Éste artículo iba a ser sobre snacks. Sobre muchos tipos de aperitivos de estos que venden en cualquier tienda
de chucherías, hoy día copadas por los chinos. Pero he aquí que realizando la investigación, me di cuenta de que hay un snack que por sus características no sólo debía ocupar un lugar destacado en el artículo,sino que merecía un rincón especial dentro de viruete.com. La tentación fue demasiado grande, y cedí como el pecador que soy.


Amigos…

HE AQUÍ LOS MONCHITOS

Monchitos es uno de los snacks más longevos de la casa Pegui, que no tienen nada que ver con la madre de Matrimonio con hijos. Si así fuera seguramente habrían sido retirados del mercado hace bastante tiempo, pues todo lo que se cocine en casa de los Bundy es potencialmente peligroso. Recuerdo que en su día Pegui tenia bastante presencia en el mercado, pero poco a poco se fue quedando en nada, y al final sólo ha quedado su producto estrella. Lo que no deja de tener su mérito: Estamos hablando de una casa cuyo buque insignia tiene un envoltorio más horrible que la cara del tío de Robocop que se cae al ácido. A todo esto, el reverso del envoltorio nos indica que Pegui es una compañía de FORCE S.L., que no es una discográfica de jevi.

Los Monchitos son, como su nombre claramente indica, arroz inflado con sabor a jamón. Básicamente son Crispies con potenciador de aroma E-6201, que les otorga ese sabor que tienen los productos «al jamón» pero que en realidad no se parece demasiado al sabor del jamón de verdad. Ha pasado como con Fuentes, que nos hemos ido acostumbrando a lo malo. Y no, no tienen nada que ver con el horroroso muñeco de José Luis Moreno. Yo si viera el careto de Monchito en una bolsa de guarrerías… bueno, para ser sincero, me compraría una, por la aberración. Y después haría un artículo, fijo.

E centro de la bolsa lo ocupa UN MONSTRUO púrpura que se está comiendo lo que parece ser un jamón entero. Para que le quepa la pata entera en una mano y en la boca deducimos que debe ser enorme, de al menos 3 metros de alto, y debe dar unos 1.500 puntos de experiencia, digo yo. ¿Es este monstruo uno de los Monchitos? ¿Tendrán algo que ver con los Monkikis?

Sin embargo, la parte más mítica de los Monchitos, por los que han pasado a la leyenda, no es el monstruo, sino la afirmación de que «Hay miles de premios«. Sí, amigos, los hay. Pero en otros productos, no en los Monchitos. Porque a día de hoy NO SE CONOCE A NADIE al que le hay tocado algo en una bolsa de Monchitos. Es como el Chupacabras: se afirma su existencia aunque aún no tenemos pruebas
palpables.  ¿A ver si el monstruo púrpura este es un chupacabras? Investigando más abajo leemos «Monstruosos pegatinas y pañuelos». Suponemos que se refiere a esos inexistentes regalos. Lo que más me choca es que regalen pañuelos: visto el cutrerío del diseño de la bolsa no me extrañaría que se tratara de un paquete de Kleenex, o directamente, de los Kleenex sueltos.

Vamos a darle la vuelta al paquetito. Esta es mi parte favorita del envoltorio, y que tenga una parte favorita del envoltorio de esto ya está diciendo mucho de mí, y no bueno precisamente. El caso está en que encontramos OTRO MONSTRUO, de color violeta, comiéndose una
especie de tapón de corcho. ¿Otro Monchito?

El bichejo este nos recuerda bastante a Los cabezotas de Barrio Sésamo, aquellos monstruos siameses que gustaban de tocar el piano al unísono….


El texto nos insiste en esos inexistentes premios monstruosos. Debemos de buscar la palabra «Premio», en lugar de, por ejemplo, «yunque» o «protozoo». Suena lógico.

