De igual modo que nuestro admirado Francisco bebía los vientos por su Chica del Póster (mientras Morgan Freeman le conseguía un martillo de gemas), cada varón que se precie se ha dejado encandilar al menos una vez por mero instinto visual. Muy aburrido había que estar para leerse la entrevista de Natalia Estrada en Interviú, si en la misma página posaba enseñando la merendola para nuestro deleite ocular, así que tanto daba si prefería gatos o perros, si su escritor favorito era Michael Ende o se había pasado el Tumblepop sin continuar. El noble arte de enseñar carnes que tantas alegrías proporciona a propios y ajenos y al que, guiados por las máximas a nadie le amarga un dulce y este plató queda como muy vacío, tanto se ha recurrido a lo largo de nuestra historia televisiva moderna.
Olviden simpatías y rollos macabeos, las protagonistas de este artículo están para hacer bonito y fin del temario. Y por tanto merecen su rincón tanto en nuestros corazones como en esta santa web. Así que venga, que comience el desfile sin más dilación:
Las Secretarias (1,2,3… responda otra vez)
Que no les engañe la nostalgia o ese aire de culto finolis de Chicho Ibáñez Serrador. Un señor que fuma puros, siempre y cuando no sean de Altreche, es por definición un miramuslos de aúpa. Las azafatas o secretarias de 1,2,3 estaban para lo que estaban: adornar. Cuando no llevaban disfraces acordes con el tema de un programa en concreto, iban con el tipo de atuendo que hacía perlar de sudor la frente de Paco Martínez Soria. Como hubiera sido muy soso presentar simplemente los regalos que los concursantes iban descartando en la subasta, te plantaban a las secretarias haciendo el gilipollas alrededor. ¿Que perdían un juego completo de bádminton? Pues hala, a hacer como que jugamos. ¿Que perdían quinientos pañales cagados? Venga, a taparse la nariz y agitar la mano como diciendo uf, vaya tela. En casos adversos, como el coche o el apartamento, lo mismo daba que estuviera dentro Silvia Marsó fingiendo conducir o la Filarmónica de Viena demostrando lo espacioso que es el nuevo Citroën AX, que el disgusto era mayúsculo. En cuanto a sus otras funciones, ya me dirán cuántas personas hacen falta para llevar la pajarita de Pepe Da Rosa al presentador para que lea la correspondiente tarjeta, y ya puestos, si es que el propio Pepe es tan estirado que no la lleva él mismo en un momentito y ya de paso desea suerte a los concursantes, que seguro que les hace más ilusión que una chicuela que ya tienen más que vista. También se encargaban del conocido y ultra-parodiado Han sido trece respuestas acertadas a ciento seis pesetas cada una… ¿Qué falta hacían cuatro o cinco personas para hacer una simple multiplicación, y encima con calculadora, si además sólo hablaba una de ellas? Sus otras funciones eran presentar a los concursantes, Fernando y Paqui, cuñados y residentes en Gandullas y ofrecer las preguntas en una bandeja, lo mismo que el abnegado Ambrosio y los Ferrero Rocher. O sea, como pagar un sueldo a tu primo el inútil por grapar cuatro informes diarios.
Las del Telecupón
Lo de este programa es para mear y no echar gota. Tele 5, del que por supuesto vamos a hablar largo y tendido, era como el avestruz de los huevos de oro. Fue capaz de convertir algo tan sosainas como es el sorteo de la ONCE en un hito indiscutible de televisión, debido en gran parte a la etapa de Carmen Sevilla y sus continuas salidas del tiesto. A mucha gente por menos la meten en un asilo. Pero me voy a limitar al tema que nos ocupa, el del mujerío porque sí, porque las tías buenas venden y un acueducto hace romano. Cinco chicas muy peripuestas, por turnos anuncian qué dígito van a sacar, miran a cámara y sonríen, pie adelantado a lo retrato regio, manos detrás de la espalda y leve meneíllo de cintura a lo “cantar la tabla de multiplicar” mientras el bombo gira y gira. Algunas veces el bombo hace una parada en falso, se atranca y sigue girando, y la chica no tiene más remedio que volver a mirar a cámara y sonreír como si no pasara nada, mientras reza a Dios para no hacer alguna cagada como tirar la bola o pronunciar cuatdo. Luego desfila hasta la mesa donde Durán y otros señores con corbata dan fe con cara de haba, rematando tan solemne ritual. En cinco hogares españoles, cinco madres se ponen a hacer la cena muy orgullosas de sus respectivas niñas, las más guapas de todo el barrio, que salen en la tele y reparten alegría. Al menos no están por ahí robando ni matando, y además Hitler era peor.
