Nos faltaba alguien para completar nuesta colección de entrañables neofriks. Nuestro trío principal tenía un realizador prometedor (Haplo), un escritor aún en ciernes (Tury) y un sólido intérprete (Lord Pepo). Pero… ¡no teníamos un cantante, un compositor, un músico! Afortunadamente hemos descubierto a… ¡Nacho Espejo!

Nacho define su obra como metal melódico, y su estilo como cantante, influenciado por luminarais como David Bisbal. Yo en realidad escucho más a una especie de Serrat castizo imitando al de “ez increíble”. Su obra podríamos definirla como lo que haría Luixi Toledo si hiciera Doom Metal, pero realmente tiene una serie de características únicas. Quizá lo mejor es que esuchéis estos dos temas.

Está claro que estamos ante un autor con una serie de constantes: Versos cuya melodía no casa con la música que está sonando, una extrañísima ausencia de estribillos, un deje flamenco en algunos momentos…  Y temas largos, largos, llenos de introducciones, narraciones, cambios de ritmo rarísimos y pasajes instrumentales programados con el FastTracker II. Escuchándote un par y con cadé ya has echado la tarde.  No os perdáis este segundo tema dedicado a Freddy Krueger. Si agún día hacen una secuela de Hard Rock Zombies, ya sabemos a quién llamar.

Las letras de Nacho, como veis, surgen de un empacho de Juego de Tronos, Saint Seiya y tardes escuchando grupos italianos de metal, con frases como “buenos y malos moirán” o “primo y prima lucharán hasta el final”.  La canción dedicada a Freddy es, como define él mismo, “toda una banda sonora”, donde le vemos interpretar el tema con un plumax y un pinganillo, la indumentaria que todos asociamos con la saga. Al principio, cuando aparece encogido, pensé por un momento que era un momento de Frankenstein, no por la fealdad, sino por el plano y la pose. Por suerte para su figura, Nacho también da conciertos, donde lo entrega todo:

En fin, creo que King Diamond ha encontrado un sucesor a la altura, que seguro nos dará muchos álbums conceptuales en el futuro. Puede estar entre los grandes del género: letra, composiciones, imagen… salvo por producción, poco le diferencia de muchos de esos grupos que salen en The Metal Circus.

¡Ah! Nacho también tiene un lado más comercial, donde deja claro que parte la pana con las chavalas: