¿Buscas un trabajo bien remunerado pero no tienes ni la EGB? ¿Quieres vivir de fiesta en fiesta sin dar ni palo? ¿No sabes hacer ni la O con un canuto pero quieres un buen coche y un móvil de última generación? En Virucom sabemos lo achuchao que está el panorama y cómo tampoco vamos a recomendaros que os metáis a ganar dinero fácil traficando con drogas y armas o peor, entrando en política, vamos a daros unos consejos de cara a una profesión con futuro: vivir del circo del famoseo. Si eres hijo de famosos aquí ya te harás una idea de la que te espera y si no has tenido la suerte de nacer con una flor en el culo y exclusiva debajo del brazo, te pasamos una guía práctica de cómo vivir la vida vampirizando la trayectoria vital de esos seres humanos superiores que son las celebrities que nos ha hecho llegar un informador anónimo que suponemos tiene más calle que el Mocito Feliz. Olvidaos de facultades, cursos de INEM o del CCC. Ahora que ser Premio Planeta equivale a hacer de diana humana en los massmedia y parte del interné, dedicarse al mundo del colorín es lo que renta.

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Prensa rosa y Virucom: apocalíptica combinación

Gestación: Cuando una pareja de famosos se queda embarazada debe comenzar desde el minuto cero la especulación más vacua. Es más, todo buen redactor de prensa cuché debe inventarse el embarazo meses o años antes de que este acontezca realmente. Una vez confirma la pareja protagonista la “feliz noticia” debemos comenzar a rellenar tabloide con todo tipo de chorradas especulativas. Una de las más recurrentes es hacer el típico fotomontaje donde se mezclan los rasgos faciales de ambos progenitores en la cara de un bebé. Pillas por banda al becario de turno que trabaja gratis y le pides que use eso del fotochop para crear al mencionado engendro.

 

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Voy a tener un bebé, lo llamaré Lucifer, le enseñaré a criticar…

Nacimiento: Ya decía Roger en el capítulo clásico de Padre Made in USA, “The Tearjerker”, que nada capta mejor la atención del público que un bebé fruto de una pareja de famosos. El recién nacido es famoso persé, por “derecho dinástico”, y eso significa que es un ser que generará noticias y dinero (que es lo que interesa) desde su nacimiento hasta su muerte. No hace falta que haga nada de provecho en su vida. Si sigue los pasos de alguno de sus padres podremos hacer comparaciones de forma sistemática hasta que aborrezca a su progenitor estilo Enrique Iglesias y si termina hecho un mindundi siempre podremos regodearnos en su fracaso.

Al nacer un bebé de famoso, ese vellocino de oro mediático, no tiene porqué ser preferible que haya parto de por medio, por aquello del parecido físico con los papás. Si “la criatura” aparece fruto de una adopción, el guión a seguir cambia pero nos dará igualmente juego gracias a cuestionar la legalidad del trámite (Madonna), localizar a los padres biológicos (Fernando José Ortega, Zeus Montiel…), especular sobre la sexualidad de los padres (Miguel Bosé, Ricky Martin, Tom Cruise…), jugar al morbo con el origen del donante de semen si fuera el caso (Baronesa Tissen)…

Si el bebé es “genéticamente famoso”, los padres suelen ponértelo fácil. Si son extranjeros, hay una tendencia muy divertida que es la de ponerle al vástago un nombre como de correo spam. Nombres completamente absurdos a los que sacar punta en artículos de un párrafo como Pilot Inspector (hijo de Jason Lee), Rocket Rodríguez (Robert Rodríguez), Zowie Bowie (David Idem), Kal-El (Nicolas Cage), Zuma Nesta Rock (Gwen Stefani)… Bueno, y la lista es infinita con nombres como Bear Blu, Audio Science, Tu Morrow, Moxie Crimefighter, Apple, Moroccan, Fifi Trixiebell, Prince Michael II, Harley Quinn, Diva Thin Muffin, Dweezil, Pirate… Hollywood Baby-LOL: La lista es interminable.

En España la gente tampoco se queda atrás con nombres que convertirán a sus hijos en objetivo de bullying colegial como Ella Bisbal Tablada, Zeus Tous, Ivo Bosé, Luna Encinas Cruz… Claro que ahora en nuestra sociedad multicultural pasarán completamente desapercibidos entre nombres chinos, rumanos y ecuatorianos. Somos así de tolerantes. Menos con lo nuestro: ninguno lo llama Venancio, Angustias, o Aniceto, nombres completamente hispanos y tradicionales.

