Rescatamos durante estos días un viejo artículo perdido en los archivos de la web. AdsoDMelk nos vuelve a presentar su extendida reseña sobre el peliculón que se marcó Kiss allá por los 70. Y ahora, con Youtubes y todo.

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Los productores de cine ya no saben qué inventar para atraer a la gente a las salas. Con el auge de internet, las series de televisión (salvo en España, claro), los móviles y el rescate de los Transformers, GI Joe, y lo que toque, la competencia con el séptimo arte es feroz. Por eso, tratan por todos los medios de aprovechar cualquier filón que tenga éxito en la sociedad para hacer una película (si además permite secuelas, mejor que mejor), sin importarles lo más mínimo el resultado “artístico” del producto, que esto es una industria, hombre, que el cine de autor ya pasó. Esta tendencia ha provocado desde siempre, pero quizás hoy más que nunca, que se rueden películas sobre los temas más inverosímiles. De esta manera, personajes de cómics, juguetes o videojuegos,modelos, famosillos, presentadores de televisión, personajes míticos de series… se han pasado por las pantallas, con desastrosos resultados en la mayoría de los casos.

Cine
y rock

Dentro de este subgénero, cobran especial importancia por su pésima calidad y su despropósito,
las películas basadas en estrellas del rock. Salvo excepciones (The Wall de Pink Floyd, Quadrophenia de The Who o Sufre mamón de Hombres
G), lo cierto es que cada vez que un cantante rueda una película el éxito de público es inversamente proporcional a la valía del film. Los ejemplos
son incontables: las decenas de horribles films de Elvis Presley, los de Madonna, Magical Mistery Tour de Los Beatles o O.T. la película.
Sin embargo, si hay una película de este tipo que destaca por encima de las demás, esa es sin duda Kiss meets the phantom of the Park, el
primer film que protagonizó la banda más caliente del mundo. ¿En qué estaban pensando los productores cuando la hicieron? En hacer dinero, claro. ¿Lo consiguieron? Por supuesto.

Como diría Jack el Destripador en From Hell, vayamos por partes. Corría el año 1978 (estaba en forma) y en aquella época el grupo norteamericano KISS gozaba de una gran popularidad en todo el mundo, sobre todo en USA. Vendían más que Alejandro Sanz, agotaban todas las entradas de sus conciertos, recibían más premios que Almodóvar… Sin embargo, como ocurre en las películas sobre rockeros, había grandes diferencias internas en la banda.
Diferencias que se basaban básicamente en que Gene Simmons y Paul Stanley estaban en forma y eran felices amasando billetes girando por los cinco continentes, y Peter Criss y Ace Frehley estaban agotados por su uso y abuso del alcohol, pidiendo a gritos bajar el ritmo de trabajo. Ambos dijeron que se largaban y desde la casa de discos les dijeron: ¿Queréis hacer un disco en solitario? Bien, hacedlo, pero que lo hagan los cuatro miembros, y todos llevarán el logo de KISS, que así vende más. Y claro, los fans de Kiss caímos como tontos.

La fama de KISS seguía en alza, máxime con la edición de los cómics de MARVEL y con la película sobre la que trata este artículo. Ninguno de los cuatro miembros de KISS había entrado jamás en un plató de cine, y aunque ser actor siempre fue un sueño para Gene Simmons, no se puede decir que quedara satisfecho con el resultado del film. Estaba claro que Lawrence Olivier no habría hecho “KISS meets the phantom of the Park”. Al respecto, dijo Gene en su día: «aunque era un film estúpido estábamos abiertos a cualquier propuesta».

La película Gene Simmons, gran fan de los Beatles pensaba que si los cuatro de Liverpool tenían su película,
¿por qué no KISS? Y de esta manera, sin pensar demasiado en un guión ni nada, se inició el proyecto. El film, dirigido por Gordon Hessler, era
una producción de Hanna- Barbera (la de los dibujos animados) para la NBC, iniciándose el rodaje en mayo de ese año en Valencia (sin fallas de por
medio, esto no es MI 2), California, en el Parque de Atracciones Magic Mountain.

