Adsod Melk 17-11-05

Aquí estamos de nuevo para recuperar aquellos filmes injustamente olvidados y vilipendiados por la crítica, esos que jamás aparecerán en el programa de Garci y que todos hemos visto aunque no lo reconozcamos. Ver las películas de los HOMBRES G en su día era como entrar en la sala donde proyectaban Pink Flamingos de John Waters, en cuyo re-estreno la gente agachaba la cabeza por si pasaba algún conocido por delante del cine.

Pero aquí estamos para dar la cara y olvidar la vergüenza. Los filmes de Hombres G molan… o al menos eso creía yo antes de volver a ver estos engendros.

Y lo cierto es que sin ser una obra de Orson Welles, Sufre mamón tiene su gracia, y es el producto ideal para los fans de la época. Sin embargo, la segunda película, Suéltate el pelo da vergüenza ajena, es tediosa y aburrida y por momentos tiene tanta gracia como Emilio Aragón presentando El club de la comedia.

Vamos allá y que sea lo que Dios quiera.

Los Beatles latinos

Las películas de Hombres G son algo así como una versión cutre y cañí de las de los Beatles (lástima que no se llegara a hacer una de dibujos animados de David Summers y compañía), destinadas más que nada a los fans, que por supuesto respondieron en taquilla (no como los fans de KISS, que dieron la espalda a Zero en conducta, chaqueteros). 

El director de ambas películas es el padre de David, el genial Manuel Summers, quien a pesar de tener grandes obras en su filmografía (Del rosa al amarillo) siempre será recordado por sus películas de la cámara oculta (To el mundo es güeno) y por una versión personal de la Biblia que ni Mel Gibson con su Passion en hebreo, oiga (La Biblia en pasta).

Sin embargo, Summers padre esta vez dejó su ego al margen para realizar un producto para lucimiento de su hijo, todo un sex simbol ochentero, y cantante y compositor de todas las canciones de Hombres G


Sufre Mamón 

“Mis canciones son como películitas” declaraba David Summers hace muchos años en una olvidada Super Pop. Y parece que no se equivocó del todo. De hecho, el argumento de Sufre mamón es una mezcla de la autobiografía de la banda y la letra de la canción homónima. De este modo, aparecen los integrantes del grupo antes de formarlo: David Summers, que recibe clases de clarinete (como en la canción), es compañero en un colegio de curas, de Javier Molina (futuro batería de Hombres G), el típico graciosillo. Y debido a una bromita que le provocan a un sacerdote, los expulsan del centro. Por otra parte, no me extraña nada, porque que unos tipos de veintitantos años sigan
en el colegio, tiene delito (ni Andrea de Sensación de vivir se atrevió a tanto).

Por esta razón, llegan al instituto privado Santa Cristina, donde coinciden con el tercer miembro, Daniel Mezquita (futura guitarra rítmica). Por cierto, que sorprende que Dani lleve siempre en la película una camiseta de Samantha Fox, qué cosas. De todas maneras, tanto David, Javier como Dani tienen pinta de macarrillas (chaquetas de cuero con chapas, Doctor Martens, todo muy punk).

En ese “insti” además verán por primera vez a su némesis: el guaperas Ricky Lacoste, cantante de Fiebre Amarilla, que se lleva a todas las chicas de calle y es más chulo que Poli Díaz. Físicamente se parece a Jordan
Knight de New Kids on the Block, y como en la canción, tiene un Ford Fiesta  blanco y un jersey amarillo. Además siempre va con su guitarrita española…

Asqueados con Ricky, los tres decidirán montar un grupo con un tal Pepe “el punki”, un personaje “made in Manuel Summers”. Lástima que terminaran echándolo porque “tocaba fatal” (mira quienes fueron a hablar, Los Beatles de Cádiz). Ese primer grupo se llamará Los Residuos (ese dato, como el de Pepe y otros del film, coincide con la realidad). Por cierto, que en el momento de echar a Pepe, se produce una escena penosa, cuando los tres músicos reniegan de su pasado punk diciendo: “para tocar música no hay que disfrazarse, estoy harto de llevar chapitas”. Mensaje que parece que oyeron los de la generación grunge, y que desde luego proviene de unos tipos que no tienen idea de lo que es el rock and roll. Por otra parte, otro punto a favor para Pepe “el punki” es que tiene un mono, que será la mascota del grupo en un principio, pero al final el pobre se muere. 