 

Como de un bebé poco provecho se puede sacar (amén de postales, apuestas absurdas y merchandising en el caso de alumbramientos de casas de la realeza) normalmente se tira del parecido con los padres, preguntas-basura de manual como si duerme bien… ese tipo de gilipolleces. Muy socorrido para las últimas páginas de un Diez Minutos o similares es hacerle una carta astral al recién nacido en base a su signo zodiacal y demás zarandajas que te escribe el mismo becario del fotochop.

 

Cromosoma 3, Estoy Vivo y La Profecía

Cromosoma 3, Estoy Vivo y La Profecía

Niñez: El niño famoso es más rentable en el extranjero que en España, donde ya casi es una especie protegida y no puede vérsele ni la cara. Con un buen teleobjetivo se le puede sacar paseando con los padres y quizá pase algo. Y si no pasa nada siempre puedes lanzar cristales rotos al césped de la casa como le pasó a Antonio Banderas. Lo normal en todo caso es tirar fotos a cholón y ver si al niño le visten como a un mono de feria (los hijos de Jackson, la niña-robot de Tom Cruise…) o con suerte captar alguna imagen de amamantamiento o similar, como cuando el bebé de Courteney Cox le sacó un pecho a su madre en la playa. Hay algunos momentos impagables, como el de mamá Silverstone regurgitando la comida de su bebé o Michael Jackson a punto de esclafar al suyo contra el suelo cual Humpty Dumpty.

Si el niño nace con algún tipo de discapacidad hay un pacto de no-agresión sin explicitar que mantiene las fauces de la prensa a una distancia prudencial. No tanto por humanidad como por evitar una reacción negativa por parte del lector / espectador. Que todos tenemos nuestros límites.

 

"Serás diferente. A veces sentirás que no encajas. Pero nunca estarás solo. Harás de mi fuerza la tuya; verás mi vida a través de tus ojos, y yo la tuya a través de los míos; el hijo se convierte en padre, y el padre en hijo..."

“Serás diferente. A veces sentirás que no encajas. Pero nunca estarás solo. Harás de mi fuerza la tuya; verás mi vida a través de tus ojos, y yo la tuya a través de los míos; el hijo se convierte en padre, y el padre en hijo…”

 

Juventud: El mozalbete o la damita ya van al cole, se bañan solos en la piscina y ese tipo de actividades sin interés. Normalmente las noticias han de abordarse desde los clásico topicazos sexistas y pasados de moda. Que si el chaval es de tal o cual equipo de fútbol, que si se saca los mocos en la boda de un familiar, que si la niña usa la misma marca de zapatos que mami, que si hacen la comunión… Qué lejos quedan los tiempos en los que los compis de colegio colaboraban con los paparazzis para aplastar al famosín contra la reja del patio como le hicieron a Paquirrín. Esos tiempos ya no volverán, qué lastima. Mi micrófono de calle ya no es el mismo sin los mordiscos del hijo de la Obregón. 

En cuanto al padre, pues su papel es siempre el de indignado que “no consiente que saquen a su hija”, aunque depende de si hay exclusiva o no, claro. La cosa es hacerse el indignado y gritar mucho.

 

Como en el Ojo Mágico, si eres psiquiatra y entornas un poco la vista, verás cantidad de billetes en la imagen.

Como en el Ojo Mágico, si eres psiquiatra y entornas un poco la vista, verás cantidad de billetes en la imagen.

Adolescencia: Empezamos a afilar los cuchillos. Este es el momento en el que todo buen hijo de famoso debe hacer dos cosas básicas: rebelarse contra sus padres y toda forma de civismo y hacer un uso completamente irresponsable de la fortuna familiar. Es entonces cuando los “colaboradores” de los programas empiezan con aquello de “y no puedo decir más porque se trata de un menor de edad”. Se muerden la lengua para no decir que si el niño es un tarambana con la moto, que si anda con malas compañías, que si ha pasado de los cigarros al peyote en dos veranos, que si le gustan los locales “de lucecitas”… Suficiente con informar de que las ha suspendido todas y trae a sus padres de cabeza, que le van a meter en una escuela militar de Alemania… Todo esto a la espera de que cumpla la mayoría de edad para ir a degüello a por él. De momento el hijo de Ortega Cano, Miley Cyrus, Paquirrín o Sofía Cristo no nos decepcionan. ¿Será por eso que todo el empeño de Belén Esteban es mandar al extranjero a su hija en cuanto cumpla los 18? Ya os lo digo yo: SÍ.

 

Como la jerezana de GH: “Azarro por donde pazo”.

Como la jerezana de GH: “Azarro por donde pazo”.

