A
principios de los 90 un fantasma recorre España,
Modestia Aparte y Danza Invisible no llegan
al gran público infantil y una revolución
recorre el levante hispánico. Ha llegado el fenómeno
de la “Fiesta” que marcara a una generación
por completo más que la muerte de chanquete o la
pelambrera pectoral de Sandokan. Todo se inicia en los
garitos de Valencia, allí bajo el influjo de la
música electrónica más lobotomizada
y al grito de guerra de “Etho he bakalao de Bilbao!”
empiezan a verse los primeros “pelaos xungos”,
o en diferentes sinónimos “bakalaeros”,
“peloceniceros” y “makinetos”
(este último ya es tardío). Por aquel entonces
casi todos los raperos influidos por Vanilla Ice,
el único famoso en la piel de toro, sucumbieron
a los ritmos kratwerkianos acelerados.

La
juventud abandono a los Pegamoides, Nikis y a Loquillo
(bueno, en este último tienen razón)
por las catedrales del Tecno

El
clásico peinado a tazón y con flequillo,
dejo paso a las míticas coronas e incluso a los
cortes a 0 (estos últimos ya eran bakalas comprometidos
con ONG como Ultra Sur). Las camisetas de Public
Enemy
también cambiaron a los polos Ralph Lauren
(Tommy es posterior) unidos a la chupa de los 90: La bomber.
Podríamos hacer un artículo entero referente
a la cantidad de derivados del engendro, pero con la llegada
de las bomber originales (las Alpha, =A=) y la extinción
de otro gran engendro como era el Pedro Gómez
(
Sí, el supuesto plumas que se dejo de fabricar
y que llevaba el Rey y que algún amiguete vendía
robado blablabla), consideramos suficiente lo escrito.
 

RReconoce
que tú también tienes una

A
esto se unían los pantalones de cinco tallas menos,
que resaltaban los atributos sexuales tanto de hombres
como de mujeres, a razón de una mayor facilidad
en el apareamiento (¿?). ¿Cuál fue
el himno generacional de la generación del sector
terciario?, sin duda, Extasí (o Así
me gusta a mí
, su título original)
del increíble Chimo Bayo. Ahora glosaremos
aquí a este Prometeo del levante hispánico,
decidido a arrebatar el fuego (la pasta) a los dioses
discográficos.

El
superhombre ario profetizado por Nietzsche en sus
múltiples escritos

La
titanomaquia

 Chimo,
el hombre el mito, hablaba en Extasi sobre
un día en la ruta del Bakalao de manera poco clara,
y usando metáforas asimétricas entre el
narcótico y la mujer. Dignas de Góngora,
(sólo que esta vez en su versión bakalaera
y festiva) estas marcaron a la mitad de estudiantes de
FP por aquel entonces. Tuvo una posterior versión,
mas dedicada a las mayorías, con carácter
flamenco obra y gracia de Azuquita. Desde aquí
repudiamos esta cover, que no mantenía el carácter
“subidón” de la canción anterior
y por ello perdía interés completamente.
Extasi llego a vender 150.000 copias antes
del Napster, y si buscáis en Google
por Chimo, encontrareis paginas japonesas o mensajes de
rusos pidiendo más información sobre el 
poli-instrumentista Chimo. A Extasi la siguió
Bombas. Bombas, dedicada a los niños
de Bosnia (sic), autentica declaración de principios
de los Bakalas y sobre todo primer bombazo fuera de los
circuitos tecno-bakalutis. El show que se montaba Chimo,
con varias bailarinas al borde del colapso nervioso y
petardos de fondo (influencia Valenciana se supone), era
absolutamente increíble. Mención especial
a la extraña armadura al estilo Bobba Fett que
llevaba Chimo, que le convertía en un especie de
Mesías de la fiesta.

Chimo
Bayo apareció con su armadura biogenética
(¿?) como un nuevo cruzado frente a los
fósiles estilo Loquillo.

Su
último single, La Tía Enriqueta, marca el fin
de una época y Chimo solo haría colaboraciones
puntuales con el equipo de los Pitufos Makineros.
Hace poco lo vimos presentar una especie de recreativa
makineta, donde sus inteligentes palabras “ehto
he mejor que los videojuegos”, servían
como anticipo a esta. En fin, como ustedes habrán
supuesto, Chimo esta acabado y ahora vive de las rentas
que supone estar en la SGAE. Pero
su cetro del rey makineto no tardaría mucho
en ser ocupado por otro dios del olimpo: Paco Pil.
Paco era, tal como Adso comentó, uno
de los presentadores de Leña
al mono que es de goma
. En el programa,
aparte de poder ver a Tony Aguilar imitando
a Slash, Paco era más o menos el componente
tecno de ese plato absurdo donde se rodaba. Si, como
habréis adivinado, la audiencia dio la espalda
a este potentísimo cóctel molotov y
fue cancelado poco después.

