Auténtica maravilla del eurodisco de la mano de Koto, un tipo que no tenía nada mejor que hacer que disfrazarse de Jedi con la bata de su madre y dar saltitos mientras simula tocar este tema. Este TEMAZO con todas las letras, que a mí aún me suena fresco hoy en día, gracias al buen gusto de Koto con los secuenciadores y a su acertada elección de sonidos. No me extrañaría que vuelva a ponerse de moda como sintonía de un programa deportivo o algo así.

Como dice John de Calipo “muerte a las guitarras, vivan los teclados”. Clavadica en el cerebro que la tengo.