A ver. ¿Cómo lo digo? Supongo que lo mejor es andarse sin rodeos. La película es malísima. No llega a la altura de estafa pero por ahí se queda. Y es que cuándo te pasas la mitad de la proyección pensando: “¿eh?”, “¿cómo?”, “¿por qué hacen eso, es que son idiotas?” o “¿qué leches ha pasado?” y las cosas pasan porque sí, en una película pretendidamente seria, o te lo tomas a cachondeo o te terminas enfadando. Y como tenía el día tonto, pues me cabreé.
Entre fallos de guión de juzgado de guardia, personajes gilipollas (¡y sin su gilipollez, la película no saldría adelante!), niño prota, planos absurdos solo para molar y un cámara con parkingson, terminas acordándote de la madre del Fresnadillo. Hay un par de escenas buenas, sí… pero también hay partes que son, directamente, un coñazo, y eso sí que no, no, no.

Haciendo hincapié en lo de las cámara temblorosas en las escenas de acción… es un recurso que se puede utilizar de vez en cuando y queda bien, pero hacer TODAS LAS PUTAS ESCENAS así no hay por dónde cogerlo. Y hablando de repetir: la cancioncita de las narices suena seis o siete veces durante toda la película, siempre el mismo fragmento.
La cacareada escena del helicóptero no pega ni con cola con la atmósfera pretendidamente realista y cínica de la película: es como si en Apocalypsis Now hubiera un número con coreografía a lo bollywood. Y si para terminar le añadimos un final que recuerda a Nueva york bajo el terror de los zombies tenemos una chapuza en toda regla. Y como a mí, que no tengo un “blog de guionista” ni dirijo cortos ni nada de eso, me la sopla que el director sea español, me cago en la película de marras.
Ah: a mí Intacto no me gustó, que quede claro, pero aún así esperaba que esta si lo hiciese, e iba con buena disposición al cine: sino no iba ¡Ya me vale!

Una vez dicho esto, quería comentar un pequeño apunte sobre esta peli y su secuela,o más concretamente sobre el tema de los infectados y los zombis: no lo tengan en cuenta como parte de la crítica, ¿de acuerdo? Es un detalle tonto, sí, pero ya saben que los detalles conforman el mundo y diferencia la genialidad de la mediocridad.
Todo el mundo está de acuerdo en que las dos “28s” son, en forma y fondo, pelis de zombies. Aunque técnicamente no lo sean. Porque no están muertos. Y aquí es dónde hay que plantarse y decir que no lo es, que son infectados y no es lo mismo. ¿Y por qué? Porque aquí a las cinco semanas, los energúmenos locuelos estos ya han muerto de hambre. ¿Es tan difícil aguantar cinco semanas encerrado? Es esta perspectiva lo que resta fuerza a esta plaga y se la da a la de los muertos vivientes. Ya lo pensé en los diez primeros minutos de la primera parte “si están vivos, basta con esperar a que mueran de hambre”. En Zombi estaban 3 mesecitos en el centro comercial. En El día de los muertos habían pasado ya cinco años desde el arranque de la plaga. Ahí está la gracia de los zombies «clásicos» y porque encarnan mejor un destino muy negro, negrísimo.. Ya podían pasar 5 semanas, 5 meses o 5 años, que ahí estaban esperando los tíos. Aunque no corrieran. ¿Para qué correr si tienes todo el tiempo del mundo? Que no, ea, que no.