Mamá Chicho (Tutti Frutti / Humor 5 Estrellas)
Serán las primeras que a muchos de ustedes han venido a la cabeza al leer la entradilla del artículo. Mujeres florero por excelencia, estas seis italianas eran el buque insignia de aquel Tele 5 al que los ingeniosos pre-twitter llamaban Teta-5, irrumpían en el plató del chocante programa de humor Tutti-Frutti (y posteriormente, en el escaparate cañí Humor 5 Estrellas) para cantar la tonada que les daba nombre, instando al manoseo y posterior besuqueo a un tal Chicho, supongo que para ganarse un puesto como secretarias del 1,2,3. Después las muy golfas le iban con el cuento a sus respectivas madres, así que el pobre Chicho se debía de llevar más hostias que un puesto de muñecos. Casos como estos son los que acaban saliendo en Madrid Directo con las palabras La Violencia de Género se cobra otra víctima y los vecinos diciendo que No se imaginaban nada, era gente muy tranquila que saludaban siempre cuando te los encontrabas por la escalera. Las Mamá Chicho dieron lugar a desfiles de auténtica vergüenza ajena, por ejemplo convocando a una caterva de pobres diablos en una especie de concurso para conquistar a su Mamá Chicho predilecta, demostrando sus cualidades en diversos campos como bailar una lambada, hacer reír a una chica (sin ponerse la corona de cartón del Burger King) o morrearse con una silueta dibujada en un cristal. También hubo sitio para las niñas que quisieran ser Mamá Chicho (para solaz del Duque de Feria, los vestiditos, lirili), concurso al que por lo visto se presentó Saray, la subcampeona de Gran Hermano 11 y que junto con su relación sentimental con el gran Gerardo Práger ya le da para una biografía la mar de jugosa.
Chicas Chin-chin (¡Ay, qué calor!)
Más Tele 5 en sus inicios, aunque aquí se dejaban de paños calientes y directamente enseñaban las tetas franco-fábrica, en un concurso que parece sacado de un Leisure Suit Larry. Cada chica Chin-chin, nada que ver con las gafas de Leo Romaní o el madrileño salón recreativo que había enfrente de La Melonera, representaba una jugosa fruta que, al término de su breve rutina musical, podía ser escogida por un concursante. Entonces se repetía el estribillo, se abrían el chalequillo y zas, peras al fresco. La idea era que si resultaban llevar un distintivo en los pezones hacían ganar al concursante un dinerillo, pero a los espectadores nos tocaba premio siempre, lirili lirili. Yo idolatraba al Arándano (en Colpo Grosso, la versión italiana, que fue la primera que se emitió), hasta tal punto que llamaba gilipollas a los concursantes si no la elegían; eso sí que era un sufridor en casa. Pero es que en ¡Ay, qué calor! no escatimaban en desnudos, porque el objetivo era comprar las prendas de unas strippers y ganaba el que más despelotaba (o algo así, comprendan que lo único que recuerde claramente sean tetas y culos). ¡Si hasta los concursantes se desnudaban cuando se quedaban sin dinero! En mi casa se hizo famosa una tal Ornella, concursante italiana tan zopenca que terminó quedándose en bragas y que tenía unas berzas como cascos de nazi. Yo tenía grabado ese programa y el momento en que se quitaba el sujetador me hizo sacar todo el partido a mi vídeo: cámara rápida, cámara lenta, atrás, pausa… me pasé más horas circunvalando esa escena que con cualquiera de SuperCinexin, y es que por mucho que me gustara ver a Popeye comer y escupir las espinacas, las tetas de Ornella eran insuperables.
