Cedemos la palabra a nuestro buen amigo Lolo LVH:
“Starfire estaría bien para una noche, pero Wonder Girl es como para casarse con ella”.
Esta aseveración del mentor de esta web durante una conversación en la que el Sr. Viruete y un servidor alabábamos la magnífica serie de los Teen Titans a cargo de Wolfman y Pérez no sólo dejaba en relieve el hecho de que George Pérez es un hacha dibujando mujeres atractivas, algo que mis infantiles ojos no pasaron por alto en su día, sino que muchos aficionados a la serie nos enamoramos de la bella y dulce Donna Troi (aunque a mí me gustaba más Koriand’r).
Siempre me imaginé a Donna siendo pretendida por multitud de superhéroes solteros del universo DC, pero Marv Wolfman se sacó de la chistera a un alegre divorciado sosainas y casposo llamado Terry Long. Y los mismos aficionados a la serie pronto estaríamos más unidos gracia al odio compartido hacia este personaje, mira tú.

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De acuerdo, todo lector de comics ha asumido perfectamente que se puede ser un fracasado nerd de escuela y acabar casado con una supermodelo, ¡pero lo de Terry Long y Donna Troi / Wonder Girl no tenía perdón de Dios!
Para empezar, lo primero que nos llama la atención es como en un título tan representativo de su época, los 80, este gañán paseaba tipo con la estética más casposa de la década anterior, de cuando seguro que se pegaba sus juergas en el Studio 54 enfarlopado hasta las cejas. Esos pantalones de campana, esa camisa abierta mostrando pecho de lobo y medallita de oro de la Milagrosa, las mezclas de colores horteras, su afro y sus barbas de actor porno alemán setentero sólo servían para reafirmar su patetismo.

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Para más inri, en vez de ser un divorciado como mandan los cánones en un comic, es decir, un divorciado alcoholizado y triste a lo Hank Pym (seguro que así nos habría caído mejor), a este pavo la vida le sonreía con un puesto de trabajo de profesor universitario (con alumnas que le tiraban los tejos y todo) y una novia superheroína. Nunca entenderé cómo una chica que se crió con las más sabias amazonas sacó su lado más Yeni casándose a los 22 años con su profesor de cuarenta y tantos (aunque seguro que siempre le dijo que tenía treinta y pocos).

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Pero entonces, ¿cómo consigue semejante fulano casarse con Wonder Girl? Pues nada más y nada menos que con artimañas de chulo de discoteca de sus tiempos: sacando al hombre sensible que se escondía bajo sus atavíos de Tony Manero. ¡Vaya tío más pasteloso, moñas y horriblemente cursi! Casi todas sus apariciones se resumen en carantoñas y retahílas de frases cursis (las mismas que cualquier cani se pondría en el Messenger alternando mayúsculas y minúsculas). No en vano, el “esperado” número de los Titanes donde se casaba esta peculiar pareja, contaba con la particularidad de que NADIE soltaba NINGUNA ostia (contrariamente a esos gloriosos números de bodas propios de la Marvel), es un número tan cursi que sólo le falta un cameo de Esther, el personaje de Purita Campos. 22 páginas de besitos, frases de amor y lágrimas; uno desea que aparezca el primo borracho de turno tirándole la copa encima a la tía Harriett para que haya algo de acción y empiece la somanta de palos.

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Aún así, si su lado cursi apesta, lo mismo o más se puede decir del Terry Long más salido y caliente que el palo de un churrero, como se puede ver en esos comentarios supuestamente de broma pero llenos de insinuaciones hacia Starfire…por no hablar de esas miradas llenas de lascivia. Era evidente que las intenciones de nuestro enemigo eran las de compartir jacuzzi y fluidos con su prometida amazona y una princesa guerrera de Tamarán al mismo tiempo.
Como no podía ser de otra manera, un guionista posterior a Wolfman sería encargado de darle muerte a un personaje tan soso y objeto de las iras del lector. Por supuesto, fue una muerte de esas de urgencia, deus ex machina (siempre quise escribir esto), había que quitarse este peso de encima como fuera; y como bien nos enseñaron en Médico de Familia, un accidente de coche lo arregla todo.
Pero vamos a profundizar un poco más, queridos lectores, ¿cómo se le ocurrió a Marv Wolfman ese personaje y casarlo con Wonder Girl? Pues yo desde luego me sumo a la hipótesis que aparece en algunas páginas de Internet: Terry Long es una “Mary Sue”.

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Mary Sue es el término con el que se designan a personajes que cantan a kilómetros que han sido creados como reflejo ideal del autor, como si ustedes mismos crearan su propio Conan pero con gafas y granos. Ni que decir tiene que Terry Long es posiblemente la Mary Sue del propio Marv Wolfman (desde luego, esas barbas son muy sospechosas), en un estéril deseo de cumplir su sueño de casarse con una superheroína. A mí desde luego no se me ocurre una explicación mejor. Porque mira que el personaje caía mal y el tío venga a scarlo.
Sea como sea, aunque este artículo se ha dedicado a atacar a una creación del bueno de Marv (y quizás a él mismo), es necesario destacar que a Marv Wolfman se le perdona todo. Nada más que por ser el autor de La Tumba de Drácula y Nova (y a mí me gustaba también su etapa en los 4F, incluso cuando introdujo a Herbie!!) merece su lugar destacado en el Olimpo y, quién sabe, quizás rodeado de un harén de amazonas de verdad.