Cuando este verano Lamberto Bava estuvo invitado a la  Semana de  Cine Fantástico de Estepona, pude realizar la entrevista que vais a leer a continuación. Entrevista que, con tanto trabajo en otros frentes, quedó archivada hasta hoy. La reciente proyección de Demons en un cine madrileño y la posterior polémica ante el escaso aforo destinado al público “de calle” me recordó que tenía pendiente su publicación.  Que mejor momento que este para recuperarla.

Dos súper kung-fu en el oeste

El incomparable marco de la charla fue… un autobús que la organización puso para que los invitados fuéramos a la inaguración de la calle Paul Naschy. En realidad, la conversación hizo el viaje más entretenido para ambos. Lamberto, siempre afable y risueño, es un apasionado del fantástico y un representante de lo que antaño fue la industria cinematográfica más poderosa del viejo continente, a la que debemos cantidad de obras maestras, de películas deliciosas y descacharrantes pero honestas exploitations. Y en su filmografía, marcada por el éxito de Demons, hay un poco de todo esto.

Tu caso es particular, me gustaría saber hasta que punto ha condicionado tu carrera ser hijo de un alguien tan respetado y admirado Mario Bava.

Bueno… ser hijo de mi padre nunca tuvo un lado malo. Más bien era tener una gran responsabilidad. Sobre todo porque yo también quería ser director, e ir más allá de trabajar para él.

De las películas que trabajaste con él ¿cual te gustó más?

Comencé con El Planeta del Terror, Terrori en el Espaccio, en italiano. Fue la primera película que hizo en 1965, la primera de ciencia ficción italiana, al menos de un cierto tipo. Pero piensa que yo trabajé muchísimo en producción,  y como director de segunda unidad… así que nunca tuve problemas por ser hijo de mi padre, ya conocía a todo el mundo y sabían de mi profesionalidad.

Aún así tardas mucho en empezar a dirigir, hasta los 80 no haces nada

Sí, dirigí Macabro en 1980. Yo la verdad es que estaba muy contento trabajando en las producciones que hacía mi padre. Un día me llamó Pupi Avati, su hermano era amigo mio, y me dijo que si quería trabajar dirigendo un guión que habían escrito los dos hermanos.  Estaba basada en una historia real, bueno, más o menos, y rescribimos entre todos el guión, y nada, me animé… En parte porque íbamos a rodar en Nueva Orleans, aunque estuvimos muy poco tiempo. Era una película muy barata, aunque aprendí mucho.

Y tardaste tres años en repetir en el cine, con Cuchillos en la oscuridad

Sí, es que estuve ocupado con otras producciones, trabajé en Tenebre, otra vez con Argento… Esta era otro tipo de película, de asesinatos, más tipo giallo, con misterio… Al final el asesino era Michelle Soavi, que trabajabó aquí como actor.

¿Y esta que tal funcionó? ¿Mejor que Macabro?

Pues bien, mejor que la otra… a ver, no es que Macabro fuera un fracaso. Lo que pasa es que Pupi Avanti le quitó un poco importancia, me dijo “bueno, no ha ido mal”, sencillamente, lo que contribuyó a que tardara un poco en repetir. Por lo visto tenía que haber sido más violento y sexual, o eso querían los productores.
 

A continuación, hiciste Blastfighter, la fuerza de la venganza, película que a mí me gusta bastante.

Yo no me encontré muy cómodo en Blastfighter, y creo que la gente lo notó. Curiosamente, los críticos la pusieron bien, en el aspecto de que pensaban que era un film americano, no parecía italiano. Pero no era un film fantástico, que es lo que me gusta, pero ya lo tenía firmado. De Blasfighter recuerdo que un crítico dijo: “si Clint Eastwood venía a rodar a Italia, ¿porque no vamos a ir los italianos a rodar a Estados Unidos?” Me hizo mucha gracia.

¿Tratábais de aprovechar un poco la moda de Rambo?

Sí, es lo que querían, pero la idea principal era mia, yo quería que fuera algo diferente, no un calco. No me gustan las copias, no me gusta hacer remakes… no me gusta todo eso.. Me basé en una noticia que apareció en un periódico. Leí sobre un hombre que había pasado 20 años viviendo en las montañas, y había ido su hija a buscarla. Trabajamos muy bien en EEUU.

