Siempre volcados con nuestros fieles lectores, a continuación una práctica guía de CAUSAS DE AVERÍA MÁS COMUNES para que mantengan sus teléfonos móviles fuera de insospechados peligros. Se ha acuñado a partir de un escrupuloso cúmulo de porcentajes reunidos por técnicos, usuarios y esa gente con bata sobre camisa y corbata que sale en el telediario repitiendo (confirmando) lo mismo que ha dicho el locutor un minuto antes y que imbuye los sondeos con un aura de irrebatible veracidad.
SÍNTOMA: He pasado seis meses sin quejarme por un fallo que el teléfono presentaba desde que lo compré, pero ahora de pronto se me hace molesto.
CAUSA: El plazo transcurrido entre la compra del teléfono y que se decide pasar por el servicio técnico es idéntico al que ese auricular que distorsiona en conversación tarda en llenar la placa de evidentes restos de humedad que convierten el teléfono en un trasto irreparable.
SÍNTOMA: Anoche dejé el teléfono apagado sobre la mesilla. Al encenderlo esta mañana, sin que nadie lo haya tocado, la pantalla estaba así.

CAUSA: Los duendes nocturnos entrenados por los fabricantes y servicios técnicos lo han elegido a usted para enriquecer a sus maquiavélicos amos rompiendo su pantalla mientras duerme.


SÍNTOMA: He prestado el teléfono a mi hijo adolescente que goza mi absoluta confianza y ahora no enciende.
CAUSA: Los defectos de fábrica del teléfono son más sensibles al sensato uso de un joven durante una noche de fiesta que al de sus complacientes y enrollados padres durante los ocho meses previos.
SÍNTOMA: Lo traje a reparar una vez a este mismo sitio, me atendió un técnico distinto al que ahora encuentro, y desde entonces ya nunca ha funcionado bien.
CAUSA: Los técnicos son unos manazas manipulando teléfonos, pero tienen un oscuro don para hacer que las piezas rotas por ellos funcionen perfectamente durante varias horas e incluso días.
SÍNTOMA: No se ha dado más que un golpecito y se le ha roto la pantalla, mientras que los otros que he tenido se han caído cientos de veces y nunca les ha pasado nada.
CAUSA: Los fabricantes saben que el secreto para conquistar a los clientes es que sus productos se rompan con extrema facilidad, de modo que han retirado el engorroso armazón de plomo forrado de gomaespuma que hace al teléfono tan estético y ligero como inmune a golpes.
SÍNTOMA: He sacado el teléfono del bolso/bolsillo y la pantalla estaba negra.
CAUSA: El fabricante programa el teléfono con una aplicación de emergencia para que, si la pantalla se avería por defecto de fabricación o desgaste, trace en la pantalla unas líneas blancas que discurren en zigzag y que simulan la clara rotura de esta por golpe o presión y, por tanto, la exención de garantía.
SÍNTOMA: He oído que a todo el mundo que tiene este modelo le pasa lo mismo.
CAUSA: La misma fuente fiable que vio cómo Pedro Ruiz echaba de su programa a La Oreja de Van Gogh por apoyar a ETA tiene razón: es un defecto de fabricación del teléfono y debería, por tanto, ser reparado en garantía o sustituido por otro modelo.
SÍNTOMA: Se envió el teléfono a reparar y el servicio técnico lo devolvió diciendo que estaba mojado y por tanto fuera de garantía e irreparable.
CAUSA: Los servicios técnicos cobran más por tocarse las narices que por reparar teléfonos, por tanto el día que a su personal no le apetece trabajar, los dan todos por irreparables y se van de cañas.
SÍNTOMA: Mi teléfono lleva demasiado tiempo pendiente de pieza.
CAUSA: El fabricante hace correr ese bulo o bien retiene las piezas con el propósito de que la garantía expire y usted, agradecido, continúe confiando en sus productos y compre uno nuevo.
SÍNTOMA: La batería de mi teléfono con bluetooth, GPS, 3G, WIFI, reproductor MP3, cámara de 5 megapíxels con zoom digital progresivo, pantalla LCD táctil de tres pulgadas y batería que pesa cinco gramos y se carga en una hora y media, me dura un sólo día y sin hacer más que un par de llamadas.
CAUSA: Los teléfonos de antes eran mucho mejores, recuerde una y mil veces aquel tocho que usted tenía, uno de los primeros que salió. Seguro que si lo siguieran vendiendo se lo compraría.
SÍNTOMA: No envía ni recibe llamadas.
CAUSA: Es evidente que el teléfono es defectuoso y tanto el fabricante como el servicio técnico están echando balones fuera , ya que ni la red telefónica, ya sea alámbrica o inalámbrica, ni los dispositivos electrónicos ni las tarjetas SIM fallan jamás.
SÍNTOMA: Cuando llaman, no se oye.
CAUSA: El teléfono es defectuoso de fábrica y el servicio técnico sólo intenta que usted especifique si no oye el tono de llamada, la conversación, si el que le llama no le oye a usted, si le ocurre siempre, si presenta audio bajo o distorsión, si tiene buena cobertura y si ha comprobado el estado de la línea con su operador para confundirle y hacerle creer que el problema es usted.
SÍNTOMA: Se me apagó y no lo puedo volver a encender.
CAUSA: El fabricante ha colocado el botón de encendido en un sitio estratégico para que usted pulse todos menos ese.
SÍNTOMA: Se me ha roto aunque iba con funda, eso es problema del teléfono, no mío.
CAUSA: Los teléfonos móviles carecen de la invulnerabilidad que presenta, por ejemplo, el ser humano en un accidente de tráfico llevando todas las medidas protectoras.
Si ha llegado hasta aquí y su móvil sigue funcionando, sólo podemos recordarle las tres reglas que un sabio acuñó una vez: No lo exponga al sol, no lo moje y nunca, por mucho que pite y se queje, lo deje cargando toda la noche.