No dije antes que David tiene una novia pija, Patty (Marta Madruga, actual esposa de David Summers), que será un personaje, aunque secundario, clave en esta historia. Patty no soporta a Javier Molina, ni la música que hacen Los Residuos, y empieza a sentir una atracción sospechosa por la música de Fiebre amarilla…

No es de extrañar por tanto que Los Residuos se la tengan jurada a Ricky Lacoste y su grupo, y como el tipo además de chulo está fuertecillo, deciden ir a un gimnasio a aprender a boxear. Impagable ver a un esquelético David Summers entrenando con guantes de boxeo.

Hay otra escena, que si bien argumentalmente no tiene gran peso, es digna de comentarse. Resulta que Javier Molina, Dani y David juegan en un bar al juego de las parejas, por el cual, quien gana se va con una chica a los servicios femeninos vestido de mujer. La gracia está en que le toca a David, a quien vemos con un pelucón glam digno de Twisted Sister. Aunque al final no llega a entrar en los servicios, esa imagen de David es digna de verse.

Dani,
Javi y Rafa. También salen en las películas.

Habíamos dicho que habían echado a Pepe el punki, así que quedó un puesto en la banda, que llenó Rafael Gutiérrez. ¿Cómo lo conocieron? Fácil. Guillermo Summers, tío de David, les consigue una actuación en televisión como grupo de acompañamiento de los hijos de Rocío Dúrcal, en todo lo alto de las listas con el hit Sopa de amor. En ese dúo estaba Carmen Morales, futura actriz de films de terror y series españolas. Pues bien, allí conocen a Rafa, y como toca mejor que los tres juntos, enseguida lo fichan.

Una vez que ya son cuatro, tocan mejor -o eso creen ellos- y ya están preparados para hacerlo delante de gente. Durante la película hemos podido escuchar un montón de canciones del grupo, como es lógico. ¿Y qué mejor manera que hacerlo en un “festival” de un colegio en el que también actúa Fiebre Amarilla? Lo malo es que ellos serán los teloneros, pero no importa. Al menos servirá para saber de qué lado está Patty, la novia de David, a quien Javier Molina ha visto en más de una ocasión saliendo con Ricky (aunque David no le creyera).

CD
Virgen, listo para usar con el NERO.

Llegamos al combate final. Una vez que termina la actuación de Los Residuos, con mucho éxito, los cuatro hombres G le tienen preparada una buena a Ricky Lacoste. Así, parafraseando Sufre mamón, llenan de polvos pica-pica la camiseta de Ricky e incluso le pegan con celo un petardo, que digo yo cómo es posible que no se diera cuenta al ponerse la camiseta, pero bueno. En plena actuación, Ricky empezará a rascarse como Luis Aragonés y Javier Molina encenderá el petardo, el cual, al explotar, acaba con el concierto.

Furioso, Ricky querrá arreglar cuentas con David, y es Javier Molina quien pronuncia la frase mítica de la película: “Esto lo vamos a arreglar a lo Rocky IV“. Vamos, a puñetazos, que para eso fueron a un gimnasio.

La pelea comienza con una buena tunda de Ricky a David, que cae una y otra vez al suelo. Sin embargo, cuando ya parecía que no podía más, ve a Patty, quien no para de animar a Ricky, y con toda su rabia se levanta y machaca a golpes al pijo, hasta dejarlo inconsciente. ¡¡¡Los Hombres G han ganado la batalla!!!

Poco después, grabarán un disco y David volverá con Patty (si es que es un calzonazos), y será tentado para grabar un disco en solitario, propuesta que rechazará. Por otra parte, a la vuelta de un viaje, el cantante descubrirá que su chica se la vuelve a dar con Ricky, si es que es un zorrón.

Por eso, en la fiesta de entrega del disco de oro al grupo, presentada por Rafael Revert de la SER, cuando Patty se le acerca, David, definitivamente la rechaza. Y como dirá en la escena final del concierto, todas las fans de Hombres G son sus novias. Por cierto, que la película acaba con el moshing de David Summers…Imaginamos que con más suerte que Bernardo Bernárdez, cantante de The Refrescos.