Me encanta además el cartel de Blastfighter, con el rifle especial..

En realidad estaba basado en un rifle Beretta, que llevan los policías en mi país, al que pueden poner diferentes tipos de munición

En esa película trabajaste con Michael Sopkiw, que a mí me gustaba mucho, tenía planta de héroe, era como un Kurt Russell europeo

Sí, y era bueno. En realidad era modelo, no actor. Pero tenía buena planta, y me gustaba, es un actor que me gustaría volver a usar, además interpretaba de una forma más moderna, no era tan teatral como otros.

 


Estaba muy bien en 2019 tras la caída de Nueva York
,

De Sergio Martino, sí. Yo le vi ahí y me gustó mucho.

Y volviste a trabajar con él en tu siguiente película, El Devorador del Océano

Así es, y pudimos volver a rodar en América, cosa que me gustaba mucho. El guión, precisamente, lo escribimos a medias Sergio Martino y yo… Pasamos mucho frío, fue algo duro.

Tu siguiente film, y posiblemente la más exitosa de tu filmografía, fue Demons, que te produjo Argento, lo cual le abrió muchas puertas. ¿Cómo surgió la oportunidad?

Dario me decía que quería hacer una película conmigo, que le gustaba lo que hacía. Así que empezó a pensar una historia. Y me propusieron hacer una antología, una película con tres historias. Leí de que iban las historias, y había una que destacaba sobre las demás, de un escritor llamado Dardano Sacchetti. Así que fui a Darío, y le dije que no quería hacer una antología, que la que quería hacer era la historia de los chicos atrapados en el cine, que quería desarrollar esa idea.

Desde luego fue un acierto

Yo lo tenía claro. Lo que no sabía era que título ponerle a la película. No nos poníamos de acuerdo. Al final fue una cosa del destino, porque un día estaba pensando en el titulo mientras guardaba unos libros de mi padre. Y todo los libros tenían una cubierta similar, encuadernada en piel oscura, salvo uno, que la tenía roja: Los Demonios, de Dostoevskiï. Lo vi y llamé inmeditamente a Darío y le dije: “ya tenemos título”. Y le encantó.

Impresionante la conexión…  ¿Y cómo fue trabajar con alguien como Argento, hubo algún incidente o problema en el rodaje?

No, porque yo ya había trabajado como productor, y con él, y sabía lo que tenía que hacer. Darío apenas venía dos o tres veces por la semana, y estaba poco tiempo. Venía, saludaba, miraba un poco, a veces daba alguna idea…

Siempre te he querido preguntar una cosa: ¿hay más escenas de la película que están viendo los espectadores en Demons?

No, no hay… De hecho eso fue lo primero que rodamos, durante los dos o tres primeros días. A mí, desde pequeño, me gustaba la arqueología, y conocía esta ciudad abandonada, hace ya cientos de años, por una epidemia o por un terremoto. La conocí  de joven porque mi padre había rodado allí el episodio de Las tres caras del miedo, el episodio de la nieve…. .

¡Cuando llegue a casa tendré que revisar el DVD! A mí me fascinaba toda esa parte, creo que es de lo que más recuerda la gente, junto a la moto y los maquillajes de Sergio Stivaletti

Ese chico sólo había hecho una película anteriormente, Phenomena, con Dario. Y a mí me gustaba trabajar con gente nueva, con gente joven, así que le llamé. Y él trabajaba mucho con Latex, que era una cosa no tan normal por entonces, y había muchos efectos nuevos que no habíamos visto nunca en pantalla, y los hizo fenomenalmente bien.

Creo que fue un acierto total… a mí tu película siempre me pareció muy “in your face”: mucho ritmo, gore a mansalva, heavy metal atronando…

Es que es justo lo que quería hacer. Quería hacer una película dura, que sacudiera al espectador. Por eso la banda sonora tenía que ser heavy.

Siempre me ha llamado la atención: es la única película que conozco con Saxon o Accept en su BSO

En aquella época, Darío Argento y yo estábamos muy metidos en el mundo del rock (más Darío que yo), pasábamos mucho tiempo escuchando música. Y queríamos hacer la primera película italiana en Dolby Stereo… así que aprovemos la canción para que la música sonase a todo volumen.

