Han pasado ya siete meses desde aquella alarmante reflexión del Señor Viruete sobre el temita Zombie. Los muertos vivientes han asaltado de forma masiva y casi innúmera cines, librerías tradicionales y tiendas de frikis. No hace falta que ennumere los miles de productos con los dichosos muertos vivientes como protagonistas. Ciertamente, una ironía de ultratumba que ha acabado hastiando a más de un fan del género Z.

Por mi parte, como soy cabra que tira a monte videojueguil, no me preocupé mucho. Pero desde aquellas fechas la sombra de la gran Z se ha ido haciendo cada vez más grande en el mundillo. Olvidaos de Plants vs Zombies. En esos meses y hemos visto cosas como estas:

Yakuza: Of the end. Yakuzas horteras contra zombies.

– La saga Call of Duty se contagia del fenómeno con modos de juego, mapas zombie, spin-offs zombies…

Red Dead Redemption: Undead Nightmare. ¿Zombies en el lejano oeste? Vale… pero, ¿en esta saga concretamente?

El mercado parece equilibrado (quizá lo peor no haya llegado aún… atentos a un posible Sonic Zombie) pero yo esto lo interpreto de la siguiente forma: en videojuegos se han saltado todas las etapas, el boom, la época dorada, la decadencia y directamente se ha pasado a la etapa del meter zombies con calzador en cualquier hueco porque sí. Ya hay voces que se hacen eco y se quejan de estos cameos de lo más Poochie, tan poco apropiados y tan oportunistas. Sea como fuere y será, mejor reseñamos un videojuego muy revindicable pero algo olvidado, antes de que acabéis hasta los cojones de tanta vitamina Z. Y se acabó con las figuras retóricas sobre muertos vivientes y demás en este texto, que también agotan.

"Llévate este, que es de monstruos"

Zombies ate my neighbors

Con ese título, bien podría uno pensar que se encuentra ante una película de bajo presupuesto de Peter Jackson (me refiero a Jackson antes de que vomitara todos sus principios y se quedara hecho un pelele hollywoodiense cualquiera), un retitulado de Braindead, cambiando a “mi madre” por unos vecinos. No hay que dejarse engañar. Este juego no bebe ni de la serie B postmoderna ni de la películas de Romero. Su verdadera inspiración es la de el terror atómico de los años 50, pasado por el particular tamiz de sus creadores. Y no hemos tenido tantos de esas guisa. Me viene a le mente aquel It came from the desert, pero poco más. En todo caso, lo que importa es que estamos ante un juego divertidísimo a todas luces.

John Carmack daría el visto buena a la simplísima historia que ya imaginan: Tienes que salvar a tus congéneres humanos de los enemigos. Y ya está. ¿Hace falta más para un juego arcade? Pues no. Y sólo con ver las pintas de los personajes que puedes controlar ya te puedes hacer una idea de como funciona el asunto. Desde luego queda muy lejos del sobrio homenaje de otros juegos como It Came from the Desert. Esto ya es de mediocachondeito:

¿Veis al tipo de la izquierda? El MEJOR cosplay de la historia.

El título del juego se queda muy corto a la hora de describir qué nos vamos a encontrar, pues ni vamos a movernos solamente por el vecindario típico americano ni vamos a matar zombis únicamente. La lista de bichos a los que nos enfrentamos en el juego es para fliparlo. En el caso de que tengan la extraña costumbre de leer Virucom en voz alta, cojan aire: Zombis, muñecos diabólicos que pueden quemarse a lo bonzo (¡bien!), mocos mutantes, psicópatas con motosierra y máscara de hockey, criaturas del pantano (más información aquí), alienígenas tipo Roswell montados en ovnis, hombres-seta, plantas asesinas, clones tuyos que son malignos, arañas y hormigas mutantes, frankensteins, hombres Naschy lobo, momias, asombrosos bebés gigantes (aunque una Bebe gigante también habría sido algo monstruoso ), enormes gusanoides antropófagos y el archienemigo que supuestamente ha montado el tinglado, el científico loco Doctor Tongue (para que luego digan que por tener título uno ya es un respetable hombre de bien). Una atracón de serie B, de cine loco para los amantes de la cultura pop con poco parangón en la época.

Mira quién toma esteroides ahora

La wikipedia cataloga al juego por su sistema dentro del subgénero “Run ‘n’ Gun con vista aérea”. Esto suena a jerga de jugador hadrcoreta, así que para qué complicarnos la vida: “Es un rollo tipo Gauntlet de matar a diestro y siniestro”. ¿A que con eso ya os imagináis cómo se juega? El objetivo de cada fase es rescatar a nuestros “vecinos” que, como humanos indefensos que son, están a merced de toda esa orgía de terror fantástico que he listado. Pese a lo divertido de masacrar bichos sin parar, si queremos avanzar de fase tendremos que rescatar a todos las víctimas que podamos. Los monstruos no sólo van a por nosotros, y si pillan a nuestros congéneres ya podemos decir hola a la pantalla de Game Over. El homenaje también está presente en ellos: Cheerleaders, profesoras gruñonas, padres de familia cocinando salchichas en una barbacoa (¡?), exploradores a lo Profesor Livingstone supongo… figuras tópicas de la ficción americana.

"¿Que me quieres informar de nosequé perroflautada? ¡VADE RETRO!" - Anécdotas en la Fnac

El juego comienza en el típico barrio de clase media, con sus jardines separados por un vallado de estacas de madera, casetas para el perro, piscinas enanas… pero podemos acabar metidos en el castillo de Drácula o en una pirámide egipcia apenas un par de fases más tarde. Visitaremos el laboratorio de Frankenstein, mansiones encantadas, minas, y hasta supermercados infestados de zombis (¡por supuesto!), uniendo de esta manera épocas y géneros como si fuera la cosa más natural del mundo. Que lo es. Eso sí, no pregunten ni cómo ni por qué un par de adolescentes viajan tanto para rescatar a un gordo encima de un flotador. Ni puñetera falta que hace.

"Voy a echar a todas las putas de Marbella"

El toque postmoderno no deja de ser de lo más lúdico: noten también el cachondeito presente en los nombre de las fases:

– Evening of the Undead
– Forty Feet of Terror in: Level 8: Titanic Toddler
– Office of the Doomed
– The Curse of Dr. Tongue
– They Came to Earth for One Thing: Level 12: Mars needs cheerleaders
– Nightmare on Terror Street

Como ven, hay coñas referenciales para todos los gustos, algunas muy directas y otras más veladas. Confieso que la fase llamada “Weird kids on the block” fue la que me animó a darle el visto bueno al juego para que tuviera artículo propio en Viruete.com. Sólo por la tontería ya me hacía ilusión que estuviera aquí.

21 horas al día jugando al WoW

21 horas diarias jugando al WoW

 Nuestros protagonistas se enfrentan a las hordas de monstruitos armados a juego con el tono jocoso del título. No voy a enumerar las armas, porque me saldría otra lista larguísima. Pero basta con contaros que el arsenal incluye desde latas de gaseosa a modo de granadas hasta cubertería de plata letal contra licántropos (no todas las armas funcionan igual según qué enemigos). Pasando por bazucas , pistolas de agua y perritos calientes fritos arrojadizos. ¿Chorras? Sí, pero recuerden que La masa devoradora la espantaban con extintores… La versión de Mega Drive se quedó sin lanzallamas. Esto puede parecer un detalle insignificante, pero para los fans de La Cosa puede marcar la diferencia.

Ha Ha Ha

Si la temática nos toca la fibra sensible, la ejecución es estupenda: fácil de jugar, difícil de nominar, con una mecánica a prueba de bomba (un Alien Syndrome más locuelo) y especialmente divertido a dos jugadores. Seguro que muchos ya estáis descargando la rom (o incluso comprándolo en la tienda virtual de la Wii, si es que no estáis bajo los efectos del todo gratis siempre y a toda costa) para descubrir todas las sorpresas que esconde Zombies Ate My Neighbors. Pero para los aplatanaos que sólo juegan al WoW: Caspaclysm (¡Menuda novedad, dragones!), y que seguramente pasarán de este juego, no os quedéis sin conocer las curiosidades más escondidas que oculta. Porque uno de los momentos más geniales de un videojuego es cuando los creadores cogen confianza y se dedican a meter chorradas:

¿Cómo que Día del Orgullo Friki? Día del Tentáculo HOSTIAS

¡Es Tentáculo Púrpura del Day of the Tentacle! Si el juego mola ya de por sí, con tener a Púrpura el molómetro se multiplica por un millón. ¿Cómo ha llegado el megalómano más famoso de las aventuras gráficas aquí? Pues muy sencillo, los creadores de esta magna obra eran algunos del os que dieron viejas glorias de LucasArts Games, que cuando no están llenando la hucha explotando las palabras “Star Wars”, se dedican a sacar alguna cosilla diferente (Metal Warriors, The Dig, Afterlife, Gladius…). No les quedará más remedio, pues la sombra del Rey Midas de la papada de oro es alargada. De hecho, ahí le tienen también haciendo cameo en la fase extra tras el final del juego compartiendo protagonismo con los que de verdad se lo merecen los desarrolladores:

Steve Purcell aparece por cortesía de Steve Purcell

George Lucas aparece por cortesía de su cartera de inversión

¿Le sorprende a alguien si digo que el juego sufrió censura? El MadWorld quedaba aún lejos, y Nintendo no quería sangre ni tripas en su Super Nintendo. En Mortal Kombat cambiaron la sangre por sudor (imaginad lo que gastarían en Rexona, los tíos) y aquí convirtieron el líquido elemento (para Drácula) en un inocuo líquido violeta… que casi quedaba mejor, más monstruoso y radioactivo. Aún así, la Megadrive conseguía así seguir siendo la consola guay, rebelde e ideal para los que querían pretender ser malotes, aunque fueran tan pringaos como el resto de jugones.

Por lo visto, el juego no fue un pelotazo pero consiguió los bastantes fans como para engendrar una secuela y ser recuperado para la Consola Virtual de la Wii (¿alguien juega a eso?). Su legado lo vemos a diario en los tropecientos juegos de este estilo que abundan en Steam y el XBLA, y que realmente no son mejores que él. Un juegazo de culto que nunca es tarde para rescatar, no por nostalgia ni por hacerse el interesante, sino por divertirse con cosas cachondas de verdad (y no simplemente con las palabrotas del Gears of War, ja-ja-ja). Atención, que es tanto el culto que se le tiene, que existe cierta obra cinematográfica virtual basada directamente en él, con el mismo nombre y todo. ¡Por obra y gracia de Pupano, el primer frikindividuo que parió El Diario de Patricia de La Que Toque! Si es que… Undeground eres y en andergraun te convertirás.