“Un hombre hecho y derecho comprando esto”… Ese fue el comentario que escuché cuando cogí, feliz, la caja de estos Hello Kitty Loops. Feliz no por el hecho de ver unos crispis de la gatita (que también), sino por tener delante de mí una nueva variedad de cereales que probar. Ignoré el comentario. Mezclada en la cesta de la compra con los demás productos, ni siquiera tendría que pasar vergüenza, desempolvando la vieja ténica para comprar las revistas porno (la Hobby Consolas, un Spiderman… y la Private), que ahora me servía para comprar chucherías para niñas. Mucho más vergonzoso, donde va a parar, aunque no tanto como confesarse espectador de El Hormiguero.

Soylent Pink
Soylent Pink

Vaya por delante que no soy fan Hello Kitty. Para empezar, porque soy un hombre. Aún así, hay en mi corazoncito sitio para mis Furbys, Ampanman y Charmander, así que tengo mi lado amante de las cosas cute. Por desgracia, las series de animación del mundo de Kitty siempre me han parecido muy flojas, y los juegos, igual. Así que no, nunca me ha interesado esta franquicia, salgo por la posibilidad de copiarla y crear una llamada Hello Viru con la que llenar las tiendas de chorradas con mi careto. Pero como dicen en los promos de la NBA “Eso fue la temporada pasada. Ahora todo ha cambiado”. No me gusta la gatita, pero sí probar nuevos productos alimenticios.

Los cereales de Hello Kitty son unos “loops”, vamos, unos aros. Y lo primero que pensamos todos cuando vemos un aro es en ensartarlo con la polla, pero como son tan pequeños, no sirven para eso. Quizá por ello se venden más jarroncitos y esta variedad no especialmente popular en nuestro país, donde ya no se venden ni los Honey Nut Loops (pruébalos volando) ni los Fruit Loops, y hasta el Fruity Loops ha caído en deshuso como tracker musical, con la de tardes que pasé entretenido con él. En todo caso, los más parecidos serían los Fruit, aquellos del tucán de colores con sabor a frutas que endulzaban tanto la leche que quedaba empalagosa a más no poder, y resultaban una mala mezcla con el Cola Cao. Precisamente este fue el primer temor que albergué (al margen de que me llamaran nenaza en la caja): en la caja los anuncias como “aros de frambuesa”, la alternativa mañanera a los aros de cebolla. Algo absurdo, dado los aros de cebolla se pueden comer a cualquier hora del día y están buenos hasta con leche.

Se morirá de asco, como tu nº1 de Youngblood que compraste para especular

El envase nos avisa que estamos ante una “edición limitada”. ¿A qué se refiere? ¿Al cereal, que sólo estará a la venta durante poco tiempo?  ¿O a la propia caja, que quedaría como objeto de coleccionista? No se rían, que hay gente que colecciona estas cosas. Luego se extrañan que los de Corea del Norte se armen ante la decadencia de occidente: seguo que en la isla esa que han bombardeado había alguien con una enorme colección de cajas de crispies.

¿Kitty o Cougar?

 

 No sólo eso: en la caja nos encontramos con más cosas que hacen aún más atractiva la gilipollez en cuestión. Atención a este marcapáginas gratuito que podemos recortar en el lateral. ¡Que graciosa está Kitty disfrazada de… leopardo? Y.. ¿ese logo? ¿De qué me suena esa tipografía? ¡Pero si es la misma que las llaves de la COÑONETA de Kill Bill! Teniendo en cuenta que Pussy también se le puede decir a un gato además de a los genitales femeninos, la asociación mental gato= chocho es más que evidente. Como sucede con el español, donde tenemos esa divertida expresión que nunca pasa de moda, la del “gato acostao”. Y es que hay conceptos que superan todo tipo de barreras lingüisticas.

Sudoku makinero

Además, en el reverso de la caja encontramos un sudoku raro que, por supuesto, no podemos jugar hasta que no nos terminemos la bolsa con el alimento. Y aún así, no me parece la mejor actividad para realizar mientras desayunamos, ya que necesitamos del tablero y esas baldositas. Ya he comentado alguna vez que lo mejor sería poner algún relato corto en el reverso. Quizá algo de Clark Ashton Smith, por ejemplo… Y nadie me hace ni puto caso, como cuando sugerí que pongan haikus en el papel higiénico, para leer cuando estamos sentados en la taza, y así estar todos distraidos. Se evitarían grandes problemas, como la creación de más series españolas o las frases ingeniosas para el Twitter tipo “Pacharán más de mil años”.

La hay condensada, también la hay en bote, sale de la vaca y también de...

Una vez probados sólo puedo decir… ¡albricias! ¡Los Hello Kitty Loops están buenísimos, mucho mejor que aquellos Fruit Loops! ¡Loops, Fruit Loops, put on your sundays shoes! Hay un motivo por el que vemos vídeos de gatitos y no de tucanes, y en cuestión de cereales, los mininos le hacen un combo breaker y un reversal a los pajarracos estos de mierrrrrda. Los aretes violetas son mucho más suaves y no transfieren tanto su sabor a la leche, aunque siguen siendo dulces y con un sabor alejado del resto de crispies que pueblan las estanterías. Además, no van mal con el la leche con el chocolate y están buenos tanto crujientes como blandorros.

EL BIEN

Así que yo le doy un señor aprobado a estos cereales, a pesar de no ser muy fan de la gatita de marras. A mí me gustan más los Tamagotchies esos de los juegos de Wii. Al Virugato, lógicamente, tampoco le gustan, pero es que a este no le gusta na, al tío. Na. Ni los hello Kitty, ni los Dokyos, ni la lejía.. todo nos lo rechaza. Pues que con tu pan te lo comas. Ah no, que el pan tampoco le gusta. Pues eso.

Como inconveniente, su elevado precio, tan sólo al alcance de los bolsillos más pudentes. Afortunadamente, puedes pedir financiación y meterte en el presupuesto un coche nuevo, la PS3 y un viaje a la Contratierra ya que estás, aunque te piden avales. Aún así una de estas cajas termina en mi despensa mes sí y mes también, al menos mientras se fabriquen. ¿Quizá a eso se referían con lo de la edición limitada? No lo sé. Ni me importa. Solo quiero seguir enduzándome el paladar con ese dulce, dulce sabor a frambuesa y olvidarme del mundo exterior.  Los directores de cine tienen su cocaína y los webmasters, nuestros cereales. Y el mundo sigue girando en silencio…