¿Elegiste tú mismo las canciones, o fue entonces Darío?

No, no. Lo que más trabajamos Darío y yo fue el guión. Para eso teníamos a una persona, un experto, que conocía mucha música, buscando los temas que más le gustaba. Y aquellos de los que pudimos conseguir los derechos, claro, no tenían que ser muy caros, tampoco teníamos dinero.


Yo creo que hay escenas que no se pueden ya imaginar sin esas canciones, lo de la moto con Fast as a Shark

Seguro. Pero la música se utilizaba sobre todo para resaltar los momentos más duros de la película. Luego está la banda sonora,  a cargo de Claudio Simonetti. Por ejemplo, toda la parte del principio, antes de que lleguen al cine Metropolitan, es una música muy interesante.


¿Y qué grupos te gustaban a ti en aquella época?

Pues los que a todo el mundo: Judas, Maiden…  me gustaba especialmente Yngwie Malmsteem.

Me encanta el plano en el que los demonios comienzan a subir las escaleras y el único rasgo que vemos de ellos es el de sus ojos brillando.

Cuando rodamos esa idea no sabíamos como iba a quedar. Les pusimos un tipo de lentillas en los ojos y luego usamos un foco especial al que reaccionaban las lentillas.  Y funcionó estupendamente. De hecho en cuanto vi el efecto la primera vez, dije “esto es el cartel de la película”.

¿Hiciste mucho dinero con la película?

Hombre… normal, digamos. Yo era el director, el que hizo muchísimo dinero fue Darío, que era el productor. Imagínate, que sólo con las venta de los derechos a EEUU ya consiguió amortizar la película. Y el resto de territorios, y la taquilla, ya fue beneficio. Hizo muchísimo dinero.

Y hoy en día, 25 años después, la película sigue tenieno muchísimos más, sigue reeditándose y sieno descubierta por fans más jóvenes

No sabes lo feliz que me hace eso.

¡Yo también quiero figurar!


De ahí las ganas de hacer un Demons 2, ¿cuándo decidísteis que queríais una secuela?

Yo ya tenía la sensación de que iba a ser un éxito mientras rodábamos la película. Porque cuando estás haciendo una película y ves que todo el mundo se involucra, y se entusiasma, sabes que estás haciendo un buen trabajo y que está gustando. Además, mientras rodábamos, antes de estrenarla, fuimos preparando un promo para vender la película a Estados Unidos y Japón, como ya te decía. Ya veíamos que iba a haber demanda de una secuela. Debido a eso tuvimos un presupuesto algo mayor que en la primera.

Y preferíste, más o menos, contar una historia muy parecida, no continuar donde lo dejaste ni nada parecido, sino salir de la tele.

Claro, porque según yo me lo planteaba, los Demonios es algo malo que tenemos nosotros, y se pueden manifestar a partir de cualquier cosa. Pueden venir del cine, de la televisión… la tercera parte queríamos que vinieran de las novelas.

O de un fumetti

Jaja, sí, de un fumetti… Mira, la tercera se llamó al final La Chiesa (El Engendro del Diablo), y la acabó dirigiendo Michel Soavi, porque yo vi que Darío no tenía la misma ilusión por hacerla, así que me desvinculé del proyecto porque no quería trabajar así. Es el film perdido.

Te quería preguntar por ella, porque el guión es tuyo

Sí, es mío, pero yo además había comenzado la producción de una serie de TV, y Darío estaba muy ocupado, tenía la cabeza en otro sitio, negociando con unos distribuidores nuevos. Así que nada, se reescribió un poco y Soavi se encargó.

En Demons 2, además cambiásteis la música por otro tipo de grupos más pop, estaban Los Smiths, Peter Murphy…

En aquella época empecé a escuchar más otro tipo de música como The Cult, que me gustaban mucho… Quería cambiar algunas cosas, no quería hacer de nuevo la misma película. Y hay escenas, como la del principio, que quedan mejor con esa música.

Después llegó  Disturbios en el Cementerio. No te enfades, pero me pareció malísima, muy decepcionante.

¿Sabes lo que pasa? Disturbios en el cementerio era una película para televisión, dentro de una serie de que estaba haciendo Darío. Eran películas más ligeras, era otra cosa. Era una comedia.