 

Mayoría de edad: La fiesta. La criatura dejó atrás su virginidad, sus inhibiciones y todo rastro de educación y se dedica en cuerpo y alma a salir por ahí de fiesta, quemar el dinero, no parar por casa, amanecer en Ibiza y acostarse en Mónaco, sacarse auto-fotos con el móvil para su twitter o su tuenti (si es un poquito cortimer), coleccionar ligues de una noche, enseñar el coño al salir de un coche, hacerse tatuajes de vergüenza y seguir coqueteando con todo tipo de sustancias estimulantes. Menos estudiar y/o ser una persona útil para la sociedad, cualquier cosa.

Al igual que pasa con grandes mamíferos como las ballenas o los elefantes, son seres que viven de hacer más bien poco y que acumulan todo tipo de parásitos y pequeños seres unicelulares que se alimentan de las secreciones y la suciedad que les cubre parcialmente. Los pajarillos picabueyes son aves que no sólo se alimentan de los parásitos de los grandes mamíferos como las garrapatas sino que al alimentarse también de sangre, procuran mantener abiertas las heridas provocadas por esos insectos. Veis como funciona el negocio, ¿no?

“This, is the meaning of life”.

“This, is the meaning of life”.

Matrimonio: Si el famoso que nos ocupa no se ha quedado en juguete roto (tema aparte) empezará a entrar por el redil y a comportarse conforme a lo que dicta El Sistema (que no el star-system). El troquelado burgués de “coche-pareja-hipoteca-hijos” también termina por alcanzar a estos balas perdidas. Claro que mientras en las clases medias y cada vez más bajas este combo suele traducirse en “tartana-choni-ruina-bombo de penalti” en los tocados por la gracia de la fama significa “Ferrari-modelo-chaletazo-heredero con niñera a tiempo completo”.

A estas alturas, y tras una buena colección de exparejas y demás esqueletos en el armario, el famoso intenta hacerse un hueco profesionalmente hablando para reafirmar su condición de celebridad y hacerse respetar de cara a la galería. Lo más fácil es seguir los pasos del antecesor y escalar puestos a base de tener como jefes a todos los amigos de juventud de papá y mamá. Cuando le acusemos de enchufado y nos riamos del él, el famoso en cuestión se hará el indignado, intentará hacerse valer y aportará como prueba lo duros que fueron sus tres meses de prácticas en Tele Cuenca antes de pasar a tener un despachito en las oficinas de la empresa de turno. Lo más común es meterse en profesiones para las que no haga falta haber leído nunca un libro: Cantante, actor, presentador, diseñador de moda, dueño de discoteca… Si ya no vale para NADA, lo más socorrido es ser DJ en macrodiscotecas de mala muerte o ir a cenas con final feliz donde le paguen en B de Bárcenas.

Canteaditos y canteaditas. ¡Y-que-se-quite-el-top!

Canteaditos y canteaditas. ¡Y-que-se-quite-el-top!

Cuando su estatus social ya tiene una escueta justificación y empieza a amasar dinero por cuenta propia, suelen aparecer moscones y mosconas a su alrededor con ganas de subirse al carro y dar el braguetazo definitivo. Normalmente son modelos de pasarela o catálogo del Mercadona, mises, empresarios engominados, relaciones públicas, entrenadores personales, guardaespaldas, representantes, bailarines… Harán lo que sea por echar el lazo a nuestro famoso y no pararán hasta amarrarlo de pies a cabeza y apretar bien la soga.

Mientras, todo buen reportero hace su agosto particular. Confirmación fotográfica del romance, que si salen de un restaurante de lujo, que si se besan en la popa de un yate privado, que si se dan el lote en un coche, que si confirman, que si no confirman, que si rompen, que si no rompen… Si no dan noticias da igual, que para algo está la imaginación. Con unas buenas dotes detectivescas puedes encontrar trapos sucios de la pareja que hagan al famoso salir por patas y den al traste con la relación o quizá tomar unas fotos en topless, que se venden solas aunque sean de Paz Padilla o Mercedes Milá.

Si contra todo pronóstico la pareja sigue unida, has de darles el coñazo preguntándoles por la boda constantemente, día sí día también desde el primer mes de relación. Esto es sota-caballo-y-rey. Cuando son novios se pregunta por la boda, el día de la boda se les pregunta que cuándo serán padres, cuando sean padres se les pregunta por la parejita y cuando tienen la parejita se les pregunta por los rumores de separación. Cómo darle el coñazo a un famoso es un sistema automático que no requiere usar ni la lógica ni el cerebro. Con esta programación de calculadora basta.

“Love and marriage”, de Frank Psiquiatra.

“Love and marriage”, de Frank Psiquiatra.

