Aunque no se lo crean, la redaccion de Virucom a veces sale de casa y hace cosas. Últimamente solo en fin de semana: es lo que tiene trabajar en casa. Quizá por eso procuramos tener siempre planes para el fin de semana. Esta semana tocaba videojuegos: íbamos a acudir al Gamefest, la primera edición de una feria que, a poco que tenga algo de continuidad y referencia, se convertirá en el referente hispano del medio. Tampoco tiene tanta competencia, ¿no?

Y no es que seamos mucho de videojuegos, la verdad, pero la cosa parecía una buena manera de pasar una tarde. Así fue. El Gamefest demostró buen tino limitando el aforo, con lo cual a pesar de acercarnos el sábado por la tarde, día de más afluencia de público, no sufrimos los calores o el agobio de eventos como los Expomanga. Aunque quizá fue porque llovió. La carencia de un escenario con karaoke también ayudaba a que eso se alejara del Templo del mal elemental que son las reuniones otakus y fuera un evento medianamente disfrutable.

Pero vamos a lo que vamos. Nosotros nos pasamos a probar una cosa. El Kinect. El dichoso Kinect. ¿Por qué? Pues un poco por que sí, la verdad. Principalmente, por que no tenemos ni los fondos ni la intención para adquirirlo. Pero queríamos ver como es el invento que tanto ilusionaba el año pasado a los más nerds y que ahora parece que cuenta con la desaprobación de muchos. No debíamos de ser los únicos: era la principal atracción del evento con varios stands mostrando un gran número de los juegos que estarán disponibles cuando lancen el invento y largas colas en (casi) todos ellos.

Por lo que pudimos comprobar, no se trata de un epic fail, pero sí calificamos la experiencia de poco satisfactoria. Pudimos probarlo en un juego de deportes, de voleibol, donde el control tenía un pequeño lag de un segundo, lag que pudimos apreciar en todos los juegos. Por supuesto los programadores ya lo han tenido en cuenta y los juegos funcionan aún con ese ligerísimo desfase… pero a mí se me hacía bastante molesto. Esto ya se notaba en el propio proceso de selección y configuración de las partidas, que a base de imprecisiones, levantar manitas y dar pasitos adelante y atrás se convertía en un verdadero coñazo.

El futuro ya está aquí

En cuanto a los juegos que se mostraban, pues más de lo mismo: juegos de baile donde hay que retorcerse y muchos de deportes. El de boxeo, por ejemplo, es más pachanguero y aún más frustrante que el del Wii Sports. En cuanto al Dance Central que ocupaba una gigantesca plataforma central, más de lo mismo, aunque con más saltitos y palmas de las azafatas, que para eso las pagan.No sé… no me pareció mucho más divertido que los DDR, claro que yo he tenido temporadas de mucho vicio con los Dance Dance e igual no tengo la “mente limpia”… A mí, personalmente, me pareció bastante más divertido el Michael Jackson Experience. Ah, no: el Kinectnimals no estaba disponible. Casi mejor.

Veremos que acogida tiene el invento cuando sea lanzado, pero en principio me parece que no va a resultar el revulsivo para las ventas de Xbox 360 que esperan en Microsoft más aún cuando por su precio te puedes pillar 3 o 4 juegos convencionales… Como último apunte, diremos que Microsoft emulaba a Homer Simpson y aseguraba que era una versión “de prueba“… Puede que haya aún algún ligero ajuste, pero lo dudo.

El Move, mira por donde, creo que funcionará mejor. La expectación por este mando parecía ser bastante menor. Y con motivo: no es más que un Wiimando con forma de varita de Sailor Moon. Funcionaba a la perfección pero, al menos en los juegos que por allí se veían, no se apreciaba un avance espectacular.  Eso sí: el juego de peleas no me gustó nada. Ya tardan en hacer una campaña publicitaria con el I like to Move it, Move it? Claro que para disfrutarlo como Dios manda habrá que comprarse dos, y algún juego… Ya veremos quien gana. O más bien, quien pierde menos.

One way or another I'm gonna get you

De todas formas y para que sepan donde situarnos, el juego que más nos gustó fue el NBA Jam de Wii. Tan loco como el original, con una mínima y eficaz concesión al uso del Wiimando, es ideal para pasarse la tarde haciendo el tonto con los amigos. Lástima que la versión para Wii no tenga online, pero el resto, ya saben. Por lo demás, Fifas, fofas, muchos coches de verdad por ahí (¿Expoauto?), muchos niños, gente disfrazada de Naruto y  juegos de esos de tiros que parecen todos iguales y de muñecos tridimensionales que se suponen “realistas” pero que se mueven muy raro y con vídeos muy largos… No nos llamó la atención ninguno, aunque jugamos un poco al Epic Mickey y al Marvel vs Capcom 3. Que grandísimo es que hayan añadido a Modok y Arthur del Ghost’n’Goblins, oigan.

Por lo demás, me gustó ver a los chicos de RetroMadrid por allí, que en el último año están consiguiendo grandes cosas para la feria. Su parte no es sino una minúscula muestra de la que preparan para el año que viene, pero el mero hecho de haber estado presentes y difundir sus actividades entre tantísimos asistentes me parece ya un logro. Allí estaremos cuando realicen su próxima edición.