Cacao Maravillao (VIP Noche)
Y si las italianas enseñaban pierna, las brasileñas no iban a ser menos. Yo les voy a confesar que a mí las negras nunca me han atraído lo más mínimo, y que incluso cuando salía alguna en una peli porno tiraba de Fast Forward sin miramientos, así que pasaba de este cuarteto como de comer alfajores, que diría mi amigo Alejandro. Esta vez, la excusa para meter chicha en cada programa sin tener que variar letras ni coreografías era anunciar un producto ficticio, el Cacao Maravillao, supuesto patrocinador de VIP Noche, esa especie de tres en raya en el que había que adivinar si la anécdota que contaba Miguel Caiceo sobre el congrio panameño era verdadera o falsa. Les aseguro que soy absoluto defensor del humor racista, pero lo de comparar a los negros con chocolate me parece merecedor de una somanta de hostias tanto hoy como a inicios de los 90. Total que de pronto sonaba la melodía y estas cuatro aparecían vestidas de carnaval, meneaban el culo a ritmo de samba y acto seguido se largaban, como cuando cogías una propina en el Tapper. Comenzó a circular por aquel entonces la siguiente versión alternativa: “Cacao Maravillao, me pica el culo, me lo rasco y arreglao…” Poco a poco, a una de las chicas se le concedió la frase recurrente ¡¡Tengo mieeeeedo, Emiiilio!! que decía con voz gallinera mientras Emilio Aragón hacía el pollaboba. Algo parecido gritaban los vecinos de la Ronda de Atocha cuando las obras del Circo Price les rajaron la fachada de sus casas.
Las Oquettes (El Gran Juego de la Oca)
Por lo visto a Emilio Aragón le gusta el barullo o sufre de agorafobia, porque a poco que puede llena hasta el último rincón del plató con cacha turgente. En esta ocasión, ocho mancebas con mucho colorido y una coreografía digna del flipao aquel de A Por Todas (¡¡dedos espirituales!!) amenizaban el concurso más largo y tedioso de la historia de la televisión, que nos brindó escenas tan memorables como Lydia Bosch (a la sazón, ex-secretaria del 1,2,3) pegándose un costalazo a lo Hanna-Barbera o Emilio Aragón a punto de vomitar mientras Miguel de la Quadra-Salcedo mascaba alegremente unos gusanos. Las Oquettes, aparte de dar paso a publicidad y celebrar que un concursante cayese en determinadas casillas, todo ello cantando y bailando, vivían su punto álgido en la prueba Beso o Tortazo, en la que con una sola frase el concursante tenía que predecir su destino inmediato. Eran frases del estilo Ayer me pusiste como una moto… que desembocaba en algo como ¡Toda la tarde apoyada en una farola! ¡Menudo plantón! Y trasca, mamporro al canto. Aunque por lo general amagaban más que dar, me consta que alguno se llevó un buen soplamocos. Cuando el concursante era una chica, el que se llevaba el beso o el tortazo era Emilio Aragón. ¡Discriminación sexista! ¡Homofobia! ¡Estroncios y megavatios! ¡Pan y circo, señores!
Las Glu-glús (Uno para Todas)
A mediados de los 90, Tele 5 nos sorprendió con una versión corregida y ampliada del mencionado concurso de ligarse a una Mamá Chicho. Una docena de mancergos sin ningún sentido del decoro se sometía al escrupuloso examen de DOSCIENTAS mujeres, siendo eliminados fase a fase hasta que sólo quedaba uno, que se alzaba con el título de favorito y podría tirarse el pisto en su barrio (relativamente) hasta que el kurgan saliera a su encuentro. Los otros once habrían hecho el ridículo más bochornoso para nada, por mucho que siempre se diga «no importa, me lo he pasado fenomenal». Como cuatrocientas tetas no eran suficientes y este era un programa con espíritu veraniego y, por tanto, de un festivo que asustaba, ocho bailarinas (algunas ex-Oquettes) nos ofrecían sus números musicales que iban de picaruelo a picantón, todos ellos en riguroso playback. Además eran las encargadas de ejecutar las sentencias, empujando a la piscina a los peleles menos votados de cada ronda, de ahí lo de glu-glú, por el ruido que el concursante hacía al hundirse en el agua y el que haría luego empinando el codo en la taberna, preguntándose en qué momento cambió, como Saruman, la razón por la locura.
Las chicas de Gil (Las Noches de Tal… y Tal)
Aquí sí que no había vuelta de hoja. Ni simpatía, ni talento, ni carisma ni mierda empanada, esto eran las típicas florianas en bikini dorando la píldora al mafioso de turno en el jacuzzi. Si hasta Biff Tannen tenía unas en el 1985 alternativo, no iba a ser menos su homólogo español, Jesús Gil y Gil, en pleno apogeo por aquel entonces. Mientras Don Jesús daba rienda suelta a sus soflamas políticas sobre sociatas facinerosos y embusteros, las mocencas estas se limitaban a mirar a cámara, sonreír y esconder lorza, que de aquello iban tan bien servidas que daba gloria verlas, como dicen las abuelas de los bebés gordos. Claro que al lado del presidiente del alieti hasta María del Monte hubiera pasado por chica Bond.