La boda: Este momento puede pasar antes o después de la paternidad, da igual. Si el niño de la pareja lleva las arras o aun no ha nacido es lo de menos. Lo importante es descubrir el lugar y la fecha exacta del enlace para no perder detalle y sacarles hasta la médula. Si la pareja se pone farruca y no suelta prenda, lo suyo es colarse en el recinto, aunque sea con helicópteros, y joderles la tranquilidad a toda costa con fotos robadas y rumores desagradables. Si la pareja accede al chantaje que implica la relación famoso-prensa amarilla, posarán para los medios gratuitamente sólo para que luego no se les pueda despellejar por vender un enlace aun siendo millonarios desde la cuna.

Lo de poner a parir el estilismo de los invitados, añadirle unos cuantos “ARRGG” a las fotos y ese tipo de cosas ya son temas aparte: y es que los artículos de las revistas del corazón a veces parecen, como decimos, artículos de esta misma página. ¿O no lo han pensado alguna vez?

De todos los enlaces, sin duda mis favoritos son los de conveniencia, donde algún famoso inequívocamente homosexual (cantante, actor, político o deportista principalmente) se casa con alguna maniquí para que su fortuna no se vea afectada por la homofobia de su profesión o la del público mayoritario (aunque cada vez sea menor). Lo que se viene a llamar “una barba”. Seguro que recuerdan algún momento en los que han pensado “¿Qué se casa? ¿Pero ese no era maricón?”. Pue eso.

 

“One of us! One of us! Gooble-gobble, gooble-gobble!"

“One of us! One of us! Gooble-gobble, gooble-gobble!”

 

Paternidad: El famoso es padre y el ciclo vuelve a empezar con otra nueva celebridad que llega al mundo. Contrariamente a una persona normal, el famoso no cree que ser padre le vaya a cambiar la vida: las fiestas y las juergas siguen y seguirán como si tal cosa. A lo sumo, es una buena manera de seguir chupando cámara durante los 9 meses del embarazo. Veremos si el famoso es buen padre o si le han hecho la “trece catorce” y el bombo no era más que un seguro de vida para su pareja, que ya tiene el divorcio en mente.

Ni Brandine Spuckler. “Si os portáis bien luego os dejo fumar de los pitis de mami”.

Ni Brandine Spuckler. “Si os portáis bien luego os dejo fumar de los pitis de mami”.

El divorcio: Efectivamente esto tiene que llegar tarde o temprano en la vida de cualquier famosete. Eso de “para toda la vida” suele traducirse en un par de años de media. Que si sus agendas les mantenían en la distancia y la ilusión se perdió por el camino, que si no se entendían (toda una sorpresa cuando te casas tras 2 meses de relación), que si había discusiones constantes…

Lo importante es que el reportero haga hincapié en las peleas, las infidelidades y cualquier motivo de escándalo. Que si ella es una cazafortunas en busca de un pensión de por vida (Jessica Bueno, “Colate” Vallejo-Nágera, María José Suárez…), que en la separación de bienes van a esquilmar al más rico (ese McCartney, que casi pierde hasta las muelas), que si las infidelidades eran insoportables (Fran Ordóñez, Muñoz Escasi, Pipi Estrada…), que si se tiraba a la niñera (Jude Law), que si se llevaba demasiado bien con la familia política (Woody Allen, Morgan Freeman, Alberto Martín)… Entretenenimiento garantizado para todos durante horas y horas.

Divorcio a la española.

Divorcio a la española.

Madurez: Segundos matrimonios, apadrinamientos de jóvenes talentos o marcas comerciales, reconversiones artísticas… Cotización a la baja en términos generales. La juventud y la belleza física es uno de los principales valores al alza en el mundo del colorín y un famoso que empieza a mostrar signos de ser un carroza ya interesa poco. Está bien cuando los hay que son incapaces de asimilar el paso de la edad (Ana Obregón, Andrés Pajares) y todos podemos hacer mofa y befa con sus posados veraniegos o con proyectos que no le interesan a nadie. Cuando sus teléfonos dejan de sonar, más les vale no habérselo fundido todo en “putas y cocaína” como decían del exdirector general de empleo de Andalucía y haber sabido invertir bien en oro, ladrillo (cuando valían más que el oro) y pisos en la castellana, al estilo Maria José Cantudo. Tampoco salen mal algunas operaciones judiciales donde con un buen abogado puedes denunciar a algún medio de comunicación por difamarte y sacar un buen colchoncito para la jubilación (bien por Fernando Esteso). De hecho, a día de hoy, “Aquí hay tomate” sigue perdiendo juicios antediluvianos por injurias y calumnias.