El argumento de la película no puede decirse que sea de lo más profundo: En un parque de atracciones se anuncia una actuación del grupo KISS, que genera
gran expectación. Todo parece normal, sin embargo, un científico malvado, que es el que se ocupa de las animaciones mecánicas del parque, tiene un
objetivo perverso: crear unas réplicas robóticas de los miembros de KISS para suplantarlos en el concierto y dominar a las masas con mensajes a través de las canciones, cuyas letras cambia para su propio beneficio.

Sin embargo, como en los cómics de MARVEL, los miembros de KISS tienen poderes, que dependen de una especie de amuletos que les han sido robados (ya sabéis, el demonio, el chico estrella, el hombre del espacio y el hombre gato) que cuando recuperan, logran salvar a la humanidad. En la película además aparece una chica (Deborah Ryan ) que pierde a su novio (cuando el científico malvado lo transforma en autómata) y unos gamberros convertidos en secuaces del malvado que se dedican a putear a todo bicho viviente.

Ni que decir tiene que la película, emitida en la NBC, nunca en cine, fue un gran éxito, siendo el segundo programa de mayor audiencia de la cadena ese año.
No pudo con Noche de fiesta, claro. Por cierto, que el título es engañoso. En la película no aparece ningún fantasma, salvo Gene Simmons, conocido por su colección de polaroids de amantes que según él sobrepasan el millar.

Reparto de lujo En el film, aparte de los cuatro miembros originales de KISS, aparecía Anthony Zerbe haciendo de malvado científico. Entre sus múltiples películas, es posible que le hayas visto en Star Trek: Insurrección, La zona muerta o ¡Asteroide!. También salía Lisa Jane Persky (Los Caraconos, El increíbleHulk) como Dirty Dee, una alborotadora convertida en secuaz del villano. El resto del elenco no era tan conocido. No había cameos de mitos como Vicent Price o Mr. T. Ni siquiera sale el omnipresente Ozzy. En cuanto al rodaje, fue un pequeño desastre, sobre todo debido a la desgana de Ace y Peter. De hecho, por lo que se cuenta, en la mayoría de los planos quienes aparecen en pantalla son unos dobles. Ace se dedicó a ir a las Vegas a gastarse la fortuna que había ganado con el grupo y Peter estuvo muy entretenido con Debra Jemsen (una ex conejita de Playboy). Suerte para los dobles que KISS se maquillan.

Por otra parte, en aquella época Gene Simmons tenía un lío con Cher, es raro que no apareciera en el film con una de sus múltiples transparencias. Lástima.

Escenas para recordar

Hemos contado someramente el argumento, pero ¿qué podemos encontrarnos en el film? Para empezar, la cabecera es muy cómica. Al comienzo vemos al grupo tocando ‘Rock and roll all nite‘ con un cutre fondo chroma en el que se proyectan imágenes de las atracciones del parque (norias, montañas rusas, tiovivos). Casi parece un videoclip español de los años 80. Tras esas imágenes, algunas alucinógenas como Ace y Peter en un coche de choque volador (y Paul Stanley con Gene Drácula en otro), lo cierto es que la primera media hora del film es muy aburrida. De hecho, parece un publirreportaje de TERRA MÍTICA.
Mucha montaña rusa, mucho niño con globito, y te preguntas ¿Cuándo salen KISS? Pasado ese rollo empiezas a conocer al malvado científico, que pone cara de “estar tramando algo”. Vemos cómo se dedica a atraer al público del parque a su guarida secreta, y una vez allí, los convierte en una especie de autómatas robóticos que dirige a su antojo. Lo más llamativo de su escondrijo es una mesa semicircular que gira, no se sabe por qué, pero gira. Y claro, está lleno de lucecitas y ruiditos destinados más que nada a impresionar.

Afortunadamente, poco después aparece el grupo tocando en directo (la película sigue sin argumento, pero no importa), canciones como ‘Shout it out loud’ o ‘I stole your love’. Esas canciones tranquilizan el tedio inicial. Pero sigues preguntándote ¿pasará algo?

Una de las chicas protagonistas pierde a su novio entre la confusión de las atracciones y decide pedir ayuda a KISS, que cuando no tocan, y gracias a unos
amuletos, tienen poderes. Son una especie de superhéroes cutres. De esta manera, vemos a Gene atravesando muros de cartón piedra, en vez de hablar suelta un ridículo gruñido, o lanza fuego por la boca. Por su parte, Paul lanza unos cutre rayos láser por los ojos, Ace es capaz de volar y Peter da grandes saltos…

Ni que decir tiene que todo con unos efectos especiales bastante precarios, que convierten a Ed Wood Jr. en un antecesor de la Industria Light and Magic, pero que no hacen sino añadir encanto a todo el asunto.