Los Clubes (Goles son Amores)
Mediante pasodobles, griterío garrulo y un auténtico muestrario de mocencas, Manolo Escobar desglosaba la jornada de fútbol con ayuda de dos auténticas periodistas deportivas con solera: Inma Brunton y la histriónica Loreto Valverde, que por supuesto vestían cualquier trapito cómodo y discreto, todo entre mucho griterío de los forofos uniformados que componían el público, todos con pinta de no resolver ni las sopas de letras del Pequeño País. Vamos, que sólo faltaba un porrón de tinto y un purito para completar la imagen de macho ibérico sudao que tenía Tele 5 del futbolero español, así que no es de extrañar que Don Pantuflo quisiera apartar a sus nenes de ese mundillo de vicio y mala vida. Para anunciar cómo había quedado la clasificación tras la jornada, se ofrecía un desfile de tías buenas, cada una de ellas vestida con una versión “aliviada” del uniforme de un equipo, haciendo el chorra con un balón en el que se veía los puntos que llevaba y cuidando de hacer rebotar bien las tetas al irrumpir en plató. Y ahora es cuando sale Súper Ratón y avisa que aún hay más, pues entre tanto soserío caucásico aparecían meneando el bullanga ni más ni menos que las Cacao Maravillao, toma ya crossover. Ojalá hubieran metido también a las Mamá Chicho, las Chin-chin y las del Telecupón y las hubieran enfrentado, por ejemplo, al elenco de El Estado de la Nación en una especie de Secret Wars.
SPS (Crónicas Marcianas)
Encuentro redundante meter tres bailarinas en un programa en el que todo el mundo era susceptible de subirse a la mesa y pegarse un remeneo en plan Chicha, la punk de los tebeos. Su función más destacable, aparte de motivar el evidente hal-la cha-val, están pa hacerle un favor, era hacer bulto en los previos del programa, cuando uno estaba tan ricamente viendo Gran Hermano a ver si echaban a Fresita de una puta vez y de pronto había un corte a publicidad y aparecía el Sardá en plan pasillero adelantando las parvadas de las que iban a hablar en su programa. Mientras tanto Carlos Latre hacía alguna imitación trilladísima, Boris chillaba como un tenedor que araña un plato y las chicas sonreían y medio bailaban en plan nene, qué marcha llevamos. Luego en el programa bailaban con cualquier excusa, incluso cuando daban paso a un invitado, aunque fuera el periodista más seco y abigarrado, en un Tele 5 que ya apostaba por el público levantándose a bailar el politono del momento. Para cubrir el repertorio baboso elemental había una pelirroja, una rubia y una morena (que se llamaba Marbelys, menudo nombre de mala de Buffy), más de lo que podría ansiar un Don Hilarión cualquiera.
Las Coristas de El Semáforo
Por mucha orquesta en directo que hubiera, el hecho de poner a tres coristas bien visibles, en todo lo alto, en un concurso en el que lo más musical que salió fue un policía simulando una trompeta con una servilleta y un peine, me parece un verdadero desperdicio. Vale que se ganaban un sueldo tan dignamente, pero el bochorno de verlas ahí intentando llevar el ritmo de “O Caldo de María sabe mal” cantada a dos voces por Cañita Brava era tremendo, más propio de cuñada pavisosa que se desmelena con dos copas de lambrusco que de bailarín profesional. Pero ahí estaba Chicho, tocando cada vez más. Las chicas, muy monas, eso sí, una de rojo, una de ámbar y otra de verde y sin repetir color de pelo entre ellas (ya pueden decir más que Vanilla Ninja), siempre sonrientes y acompañando cada actuación con un bailecillo estándar que las hacía parecer el público de un combate de Street Fighter II.
La Chica de los Comodines (3×4)
Susana Egea se dio a conocer en el concurso 3×4, que alegraba mis sobremesas a finales de los años 80 (entre otras cosas porque amaba con fervor a Julia Otero). La chicuela en cuestión, con un airecillo a Brigitte Nielsen, se escondía aparentemente desnuda tras una enorme barrera de comodines, que eran la cantidad de cagadas que un concursante podía cometer antes de volver a casa con el premio de consolación universal, es decir Habérselo pasado fenomenal que hemos citado más arriba. A cada prueba o pregunta fallada le seguía un plano de Susana con cara picarona tirando un comodín. Cuando caía el último, se descubría qué disfraz llevaba, generalmente salido de la misma sastrería que las secretarias de Ibáñez Serrador, o sea, más bien sugerente. Les aseguro que en mi casa aquello era un auténtico acontecimiento, fíjense bien la tontería, y estábamos deseando que el concursante perdiera para ver con qué atuendo nos sorprendía (y porque somos una panda de cabrones). Mis hermanos sostienen que la primera vez la chica apareció en bolas y que fue un escándalo, pero también me dijeron que en el tallaje de la mili te pesan los huevos con una cuchara y yo me lo creí como un pariolo, así que comprenderán que dude de su palabra.