Suéltate el pelo

La segunda película es más pachanguera, más absurda y para algunos más divertida. No para mí. Lo que sí tiene gracia es que el título originalmente iba a ser La cagaste Burt Lancaster
pero el actor norteamericano impidió que finalmente se llamara así. ¿Os imagináis a todo un Burt Lancaster indignado porque unos españolitos quieren titular un film con su nombre? Por eso, le pusieron de título el soso Suéltate el pelo, y así de paso promocionaban el nuevo disco, Agitar antes de usar.

La película comienza con los Hombres G jugando al Trivial Pursuit (nada de tirar pianos por la ventana, esto es más sano), cuando aparece David Summers con una cara de estreñido (que mantendrá durante toda la película) que tiene que anunciar algo. Al parecer, una fan, una chica de quince años, le ha mandado una carta con diez mil pelas dentro y a él le parece mal aceptarlo. Por tanto, decide llamar a la chica por teléfono para devolvérselas, y queda con ella después del concierto.

Lo
peor es que en España este tipo de composición
se llevaba hasta entrados los 90.

A partir de ahí comenzará una relación estrella/fan al estilo de Fanático o de Un escalofrío en la noche, aquella de Clint Eastwood. La niña, Sonia, dice que se ha enamorado de David, y el resto del grupo bromea con que es un infanticidio, pero admiten que está buena.

David pasa de ella, pero no se la quita de encima. Tanto es así que el grupo viaja a México para una pequeña gira y la niña logra colarse en el avión. David acepta pagarle todos los gastos. Si es que es un buenazo…

En México, actúan con una cantante estrella de esos lares, una tal Tatiana, con quien el grupo
canta a dúo un medley de No aguanto a tu prima (de Hombres G) y Un lobo en la noche (tema de ella) que digo yo que sería para promocionarla. Sonia ruge de celos cuando ve bailando a Tatiana con David, aunque se rumorea que en la vida real Tatiana tuvo sus más y sus menos con Rafa, el guitarrista. Molesta, Sonia se lo hace saber a David, y se retiran los dos.
En la playa, de noche, lejos de las miradas de todo el mundo, Sonia se lanza sobre el cantante e incluso se quita su camisa, mostrando sus atributos juveniles. David no entiende nada y le dice que se vista.

Tatiana,
Cantante mejicana (parece un tebeo) con Cristian,
ídolo de esta web,

De vuelta a España, David se encuentra con un regalito: alguien les hizo unas fotos con la menor y le chantajea para evitar que se publiquen en el Interviú. Aunque parezca extraño, David acepta pagar un millón de pesetas por los negativos. Pero claro, ahí no acaba la cosa. Al poco, ella llama a David y le dice que el fotógrafo se ha puesto en contacto con ella y le ha pedido un millón. Vuelven a picar, y aún así, las fotos aparecen publicadas en la revista.

¿Resultado? Un juicio presidido por el juez Mingote (que mientras escucha a los imputados, se entretiene rellenando una primitiva) que termina llevando a prisión a David Summers por abusar de una menor. Cuando el fiscal le pregunta a Sonia si David abusó de ella, y ella dice que sí, el batería de Hombres G grita: ¡¡¡Hija de puta!!! Por cierto que ese juicio me hizo pensar en ese episodio de Cosas de casa en el que Urkel y Carl son llamados como testigos.

Pues eso, David va a la cárcel, aunque le dejan salir para grabar el disco con Hombres G, las fans están indignadas, y los compañeros de David terminan descubriendo que Sonia estaba compinchada con el fotógrafo y ambos trabajaban para un tipo, muy gordo, muy feo y muy corrupto.

Viru,
me he metido en tu web y no me entero de nada.

¿Qué ocurre? Pues como en las películas de Parchís o en los tebeos de Zipi y Zape, llevan a cabo un plan para cazarlos con sus propias armas. De esta manera, mediante micrófonos se enteran de que el siguiente chantaje se lo van a hacer a Toni Cantó (que hace de sí mismo, no aparece ningún actor). Por eso, primero raptan a Sonia, y después otra chica del clan Summers (que no había aparecido antes, pero da igual) se hace pasar por amiga de Sonia y será la que haga el trabajo. Por supuesto, Toni Cantó queda enterado de todo.

