Una noticia que no he querido divulgar demasiado es el abandono de mi trabajo. Tras más de dos años haciendo la promoción de grupos, principalmente de rock y meta estaba bastante aburrido… Atrás se quedan largos días acompañando a grupos de promoción, lidiar con divas de la prensa y horas y horas de escuchar música absolutamente horrible; posiblemente el mejor entorno de trabajo en el que he estado. Porque qué otra cosa se puede decir de una oficina en el cual dejas los tebeos de The Walking Dead a tu jefe y recuerdas con el las aventuras del Ketecasco y con el compañero de enfrente repasas a voz alzada la filmografía de Bruno Mattei o las barrabasadas de el hombre alto en Phantasma. Y con el de más allá, juegas a sacarle mil parecidos a las canciones o te cagas en la madre que parió a Phil Collins y su equivalente español, Manolo García.  Desde aquí quiero mandar un abrazo a todos los compañeros de prensa con los que he trabajado, principalmente a Sergi, Borja y Richard, y uno muy fuerte a Fernando “Hierros” y otro especialmente efusivo a Rolo y Loren.

  Bueno… ¿y ahora qué hago? Ok, tengo mucho paro, dinero ahorrado, algún contrato publicitario y lo de  Pornotopia hacía factible el pensar en trabajar en casita sin especial temor al futuro inmediato, y dedicarme a trabajar menos y descansar más ¡Glups! ¡Ahora iba a ser amo de casa!

Es en situaciones cuando uno saca lo mejor de si mismo. Y ha sido precisamente en los días siguientes a este suceso cuando he vivido en mis carnes lo que significa el desafío para un hombre. 

El no amilanarse ante las dificultades.

LA VOLUNTAD  DE SUPERACIÓN SOBRE TODAS LAS COSAS.

EL TRIUNFO DEL ESPÍRITU HUMANO ANTE LAS ADVERSIDADES.

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He aprendido a hacer mi plato favorito: las albóndigas castellanas

(que es como llama mi madre a su variación de las albóndigas a la jardinera de siempre).
Y además me salieron buenas.

Ante semejante muestra de gallardía, estaba claro que de lo que se trataba era de aprovechar la circunstancia y replantearse las cosas. Tras los hechos apropiados y la actitud correcta por mi parte, solo faltaba que cayera una última pieza en el puzzle.  Una llamada de mi madre me indicó, cual era dicha pieza.  Amigos… ¡Behold!

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Tras cinco años, por fin tengo una mesa en condiciones para trabajar. Parece mentira ¿verdad?  Durante los cuatro primeros, realicé la web desde la mesa que compramos en su día para mi Amstrad CPC, que se me había quedado pequeñísima, y luego, al mudarme a Madrid y durante estos últimos 13 meses, en la de Montse, que era perfecta para su estatura, pero en la cual yo estaba francamente incómodo.  Así que en esa mesa se han quedado todos los periféricos: scanners, impresoras, el VHS para las capturas…  Y lo más básico, en la nueva. Por fin tengo un lugar apropiado para mi tamaño, donde puedo estirar los pies y mover las manos sin miedo a tirar nada.  Y qué diferencia, de verdad: así da gusto. Eso sí, el pie de ella resultó accidentado en la colocación del mueble. Pobre.

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  Así que entre el tiempo que tengo libre y la mejora del lugar de trabajo les anuncio que tengo intención de pegarle un empujón a esta su web.  La semana rambo fue una prueba, que se saldó con un éxito total. A partir de ahora intentaré actualizar con más frecuencia, y además, vamos a abrir nuevos blogs con gente, que esta vez sí, estoy seguro se comprometerá de manera más seria.  Ay, si ustedes supieran lo que ha pasado entre bastidores 😉

Pero también me estoy cambiando algunos cambios más, por ejemplo, incluir el primer párrafo o la mitad del artículo en la página principal, para picar la curiosidad del lector y poder hacer posts más cortos…   O quizá meter todas las actualizaciones de los blogs en el cuerpo central. No tengo claro que hacer a ese respecto, pero si tienen alguna sugerencia la escucho. ¿Cómo mejorarían este mamotreto?

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  Sí que me gustaría aumentar el tamaño de las dos columnas principales para destacar más el contenido de los blogs y aumentar el tamaño de las imágenes de referencia. También querría saber si alguien lee lo de “últimos comentarios”, o me los puedo cargar, quizá meterlos a la derecha bajo la publicidad…   Bueno, ya veré. Me gustaría saber su opinión, a ver si se les ocurre alguna manera de mejorar el tinglado en la cual no haya pensado, cosa fácil, porque soy una nulidad en diseño (como en tantísimas otras cosas).

   Y en fin, tras cinco años de tomármelo con calma, a partir de ahora vamos a trabajar un poquito en esto, así que espero que vuestra visita semanal o quincenal a esta humilde página aumente de frecuencia. Nos leemos por aquí. ¡Seguro!