Paloma la Giraletras (La Ruleta de la Suerte)
Para concluir el siguiente recital, un caso actual y mucho menos flagrante, pero digno de ser comentado. En los inicios de este concurso en España (bajo el título La Ruleta de la Fortuna) el panel a resolver estaba formado por unos cimborrios giratorios que realmente necesitaban que alguien los girase cuando algún concursante atinaba la letra que había detrás. Aparte, entre la ausencia de público en plató y el aire triste y frío de las primeras producciones de Antena 3, realmente se agradecía una chica mona luciendo pierna y sonrisa mientras Atilano valoraba las ventajas de comprar una vocal y que aplaudiera cuando se resolviera el mantecao. Actualmente, entre que el panel es una pantalla y que el plató está abarrotado con ese público bocatero que tiene toda la pinta de ser de los van a festivales de cine fantástico y aplauden cada vez que muere alguien, la chica sirve para lo mismo que un ascensorista: pulsar un botón y aguantar las ocurrencias de los que pasan por allí. Esperemos que tenga la misma suerte que Harriette Winslow y alguien le ofrezca su propio programa.
Así, con tan atractiva propuesta, pongo fin a este cariñoso homenaje a la cacha y el muslamen televisivos, escotes, canalillos, caderas y taconazos. Y en esta época en que disfrazamos la censura de solidaridad y la envidia de amor propio, yo les invito a adoptar el lema que grita Nathan Lane a Uma Thurman en Los Productores: ¡Si lo tienes, lúcelo!
Si hubieras nacido en la Comunidad Valenciana, Wally, estoy segura de que hubieras incluido a las MONLEONETES, la azafatas de «El show de Joan Monleon» 🙂
http://www.youtube.com/watch?v=1Z8CNgtwpcs
Un saludito
¿Y la sugerente picardía de ponerse las huchas como turgentes tetazas? xDD
El show de Joan Monleón ha tenido una incidencia muy considerable en mi vida. True story. A mi abuelo le tocó un ordenador en «La paella rusa», acabé descubriendo un intérprete de BASIC que traía de fábrica, y de ahí a la facultad de informática.
Aún tendría que pedirle a Canal 9 daños y perjuicios por lo que ha hecho con mi vida.
Que maravilla de programa
¡Grandioso, no me acordaba de las monleonetes!La verdad es que Canal 9, a pesar de no llegar a los niveles tetiles de Tele 5, nunca escatimaba el enseñar cacho. Recuerdo el programa presentado por Maria Abradelo, «Calor calor» (creo, que Abradelo lo único que no habrá presentado de canal 9 habrán sido los informativos), en el que en cada programa había un concurso de zorreo entre las chicas de una localidad de la CV.
A guanyar diners!on estan on estan!!! y además todo en horario infantil!!!! «la taronja pelalaaaaa…»
Genial artículo! Me ha encantao! Completísimo!
No me acordaba de lo de los guantazos de las «Oquettes». Jajajaja!
Por cierto, desde aquí, me mojo, y lo digo: PALOMA, Pibonazo de ca-te-go-rí-a!!
Si lees esto, llámame! te invito a cenar!
Saludos a todos!
Yo a la que recuerdo más era una rubia que se llamaba Vanessa y era extranjera, porque hablaba FATAL español. Y también una pelirroja que se llamaba Annetta o algo parecido, y una morenaza española que no recuerdo el nombre.
Datos que no sirven para nada: Paloma interpretó a Valentina en Crónica del Alba, donde conoció a Jorge Sanz, con el que se casó años más tarde y tuvieron un hijo al que llamaron Merlín. Se divorviaron en 2006.
Las carnes tersas y jóvenes venden, ley de vida. Bueno, y también las no tan jóvenes como las de Mariló Montero, te metía… entero. Y si en algún momento a alguien le ha parecido excesivo el despliegue de muslos y pechugas en las televisiones españolas, que se vaya a Italia para conocer lo que es el concepto de bombardeo por saturación.