Y no está solo: en la parte superior izquierda descubrimos la existencia de un nuevo engendro,
en esta ocasión amarillo limón y con un sólo diente. ¡Ya ha llegado el peligro amarillo! El extraño ser también aparece comiendo una suerte de tapón o algo así, que nada tiene que ver con el contenido de la bolsa. Si los propios monstruos no se lo comen…

Ha llegado la hora de vaciar la bolsa. Y una vez más nos quedamos sin premio, sin uno de los míticos pañuelos o de las monstruosas pegatinas. Que injusto es el mundo: primero lo del holocausto y ahora esto. En todo caso, hemos disfrutado comiéndonos el arroz, directamente del paquete a la boca. Que es como se come este aperitivo, evitando así el efecto «dedos manchados» de, por ejemplo, los Risketos y constituyendo otro punto a favor para los Monchitos.

El mundo de los snacks es una auténtica jungla donde sólo sobreviven los más fuertes, y donde sabores fuertemente promocionados sucumben ante el rechazo del público cual programa de Antena 3. Así que la longevidad de los Monchitos son un testimonio de
que su sabor ha contectado con los consumidores. Claro que Los Serrano también han conectado, con lo cual esto no dice nada en cuanto a su calidad. Pero ¿quién come algo así porque sea un buen alimento?

BONUS: TEBEO GRATIS

LINTERNAVERDE
VS

THE MONCHIES

LINTERNA VERDE: El espacio mola cantidad, pero cuando te entra hambre es lo peor. No hay ni maldito Burger King.

LINTERNA VERDE: ¡Cáspita! ¡Una bolsa de Monchitos! Se le habrá perdido al Pedro Duque ése. ¡A por ellos!

LINTERNA VERDE: ¡OH NO! ¡No me había dado cuenta de que la bolsa es amarilla, la única debilidad de mi anillo! ¡Mi aura, no puedo respirar!

Soy más tonto que Íñigo… Además que él llevaba siempre aquel polo verde.

LINTERNA VERDE: ¡AAAARGH! La malévola bolsa suelta su letal contenido. Mexico lindo y querido, me temo que moriré lejos de ti.

KU-CHAI:
OYEEEEEE Tú tranquilo, que mí comérselos todos. Ñam, Ñam

LINTERNA
VERDE
: No sé que es peor, si morir a manos de una bolsa de Monchitos o ser salvado por un Furby.

KU-CHAI:
¡¡Te parto la caraaaaaa!!

¡¡ATENCIÓN!!

Noticia
de última hora: PEGUI HA CAMBIADO LA BOLSA DE
LOS MONCHITOS.

Así es amigos, días después de que este artículo fuera publicado nos encontramos con que su fabricante ha decidido cambiar su longevo envoltorio, para asombro de todos los virueteros. He aquí el nuevo aspecto del snack.

Como podéis ver, los monchitos se han puesto al día. El envoltorio es mucho más dinámico y moderno. Además nos anuncian que llevan un 25% más de producto. Bueno, esto también lo hacían en la antigua.

Lo que no cambia es la promesa de obsequios, esta vez nos prometen UN DIÁBOLO. No un bote de la colonia, sino el divertido juguete que gustan de utilizar muchos pies negros y ex-yonkis en sus demostraciones de malabares. En fin, por lo pronto a nosotros nos ha tocado UN PALOTE en el interior. Pero PALOTE auténtico, de la marca palote. ¿Pero qué diantres pasa aquí? ¡Esto es un caos!

El monstruo, como podéis ver, ha sido rediseñado, ahora, en lugar de un garabato hecho por algún compañero de Rainman tenemos a un monstruo recreado infográficamente. Eso sí, sigue comiéndose el mismo jamón.

Como podéis ver todo cambia para seguir siendo lo mismo. Pero no deja de ser mosqueante este lavado de cara cuando hace poquito que hablábamos por aquí del tema. Será que en viruete.com estamos en contacto con las fuerzas que, invisibles, rigen el universo.