La película tiene dos grandes momentos, igual de ridículos. Se trata de dos escenas de peleas. En el primer caso, vemos a KISS enfrentándose a toda una galería
de enemigos enviados por el malvado científico: una especie de hombres gato blancos, karatekas, samurais y por si todo eso fuera poco, monstruos de toda la vida, los típicos de la Universal: Drácula, Frankestein, el hombre lobo, la momia... Es alucinógeno contemplar a Gene Simmons forcejeando con Frankestein o Ace Frehley haciendo desaparecer a un hombre gato blanco. Aunque absurda y sin sentido, no tiene precio observar estas imágenes más propias de un cómic de serie Z que de una película.

El segundo momento a destacar es aquel en el que KISS se enfrenta a sus dobles. El malvado científico había logrado atrapar a los cuatro miembros y los había
suplantado por réplicas mecánicas que cambiaban la letra de las canciones. Prueba de ellos es la canción Rip and Destroy, versión alterada de Hotter
and Hell que el grupo falso canta ante un público que quiere que le devuelvan el dinero:

“It’s time for everyone to listen good
We’re taking all we can stand
You’ve got the power to rip down these walls
It’s in the palm of your hand
Rip, rip, rip and destroy
You know the hour’s getting late
Rip, rip, rip and destroy “


Esa es parte de su letra. Cuando los KISS originales logran escapar de su cautiverio, adquiriendo sus poderes perdidos, observamos una esperpéntica lucha
en el escenario entre los miembros originales y los dobles, cada uno con el suyo. Lo que uno se pregunta es: si Ace y Peter faltaron tanto al rodaje ¿estarían
peleando un doble de Peter contra otro doble de Peter? Eso sería ya el colmo.

Al final, claro, vencen los KISS originales (aunque, ¿cómo saberlo?), tocan Rock and roll all nite, liberan al novio de la chica y todos son felices. Poco antes hemos podido ver a Peter cantando frente a una fuente su imprescindible Beth (hoy por hoy ese nombre tiene connotaciones maléficas – Viru) en plan unplugged. ¿KISS precursores del estilo desenchufado?

Detroit Rock City

La película fue un gran éxito, y al parecer, Gene Simmons no tuvo bastante. Hace unos años volvió a incluir a KISS en un film, llamado Detroit Rock City (aquí Zero en conducta, casi como un film del francés Jean Vigo, pero no se parecen mucho), en el que cuatro adolescentes hacen un viaje para ver a su banda favorita en directo. En este caso, sí se estrenó en el cine, los músicos salían tocando al final y la película tenía guión y todo. Sin embargo fue un fracaso de taquilla. Pues no estaba mal, salía el niño de “Terminator 2” y tenía su gracia. (A mí me gustó mucho – Viru).

Se ha hablado de otros proyectos cinematográficos relacionados con KISS, como un cruce entre ellos y Godzilla, pero todos están parados.

Antes de “Detroit Rock City”, Gene Simmons había rechazado hacer de portero en la película Flashdance y había hecho de malo en varias películas
como Runaway: Brigada especial, Wanted Dead or Alive, Never too young to die, Muerte a 33 R.P.M , y un capítulo en Miami Vice. ¿Don Johnson contra el hombre de la lengua kilométrica? Que bajo caíste, Gene.

En muchos casos se trataba de telefilmes, el reino natural de Connie Selleca. Telefilmes como el propio “Kiss meets the phantom of the park”, que, a pesar de la falta de argumento, de sus efectos especiales chapuceros, de esa falta de carisma de gran parte de los actores secundarios, tiene un encanto especial. Sólo por oír la voz afeminada de Frehley (la película está en inglés), las posturas ambiguas de Paul, sólo por tratar de saber si Peter es un doble o deleitarnos con el gruñido de Gene, merece la pena echarle un vistazo a una película que injustamente no fue nominada a los Emmy de ese año. Ojalá todos los telefilmes de Antena 3 fueran así.