Susana Egea, o tal vez otra chica comodín de 3 x 4, murió en accidente de tráfico. Recuerdo a una joven Isabel Gemio claramente afectada por este hecho y durante una semana en lugar de el numerito sugerente con una chica, resolvieron el asunto con unos grafismos.
Pero, ¿cómo murió Susana Egea? ¿En accidente de tráfico, o viendo el video de Ricky Martin, la niña, el perro y la Nutella? ¿Cómo ha tenido después una relación con Faemino, y ha concedido múltiples entrevistas? Me da que está igual de muerta que Bumbury y el Robe (ese tema pide post).
Que nooooo, que no está muerta…
Susana Egea no está muerta….
Otra leyenda urbana más…
Susana Egea no era quien falleció en accidente, sino una de las azafatas de la etapa Gemio (la clásica rubita mona de larga melena).
Susana Egea acabó liada con Faemino, del popular dúo humorístico y creo que ahí siguen tan ricamente. Y parecía tonto el pavo…
También guardo buen recuerdo de las bailarinas del Música Sí y las azafatas de De Domingo a Domingo.
Magnífico artículo. Ah, la tele de los ’90…
Siempre recordaré Goles son amores por la frase épica de mi padre: Menuda delantera tiene el Logroñés este año.
Ay que calor no la veían en casa, así que solo veía la cortinilla que daba paso a los anuncios «que calor» y veía unas peras de gratis.
Brutal artículo. Citan ustedes aparte de las clásicas Oquettes y las azafatas del 123, a muchas otras que ya teníamos olvidadas. Grandiosa tele de los 90, me río yo ahora de la tdt y los 20.000 canales de repeticiones rancias y de documentales buscando el tema más rebuscado. Ahora entiendo por qué bajaba tan poco a la calle de niño…
Por cierto, les dejo otra versión alternativa de las Cacao Maravillao que se cantaba al menos en mi barrio (que pena que no existiesen los tuits y los retuits en esos años): “Cacao Maravillao, se tira un peo y le sale un Bollycao”.
Joder, creo que de la canción de Cacao-Maravillao hay tantas versiones como patios de colegio. En el mío cantábamos:
«Caacaooo, Maravillaao, me tiro un pedo y se me quema el estofaooo».
Lo del pedo si que estaba bastante estandarizado por lo visto.
En el mio «me pica el culo porque no me lo he lavao…»
«Números musicales que iban de picaruelo a picantón» Esta frase merece un monumento. MO-NU-MEN-TO…
Gratos recuerdos de Marbelys de SPS que SÍ, es también la profesora de baile cubana de FAMA (otro programa donde las tías son feas…. feííiiiiisimas)
Paloma de la ruleta es un ejemplo de lo que ha quedado el tema hoy día, una tía a lo sumo, esos elencos de un montón de tías ahí en plan grupal parece que pasaron a la historia.
Puede que sea por falta de presupuesto, pero el caso Paloma es típico en Intereconomía, donde monísimas muchachas de católica familia amenizan las tertulias esas que hacen de política y fútbol donde todos esos señores exudan caspa, toman vinos y están siempre de acuerdo en todo (lo que piensan ellos), y se encargan de soportar sus miradas lascivas y sus piropos machistas.
Pero vamos… que Juan Manuel de Prada se casó con la que le pusieron… un sueño hecho realidad (¿Fantaseaba Quique Camoiras con las MamaChicho? Sin duda un secreto que se llevó a la tumba).
Gracias por el artículo!
A mi Paloma Fiuza me parece guapísima, pero siendo esto internet supongo que a todos los demás les parecerá asquerosa, tonta del culo y que se comporta como una auténtica borde en le vida real.
España necesitaba esta retrospectiva, qué duda cabe.
Paloma Fiuza es un pibón e hizo lo que Dios manda, no quedarse corta de silicona. Aunque he de decir que en la cama decepciona, le falta malicia.
El programa de Gil era ÉPICO. Y la chica de los comodines ha abierto un cajón cerrado de mi memoria, vaya usted a saber qué saldrá de ahí.
Gil era ÉPICO.
Joder he retrocedido 20 años así como quien no quiere la cosa. La verdad es que viéndolo en retrospectiva esos programas eran de un descarado que no veas alegrando la vista xD supongo que era lo que pedía la época.
Hay Tele 5, quien te ha visto y quien te ve.
Que buen artículo!! Desde luego que crecimos más sanos que los chavales de ahora con Gandulia Shore o mierdas similares. Y eso que yo era una niña que solo pensaba que esas mujeres debían pasar frío con tanto despelote.