Como digo, esta etapa tiene poco interés más allá de alguna cirugía plástica fallida (Meg Ryan) o algún tratamiento de desintoxicación (Melanie Griffith).

 

Cenando a base de canapés. El principio del fin.

Cenando a base de canapés. El principio del fin.

Hijos ilegítimos: Sin duda, una buena manera de volver a la primera plana, quieras o no, son los hijos ilegítimos que aparecen de la nada para reclamar… la parte de la fama que les pertenece. Que si la hija de Jaime Ostos, que si el bastardo (entiéndase bien el término) de Julito Iglesias… A veces es una cuestión de pensiones y parasitismo como les ha pasado a Alejandro “Magno” Sanz, Schwarzenegger o Pepe Navarro (que podría ser tu padre sin tú saberlo, ojo con eso). Mis favoritos serían el tito Leandro de Borbón (machista impenitente y orgulloso de su condición de bastardo) y Albert Solà, miembro de Plataforma per Catalunya que afirma ser hijo primogénito del Rey Juan Carlos y por lo tanto heredero directo de la corona.

Muy comentada también fue la aparición de una hija secreta del binguero Pajares de la que llegó a insinuarse que tenía una relación más cercana de lo filialmente aceptable con su afamado progenitor. Más carnaza para los tabloides, más pasta que hacemos los apandadores del corazón.

De tal palo tal exclusivilla.

De tal palo tal exclusivilla.

 

Vejez: La vejez de un famoso suele tener mucho que ver con las vacaciones de un reportero porque todo transcurre en Benidorm, Marbella, Ibiza, Mallorca y Torremolinos. Cumpleaños con photocall, homenajes llenos de momias, funerales de familiares y amigos… A Lina Morgan o a Raúl Sender ya es imposible verlos si no es en el entierro de algún compañero y desde que a las gemelas Hurtado se las acusó de darse besos en la boca entre ellas no se les ha vuelto a ver el pelo.

Concretamente, a un buen reportero lo que más le interesa para vender a la agencia de turno no es la vejez en sí, sino la decrepitud. Famosos de antaño que pretenden vivir una ridícula segunda juventud, bodas estrafalarias a lo Elizabeth Taylor, Liza Minnelli o Lauren Postigo con parejas muchísimo más jóvenes que ellos, la aparición de goldiggers (Gina González, que andaba tras Di Stéfano, Javier Rigau y Gina Lollobrigida…), las incapacitaciones consiguientes, quiebras económicas estilo Flor Aguilar, casos de “babyjanenismo” o “howardhughesismo” como Camilo Sesto, Marujita Díaz, Pajares, Tony Genil

 

Queens of the stone age.

Queens of the stone age.

Muerte: Se acabó el famoso, pero no su leyenda y las posibilidades de hacer negocio para los necrófagos de la prensa. Lo más inmediato: exprimir las lágrimas de otros famosos amigos y cubrir las luchas cainitas sobre la cuantiosa herencia (Rocío Jurado, Rocío Dúrcal, Severiano Ballesteros…). A veces la lucha empieza incluso antes del deceso, como en el caso de los Mandela. Y también vale cuando el desaparecido deja más pufos que otra cosa, como pasó con algún veterano cómico nacional.

Porque la miseria humana, al fin y al cabo, los bajos instintos y el fruto del cerebro reptiliano de cada uno, es puro alimento para la hoguera de las vanidades, para el circo romano de la prensa rosa.

El capítulo final de la vida de un famoso son las leyendas o biografías post-mortem. Si en vida todos te temían, tras tu muerte tirarán de la manta por cuatro duros como en el caso de aquella estrella de la radio cuyo nombre no puede ser pronunciado en alto. Si por el contrario el público te quería pero la prensa te tenía entre ceja y ceja porque eras un puto mentiroso, escribirán algún libro donde te pongan a los pies de los caballos. En España, por cobardía camuflada de respeto al difunto, se hace con la boca pequeña (caso Larrañaga) pero en Estados Unidos o Gran Bretaña te hacen un traje a la mínima.

 

¡Que nooo! Más quisierais.

¡Que nooo! Más quisierais.

Así es el ciclo de la vida de una celebridad y cómo tú, reportero de gloria, columnista con pseudónimo, futura silla en Sálvame, podrás vivir de su cuento. Si tienes buen físico siempre puedes meterte en el Juego de Tronos de Emma García o llamar a las puertas del tito Torbe pero si no, ¿qué mejor salida laboral en el país de los triunfitos que dejar los escrúpulos en un contenedor y cazar en la jungla rosa?