 Pero
Paco se vengaría con el LP más importante
de la historia de la música española: Energía
Positiva. El LP Energía Positiva, es simplemente
el Sgt. Pepper de la época Bakala. Aunque
el disco era totalmente “de palo”(usemos la
jerga de este glorioso colectivo), aquí se incluyen
los himnos generacionales tardíos como Viva
la fiesta
y Johnny Tecno-Ska. Esta
última estuvo muy alto en los 40, lo más
que las multinacionales permitieron al entorno DJ festivo,
sin contar el tecno “inteligente” y gafapasta
de Carlos Jean o OBK. Paco Pil no tuvo el
éxito posterior de Chimo y se hundió en
el mayor de los anonimatos, donde incluso se cuentan historias
de su muerte o desaparición.

 Francisco Valero, aka Paco Pil,
realizó el trabajo más influyente
de la década de los 90: Si el Sgt. Pepper
traía recortables, Energía Positiva
traía pins de regalo

La
diáspora

 Las
antiguas discotecas Valencianas como Chocolate
o Barraca, donde millones de DJ Neos perdían
neuronas al ritmo del Bakalao de Bilbao, cayeron en decadencia
por asuntos como el de Alcasser. En este último
a falta de una explicación oficial, nosotros tenemos
nuestra teoría: las niñas, murieron a consecuencia
de un atracón de pastillas regaladas por Eduardo
Zaplana (todo esto para enlazar con “la trama”
del padre de una de ellas, recuerden el Missisipi).
Bien, la fiesta se movió de Valencia 
a Madrid y Barcelona. En la ciudad condal Pastis
y Buenri
hicieron infrahistoria en el Xque
(una de las catedrales del tecno) pinchando remezclas,
mientras que millones neonatos boixos nois bebían
agua en los lavabos. Realmente los makinetos ya estaban
masificados, y por ello comenzaban su decadencia. Conviene
también recordar que es un colectivo que siempre
pierde gente, gracias a espectaculares accidentes de coche,
donde los frenos no-tuneados no pueden hacer frente al
motor, alerones, y elvis tuneados.

 

Pastis
y Buenri son semi-dioses para sus fans, los cuales
les piden autógrafos, hijos y pastillas

 

Esto
nos lleva a un apartado que curiosamente dura “entoavía”.
Si en los 80 existía la mística de la “amoto”
(véanse las películas de Eloy de la Iglesia, donde amotos establecen un
claro sistema de jerarquización entre los colegas),
no había suficiente pasta (estaban todos en paro)
como para convertirlas en naves espaciales. El boom económico
de mediados de los 90, empezó a afectar a los bakalas,
que empezaron a trucar sus Vespinos como habían
hecho antes con sus mecheros. Entre pegatinas de las discotecas
más gárrulas, retrovisores con hologramas,
pastilleros y válvulas nuevas, la autopista Madrid
– Valencia tenia accidentes de aupa donde DJ
PiP0
y la
Jennifer
resultaban ilesos mientras
una familia de domingueros de Móstoles perdían
a la abuela por el impacto y se sumían en la más
absoluta aleg…digo tristeza. El paso del Vespino
al Automóvil era el siguiente nivel de evolución,
una especie de conversión de Pikachu a Raichu.
Cuando la mayoría de estos impresentables eran
expulsados de la
FP
por pegar al profesor de Ética
o Religión, encontraban trabajo en un taller automovilístico.
Allí como los Dr. Frankenstein de la mecánica
y quizás inspirados por la serie Transformer, pasaban
de las Vespino a los Volkswagen 
GTI
con las terroríficas consecuencias
que conocemos todos: El fenómeno del bakala con
la ventanilla bajada, con complementos propios del coche
fantástico y el “viva la fiesta” sonando.
El paso del Vespino al coche sigue presente, y es una
especie de ritual de iniciación al estilo del los
totémicos en las sociedades prehispánicas.

 

El
Vespino con pegatinas del “Ejcorpia”
es el sustituto natural de las antiguas bicis con
pegatinas del Bollicao

 Caída
de la fiesta

El
éxito de Operación Tartufo entre
la juventud ya marca el final de la era, y la progresiva
desaparición de los anuncios de Woman DJs
u Original Sessions son sin duda el paralelo equivalente
a el final de la movida. Aparte el Tecno tiene ya un público
intetelectualoide en España, y muchos antiguos
bakalas evolucionaron a fan-fatales de la secta Fangoria
o empezaron a comprar discos de Carlos Jean. Es consecuente
con la llegada a la treintena y la ascensión en
la frutería o taller a puestos como director de
marketing o relaciones con los medios. También
los hijos que tuvieron con 18 años por cuestiones
relativas a la mala manipulación de profilácticos
(los anticonceptivos y el speed no son compatibles), empiezan
a dar más problemas y eso trae consigo mayor responsabilidad. 
Con lo cual el círculo esta completo, y
el sector se muere. Algunos maldicientes dirán
que coincide con la derrota del PP, pero ante el panorama
que podría suponer la vuelta de Paco Ibáñez,
uno va a comprar la novena edición de los Pitufos
Makineros para que esto no vuelva  a pasar.