Si la memoria no me falla, el concursante de la foto de El juego de la Oca se llamaba Salva y era de Se villa. Lo recuerdo porque la prueba esa que iban por ciudades y vino a la mía, que tenía que ser llevado en volandas hasta la Plaza Mayor. Era 1994… Ufff, 19 años ya…
chin chin, chin chin, recúbreme de beeeeesooooosssss…. Madre mía. Esto ha sido una retrogresión a la niñez jodida. Ríanse ustedes de Proust y su puñetera «madalena». Por cierto, soy el único que piensa que esta gente de telecinco salían directamente de lupanares? lo digo tanto por las chicas como por… Gil, por ejemplo.
¡Grande! Lirili lirili pero yo echo de menos a las bailarinas del millón de euros del MON€Y MON€Y (Vale, también había cuatro tíos pero no cuentan)
Me has matado con lo de Gil y Biff Tannen. Muy grande.
Los Italianos nos llevan años de ventaja…
http://www.youtube.com/watch?v=1teAJZE1ark
Al hablar de Paloma he recordado otra giraletras del programa en su versión noventera, y he acabo de decubrirle un cv maravilloso del que tengo que escribir un post o algo. Una vez más inspirándome en artículos de esta web XD
Muy buen articulo, pero se te ha olvidado, un producto «tipical spanish» ;
quizas precursor del torrentisto como son las peliculas del trio Ozores- Pajares-Esteso
Alguien recuerda el beso o tortazo de angel nieto? » te pasaste un fajote, tia»
¡Yo sí que me acuerdo, de hecho venía a comentarlo! Me alegra no ser el único al que se le quedó grabado, aunque más que por el «te has pegao un pasote» (frase que a veces sigo utilizando) supongo que fue porque más tarde hicieron una especie de pausa y todo para pedirle disculpas, y el tío casi pidiendo que la chica se pusiese de rodillas…
Echando un ojo en YouTube he encontrado este vídeo, a partir del minuto 1:46: http://www.youtube.com/watch?v=Ube5fenYddA .
PD: Totalmente de acuerdo en lo largo y tedioso de El Gran Juego de la Oca, en parte por las aparatosas pruebas que tardaban más en montar todo (tenían una extraña predilección por el fuego, así que hasta que forraban bien al concursante en ropa protectora…) que en la prueba en sí
Muy buen articulo WW! A mi me tocò la fibra sensible ya que la mayoria de las chicas estan «importadas» de Italia. Si este articulo hubiera sido publicado en un blog italiano se hubiera creado un debate politico cansino sobre el malvado Berlusconi y su papel en la decadencia del pais (una idea os la haceis viendo el enlace de de Kerensky), pero por suerte en espana os habeis quedado unicamente con el entretenimiento genuino proporcionado por esa T5 primigenia.
Algunos apuntes: quedan ineditas en Espana las Fast Food Girls, las antecedentes de todo este movimiento, que amenizaban los intermedios de Drive In, mitico programa de humor de los 80 que visto ya en los 90 se nota lo mal que han envejecido sus chistes. Lo unico que pude encontrar de ellas por Youtube es un single italodisco que las vee protagonistas: http://www.youtube.com/watch?v=Q-fwt0CO1gs
Las Mama Chicho desde luego tuvieron mas impacto en Espana donde se convirtieron en iconos, porque en Italia nadie prueba nostalgia para ellas ni por su cancion.
Todo lo contrario que las Chin-Chin y Colpo Grosso, todavia vigentes en la memoria colectiva. La chica arandano me gustaba a mi tambien (creo que Wally se refiera a una rubia guapisima) pero la que mas molaba era la atomica Amy Charles que tambien nos deleitaba con sus exibiciones canoras como esta:
http://www.youtube.com/watch?v=8Cw5Q_Z2uCs
(aparece tambien la arandano).
Las Cacao Maravillao en realidad fueron cogidas desde un programa de humor late night, como diriamos hoy en dia, de la RAI (television publica italiana) que era una parodia de los programas de las emisoras de Berlusconi, chicas jamonas incluidas, en este caso las Ragazze Coccodè: vestidas de gallinas y entre ellas estaba tambien un travesti!
http://www.youtube.com/watch?v=X9D4tMx3Nn8
Esta aportación es oro puro, Marko!!!
Sí, Marko, el arándano al que me refiero era una rubia guapísima. Por desgracia hace mucho tiempo y no te puedo asegurar que sea la que sale en el vídeo (cojonudo vídeo, por otra parte).
Le ragazze coccodè son LA LECHE. Muchísimas gracias por el descubrimiento.
