Supongo
que muchos de vosotros habréis ido ya a ver
Spiderman 2 o planeáis hacerlo. Son
cantidad los foros y páginas webs donde uno
puede discutir o encontrar información sobre
la última película de Sam Raimi.
Sin embargo en esta web nos vamos a desmarcar y vamos
a rendir un pequeño homenaje a uno de los capítulos
más oscuros en la carrera de nuestro héroe
arácnido: la serie Supaidaman, o el
Spiderman Japonés.

A
finales de los 70 Marvel andaba con la manta liada
a la cabeza para intentar introducirse en el suculento
mercado japo. Entre otras cosas, consiguió que
se realizara un manga del personaje que hoy nos ocupa,
dibujado por Ryoichi Ikegami, aunque no tuvo mucho
éxito. Algunos años después, cedieron
a la productora Toei los derechos de sus personajes
durante 4 años para que hiciera lo que quisiera
con ellos, a ver que tal.

Total,
que a los de la Toei se les ocurrió hacer una serie
de Spiderman, cambiando absolutamente todo…que diga…
adecuando el personaje a los gustos nipones. El equivalente
amarillo a Peter Parker en lugar de fotógrafo
y estudiante sería… motorista. Y vivía
con su hermano pequeño, un japo feísimo
no exento de cierto parecido con Shin-Chan.

Al
pobre monstruo se le ha quedado pegado el bastón
en las manos, y Spidey le ayuda a despegarlo como
puede.

Además,
y gracias a la presión de Bandai (que guay)
por tener algo que vender, accedieron a que el trepamuros
pilotase un robot gigante llamado Leopardon (welcome
to the pleasure dome?) en plan Mazinger o Power
Rangers
. Y es que efectivamente y como muchos estáis
suponiendo, esta serie casi totalmente dentro del género
sentai, como Bioman o los mencionados Payosranyers.

Y
esta gente, cuándo vaya a una fiesta de disfraces…
¿qué se pondrán?

La
historia era la siguiente. Unos malos malísimos,
El ejército de la cruz de hierro, dirigidos
por (atención) el Doctor Monster, surcan
el espacio siguiendo a otra nave espacial. La nave llega
a la tierra y se estrella, y llegan los marcianos dispuestos
a sembrar el terror. Nuestro Spidey japo, el motorista,
es herido, pero le salva un extraterrestre bueno que vivía
escondido en una cueva y le dice que su destino es ser
Spiderman y proteger a la tierra. Mientras, los
malos han matado a un profesor amigo suyo, para darle
un motivo de venganza y demostrar que Spiderman sigue
siendo un gafe de mucho cuidado esté en el país
que esté.

Spiderman
contra… ¿unos patos humanoides?

El
caso es que el chaval se convierte en Spiderman y se dedica
a darles para el pelo a las tropas del ejército
ése, unos masillas del tres al cuarto que no valen
ni para malos del Double Dragon y cuyo cometido
es recibir palos por todos los lados. El Doctor Monster
y Amazona (otra mala) deciden invocar a un
monstruo gigante. Cómo iban a saber ellos que el
cabeza de red dispone de un coche y un robot gigante para
combatirlo, y que al final, de un espadazo iba a acabar
explotando. Y así todos los episodios.

Eh
que pasa esas pibitas, mira que guapo me he dejao
el coche, esto es tunning y no lo vuestro, a que
os meto.

Las
bizarradas son muy numerosas. Para empezar, el tío
sólo tiene un lanzarredes, que le sirve tanto para
arrojar telarañas como para esconder el traje (que
se le pone solo). Y como he dicho antes, tiene un Spider-coche.
Esto en principio no es tan raro, en los 70 Spidey tenía
un spidermóvil en los cómics, pero
es que este además VUELA Y TIRA MISILES. Y le sirve
para entrar en la nave Marveller que se transforma
en el robot Leopardon.

Pura
aerodinámica.

Y
digo yo ¿por qué diantres el robot de Spiderman
tiene que ser de temática felina? ¿Un leopardo?
¿Por qué no una araña? Vaya manera
de cagarla. Lo más alucinante es que se quedaron
sin un duro en el episodio 10 y a partir de ahí
tuvieron que usar metraje de archivo del Leopardon atacando
y mezclarlas con imágenes del monstruo de la semana
siendo destruido. Comienzo a sospechar que los productores
de la serie eran Pepe Gotera y Otilio.

¿Bailas?
Como
podéis ver, los villanos no desmerecen el
aspecto barato de la serie, aunque por supuesto
cuentan con el encanto que tienen los tíos
dentro de trajes de goma.

Lo
mejor de la serie es, sin duda, el tema de cabecera,
que me encanta. Y aunque penséis que no,
tuvo su influencia en la televisión japones:
fue la primera serie donde el protagonista llamaba
a un robot gigante para acabar con sus enemigos,
cosa que se convirtió algo casi inevitable
cuando hablamos de sentais.

El
experimento tuvo un éxito moderado, y la Toei emprendió
algunos otros proyectos con personajes de la Marvel, como
Battle Fever J o el anime de La tumba
de Drácula
. Supaidaman duró
41 episodios, y aunque yo sólo he visto unos cuantos
me son suficientes, no creo que soportase 41 episodios
que todos acaban igual. Aunque ahora que lo pienso, de
los Power me tragué bastantes más que eso.
Pero no olvidemos que ahí salía Zordon
y Alpha 5, el robot gilipollas. Y que entendía
lo que decían claro, que la cinta está en
japo sin ninguna clase de subtítulos. Con todo,
es algo genial para poner a las visitas. Estaría
bastante bien que se animaran a sacarla en DVD, en vez
de tanta peli de Whoopy Goldberg que no le interesa
a nadie.