, ni ponen cachondo ni nada de nada, como sucede en las versiones porno de superhéroes.