La chica chin chin arandano que te gusta se llama Bernadine.
Lo del «Tengo miedo, Emilio» me sonaba a mí de la última temporada de «El juego de la oca», en la que una concursante tenía que lanzarse en tirolina y no se atrevió a hacerlo, y al final estaba ahí cada programa, en lo alto del andamio, y Emilio Aragón le preguntaba si se iba a tirar esa vez, a lo que invariablemente le contestaba que no, que le daba miedo…
Otro certamen de muslamen fue «La chica primavera». Una especie de concurso de belleza que emitió Antena 3, no sé si sólo un año. Aparte de los típicos desfiles con ropa de noche, lencería, etc. tenían que hacer un striptease y cosas así. ¿Alguien más se acuerda?
Las televisiones autonómicas también resultaron un vivero de mujeres florero.
En mi tierra teníamos a Les Monleonetes, el diminutivo en femenino de Joan Monleon (Pantuflo Zapatilla en la pelicula «de carne y hueso») que era quien conducía el espacio. Lo mejor de todo era cuando, al son de «¡A ganar dineros!», se ponían un par de huchas a la altura de los pechos para simular unos idems. Ahora Canal 9 acumula una deuda muchimillonaria.
A guanyar dineeers , a guanyar , a guanyar , a guanyar dineeerss !!!
Una de les Monleonetes , Maribel Casany , se hizo muy famosa luego en Valencia con el personaje de Mari Mari .
Pedazo memoria , Serena , las revisare en youtube .
La foto de Ay que calor es en realidad de la versión original italiana del programa. Aquí lo presentaba el periodista Luis Cantero y la ex-miss España Eva Pedraza. Si por haber, hubo versiones alemanas, suecas y brasileñas, que yo tenga conocimiento.
Nunca comprendí la mecánica concursal (?) del programa pero tampoco me importó. Salían tías buenas despelotandose, algo raro en la TV española en 1990-91 (Que quitando los striptease de Un día es un día de Angel Casas, la Serie Rosa y las italianadas de Alvaro Vitali poco más había en aquella época pre-internetera), hecho que me permitió darle el máximo rendimiento a la función de televisor de mi viejo Amstrad CPC 6128 mientras mis padres creían que me hallaba durmiendo.
Yo me despertaba adrede para ver a las chicas chin-chin , me metia debajo de las sabanas con la tele pequeña dentro , para no despertar a nadie … y ya no cuento más .
De las chicas chin-chin recuerdo sobre todo a la mandarina… por la frente kilométrica que gastaba. En serio, ocupaba el 80% de su rostro. Todos los demás rasgos faciales se apelotonaban en el 20% restante.
Tal vez los rumores de la chica comodín en el primer programa de 3×4 se refieran a lo que se ve en este vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=nnVAcWXjBi0&feature=player_embedded
Los italianos tenían un programa llamado «Bustarella» (con secuela llamada «La gran bustarella») que era una especie de Gran Prix del verano, pero que parecía diseñado adrede para que las concursantes enseñaran cacho accidentalmente.
Llega uno a una edad, en que eso de mirar carnes ya no te llena. ¡¡ LO QUE QUIERES ES TOCAR!!
las mamachicho eran mis preferidas, junto a las azafatas del un dos tres, aunque nunca pude ver ni unas ni otras tranquilo. en mi casa no habia mucha intimidad. todo el mundo se olvida de las de bellezas en la nieve. aunque es normal, se dio poco en telecinco, un par de veces. y el unico video en el que salian, lo retiraron de youtube, por derechos de una cadena de tv.
Las Cacao Maravillao siempre me parecieron 4 Grace Jones mal teñidas con poca teta y mucho cacha. Líbido sub-cero.
+1 para Ella «la arándana»
Del juego de la Oca tas olvidao de la Patricia Pérez, que sigue estando pa ponerle un quiosco en la Gran Vía (gracias, Cálico!).
Aparte de eso: qué nostalgia, madre, cuando hacías zumba-zumba (actualmente, fap-fap) delante de la tele!!! Hoy día, y aparte de la gran Paloma, te tienes que conformar con la chicha que enseña la Carmen Portier en el Cuarto Milenio, aunque ya no es lo mismo…
un saludo.
todoel mundo se olvida de bellezas en la nieve. afortunadamente si interesa se las puede ver un poco si se busca en telecinco, o si se busca a sabrina salerno y su relacion con el programa. yo adoraba a lasmamachicho, especialmente cuando todas eran italianas.