La verdad es que tampoco era tan divertida

Bueno, tampoco eran gran cosa, sí…

Chariot of the Gods

Te quería preguntar por el origen de la furgoneta donde van los protagonistas de la película, que estaba pintada con portadas de discos de rock: sale Madonna, Eddie, la portada del British Steel de Judas Priest…

Pues no me acuerdo de esa furgoneta. Seguro que fue cosa de Darío Argento, que ya te digo estaba más metido que yo.

Hiciste además más cosas en televisión

Sí porque se me estaba presentando la oportunidad, y la televisión es un medio muy pontente, llega a muchísima más gente que el cine. Y yo quería llevar un poco el cien fantástico a la televisión, algo que en Italia no se hacía tanto, y yo quería llevar el fantástico a más gente, al público de la televición. Ahora ha cambiado mucho la cosa. Si has visto el último film de George A. Romero (El diario de los muertos), entró a concurso en el festival de Venecia, hace 20 años eso hubiera sido impensable

Hiciste cosas  como El ogro, que en otros países se estrenó como Demons III

Sí, pero tiene nada que ver. Es otro episodio de esa serie que te decía antes. El nexo somos el guionista Dardiano Sarchetti y yo, pero no tiene nada que ver con Demons.

El castillo donde rodaste le da más empaque a la producción, era un escenario muy interesante para la película.

En realidad estaba muy cerca de Roma, y nos dejaron hacer lo que quisimos. Tenía una atmósfera estupenda, pudimos usar iluminación natural en muchos momentos. Me gustó rodar en el castillo, creo que me manejo bien en ambientes cerrados.

En TV creo que con lo que más éxito tuviste fue La leyenda de la rosa de la gruta de oro

Sí, Fanthagiro. Tuvo muchísimo éxito, como dices, hicimos cuatro partes y se vendió muy bien.

En esa película trabajaste con Kim Stuart. Yo soy fan suyo por las película de Karate Kimura

Sí, era un buen actor. Hoy por hoy es un actor muy respetado en Italia, un actor importantísimo, ha hecho mucho cine. Yo en cuanto le vi pensé que tenía la planta ideal para ser el príncipe en mi película, aunque no hizo la cuarta parte.


¿Cómo fue el cambio de hacer películas de terror a un tipo de fantasía más ligero?

Muy fácil y satisfactorio. Como te digo, tuvo mucho éxito y conseguí que otro tipo de público viera mis películas. Más mujeres, niños, familias enteras. A día de hoy te diría que prefiero este tipo de producciones.

Y tú finalmente parece que estás más cómodo en televisión.

Bueno sí, pero es que además en Italia está cada vez más difícil hacer cine fantástico. En Televisión al menos sí se puede hacer algo.

Se nos acaba el tiempo. Por último: ¿no te has planteado hacer un Demons 3 como Dios manda?

Jaja… bueno, la verdad es que creo que su tiempo ha pasado. Podría hacer la producción, pero no me veo dirigiéndola

Para terminar, dime lo que opinas de estos directores italianos:

Lucio Fulci

Muy bueno, hizo de todo, western, comedia…

Claudio Fragasso

Me gusta mucho, aunque es un género diferente.  Para mí los grandes del cine italiano son mi padre, (Ricardo) Fredda y Darío Argento. Yo no me meto, porque yo y algunos como yo llegamos como consecuencia de ellos.

¿Y Enzo G. Castellari?

Bueno, eso ya es un segundo grado. Ahora está de moda gracias a Tarantino, pero claro, él lo va cambiar todo…

Tras esto, dejamos a Lamberto que atendiera a sus fans, aunque como no, volvimos a encontrarnos y a hablar con él a lo largo de todo el festival. Lo peor de todo, como podéis imaginar, es que aún no hemos resuelto el misterio de la furgoneta de Disturbios en el cementerio. Y me temo que nunca llegaremos a conocer su verdadera procedencia. A no ser que podamos entrevistar a Argento claro. Puedo prometer que intentaremos hacer todo lo posible para averiguar de donde salió la dichosa furgoneta. Ah, y este año va Robert Englund a Estepona. Le cogeremos por banda.