Los acontecimientos se precipitan, que diría el Mono Ramono. Toni lleva a la falsa amiga a la habitación de un hotel y enfrente está el fotógrafo preparado. Cuando se dispone a hacer la foto, entran de repente los hombres G para atrapar al malvado, pero este huye hábilmente, primero de la habitación, y después del hotel con su jefe y David Summers en una ambulancia, que estaba ocupada.

El
estreno de Suéltate el pelo, provocando unos
disturbios como los de Francia.

Los Hombres G deciden seguirles, así como varios fans en motos, lo que recuerda en cierto modo a Quadrophenia. La persecución es muy Benny Hill, dentro de la ambulancia había una mujer que se pone de parto (y tiene ¡¡¡cuatro hijos!!!, a los que llama David, Dani, Rafa y Javi, como es natural), y al final todos acaban en el río. La furgoneta se hunde en el fondo, y salen todos a la superficie menos David…que aparece al final, para regocijo de sus amigos, disfrazados para la ocasión con unas barbas falsas.

Al final, pillan a los malosos y sacan a David de la cárcel. Eso sí, antes Hombres G realizan una actuación para los presos. Termina el film con una imagen fija de David realizando el españolísimo corte de mangas, un recurso recurrente, pues ya hizo más de uno en Sufre mamón.

pistola

De lo poco aprovechable de esta película es que hace un cameo Luis Sánchez Pollack, “Tip”,pero es anecdótico. También sale un momento el desaparecido Chummy Chúmez, y otros amigos de los Summers, como Tomás Zori, que sale en ambas (de profesor gay de clarinete en la primera, de abogado corrupto en esta) o Luis Escobar (al comienzo de Sufre mamón). Al igual que la primera película, Suéltate el pelo está llena de canciones, y curiosamente Nassau se repite en ambos filmes.

Por otra parte, si en Sufre mamón una de las frases míticas es “Una niña muy morena y muy garbosa que tiene el cutis más fino que las hojitas de rosa” (pronunciada por Ricky Lacoste
cuando conoce a Patty), en Suéltate el pelo otra frase a destacar es “Vete, duerme y reposa y no tengas miedo de ninguna cosa” (David Summers a Sonia, la fan fatal). Como pueden comprobar, dignas de Shakespeare.

No me resisto a incluir el argumento que según una web extranjera tiene la película Suéltate el pelo: “Synopsis: A young female groupie follows a rock band to Acapulco”. ¿Hombres G una rock band? ¿Sonia una groupie? Dicho así, parece un film más interesante, ¿no?

Pasado y presente de Hombres G

Como sabéis, Hombres G volvieron en el 2003. Y muchos os preguntaréis qué estuvieron haciendo todo este tiempo de silencio discográfico. David Summers, como imagino conocéis, ha grabado varios discos que sólo venden en Sudamérica. Pero ¿y el resto? Pues bien, Javier Molina se ha ocupado de su bar “Pop ´n´ roll“, Rafa participó en discos como el de Ella baila sola y tiene un grupo Rafa & Co, y Daniel Mezquita era director de marketing de DRO East West, la discográfica de los Hombres G.
Casi casi como los Beatles tras su separación.

hg

 

Hombres G siempre han sido muy criticados musicalmente, nadie se los ha tomado nunca en serio. Y aunque es evidente que no llegan a un nivel de unos Cheap Trick por ejemplo (por mencionar otro grupo influenciado por los Beatles), los discos de Hombres G son mucho más
interesantes y divertidos que los de Radiohead o Muse, por ejemplo. O que sus insufribles colegas El canto del loco, que no les llegan ni a la suela y que es posiblemente el grupo español más horrible desde (sí, otra vez), Ella Baila Sola.

Las películas fueron un gran éxito (la primera es de 1987, justo antes del disco ¿Estamos locos o qué?; la segunda es de 1988, año de Agitar antes de usar), como es lógico, y para los interesados, decirles que salieron a la venta en DVD, donde incluyen extras de lo más jugosos: entrevistas con el grupo, etc. No deben desaprovechar esta ocasión. Yo es que ya las he visto, que si no…